Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 24.05.2014
“PROSAS DE UN PESO WELTER”
El último libro de poesía de Alexis Gómez Rosa Página 8
BRUNI SABLAN, CHARLIE PARKER “BIRD BLOWS”, OLEO SOBRE CANVAS
Tiempo y repetición en Cien años de soledad
“Cien años de soledad” como novela metáfora permite pensar en la cotidianidad esos extremos de nuestra vida y recuperarlos como huellas dejadas en la historia, en la representación de las acciones humanas. Página 7
TRUJILLO visto por Euclides Gutiérrez
En su apasionante narración, el autor nos permite captar las pulsaciones cotidianas del régimen trujillista, tanto en sus ejecutorias más destacadas como en el ámbito íntimo y anecdótico, a partir de actuaciones y comentarios improvisados de Trujillo. Página 5
AY JAZZITO PONTE GRIS ...y del resto pare de narrar Página 6
CATALANES en RD en 1854
El 1 de diciembre de 1854, la Agencia Comercial de España en República Dominicana con asiento en Santo Domingo abrió un registro destinado a la matriculación de los españoles avecindados en el país. Página 4
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Sábado 24 de mayo de 2014
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Luis Rojas Marcos (Psiquiatra y escritor español) “Internet es positivo porque nos une, nos conecta. Incluso a las personas mayores. El estar conectado nos prolonga la vida y no solamente añade años a la vida, sino vida a los años.”
LIBROS
Hombres y mujeres: nuevas relaciones creativas Por LEONARDO BOFF
L
a creatividad es la dinámica del propio universo. Su estado natural no es la estabilidad sino el cambio creativo. Todo es fruto de la creación natural o humana. La Tierra es fruto de una Energía creadora, misteriosa y cargada de propósito. Un día, un pez primitivo “decidió”, en un acto creador, dejar el agua y explorar la tierra firme. De ese acto creativo, vinieron los anfibios, luego los reptiles, después los dinosaurios, y finalmente los mamíferos y nosotros. Si no fuéramos creativos, nunca habríamos llegado hasta aquí. Detengámonos, por un momento, en la relación hombre-mujer, punto central en las discusiones actuales de la Iglesia. Sabemos que hace diez mil años, la historia fue marcada por el patriarcado. Este ha supuesto un viacrucis de sufrimiento para todas las mujeres. Pero lo que ha sido construido históricamente puede ser también históricamente deconstruido. Esta es la esperanza que subyace en las luchas de las mujeres oprimidas y de sus aliados entre los hombres, la esperanza de un nuevo estadio de civilización ya nunca estigmatizado por la dominación de género. Los hombres y las mujeres son definidos cada vez más no a partir de su sexo biológico o factor cultural, sino a partir del hecho de ser personas. Entendemos aquí por persona todo aquel o aquella que se siente dueño de sí y que ejercita la libertad para plasmar su propia vida. La capacidad de autoproducción en libertad (autopoiesis) es la suprema dignidad del ser humano que no debe ser negada a nadie. Tras el reconocimiento de la persona como persona, son decisivos los valores de la cooperación y de la democracia como valor universal, en el sentido de participación en la vida social, de la cual las mujeres históricamente fueron privadas. Su ausencia ayudó a instaurar la dominación y la subordinación histórica de las mujeres. Hoy, mediante la cooperación de ambos, dentro de una ética de la solidaridad y de cuidado mutuos, es cuando se construirán relaciones inclusivas e igualitarias. La cooperación supone confianza y respeto mutuo en una atmosfera donde la coexistencia se funda en el amor, en la proximidad, en el diálogo abierto, como ha insistido y mostrado el Papa Francisco. La superación de la ancestral guerra de los sexos y de las políticas opresivas y represivas contra la mujer se da en la misma proporción en que se introduce y se prac-
tica la democracia real y cotidiana. En nombre de esta bandera, la gran escritora y feminista Virginia Woolf (1882-1941) podía proclamar: “Como mujer no tengo patria, como mujer no quiero patria, como mujer mi patria es el mundo”. La lucha contra el patriarcado supone un re-generación del hombre. En esa tarea el hombre seguramente no conseguiría dar el salto por sí mismo. De ahí la importancia de la mujer a su lado. Ella podrá evocar en los hombres lo femenino escondido bajo cenizas seculares y podrá ser co-partera de una nueva relación humanizadora. Lo primero que hay que hacer es privilegiar los lazos de interacción mutua y la cooperación igualitaria entre hombre y mujer. Aquí se impone un proceso pedagógico en la línea de Paulo Freire: nadie libera a nadie, pero juntos, hombres y mujeres, se liberarán en un proceso compartido de libertad creadora. En este nuevo contexto se deben recuperar aquellos valores considerados antiguos y propios de la socialización femenina, pero que ahora deben ser gritados a los oídos de los hombres y junto con las mujeres procurar vivirlos. Se trata de un ideal humanitario para ambos. Me permito rescatar algunos:
Las personas son más importantes que las cosas. Cada persona debe ser tratada humanamente y con respeto. La violencia nunca es un camino aceptable para la solución de los problemas. Es mejor ayudar que explotar a las personas, dedicando especial atención a los pobres, a los excluidos y a los niños. La cooperación, la asociación y el compartir son preferibles a la competencia, la autoafirmación y el conflicto. En las decisiones que afectan a todos cada persona tiene derecho a decir su palabra y ayudar en la decisión colectiva. Estar profundamente convencido de que lo cierto está del lado de la justicia, de la solidaridad y del amor, y de que la dominación, la explotación y la opresión están del lado equivocado. Tales valores, tenidos en otro tiempo por femeninos, fueron manipulados por la mentalidad patriarcal para mantener a las mujeres subordinadas y dóciles. Hoy, al cambiar el cuadro del mundo y de la sociedad, tales valores son los que nos pueden salvar. Es la razón por la que los hombres y mujeres deben ser creativos en sus relaciones, pues así se humanizan.
ENSAYOS SOBRE TEMAS CONSTITUCIONALES Este libro, editado bajo el patrocinio del Tribunal Constitucional y la oficina del PNUD en el país, recoge los ensayos ganadores del Primer Concurso Nacional de Ensayos sobre Temas Constitucionales y cinco menciones honoríficas. El texto consta de 355 páginas. Los escritos que ganaron los tres primeros lugares corresponden a Kelvin Williams Herrera de Jesús, Delfia Mercedes López Cohén y Roberto Antonio Medina Reyes. El tema general del concurso versó sobre la importancia del Tribunal Constitucional.
