Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 30.04.2016
MU KIEN SANG
Amnesia generalizada
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EL DIBUJO
En las colecciones dominicanas Página 2
ARQUITECTURA
¡Era hora!
MERCEDES MOTA
PICHIRILO
Mujeres dominicanas Atormentadas
A través de la historia las calles, el santuario, los puentes y los edificios representaron el espacio transfigurado por la mano hacedora del hombre dialogando con sí mismo y con el entorno que le protegía o agredía. Página 7
El pasado sábado fue puesto en circulación el libro “PICHIRILO el comandante popular”, autoría del doctor Pedro A. Pérez A. y del ingeniero Juan F. García S., obra impresa por la editora Amigo del Hoga. Página 5
La carta misma de Mercedes Mota aclara que Pedro Henríquez Ureña fue quien le escribió primero: «Debido a mis ocupaciones, me fue enteramente imposible contestar antes su bien redactada al par que afectuosa carta». Página 3
y mitos
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Sábado 30 de abril de 2016
Zona Areíto Areito
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Nicolás Berdiaeff (Pensador y escritor ruso) La libertad en la vida social debe dar a todo hombre la posibilidad efectiva no sólo de cubrir las necesidades de su existencia, sino la posibilidad de manifestar sus energías creadoras y de realizar su vocación. ARTE CONTEMPORANEO
Amable López Meléndez
En la Escuela Nacional de Artes Visuales
¡El dibujo en las colecciones dominicanas! FUENTE EXTERNA
Jaime Colson. Mulata. Mixta sobre papel, 1954. Cortesía de la Galería Arawak.
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l 19 de agosto de 1942, como resultado de la entrega visionaria y apasionada del Dr. Rafael Díaz Niese (1897-1950), inicia su actividad la Escuela Nacional de Bellas Artes. El escultor español Manolo Pascual (1902-1983) fue designado como primer director, asistido por George Hausdorf (1894-1959), Josep Gausachs (1891-1959), José Vela Zanetti (1913-1997), Ángel Botello Barros (1913-1986), Ernesto Lothar (n.1906), Joseph Fulop (1898-1983) y Mounia L. André (n.1911). Asimismo, Díaz Niese refuerza el cuerpo docente de la Academia con los dominicanos Celeste Woss y Gil (1891-1985), Yoryi Morel (1909-1979) y Darío Suro (1918-1998). Entre los máximos resultados de la primera década de la “Academia dominicana”, destaca un selecto grupo de artistas-educadores que aportarán las bases filosóficas, poéticas y conceptuales para una elaboración especializada de nuestra polisíntesis cultural identitaria, es decir, para llegar a configurar, transfigurar, transparentar y significar el proceso originario de la dominicanidad a través de la imagen. Un caso especial es el de Jaime González Colson (1901-1975), quien se había marchado a Europa en 1919, estableciéndose entre Barcelona y París. Luego pasa a México (1934) y Cuba (1938). Retorna al país en 1952, integrándose de inmediato a la docencia e influyendo profundamente en la formación y personalidad de una serie de artistas claves de las generaciones de los 60 y 70. Tal como apunta el artista e investigador Manuel Toribio, pasado director de la “siempre gloriosa” Escuela Nacional de Bellas Artes, denominada hoy Escuela Nacional de Artes Visuales (ENAV)-: “Colson, consumado maestro de brillante intelecto, no solo desveló el pensamiento de la modernidad para el arte dominicano, sino que infundió en su discipulado la pasión por lo bello en el dibujo. Los testimonios vivos de discípulos cercanos, como Amable Sterling o Norberto Santana, así lo cuentan”... Precisamente, Manuel Toribio, Alonso Cuevas y Miguel Valenzuela, actual director de la Escuela Nacional de Artes Visuales, son los principales responsables de la importante exposición titulada “El Dibujo en Colecciones Dominicanas”, abierta desde la noche del pasado miércoles 20 de abril en la sala de exposiciones Jaime Colson de la ENAV y en la cual se puede apreciar cómo los maestros fundamentales de la plástica dominicana de la modernidad han dejado excelentes muestras de su proceso creador y de su producción simbólica, especialmente a través de la disciplina primordial del Dibujo. “El Dibujo en Colecciones Dominicanas” es una muestra que tiene múltiples lecturas y distintos significados en el contexto cultural dominicano de la actualidad.
