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3.2. Riego por aspersión

3.2. Riego por aspersión

Este tipo de riego, el cual aplica el agua mediante la generación de una lluvia uniforme, facilita la aplicación de distintas dosis de riego, no requiere la previa nivelación del terreno y permite la automatización. Sin embargo, es importante llevar a cabo una buena programación de manera conjunta con las aplicaciones de tratamientos al cultivo, ya que el riego podría lavarlos. En este sistema de riego la inversión inicial es alta, comparada con otras técnicas, así como el coste de funcionamiento, debido a su alta demanda de energía.

Los sistemas de riego por aspersión comenzaron en céspedes, extendiéndose posteriormente su uso a la agricultura para el riego de frutales, hortícolas y en viveros. De forma genérica, el riego por aspersión puede ser clasificado como estacionario (semifijo con tubería móvil manual o automatizada, semifijo con tubería fija, y fijo permanente enterrado o aéreo), permaneciendo los aspersores en una posición fija durante la aplicación del agua, o móviles o automotrices. En este último caso, el riego se produce mientras el aspersor se desplaza siguiendo una trayectoria circular o lineal.

Los emisores, en este caso llamados aspersores, pueden ser de distinto tipo, según su mecanismo de funcionamiento, pudiendo además trabajar con baja, media o alta presión. En el caso de los aspersores rotativos de impacto, el chorro de agua impacta sobre una pala oscilante unida a un resorte. En los aspersores de turbina, es una pequeña turbina instalada en el propio aspersor la encargada de provocar la rotación de la boquilla. En los aspersores de plato rotativo, el chorro de agua impacta en un plato que rueda por acción del agua, consiguiendo una distribución elíptica. En el caso de los difusores o aspersores estáticos, el agua se dispersa en forma circular tras el choque del chorro contra una placa opuesta al orificio de salida del agua, que puede ser plana o estriada.

En todos los casos, la distribución del agua en el riego por aspersión se basa en forzar el paso del agua a través de un orificio, produciéndose una distribución en forma de gotas que simulan la lluvia. Estas gotas pueden tener un amplio rango de tamaños, que suelen estar entre 0.5 y 4 mm de diámetro, dependiendo de la relación entre el diámetro de la boquilla y la presión de funcionamiento. Habitualmente la distribución del agua por medio del aspersor es circular, aunque esta puede convertirse en un sector circular por medio de dispositivos que delimitan una fracción menor. El radio del círculo mojado sobre el suelo conseguido con cada aspersor constituye el alcance del mismo (Figura 8). De forma genérica, la lámina de agua aplicada en las proximidades del aspersor o difusor es superior, y disminuye conforme nos alejamos de éste. Por ello, el diseño de un sistema de riego por aspersión debe ser calculado teniendo en cuenta un cierto solape, que dependerá de cada caso, para conseguir una uniformidad en la distribución adecuada.

Dentro de la modalidad de los sistemas estacionarios, hablamos de cobertura total cuando toda la superficie a regar queda cubierta por los aspersores o tuberías en uso. Sin embargo, estos pueden permanecer en el terreno o ser únicamente extendidos de forma temporal, como ocurre en el caso de cultivos anuales.

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