YO ESTABA ALLÍ Por supuesto que se trata de un segundo libro de los relatos de efemérides y acontecimientos, generalmente políticos, narrados por el doctor Jimmy Sierra, escritor y gestor cultural, con su vocación de hacer que la memoria perviva. Este libro, prologado por César Pérez, contiene 68 relatos. _ ____________________________________________________________________________
SERGIO SARITA VALDEZ, POR LA RUTA DE MI VIDA Esta es la biografía del afamado médico forense dominicano Sergio Sarita Valdez. Un libro de más de 300 páginas, de Salomé Frías, sobre la vida personal y profesional de este científico. _ ____________________________________________________________________________
EL NORDESTE Y EL 65. OTROS TESTIMONIOS PARA LA HISTORIA Rafael Santos es un joven y talentoso profesional de la comunicación social que comparte su labor diaria como periodista con la escritura de textos para resaltar los aportes de su natal Salcedo a la historia nacional. Este libro, publicado este año, pone de relieve la presencia de ciudadanos de Salcedo en la Guerra de Abril de 1965. Está prologado por Claudio Caamaño. En el 2007, Rafael Santos publicó “Testimonios del 1J4. Salcedo y su participación”, y en el 2010 publicó “Salcedo: 12 años de Balaguer”. Varios de los trabajos contenidos en “El Nordes y el 65...” vieron la luz pública en las páginas del vespertino El Nacional. _ ____________________________________________________________________________
DOÑA EVA Mario J. Cedano es un higüeyano no vidente que se hace llamar “el poeta ciego de América”. Escribe poesías, décimas, relatos infantiles y narraciones históricas, y las publica en libros. Esta pequeña obra combina poesías y un amplio relato. _ ____________________________________________________________________________
LA HISTORIA/Fuente: Portal de El Bibliófilo Enmascarado
1905
NACIÓ EL 24 DE MAYO. Mihail Sholojov, escritor soviético, la figura más importante de la literatura rusa del siglo XX. Premio Nobel de Literatura 1965, que nos dejó libros como “El Don apacible”, o “El destino de un hombre”, ambas llevadas al cine.
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1919
MURIÓ EL 24 DE MAYO. Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, más conocido como Amado Nervo, narrador y poeta mexicano, autor de novelas como “El bachiller” o poemas como “Perlas negras y Místicas”.
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1818
NACIÓ EL 25 DE MAYO. Jakob Burckhardt, historiador suizo. Su obra más importante es “La cultura del Renacimiento en Italia”. _
1681
FALLECIÓ EL 25 DE MAYO. Pedro Calderón de la Barca, dramaturgo español, llamado el ingenio del siglo de oro, autor de “La vida es sueño”, por nombrar una sola de sus obras.
1871
MURIÓ EL 25 DE MAYO. José Mármol, poeta argentino, escritor romántico de la generación del 37, dirigió la Biblioteca Nacional Argentina. Es autor de la novela “Amalia” considerada la primera novela conocida en la Argentina.
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ÁNGELA PEÑA A.PENA@HOY.COM.DO
Viaje por la Historia
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La temprana rebeldía antitrujillista de Hugo hizo que lo sacaran a estudiar ALINA MIESES
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i padre consideró que era necesario sacarme, veía mi rebeldía, me mandó a España con Ramón Cáceres y Rafael Molina Morillo, con una beca del Instituto de Cultura Hispánica. En Madrid no conocíamos las intimidades y la represión del franquismo, yo lo comparaba con el régimen de Trujillo y favorecía mucho a Franco a pesar de sus crueldades infinitas”. Hugo Tolentino relata esa experiencia después de narrar sus actividades en el país contra la tiranía, que se iniciaron con un “antitrujillismo emocional” convertido después en acción que le costó la cárcel por repartir volantes de la Juventud Democrática junto a Virgilio Díaz Grullón. El apelativo Había asistido de niño a cumpleaños de de comunista se Ramfis y a otras fiestas en el Casino de Güibia me pegó a mí” o en el Club de la Juventud, pero nunca fue partidario del gobierno, jamás se inscribió Hugo Tolentino en el Partido Dominicano. Se reunía con grupos opositores de la Universidad y asistía a la peña de Pedro René Contín Aybar, en La Cafetera, donde ya había insinuaciones ansu ira por lo menos frente a un difamador titrujillistas de Máximo Avilés Blonda, Rafael que debió retractarse en público porque ToValera Benítez, Lupo Hernández Rueda y Jolentino no lo iba a dejar abandonar el sitio sé Aníbal Sánchez Fernández. donde se encontraron hasta que no lo hiVisitaba además a Carlos Curiel, quien le ciera. El detractor rectificó. recomendaba libros, “con mucho cuidado”. Aún perdura su animadversión por el “Había una enseñanza democrática, no solo déspota. de mi padre que me aconsejaba lecturas con El padre vio que la vida de su insurrecto la intención de que me cultivara, era un promuchacho peligraba desde que este, a los 18 blema de principios, eran los ideales. Ya leíaaños, reaccionó irritado por él haber acepmos en francés”, cuenta. tado la función de presidente del Partido DoRecuerda que “Chacho” Carías, consideraminicano. Don Vicente replicó: “Cuando yo do alejado del trujillismo, tenía una librería en tenía tu edad tomé un fusil y me fui a la loma El Conde. Hugo fue al establecimiento y eny no le pedí permiso a papá ni a mamá”. contró una obra de Harold Laski, laborista inHugo comprendió el mensaje. PERSECUCIÓN EN PARÍS. En Madrid vivió alglés que luego fue socialista. “Cuando lo enrededor de un año. “Llevábamos una vida de contré, Chacho se dio un susto tremendo, peseñoritos con el dinero que recibíamos, tero me tuvo confianza. En esa época leer a un níamos beca y éramos hijos de ricos, los sisocialista que había sido comunista, que hatios que frecuentábamos eran los tradicioblaba de la necesidad de terminar con la etapa nales y los de moda en España”, refiere. del capitalismo”, era un enorme riesgo. Llegó a tener hasta diez trajes, cuatro chaTanto en la secundaria como en la univerquetas casuales, “blazers”, todo eso era barato sidad “se colaban cosas del marxismo. La alen Madrid. Pero su meta era París, para esternativa de la dictadura llevaba a uno a afetudiar con mayor profundidad y amplitud y se rrarse o a entusiasmarse con cualquier tipo de Vicente Tolentino Rojas, padre de Hugo. marchó en tren en 1954. negación de la tiranía”, La existencia allí es otro manifiesta. capítulo intenso en la hisTolentino había iniciatoria de este marxista que do sus estudios en el codescubrió esa doctrina legio La Salle, luego de reprecisamente durante su cibir primeras letras con larga estadía en la Ciudad la madre de Pericles Luz. Porque pensaba en Franco Ornes en una estransformaciones sociales cuelita que tenía para para su pueblo y eso solo hijos de sus amigos en la era posible sin Trujillo, y avenida Independencia. fue allá donde se profunLa Salle estaba entonces dizó su oposición. Hacía entre la “Hostos” y la “Isaun periódico clandestino bel la Católica”. Al conmimeografiado y con una cluir el octavo curso el ya Hugo Tolentino y