Ada Balcácer. Medusa. Mixta sobre papel, 1971.
Josep Gausachs. Composición con desnudos. Mixta sobre papel. Colección Ceballos Estrella.
Miguel Valenzuela, Alonso Cuevas y Manuel Toribio en la ENAV.
Abelardo Rodríguez Urdaneta. Retrato de un señor. Carboncillo sobre papel.
Primero, se constituye en una verdadera fuente nutritiva para los amantes y estudiosos de nuestras artes plásticas. Segundo, motiva el conocimiento sobre los fundamentos del hecho plástico, el coleccionismo, la conservación y la investigación profunda en torno a la producción y la realidad artística del país. Tercero, se trata de una reafirmación del compromiso, tanto por parte del Ministerio de Cultura como de los organizadores y colaboradores, con la revalorización de las aportaciones de estos grandes creadores que también se consagran desde el magisterio fructífero y ejemplar. Además de un excepcional dibujo al carboncillo sobre papel de Abelardo Rodríguez Urdaneta (1870-1933), procedente de la Colección Ceballos Estrella, la exposición incluye dibujos representativos de algunas figuras notables de la generación del 40, así como de los primeros egresados de la Escuela Nacional de Bellas Artes: Rafael Arzeno Tavárez (1914-1972), Suro, Gausachs, Hausdorf, Pascual, Eugenio Fernández Granell (1912-2001), Marianela Jiménez (1925-2013), Gilberto Hernández Ortega (1924-1978), Clara Ledesma (1924-1999), Eligio Pichardo (1930-1984) y Domingo Liz (1931-2013). Asimismo, esta exposición que presenta la ENAV, localizada en la calle El Conde 59 esquina Isabel La Católica, Ciudad Colonial, es una investigación sobre el dibujo ya convertido en lenguaje y categoría autónomos en la tradición artística dominica-
na. La exposición incluye artistas de cuatro generaciones. El conjunto nos permite apreciar cómo la “Academia dominicana” aporta un constante flujo de generaciones artísticas durante las últimas siete décadas, así como la forma en que juegan estos creadores excepcionales con la línea, el espacio, las luces y las sombras para penetrar, expresar y representar las escisiones más profundas de la realidad, la materia, la corporeidad, la espiritualidad y la consciencia identitaria. La lista de artistas seleccionados la completan Paul Giudicelli (1921-1965), Guillo Pérez (1924-2014), Ramón Oviedo (1927-2015), Soucy de Pellerano (1928-2014), Fernando Peña Defilló (1928), Ada Balcácer (1930), Silvano Lora (1931-2003), Aquiles Azar (1932-2015), Cándido Bidó (1936-2011), Asdrúbal Domínguez (1936-1987), José Cestero (1937), Leopoldo Pérez-Lepe (1938), Rosa Tavárez (1939), José Rincón Mora (1939), José Ramírez Conde (1940-1987), Félix-Coco Gontier (1941), Amable Sterling (1941), Iván Tovar (1942), Norberto Santana (1943), Elsa Núñez (1943), Ángel Haché (1943) y Vicente Pimentel (1947). “Hemos querido hacer un reconocimiento a todos, aunque, fue la partida de los que convivieron con nosotros lo que nos impulsó, en última instancia, y lo convirtió en un acto absolutamente necesario. Los encuentros con Elsa Núñez, la iniciadora de la idea de exposiciones antológicas dedicadas a esos grandes artistas, fueron cruciales. Cada conversación con Elsa era una evocación obligada de nuestros amigos muertos: Bidó, Marianela, Guillo, Gaspar Mario Cruz, Prats-Ventós, Soucy, Domingo Liz…Por eso, nos alegra la labor de Mildred Canahuate desde la Fundación-Museo del Dibujo Contemporáneo y su galería, para situarlo, de cara al público, en el lugar prestigioso que le corresponde”, sostiene Alonso Cuevas, principal comisario de la muestra, así como uno de los maestros más respetados por los artistas de las nuevas generaciones.
