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Hojas de afeitar año 1935
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Las maquinillas de afeitar ya existían desde mediados del siglo XIX pero utilizaban una hoja de metal forjado. En los años 1870, los Hermanos Kampfe presentaron un nuevo modelo de rasuradora. Gillete mejoró estos diseños iniciales e “introdujo la hoja de acero estampado para la cuchilla”. La navaja de Gillete salió al mercado al sustancioso precio de 5 dólares (cerca de 140 dólares de 2014) - la mitad del salario promedio semanal de un trabajador - y aún así vendía millones de unidades.
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La parte más difícil del desarrollo fue el diseño de las hojas, ya que el acero barato era difícil de trabajar y de afilar. Esto explica el retraso entre la idea inicial y la aparición del producto. Steven Porter, colaborador de Gillette, usó sus diseños para crear la primera navaja desechable que funcionó. En 1901 un ingeniero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), William Emery Nickerson, dió con el material y la técnica apropiados. Nickerson – inventor de la bomba neumática y verdadero genio de la mecánica – diseñó las maquinarias necesarias para fabricar las afeitadoras, y sugirió hacer el mango lo bastante pesado para facilitar el ajuste de la cuchilla y la guarda de protección.