Ramón Cáceres en el extremo izquierdo y Rafael Molina Morillo, segundo moneda de 50 centavos insubordinado estudian- desde la derecha, en Madrid, entre otros. mandó a elaborar un sello te consideró que lo mejor que prolongaba los pasaportes a los era marcharse a La Normal. exiliados. Oía noticias de Santo Do“Por suerte, allí la enseñanza era mingo en un radio “Fénix”. laica y había un staff de profesores en Recibió amenazas en papel higiélos que todavía estaba vivo el pensanico donde le advertían: “Prepárate, miento de Hostos”, comenta y cita a que te vas a joder”. Ya el año de su parCarlos Curiel, Pedro Mir, Tulio H. Artida se publicó un “Foro Público” que velo, Manolín Troncoso, Manuel Pacuestionaba: “¿Hicieron su Servicio tín Maceo, Andrés Avelino, Alicia RaMilitar Obligatorio los grandes de esta món. Entre los condiscípulos estaban capital? Los Vicini, los Cabral, los ToJosé Ramón Cordero Michel (Pilón), lentino dando galletas y viajando con quien luego se reuniría con Hugo en becas con el hijo de Marino Cáceres. Europa; Ramón y Manuel Altagracia ¿Hicieron su Servicio antes de irse?”. Cáceres, Gilberto Sánchez Rubirosa, Ruddy Leyba, Ramón Cáceres, Hugo y Marinita Méndez. Pero lo que convenció a Trujillo de Laitín Guerrero… que Tolentino Dipp era su enemigo Su padre Vicente Tolentino Rojas y su tío Rafael César no eran “trujillistas fer- Froilán Tavárez, José Humberto Ducoudray, fue el reporte de un general dominicano envorosos” y los dos recordaban con nostalgia Wenceslao Guerrero (Puco). En 1952 se gra- viado a estudiar a París por “el Jefe”. Cenó con Hugo, Andrés Avelino, Luichy Martínez Ritodo el movimiento democrático en Santia- duó doctor en Derecho. go en el que se interpuso el sátrapa. Por lo “No fui buen estudiante en primaria ni en chiez, José Cordero Michel y José Luis Parra, demás, declara, “mi padre nos orientaba, te- secundaria pero sí en la universidad, donde “e hizo un informe que yo poseo diciendo que éramos comunistas y que habíamos nía una gran biblioteca y comenzaba a leer me gané todas las inscripciones”, expresa. los clásicos de los siglos XIX y XX, Víctor HuEjerció el periodismo en La Nación cuan- acabado con Trujillo. Eso le creó problemas a go, Flaubert, Maupassant, José Ingenieros, do la dirigía Manuel Valdeperes. Fue encar- mi padre que fue llamado a la Presidencia. Le Montalvo…”. Las enseñanzas hostosianas, gado de la página literaria y hacía reportajes. leyeron una carta para que la firmara y él agrega, “fueron muy importantes”. Puso como condición “que nunca me man- respondió a Trujillo: “Yo estoy seguro, Jefe, Las únicas carreras de ciencias sociales que daran a escribir nada sobre Trujillo. No existe que si a usted le piden que firme una carta existían en la universidad cuando se graduó una sola línea mía alabando a Trujillo. Se así contra Ramfis, usted no la firma”. Ese día de bachiller eran Filosofía y Derecho, cursó la pueden morir buscándola y no la encontra- lo jubilaron y el socialismo del joven fue noticia diaria cargada de epítetos peyorativos segunda aunque no tenía temperamento pa- rán”, exclama enfático el furibundo liceísta. ra abogado. Quería ser arquitecto. Recibió cáAlgunos le han atribuido letras a favor del hasta que mataron al dictador. Hugo comenta: “Sus enemigos eran cotedras de Rafael Bonnelly, Leoncio Ramos, Jo- tirano y hasta acusado con la falsedad de que munistas y ese apelativo se me pegó a mí”. sé Manuel Machado, Oscar Robles Toledano, viajó becado por el régimen, lo que provocó
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do
Catalanes en República Dominicana en 1854
Encuentros
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Homenaje
Por Edwin Espinal
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l 1 de diciembre de 1854, la Agencia Comercial de España en República Dominicana con asiento en Santo Domingo abrió un registro destinado a la matriculación de los españoles avecindados en el país. Este documento, cuyo original obra en el Archivo General de la Administración en Alcalá de Henares, en España, y localizado en 2013 por el genealogista español Fernando Revuelta Cáraves, ofrece información personal clave de los españoles que entonces vivían en el país, como lugar y fecha de nacimiento, último sitio de residencia, profesión, estado civil, lugar de residencia en el país y fecha de arribo, documento justificativo de la nacionalidad y fecha de matriculación; aparecen además observaciones particulares respecto de cada ciudadano. Se abrieron dos libros, el 1 y el 2. Al 31 de diciembre de 1855, fecha en que se cerró el registro, en el registro número dos se habían matriculado 51 individuos. Estos procedían tanto de España como de Cuba y Puerto Rico y estaban distribuidos entre Santo Domingo, Puerto Plata, Santiago y Baní. Por considerarlo de interés genealógico, transcribimos la relación de los catalanes inscritos en estos libros con sus datos más relevantes. Hemos ampliado, en determinados casos, la información que consta en dichos documentos con referencias adicionales. Escogimos estos inmigrantes por ser los más representativos en cuanto a la vigencia de su descendencia en la actualidad y su papel en determinados hechos históricos: recuérdese el entorno catalán de Juan Pablo Duarte –del que veremos algunos en esta serie- y la oposición de los catalanes residentes en Santiago al brigadier español Manuel Buceta durante el período de la Anexión. ANDREU, BRUNO: Natural de Blanes, Gerona, donde nació el 16 de mayo de 1818. Residente en Puerto Plata desde 1834, ejercía el comercio y estaba casado con Rita de Castro, nacida en esa ciudad el 25 de mayo de 1823. Tenía tres hijos: Alcedo (20 octubre 1850), Celia (3 noviembre 1852) y Olimpia (20 septiembre 1854), todos nacidos en Puerto Plata. Nota: Rita de Castro fue hija de Domingo de Castro e Isabel Tapia. Vivía en Gurabo, Santiago, para el 2 de noviembre del 1896, fecha en la que murió. Alcedo Andreu de Castro fue diputado al Congreso Nacional para el 1892. Otra hija, nacida en 1861, fue Rita Adelaida (datos de Juan Espósito), quien casó el 13 de enero de 1892 a la edad de 31 años con Rafael Biaggiotti, entonces de 35 años de edad, el 13 de enero de 1892. Biaggiotti, oriundo de Barga, Lucca, Toscana, Italia, murió el 14 de octubre de 1893. Viuda, Rita Andreu casó el 2 de febrero de 1895, contando con 34 años, con Etanislao Díaz, de 53 años, viudo de su hermana Celia Andreu e hijo de Santiago Díaz e Isabel Siant, natural de Gurabo. Del matrimonio Biaggiotti-Andreu nacieron dos hijas: María Altagracia, casada con Francisco Toimil, y Ana Celia, esposa de Ramón Donhert. El matrimonio Díaz-Andreu procreó a su vez a Bruno y Ana Mercedes (Gurabo, 29 marzo 1881-Santiago, 7 julio 1969). De Bruno Andreu y Rita de Castro descienden las familias guraberas: Díaz Hernández, Llenas Díaz, Díaz Fernández, Díaz Rodríguez, Díaz Pichardo, Díaz Peña, Díaz Estrella, Díaz Tejera, Bogaert Díaz, Díaz Dalmau, Román Díaz, Díaz Suárez, Alfau Llenas, Llenas Amarante, Llenas Patiño, Whipple Llenas, Franco Llenas, Llenas Dávila, Llenas Menicucci, Llenas Hernández, Llenas Jorge y Llenas Martí.