Aporte
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Mujeres dominicanas
ator me nt ada s Mercedes Mota: Correspondencia con Pedro Henríquez Ureña (5) FUENTE EXTERNA
DIÓGENES CÉSPEDES /DIOGENES.CESPEDES@GMAIL.COM
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a primera carta de Mercedes Mota (MM) a Pedro Henríquez Ureña (PHU), recogida por Bernardo Vega (“Treinta intelectuales dominicanos escriben a Pedro Henríquez Ureña”. SD: Academia Dominicanade la Historia., 2015) es de fecha 3 de febrero de 1898. El editor resalta un dato de la misiva: ella tiene 18 años, él 14. (Abrevio esta obra: BV, más el número de la página. Aquí,61). Es posible que entre ambos personajes haya habido correspondencia cursada mientras PHU vivió en Cabo Haitiano con su padre y hermanos (Fran y Max) luego de la muerte de su madre, Salomé Ureña, el 6 marzo de 1897, y que esas cartas se hayan perdido o estén extraviadas. La que no se extravió fue la que MM envió a PHU desde Puerto Plata el 3 de febrero de 1898. Ya PHU había llegado a Santo Domingodel 1 al 2 de febrero, explica en sus “Memorias” (México: FCE,49). Cuando salió del Cabo pasó junto a Fran algunos días en Puerto Plata. De seguro interactuó con Mercedes Mota y su hermana Antera, pues se conocieron cuando Salomé vino en busca de la salud a esta ciudad en junio de 1896. Pero ni una sola alusión a MM en este pasaje de las “Memorias”: «Al ir en camino a Santo Domingo, me detuve en Puerto Plata tres o cuatro días, en casa de [José] Dubeau, el amigo de mi padre, mientras llegaba el vapor que debía conducirme a mi ciudad.(Pp. 49-50). Es posible que PHU yerre en la fecha de llegada a la Capital. Si pasó tres o cuatro días en Puerto Plata y MM fechó la suya el 3 de febrero, en respuesta a la de PHU despachada entre 1 y 2, se me hace cuesta arriba que llegara a la Capital en esa fecha. Los barcos tardaban mínimo día y medio en ir y venir de Puerto Plata a la Capital. Es posible que su llegada fuera a fines de enero, entre el 25 y el 30. Y se trata de una carta despachada por vapor. La carta misma de MM aclara que PHU fue quien le escribió primero: «Debido a mis ocupaciones, me fue enteramente imposible contestar antes su bien redactada al par que afectuosa carta». (BV, 61). La alusión a ella y Antera está antes, y muy amplia (“Memorias”, pp.42-43), y data de junio de 1896 cuando PHU tenía 12 años, mientras que para la fecha de la carta de 1898 de MM que analizo, ya rondaba los 14. Hubo una corriente de mutua simpatía entre ambos personajes, y aunque en PHU comenzaba a despertar, no puede decirse todavía que alcanzara la concepción madura del amor. MM, sí, que había alcanzado los 18 años. PHU lo deja muy explícito en un amplio pasaje de sus “Memorias”, relativo a su estancia en el Liceo Dominicano:«… ya había llegado yo a la edad en que, sobre todo en las Antillas, los adolescentes principian a interesarse por todas las cosas de la vida de los adultos, y a alardear de hombres, y mi inexperiencia no me permitía hacer tales alardes, ni tampoco me venía el deseo el hacerlo. Conocí entonces, en una fiesta en casa de parientes de mi padre, a Blanca, adolescente que pertenecía a una familia de mujeres bellas; y tuve por ella amor infantil y tranquilo. Pero no era mi suerte poder gozar en paz de mis aficiones; mis mejores tiempos en ese amor (el primero de que me daba cuenta, pues antes mi propia madre había impedido que se me hicieran alusiones mortificantes sobre el cariño que había mostrado por ciertas niñas, especialmente por la hija de un diplomático venezolano, fueron breves días en que iba a la iglesia de Regina Angelorum, en las noches de mayo, cuando Blanca asistía a las fiestas del mes consagrado a María». (“Memorias”, 52-53). Estas confesiones de PHU dan pábulo para afirmar que, de su parte, el amor carnal no había despertado todavía y que, en consecuencia, no puede inferirse de la relación puramente amistosa y literaria que mantuvo con MM que ella despertara en él, no así quizá en ella, las flamas del sexo.
