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Muestran nueva narrativa sobre obra de Julio Galán
POR IRMA IDALIA CERDA
FOTOS: ANDREA JIMÉNEZ
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Julio Galán (Múzquiz, 1959- Monterrey, 2006) quien fuera protagonista de su propia obra, misma que explora la identidad, el género, la ficción, la introspección y la teatralidad, se presenta desde una nueva perspectiva en la muestra “Un conejo partido a la mitad”, que se exhibe desde el pasado 28 de abril en el Museo MARCO.
Esta exposición que reúne 140 piezas, procede del Museo Tamayo, y su directora Magalí Arriola se encargó de la curaduría, en la que más que llevar un orden cronológico, decidió abordar temáticas en las que el artista manifestaba su postura al respecto, como por ejemplo: la infancia, la adolescencia, la sexualidad, entre otras.

“La idea es volver a poner en perspectiva pensando en el autorretrato no tanto en el sentido tradicional como una representación introspectiva de su persona, sino por el contrario, más como una especie de desdoblamiento de su figura.
“En ese sentido, el papel que jugó por ejemplo la fotografía en su obra y toda esta especie de travestismo de su persona es muy importante, tratando de contrarrestar esta mirada que tradicionalmente había servido para liar su obra con un tema de la introspección, con un tema autobiográfico para enfocarlo más hacia su práctica artística”, señaló Magalí Arriola.
En la primera sección de la muestra, los visitantes encontrarán el óleo sobre collage “Mis papás el día antes que supieran que yo iba a nacer”.
“Esta obra de 1988 y sirve para marcar el ritmo de lo que va a pasar a lo largo de su carrera, le gustaba mucho jugar con esta idea del tiempo, incluso representado en distintas narrativas.
“El ropero de Sofía”, “Mientras el cielo ríe, la tierra llora”, “Laberinto Azul”, “Sácate una muela”, “Esperando la llegada”, por mencionar algunos cuadros ; los muñecos Morelio y su novia Aurelia; fotografías de Graciela Iturbide , Rodrigo Llaguno, Francisco Barragán y Enrique Badulescu, integran “Un conejo partido a la mitad”.
“El ropero de Sofía es una de las obras claves dentro de esta narrativa . Esta pieza es la estructura más tradicional en la obra de Julio en las que vemos laberintos, que tienen distintas puer- tas de entrada y salida; como estos cambios de perspectiva, que es algo que vamos a ver muy seguido en su obra”, apuntó.
Refirió que el vestido que aparece al centro del cuadro, se lo compró su mamá a su hermana Sofía, y es una prenda de la diseñadora Nicole Miller, quien gracias a ella, el coahuilense conoció a uno de los asistentes de Andy Warhol en una fiesta.
En “Un conejo partido a la mitad” se muestran sus álbumes fotográficos personales que documentan su vínculo con con Warhol y revistas internacionales donde se publicaron entrevistas.
La obra de Galán muestra elementos relacionados a la identidad y el género, tal y como fueron planteadas en las décadas de los ochenta y noventa, pero que pueden ser revalorizadas en el momento actual.
“Aquí vemos esta figura andrógina en donde realmente la idea de la representación y la de la idea del autorretrato tiene más que ver con el desdoblamiento de su persona, el asumir distintas personalidades : ya sea vestido de china poblana, poniéndose las plumas en la cabeza, o su rostro pintado de negro”, explicó Arriola . Señaló que la fotografía le servía al artista como un boceto para trabajar posteriormente cuadro.
“Julio tenía muy claro lo que quería representar. Hay una relación muy fluida entre la fotografía, puesta en escena y perfomatividad, y con esto no quiero decir que estuviera haciendo performance, pero más bien utilizaba esta estrategia como un medio de representación y autorepresentación”, argumentó.
Por su parte, Taiyana Pimentel, directora del Museo MARCO, manifestó que esta muestra permite a las nuevas generaciones conocer la obra de Julio Galán bajo una nueva lectura y una nueva perspectiva.

“Es entender a Julio Galán en el siglo XXI, es verlo desde el lugar de un artista que se confrontó y transgredió la idea de tradición; desde ahí precisamente está el lugar de la contemporaneidad que le pertenece a Julio, y desde el lugar en el que Magalí Arriola lo vuelve a traer al escenario, porque Ju- lio nunca desapareció, sino que simplemente había estado en otros niveles de lectura”, destacó.


Julio Galán estudió Arquitectura en la Universidad de Monterrey y se dedicó a la pintura de manera autodidacta. En 1981 ganó el premio de adquisición del Salón Anual de la Plástica Mexicana, en el Palacio de Bellas Artes , en la Ciudad de México, y en 1994 ganó la primera de tres ediciones del Premio MARCO, con su obra “Sácate una muela”, que ahora forma parte del acervo del Museo.
“Un conejo partido a la mitad” permanecerá en las salas 1 a 4 en la planta baja del Museo de Arte Contemporáneo MARCO hasta el 10 de septiembre de 2023. v