Instituto Dominicano de Genealogía
MU-KIEN ADRIANA SANG
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Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese: un intento de vida; un juego al escondite con mi ser. Pero yo estaba hecha de presentes, y mis pies planos sobre la tierra promisoria no resistían caminar hacia atrás, y seguían adelante, adelante, burlando las cenizas para alcanzar el beso de los senderos nuevos. A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado de los troncos viejos. Pero la rama estaba desprendida para siempre, y a cada nuevo azote la mirada mía se separaba más y más y más de los lejanos horizontes aprendidos: y mi rostro iba tomando la expresión que le venía de adentro, la expresión definida que asomaba un sentimiento de liberación íntima; un sentimiento que surgía del equilibrio sostenido entre mi vida y la verdad del beso de los senderos nuevos. Ya definido mi rumbo en el presente, me sentí brote de todos los suelos de la tierra, de los suelos sin historia, de los suelos sin porvenir, del suelo siempre suelo sin orillas de todos los hombres y de todas las épocas. Y fui toda en mí como fue en mí la vida… Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese: un intento de vida; un juego al escondite con mi ser. Pero yo estaba hecha de presentes; cuando ya los heraldos me anunciaban en el regio desfile de los troncos viejos, se me torció el deseo de seguir a los hombres, y el homenaje se quedó esperándome, Julia de Burgos
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asó el Día Internacional de la Mujer y por estar envuelta en muchas cosas no pude hacer este homenaje que tanto siento. Aprovecho entonces la celebración del Día de las Madres para escribirles estas palabras nacidas desde lo más profundo de mi corazón. Quiero hablar de la mujer que resistió en silencio, pero firmemente, los embates de una sociedad que las excluía y descalificaba. Y pienso en mujeres como mamá, que fueron educadas para ser esposas, progenitoras y amas de casa. En aquellas en que el bordado de las camisas y los pañuelos de sus esposos era más importante que pensar y ser. En ellas, las que debían ocultar sus sentimientos, por eso lloraban en silencio, y quienes, sin palabras, tejían sus propias resistencias. Mis palabras de homenaje van dirigidas a las mujeres de ayer que bordaron sus sueños, sus ilusiones y esperanzas con puntadas de colores, en un rincón de sus casas. Mi homenaje de este 8 de marzo está dirigido a las mujeres-víctimas de una sociedad profundamente machista, en la que la mujer era vista como mero objeto utilizado de acuerdo a la voluntad de los hombres. Estas palabras de profundo agradecimiento se escriben pensando en esas valiosas mujeres, quienes a pesar del peso social que las aplastaba y aniquilaba lograron construir sus vidas, y educarnos, a nosotras las mujeres que estuvimos bajo su regazo, con valentía y decisión, para que no transitáramos sobre sus huellas, sino que iniciáramos caminos diferentes, decididos por nosotras y no impuestos por la sociedad y por los hombres. A estas mujeres, como mi madre, doy gracias al cielo, por habernos regalado sus alas.
Ellas han sido, son y serán siempre ejemplos maravillosos de resistencia. Sin buscar resquebrajar abruptamente las normas, comenzaron, con pequeñas acciones, insignificantes e imperceptibles a veces, a minar de forma contundente las bases de la sociedad. Gracias a sus desvelos, sacrificios y sus sueños inconclusos, nosotras, la generación que nació en el corazón mismo del siglo XX, pudo elegir, pudimos elegir, pudimos volar, crecer, hablar y ser escuchadas. Para nosotras fue más fácil. Ustedes tuvieron que romper demasiados moldes de acero blindado. Tuvieron que desgarrarse las vestiduras para gritar que en esos cuerpos de mujeres había almas con inquietudes, anhelos y esperanzas. Hoy en la mediana edad, acariciando el final de mis gloriosos cincuenta otoños, miro con orgullo la valentía de estas mujeres transgresoras de la norma y las buenas costumbres. A ellas mi respeto eterno y mi admiración sincera. Como hija-mujer agradecida, doy gracias a mamá, por tu paciencia, tu silencio, tu fortaleza y decisión de que tus 5 hijas fueran mujeres económica, emocional y profesionalmente autosuficientes. Por enseñarnos con ejemplo lo que significa el amor compartido con un compañero en igualdad de condiciones. Van estas palabras a muchas mujeres que me han inspirado a lo largo de mis días: Dedé Mirabal, la mariposa que alzó su vuelo hacia la eternidad; Mary de Marranzini, la mujer que supo convertir la tragedia en canto de alivio a otras vidas; Milagros Ortiz Bosch, Gladys Gutiérrez, Ivelisse Prats de Pérez, Ligia Amada Melo y Josefina Padilla, ellas que se atrevieron a levantar sus puños y sus voces en las predios exclusivos de los hombres. Pero también este homenaje es para la mujer sin nombre, la callada, la maltratada, la excluida, la que luchó hasta el último de sus alientos por romper el círculo vicioso de la exclusión. Esas mujeres de rostros comunes, maltratados por el sol, el sudor y el hambre, ellas que por su condición de marginalidad y pobreza, el peso de la sociedad era casi insostenible, que sobrevivieron, lucharon y, muchas, a pesar del empeño de la sociedad por enterrarlas, lograron sobresalir. A esas mujeres ejemplos de lucha, tenacidad y voluntad, van también estas palabras de reconocimiento. Este homenaje es profundo y simple. Sin vítores ni alabanzas hipócritas, ni estridencias ni falsos actos de puro formalismo. Es tan simple como la vida misma. Es un homenaje de una mujer que se siente pequeña ante la grandeza de ustedes. Una mujer que vivirá tan agradecida de la herencia recibida de ustedes, que no le alcanzarán ni las palabras ni los días para demostrárselo. Gracias mamá, gracias Dedé, Milagros, Ivelisse, Gladys, Josefina, Mary y todas aquellas que no conozco sus nombres, pero sí sus rostros, por trillar el sendero para que mi generación pudiera avanzar a mejor paso la larga marcha. Porque sí, pues a pesar de que han transcurrido tres lustros del siglo XXI, todavía prevalecen privilegios y exclusiones. Peor aún, siguen existiendo mujeres (¿mujeres?) que venden su cuerpo y su alma a cambio de cosas, de simples cosas, de terribles cosas. Quiero que las generaciones que me siguen a mí, así como nosotros lo hicimos con ustedes, logren llegar todavía más lejos. El infinito será nuestro límite. Que así sea.