Pedro Henríquez Ureña en 1914.
Mercedes Mota en Puerto Plata 1901.
La confesión, freudiana, de la interdicción de la madre en el sentido de que no se hablara de ese tema a su hijo implicaba ya un principio de castración que los largos años de estudio reforzarán hasta su tardío matrimonio con Isabel Lombardo Toledano el 23 de mayo de 1923, es decir, cuando tenía 39 años cumplidos, pero con algunas aventurillas a cuestas en los Estados Unidos y México, tal como se lo recordó su primo Phocas, seudónimo de Enrique Apolinar Henríquez, quien le escribió a PHU desde La Habana el 4/7/1908: «Ya aquí se sabe de tus camaraderías con la tal Madame Wolf, cuyos servicios no me dejaste utilizar, bellaco. Esa es la venganza que tú me enteres de lo que deba yo hacer». (BV, 207). Desde Nueva York, Phocas le escribe a PHU, en México, una carta procaz: «[Jesús T. Acevedo] quiere ir a un teatro típico, cosa americana donde se ven brillar piernas de las girls (pronuncia marcadamente) i se puedan guiñar ojos i aún combinar una mamada al salir. (¿Se estilan esas porquerías por allá?). Alas, Pedro, temo que tú también seas de los puercos». (BV, 260). Para no alargar el
asunto, otra carta de Phocas, desde Nueva York, en junio de 1910, a Pedro: «... otros cuentan de cómo [Antonio] Caso descubrió tus amores con la hermana de [Carlos] González Peña». (BV, 263). El propio Pedro, en la correspondencia con Alfonso Reyes, va desgranando poco a poco, pero con mucho hermetismo, sus relaciones con las mujeres que conoció en los Estados Unidos, Cuba y México. De modo que estas relaciones de amor infantil con Blanca Logroño no tienen, a mi ver, el matiz ingenuo y estrictamente literario que tuvieron las que mantuvo con MM entre los 12-14 doce años: «…a la velada no asistimos sino los miembros de la familia, entre ellos mi padre, que con frecuencia pasada del Cabo a Puerto Plata; pero enterados de que proyectábamos una segunda algunos amigos de la casa (sic), concurrieron a ella Dubeau y su esposa, Antera Mota de Reyes (…), su hermana Mercedes, que acaba de ser muy celebrada en todo el país por algunos trabajos en prosa, y su sobrina Beatriz Dalmací (…). Mercedes Mota leyó un trabajo en aquella velada, lo cual fue para nosotros inesperado triunfo. Así llegamos a dar cuatro o cinco veladas en la casa entre Septiembre y Diciembre de ese año; y las hermanas Mota, entusiasmadas con esta diversión infantil, organizaron otras en su escuela, en las cuales tomaron parte muchas de sus alumnas: movimiento que llegó a llamar la atención del público y a mencionarse en periódicos; en ellas, por supuesto, también tomábamos parte nosotros. Max escribía el mismo género de artículo que yo; y aun nuestro hermano mayor, Fran, hizo alguna que otra página para las veladas; páginas, en realidad mejor escritas que las nuestras, a pesar de que él no “cultivaba”, como nosotros constantemente, la literatura.» (“Memorias”, 42-43). En efecto, PHU escribe, con toda propiedad, Antera Mota de Reyes. Para la fecha de las veladas, ya estaba casada con Rufo Reyes, boda celebrada el 11 de agosto de 1894.