mu-kiensang@homail.com mu-kiensang@pucmm.edu.do sangbenmukien@gmail.com
Historia
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Trujillo visto por Euclides Gutiérrez Félix M
MANUEL GARCÍA ARÉVALO
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ás de medio siglo después de su desaparición física, Rafael Leónidas Trujillo Molina sigue siendo la figura histórica más estudiada en nuestro país y sobre quien se ha escrito la mayor cantidad de libros publicados en los últimos 50 años. La razón principal hay que buscarla en la enorme gravitación del dictador y su régimen en todos los aspectos de la vida nacional, pues marcó de modo indeleble al pueblo dominicano con sus ejecutorias políticas, económicas, militares y culturales. Dejando una impronta ideológica que, lejos de desvanecerse con el paso de los años, cobra cada día mayor significado por el evidente legado que podemos distinguir en algunos estilos ulteriores de gobierno, en prácticas colectivas inveteradas en la mentalidad de los dominicanos de cualquier estrato social. Y sobre todo, en los marcados contrastes cuando se compara pasado y presente. El licenciado Euclides Gutiérrez Félix (1936), abogado, historiador y académico, de dilatada trayectoria en la vida pública en roles políticos y burocráticos, es asimismo un intelectual con una vasta obra, entre la que sobresalen ensayos sobre personajes y procesos históricos fundamentales, y algunos textos utilizados como material de lectura en la escuela dominicana. Nuestro historiador es también autor de un libro apasionante, Trujillo: monarca sin corona (2008), que ha batido récords de ventas, cuyo título proviene de la frase con que bautizó a este personaje el intelectual guatemalteco Clemente Marroquín Rojas. Un libro que no debe pasar inadvertido entre el público de lectores interesados en el tema. Es cierto que existen estupendas biografías de Trujillo, algunas de ellas pioneras, como la conocida Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplo, de Juan Bosch, publicada durante su exilio en Caracas en vida del dictador. Pero hay que reconocer que muchas de las obras posteriores sobre el tirano se centran en algún aspecto, ya el psicológico, el político, el militar o el económico, entre otros. Algunas con manifiesto bagaje literario que las sitúan en el conjunto de la bibliografía novelada, mientras que otras, por su rigor académico y acopio documental, se convierten en obras de consulta imprescindible para comprender la esencia de esa larga dictadura, única en América por su megalomanía, ferocidad, longevidad y enigmas. Trujillo: monarca sin corona, de Euclides Gutiérrez Félix, marca su diferencia ante las demás, a mi juicio, por ser una «biografía histórica totalizadora» de más de 600 páginas, en la que el personaje biografiado se muestra en todas sus facetas: las íntimas, en las que vemos al padre, esposo y hermano, hijo solícito y débil con sus descendientes; las públicas: caracterizadas por la ostentación, la pompa y la formalidad protocolar casi sacralizada, así como por el apego a la disciplina castrense y a los vistosos uniformes y condecoraciones. Las publicitadas: sus hábitos frugales y vocación rural, su amor por la naturaleza y los caballos, condensados en la Hacienda Fundación, su afición al baile y su predilección por los ritmos vernáculos como el merengue. Sin olvidar los rostros inocultables: su desmedida ambición y codicia por el dinero, su despiadada crueldad, su sarcasmo y la adicción a la bebida, sobre todo al final de su vida. El libro contiene un registro de sus orígenes de familia humilde y numerosa. Los mecanismos sociales y circunstancias específicas que permitieron su ascenso al poder y cómo se mantuvo en su cima durante más de tres décadas. No sólo a base de autoritarismo inflexible y
Euclides Gutiérrez Félix, autor del libro ''Trujillo Monarca sin Corona''.
Portada del libro
crímenes de toda índole, sino también por medio de una indudable inteligencia y astuta sagacidad en el manejo del Estado, gracias a su profundo conocimiento de la gente y al modo maquiavélico de dominarla. La voluminosa obra de Gutiérrez Félix, ilustrada con fotografías de la época en blanco y negro, dibujos y reproducciones de cartas manuscritas, sigue pues un relato cronológico que, enriquecido por las propias vivencias del autor, explora los diferentes aspectos de la vida del dictador en los mencionados planos. Aunque la obra resalta los logros alcanzados por el régimen trujillista en las áreas administrativa, económica y urbanística, con miras a construir un nuevo Estado, el historiador no deja por ello de señalar los desmanes y atropellos cometidos durante su larga permanencia en el poder. Por tanto, resulta ser un estudio analítico de compilación e interpretación, realizado desde una perspectiva complementaria y con gran independencia de criterio intelectual. En la extensa biografía de Gutiérrez Félix, en la que se glosa a autores de prestigio que han tratado el tema, como Robert D. Crassweller y Laureano Vallenilla Lanz, y a colaboradores prominentes del régimen como Manuel Arturo
Peña Batlle, Joaquín Balaguer, Ramón Emilio Jiménez y Héctor Pérez Reyes, entre muchos otros, nuestro historiador presenta una visión de conjunto, coherente y realista que logra atraparnos en su diáfana prosa, con la que mantiene el interés del lector en cada capítulo. En su apasionante narración, el autor nos permite captar las pulsaciones cotidianas del régimen trujillista, tanto en sus ejecutorias más destacadas, como en el ámbito íntimo y anecdótico, a partir de actuaciones y comentarios improvisados de Trujillo. En especial, el relato adquiere una intensa relevancia cuando aborda el impacto que causó en el ánimo del tirano la Expedición Patriótica del 14 de junio de 1959 y sus repercusiones en el frente interno en contra de la dictadura. Ocasionando que el régimen perdiera los estribos con la funesta actuación de Johnny Abbes García al frente del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Al tiempo de verse acosado internacionalmente por los efectos geopolíticos e ideológicos de la revolución cubana y el retorno de la democracia en Venezuela. Así como por la animadversión de la Iglesia Católica expresada en su célebre Carta Pastoral, el aislamiento diplomático y económico impuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA) tras el atentado a Rómulo Betancourt, y el solapado apoyo de Estados Unidos a los complotados del 30 de mayo de 1961. Por último, debo manifestar que los estrechos vínculos de familiaridad y amistad que me unen al autor no influyen en mi valoración de Trujillo, monarca sin corona. Una obra ilustrativa, amena y fluida, además de bien impresa, que resume el profundo conocimiento y la gran capacidad analítica de Euclides Gutiérrez Félix para enjuiciar, con razonable objetividad, tanto la vida de Trujillo como su obra de gobierno. Incluyendo en ésta, los excesos causados por la irrefrenable ansia de poder del dictador y la tenaz represión desatada en contra de sus opositores por espacio de tres décadas. Que lo convirtió en «el Jefe» absoluto del país. Por todas esas cualidades, bajo una óptica historiográfica crítica y sobre todo objetiva, me permito recomendar, sin reservas, la lectura de esta fascinante biografía. El autor es miembro de la Academia Dominicana de la Historia.
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Sábado 24 de mayo de 2014
Jazzomanía
HOY
Ay Jazzito Ponte Gris, y del resto pare de narrar, todo en Quinta Dominica Entre la luna, el cielo nocturno de jazz, era un aplauso silente, para toda la noche
1. De la música y sus repertorios y sus músicos también. Habíamos dicho que Gustavo Ubrí le sonreía a la música de esa noche como un gozón embelesado, como estaba también el resto de aquel maravilloso público del 30 de abril en la Quinta Dominica, que bajo el manto de la luna lavada por la lluvia escuchaba placentero las piezas interpretadas por el ya famoso Quinteto Jazzomanía, cuya composición binacional (norteamericanos y dominicanos) ha sido curiosa y relevante, positiva, en una palabra. Los músicos Stephen Anderson y Edward Thigpen apenas habían ensayado con el grupo dominicano, compuesto además de Guillo Carías, por Guy Frómeta y Gustavo Moré (Cuquito), era el sexteto de Jazzomanía, que mucho esfuerzo había costado. Aquella noche que otrora todo el mundo veía muy lejos, había llegado y las sonrisas no se hacían esperar. Con gran tino selectivo y de repertorio, los músicos entusiastas atacaban sus piezas con furor y entusiasmo, la gente se relajaba, cosa que hacía años no observaba en un buen concierto de jazz. La apuesta estaba hecha, iba a ser una noche de gran música, la que el público del programa de radio Jazzomanía esperaba, ni más ni menos. Las piezas sonaban, la gente hacía silencio de alegría y estaba atenta al menor movimiento de los músicos, había una comunión perfecta entre el Quinteto Jazzomanía y el público, era visible, se respiraba en el aire y regusto de estar allí aquella cálida noche, día internacional del jazz de este 2014. Celebración en cierta manera en grande, porque sea dicho siempre todo día internacional del jazz, con la mirada generosa de pentagramas, de Santa Cecilia, patrona de los músicos y las músicas. La gente aplaudía con fuerza, por ejemplo Stella by Star, la famosa composición de Victor Young o la no menos famosa All Blues de Miles Davis. Si se analizaran las 11 piezas del repertorio interpretadas por el Quinteto Jazzomanía (*) se verá que esa noche prodigiosa la elección de las piezas fue rigurosa y con sentido de lo jazzístico profundo: Horace Silver (Nica’s Dream); Jerome Kern (All the Things You Are) y Sam Jones autor de Unit Seven y Stephen Anderson no se quedó atrás con su composición Left in Red State, pieza compuesta originalmente para su trío, donde el piano establece desde el inicio un diálogo con el contrabajo acústico y el músico y compositor Anderson muestra su gran calidad como pianista de jazz que tiene manejos de tiempos y compases aplicados con lirismo pianístico y estricta combinación de tiempos. Para el segundo set, he narrado el primero arriba, autores como Benny Golson (Killer Joe), Frank Loesser (I’ve Never Been in Love).
2. De Juanita Morel a Charlie Parker, algo de swing se mueve en el aire. Sabiendo Guillo
CARLOS FRANCISCO ELÍAS
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Carías lo mono que se pone el público cuando escucha algo de su música, conocedor de repertorios y audiencias, se tenía la suya guardada y puso a Juanita Morel (tradicional del folclore dominicano) a golpe de pambiche abateriado para hacer una fusión merengue-jazz, en la que tanto Guy Frómeta, batería, como Gustavo Moré, bajo, hicieron gala de acople con los músicos norteamericanos Anderson en el piano y Thigpen en el flugelhorn demostrando que el merengue dominicano tiene un espacio para la fusión con grandes con espacios infinitos. Por cierto, Paul Austerlitz tiene también una excelente versión de este mismo merengue gra-
bado en Philadelphia en el 2010, la diferencia entre las dos versiones: la del Quinteto Jazzomanía tocada el pasado 30 de abril, tiene matices pianísticos afolclorizados novedosos, la de Paul está presidida por un clarinete bajo que la hace exótica y voraz, abarcadora y rítmica. Stephen Anderson (Squeaky), lento, unidos como en quinteto como si fuera el trío de Anderson, la pieza es una acuarela de sonidos descriptivos, el piano en primer plano ordena y acompaña, con fuerza a veces, con suavidad otra, pero en ritmo siempre de conjunto. Stephen, al margen de ser excelente pianista, demuestra en este concierto que es un compositor de jazz sofisticado, con ritmo y no frío, que es lo que suele suceder con muchos académicos que enseñan esta música y la practican al mismo tiempo, gracias Guillo Carías.
más alto, calor de público que le hacía a Charlie Parker para que no cerrara la noche, porque el furor por la música era tal, que Charlie Parker, retrato de colores como un santo garabateado, en las sombras de las luces detrás de los músicos, nos miraba contento entre sombras, con la ternura que nunca tuvo. Nadie lo notó, su retrato de colores, tocado con un rayo de luz verde como la esperanza, anunciaba que todo casi terminaba por este año, afortunados, como yo, fueron los que le vieron guiñar el ojo cuando sonó Juanita Morel, Charlie sonreía como bendiciendo el cierre de una noche de música alucinante, límpida de espíritu. Entonces la noche está cerrada, hasta el año 2015, ha dicho Charlie Parker, a una invisible Juanita Morel, que con él arrobó al público. (CFE)
3. ¡Cuando Charlie Parker cierra la noche, la noche debe ser cerrada! Si vamos a cerrar la noche, llamemos a Charlie Parker que vendrá son su sonrisa cansada bajo la luna eterna de los clubes y el eterno insomnio. Si decimos la noche está cerrada, o decimos queremos cerrar la noche, Parker se pondrá su mejor gala de plata y brillos entre los dedos que nunca estuvieron tan nerviosos como esta noche de Jazzomanía. Con la pieza Au Privave, el gran concierto del Quinteto Jazzomanía llegaba a su punto
(*) El Quinteto Jazzomanía está dirigido por Guillo Carías, flugelhorn, trompeta y armónica. Stephen Anderson, piano, compositor. Edward Thigpen, flugelhorn, Guy Frómeta, batería y Gustavo Moré, bajo. Este grupo fue bautizado con el mismo nombre del programa de radio que lo auspicia. Según la cantidad de músicos hacia el futuro podría variar, podría ser un trío, un cuarteto o un octeto, siempre dirigido por Guillo Carías.