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do
Florantín, tronco de los Duluc Leonardo Díaz Jáquez
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or un acto ante notario público del 24-5-1852 en Higüey entre Palmira Duluc y su esposo Sebastián Rijo es que se conoce que esta era hermana de Florantín Duluc, nacido hacia 1821 en Santo Domingo, y ambos hijos de Pierre Antoine Duluc, persona de la que no se tiene más información. Se desconoce el nombre de la madre. Florantín Duluc, quien es el responsable de establecer el apellido en el Este del país, casó en Santo Domingo el 9-8-1843 con Isabel María Pérez Linares, hija natural reconocida de Nicolás Pérez y María Linares. El matrimonio eclesiástico aparece en el libro 11 de matrimonios, folio 103, s/n de acta, del 10-8-1843 de la Catedral de Santo Domingo. Testigos del enlace fueron Francisco Pou y Diego Hernández. Isabel María nació hacia el 1822 y falleció el 14-10-1843 en Santo Domingo. Aunque mantenía su residencia en Santo Domingo, Florantín realizaba negocios en Higüey, como está registrado en dos actos notariales de fechas 26-10-1849 y 24-8-1852, instrumentados en dicha ciudad. Entre los aspectos más relevantes de su vida está, tomados del libro Hojas de Servicio del Ejército Dominicano, de Emilio Rodríguez Demorizi, del 27-2-1844 al 2-8-1856, su participación "en las (batallas) de Comendador, Azua, San Juan y Las Matas - 39 años. Activo. Este oficial cuenta buenos servicios a su Patria, reúne buenas circunstancias”. En esa misma obra se dice que era capitán de las Reservas al 1-3-1862 del antiguo Ejército Dominicano, 1861-1865 (Anexión a España). Florentino (sic) Duluc fue de los firmantes del Manifiesto Popular del 4-8-1865, que precedió la instauración del Protectorado Nacional del general José María Cabral. Del libro Notas Autobiográficas del general Gregorio Luperón. El Congreso Nacional, en virtud de su Ley No. 1029, del 16-5-1867, confirmó en sus respectivos grados a un grupo de oficiales de alta graduación entre los que está Florenten (sic) Duluc como coronel. (Colección de Leyes y Decretos, tomo V, p.72). En el libro “Contribución de Higüey a la Independencia Nacional”, de Vetilio Alfau Durán, páginas 14 a 17, se lee que “Florantín fue de los hijos de Higüey que formaron parte del célebre Batallón de Higüey”. Mucho tiempo después de enviudar, Florantín casó en Higüey el 5-3-1872 con Clemencia De Peña, hija de Pedro De Peña y Rosa De Peña. El acta número 85, del folio 44 del libro 4 de matrimonios de la parroquia de Higüey, de fecha 3-6-1865, hace constar que Florenten (sic) y Clemencia se casaron el 5-3-1862 en Higüey, en ocasión de la visita del arzobispo de Santo Domingo, a propósito de la cual legitimaron cuatro hijos, cuyos nombres no se indican. El presbítero don Francisco J. Velásquez Objío escribió que "son verdaderos consortes, pues me consta por haber presenciado este acto matrimonial junto con S.E.Y. el señor arzobispo, época en la efectuaba allí su santa visita, y que además, cuatro hijos de ambos quedaron legitimados en ese acto...". Clemencia De Peña falleció el 19-9-1904, según su acta de defunción número 1339, s/n de folio, libro 3 de defunciones de la Oficialía del Estado Civil de Higüey. La declaración la hizo su hijo Juan de la Cruz Duluc, quien declaró que era viuda y tenía 70 años de edad. En el acta de defunción eclesiástica dice que tenía 75 años de edad y se le hizo entierro de primera. Aunque tanto su apellido como el nombre de su padre son indicadores de un origen francés, falta por determinar si la procedencia de Florantín era Francia, como supone la familia, la colonia francesa de Saint Domingue, alguna de las posesiones francesas en el Caribe o la Luisiana. Instituto Dominicano de Genealogía
Encuentros
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MU-KIEN ADRIANA SANG