AREÍTO
HOY
Literatura
Sábado 24 de mayo de 2014
Tiempo y repetición en “Cien años de soledad”
MIGUEL ÁNGEL FORNERÍN
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l tiempo, esa aporía de la cual san Agustín decía: sabemos lo que es, pero no podemos definirlo, ha posibilitado muchos discursos. En nuestro mudo Caribe es el decir de la repetición. El tiempo cíclico, como el del mito griego, está más cercano a un factum que a una racionalidad de la historia como progreso. De ahí que las prácticas humanas en el Caribe puedan ser postuladas como repetitivas. En nuestro mundo nada es más recurrente que la violencia y la sangre. Nuestra manera de relacionarnos es una lucha campal por dominar al otro, dominar e imponerse. No hay recodo de la vida donde la voluntad de poder no saque sus garras contra toda libertad del sujeto. Vivimos en el laberinto de nuestra propia violencia sin que se vea fácilmente las soluciones al final de camino. “Cien años de soledad” como novela metáfora permite pensar en la cotidianidad esos extremos de nuestra vida y recuperarlos como huellas dejadas en la historia, en la representación de las acciones humanas. Un accionar que es, también, prácticas repetitivas de nuestra vida, donde el sujeto que no es del todo ciudadano y en que su propia subjetividad (que es ética y libertad) queda apastado por un mundo instrumental que lo sumerge siempre en lo que no quiere y cual Jonás, regresa, tantas veces y sin quererlo, al lado equivocado de su propuesto destino. Es la novela de García Márquez, tanto en su discurso como en su forma, una alegoría, la repetición en el tiempo Caribe. Leerla como una metáfora ampliada resulta interesante, pues las repeticiones son constantes y, por esa razón, Macondo es un cronotopo reiterativo que durará cien años y que es, a la vez, una medida cristiana del tiempo, que no deja de tener sus repeticiones (perseculaseculorum). Es ese mundo que no tendrá redención, ni Mesías, sino que lo vivimos como un mundo sin deidad, sin posibilidades de encontrar el Paraíso perdido. Llama la atención, en el inicio de la novela, el adelantamiento de una acción frente al pelotón de fusilamiento. Es este hecho una práctica que niega la vida a favor del autoritarismo. Muestra el carácter radical de nuestras revoluciones, nuestra historia de sangre (A. Touraine). No es que al cambiar generamos lo nuevo, es que la violencia del cadalso, de nuestras guerras civiles, refuerza el sentido repetitivo del tiempo Macondo, del espacio Caribe, como el tiempo mítico o con su determinismo griego. El coronel Aureliano Buendía frente al paredón tiene un souvenir de la tarde en que lo llevaron a conocer el hielo, sentido impor-
tante de la modernidad que viene a cruzar el sus propias manos si llevaba a cabo el petiempo mítico de la aldea macondina. El pa- lotón, el coronel Aureliano Buendía recordó tíbulo recurrirá en la página 108, para co- la tarde en que su madre lo llevó a conocer el nectar el momento con Arcadio Buendía hielo, como si fuera un instante, tal vez, el cuando Remedios anunció que iba a tener más feliz de su vida. El regresado a Macondo un hijo, “hasta Rebeca y Amaranta hicieron después de tantas guerras trataba de “romuna tregua para tejer en lana azul…” Fue en per el cascarón a la soledad”. Úrsula lo maella la última persona en quien pensó “frente taría como si hubiese nacido con cola de ceral pelotón de fusilamiento” (108). Se refiere al do y el Coronel, pide finalmente a Gerineldo paredón más adelante en la página 116, para Márquez que le ayude a terminar con “esa significar que frente a su destino no podía guerra de mierda”. Es en esta parte, y a través Aureliano entender muy bien las casualida- del procedimiento del resumen, que la voz des que lo llevaron a ese punto. Los conser- narrativa muestra la inutilidad de las guerras, vadores eran ya los predestinados, los due- de la violencia repetitiva, la falsedad de la poños del poder y la moral y Aureliano, quien lítica. Los veinte años de guerra llevaron al simpatizaba con los liberales, no podía en- héroe a un convencimiento de la inutilidad tender “cómo se llegaba al extremo de hacer de sus acciones, pues en la repetición se agouna guerra por cosas que no podían tocarse ta el sentido del accionar humano. Entonces, con las manos” (117). el presente como mundo vivido pierde sigMás adelante, en la página 135, Arcadio nificado y el sujeto da un sentido especial al habría de revivir los pasos “perdidos en el pasado como nostalgia de un mundo mejor, salón de clase”, sintió la “nervadura de sus como ocurre reiteradamente en la novela. venas y el peso del infortunio”. Pilar Ternera A la repetición de los hechos, de las guehabía pagado con sus ahorros la presencia rras y de los nombres, a las distintas ciren su cama de la aún virgen cunstancias frente al peloSanta Sofía de la Piedad. Se tón de fusilamiento, podeNuestra unían, una vez más, el amor mos agregar el tiempo detemanera de loco a los infortunios del nido, como en el caso de la poder. El cruel Arcadio, que relacionarnos es una vida de Amaranta; el tiempo fuera nombrado jefe civil y lucha campal por se detiene en su casa. Amamilitar de Macondo, tuvo dominar al otro, ranta había sido olvidada en una hija con Santa Sofía de vida y solo recordada con la Piedad, luego de sus es- dominar e imponerse. asombro por Úrsula (“todacaramuzas eróticas en la No hay recodo de la vía está viva”, 252). La matrastienda. vida donde la voluntad trona entenderá, luego, que Frente al pelotón, Arcadio de poder no saque sus “el tiempo estaba dando no piensa en la muerte, sino vuelta en redondo”. Se traen la vida; todo lo ve de for- garras contra toda taba del momento en que ma nostálgica. Aflicción que libertad del sujeto”. Aureliano Triste intentó ames la repetición dolorosa de pliar su negocio de hielo y la memoria. La repetición de un fusilamien- buscar una salida que conectara a Macondo to más llega hasta la última voluntad del con “el resto del mundo” (255). Tentativa condenado: la repetición del linaje de la fa- modernizante que rebozaría la copa con la milia; que a su hija innominada de ocho me- idea de que “hay que traer el ferrocarril”, ses la llamasen Úrsula, como su abuela; y a una palabra que nunca se había escuchado su concebida criatura, si naciera varón, José en el apartado pueblo. Arcadio, como su abuelo. Al final, Arcadio no En fin, el tiempo repetitivo organiza las actiene nada de qué arrepentirse. Por otro lado, ciones en Macondo, solo las visitas de los gies poética la despedida de Rebeca que mira tanos, el sentido modernizante, progresista, por casualidad al muro del cementerio y lo- del patriarca José Arcadio Buendía y la asgra decirle adiós con la mano al condenado. piración de Aureliano Triste ponían las notas La repetición retorna de nuevo con las en- que cambiarían el ritmo de los tiempos, pero cíclicas cantadas por Melquíades y los pasos el factum, como la condena del pueblo a vivir de la virgen Santa Sofía de la Piedad en la cien años de soledad, quedaba en pie. oscuridad del salón de clase. Los hechos se agolpan en la memoria y siente el hijo de Pilar Ternera y José Arcadio ‘los pasos perdidos’ de su joven amante (142-143). En el marco de la escaramuza de fusilamiento del general Gerineldo Márquez, cuando Úrsula le amenazó con matarlo con
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AREÍTO
Sábado 24 de mayo de 2014
Literatura
HOY
No ser un púgil, musa, es como no ser nada ROUND 1 (round de estudio). Primera cosa: llín, 1946), contemporáneo en tiempo y afi- bras por trompadas con el fin de ser ranmirar a los ojos del lenguaje fijamente, mientras se dictan las instrucciones y reglas del combate. Mirada dura para la segunda acción: el choque con los guantes con firmeza. Así se escriben capítulos de historia en la escritura. Así escribe su poesía Alexis Gómez Rosa, retador.
ROUND 2 (round de estudio hasta el minuto y medio). Jabear, evitar el cuerpo a cuerpo. Breves incursiones, ganchos a los planos bajos, pero con salidas rápidas, sobre el entablado: ligero vuelo grácil de mariposa con aguijón de avispa (Alí). Como quien dice sin decir, sugiriendo el hematoma. Recordar las peleas callejeras en el barrio: gran taller. La forja de la infancia como pleitos permanentes en cuadrilátero abierto del asfalto. Formación de una afición: escribir es combatir, lo mismo que estar vivo y enfrentar los lances de existir, las broncas de escribir, el golpe acerbo.
ROUND 3 (round adjudicado al defensor del título). La justificación de la poesía como duelo, como lid: el fogueo con la misma realidad que vivió Santo Domingo: púgiles mestizos contra pugilistas yankees, con arsenales éstos de técnica precisa y consumada; los primeros con las mañas del que pelea abajo, fiereza bocarriba. Ellos saben contender y contundir. Primera gran pelea del poeta: las reivindicaciones sociales y políticas, por el proyecto bélico hacia el proyecto literario.
ROUND 4 (round del retador). La pelea es un relato y el poeta su cronista. Alexis Gómez Rosa, retador, lo supo desde antes: bastaría recordar el poema 22/22, proveniente de “New York City en tránsito de pie quebrado”.
ción, de quien es posible rastrear la foja lírico-boxística: “Imaginen un cuadrilátero bajo el neón de la luna, donde mi ego busca poner K.O. a mi alterego. ¿Qué hacer cuando se tiene como sparring a una sombra?”; “Como un viejo púgil rondando el encordado oirás la voz del desaliento” y “El boxeador/ Lanza jabs a un saco de lona,/ La muerte arroja su negra toalla al ring/ vacío”. Pero Roca lleva siempre a un abordaje de derrota; aquí no tanto.
ROUND 7 (domina el retador). Debemos vincular al retador con Arthur Cravan, nacido burgués pero luego ladrón, desertor, caballero de la industria, marinero en el Pacífico, mulero, recolector de naranjas en California, rata de hotel, leñador, nieto del canciller de la reina, chofer en Berlín y sobrino de Óscar Wilde, con quien también creía que la vida es como el arte y no al revés. Alguien que quiso escribir poesía con los puños, noquear a su rival con un poema, y terminó de campeón francés semipesado, poeta precursor del dadaísmo y desapareciendo de manera misteriosa en el golfo de México. ¿Paralelo con Alexis? Bueno: éste es alguien que “ha invertido su vida en correrías de cama y mesa”, un “poeta aventurero y agente secreto de la palabra pública”, “el fracaso del proyecto familiar”, profesor catastrófico del Board y catedrático de Hunter College, etc., según sus biografías, sus antibiografías.
ROUND 5 (las tarjetas dan empate). Ese tex- ROUND 8 (nockdown al titular). Otra co-
LEÓN FÉLIX BATISTA
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to ubica al propio autor detrás del parapeto del que observa, registra, vuelca lo que ve: lo emparenta de inmediato con otros escritores artistas de la pluma y artistas de fistiana (los narradores Piglia, Poli Délano, Cortázar, Hemingway; los poetas Hernández Franco y Mir, dos hombres de verdad de puño y letra). Y escritoras que aluden al boxeo: la premio Nobel Szymborska (“No ser un púgil, musa, es como no ser nada”, “No ser un boxeador, ser un poeta con una condena a poemas forzados”) o la costarricense Ana Istarú: (“El hombre que boxea/ pide disculpas, cae,/ quiere un tropel de cuernos/ que acuda a sus nudillos”). Sin dudas, dice Istarú, “las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,/ y lo harán, pero sólo frente al ring”.
ROUND 6 (las tarjetas continúan dando empate). Ahora bien, su referencia más inmediata es el poeta Juan Manuel Roca (Mede-
rrespondencia: Alexis precursor de cuanto se procesará después. Como a Cravan los del grupo de Tzara, como a Tzara después los surrealistas, la poesía del ahora en el país sólo puede leerse releyendo a Alexis. Lo dijo todo, todo lo leyó y nos hizo fotocopias. Recreó sus ascendientes, aguijoneó sus contemporáneos y ofreció su biblioteca a los imberbes. De ahí su actualidad insoslayable. Verdadero retador en su poesía.
ROUND 9 (round de amarres). En las Prosas de esta velada dura, vemos la misma veladura de los versos. Un poema en uppercut con un jab lírico. Lo sórdido del barrio, el púgil que pierde la pelea de su vida, de la vida, hasta arrojar “la toalla sobre un hematoma invulnerable”, con “derrotas invencibles’’ (como Kid Barquerito): a qué insistir sobre la magulladura cuando puedes crear otras. Pobre sparring que intercambia pala-
queado. Del gimnasio de los chatas: “clasificar por peso a los desarrapados”. Como el que exuda tinta: “verija de agria peste que sabe a guante de boxeo”. Esa plasticidad son fintas de peso welter, pero que pelea en pluma. El lenguaje virulento del deporte hace de este libro un espectáculo en cada milímetro de cuadrilátero: al fin que todo libro también tiene cuatro esquinas, cuatro ángulos rectos, duros rectos al mentón. Los intercambios constantes, como cortante el tajo en cada verso: lo que dice deja contusiones, por esas hemorragias de escritura. Es un reto no a leer: al golpe y contragolpe. Pela de lengua equivale a pela de guantes recios.
ROUND 10 (domina el retador). Avanzan. Las ventanas-guillotina cuelan trotes trepidantes del tren 1, parada 181th street, in the Heigths, you know: tren de pelea igual el subway, pero en láminas de acero. Gómez Rosa, el retador de hoy, nos convoca a su esquina de la 176 con St. Nicholas. Carlos Rodríguez, quien ya no volverá, exquisito poeta, con frituras; Leandro Morales, de agudeza acidulada y discreción; Perdomo, con el niño y con el coche; yo. Pudo ser cuando Durán- Ray Leonard, Chávez-De la Hoya, Tyson-Holyfield, quién sabe. O en todos los combates posibles, combinados, frente a un vino zinfandel, la picadera opípara. La filigrana de tejer un hematoma con el jab es lo mismo que esculpir el poema en el papel. Discutir, especular: ellos riñen por nosotros en el ring de la TV, “los excesos en el ring revancha vierten en la calle”. Nuestros púgiles: Pessoa, José Carlos Becerra, Perlongher. Tenemos más recursos: derechazos de Echavarren, gancho al hígado de Porchia, los jabs de Edmond Jabés. La poesía contundente en la nómina anatómica del otro.
ROUND 11 (se tambalea el campeón). El dominio es total, en la página, en el ring: en la herida del otro germina su derrota, pero en esta poesía se produce una fisura: el lenguaje aparece por hiperrealidad: según se cuentan cosas y describen las acciones. Está el obturador de la pupila turbia del poeta, estilete en la sustancia: la cámara más lírica, más lúdica: close up en la caída.
ROUND 12 (faltan pocos segundos: dramático nockout del retador). Suena entonces la campana y nos vamos a las duchas (o a las letras, que es lo mismo).