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Amnesia generalizada No recuerdo, ¿fui feliz ayer? No sé nada de tiempos pasados, de experiencias idas No recuerdo las canciones tristes, ni palabras ciegas sobre pavimentos mojados ¿Cómo se respira de noche?, ¿cómo imaginar una cálida compañía? Desperdicio vanamente las horas, tratando de recordar mi rostro Trato desesperadamente de encontrarme en los cajones del placar No recuerdo, ¿existí ayer? Hoy desperté y no supe quién era, no supe que era ¿Soy una foto olvidada en algún rincón?, ¿es este el mundo donde solía existir? Hoy intente levantarme de la cama, mas no supe cómo usar mis piernas Me quede echado observando la oscura mañana, ¿no había acaso una estrella de día? Tengo la mente descolorida, sin matices, todo en blanco Trato trágicamente de recordar mi nombre No recuerdo, ¿siempre fue de noche? Mis paredes son transparentes, pero no veo lo que hay afuera No recuerdo, ¿fui feliz ayer? Carlos Landeo
jimori, Keiko, emergió como candidata, después fue ganando espacio político y poco a poco fue creciendo hasta ganar el primer lugar de la contienda, aunque no alcanzó el porcentaje necesario, por lo que van a tener que realizar una segunda vuelta. El resultado no es seguro. Es bien cierto que los hijos no son responsables de los pecados de sus padres. Keiko supo enfrentarse a la sociedad peruana, a pesar del historial de su padre: rector, candidato que derrotó a Vargas Llosa, Presidente autoritario que se impuso ante el Congreso, estratega para combatir y derrotar el temible Sendero Luminoso… pero luego su estrella se apagó. Y la moneda presentó su cara: fue acusado de corrupción, tráfico de influencia, nepotismo… Tan grande fue la crisis, que la sociedad civil se lanzó a las calles, Fujimori salió huyendo a Japón, y en Perú una Comisión de Alto Nivel de la OEA, liderada por el ex Canciller Eduardo Latorre. Después fue juzgado y condenado. Ahora lucha para que el Tribunal Constitucional de su país le revoque la sentencia. Mientras, su hija la candidata Keiko, ha logrado colocarse en las simpatías populares. La población votante olvidó todo lo que significó el período de Fujimori en el que se violaron elementales dereada día me conchos. ¿Amnesia colectiva? venzo más de que ¿La reivindicación de su apeLa historiadora los pueblos de llido? ¿Ruptura de con la herecrea los hechos. rencia? El tiempo dirá. Si ganuestra amada América Latina Pero la ciudadana tiene na la presidencia de la Repúpadecen de una náuseas, está asqueada. blica en la segunda vuelta, grave, endémica, crónica y seAlgo parecido ocurrió en vera enfermedad: amnesia. La historiadora tiene la la República Dominicana. Han, hemos perdido la memo- obligación de reconstruir Joaquín Balaguer, primero ria reciente, y no digamos de la la historia, acólito de Trujillo ocupando memoria histórica. Ahí es independientemente de importantes cargos desde cuando los síntomas se agraSecretario de Educación, divan. Somos como los lagartos sus sentimientos y plomático y Canciller de la que se lamen la cola de forma preferencias. República hasta Presidente permanente. Así pues, somos títere del tirano, salió huyenexpertos en repetir y repetir los errores, do del país en 1961, abandonando el país. En hasta el cansancio… los actores políticos se el exilio dorado, regresó en 1966 convirtiénhunden, se levantan, se reivindican, se dose en el primer presidente electo después reinventan… de la Guerra de Abril de 1965. Durante los 12 Uno de los casos más icónicos es el de años de combatió enérgicamente a la opoAlan Gabriel Ludwig García Pérez. Abogado sición. Gobernó el país con garrote, quizás y sociólogo peruano que después de una guiado por las circunstancias de la Guerra gran aura en el continente de líder progre- Fría. El PRD fue uno de sus principales oposista del Partido Aprista de Vícsitores. Sus pocos legislator Raúl Haya de la Torre. Desde dores utilizaron el escesu escaño como diputado prinario para combatirlo. Cada día me mero y luego senador logró siCasimiro Castro fue la voz convenzo más de disidente del Senado. Sutuarse como la esperanza encarnada, gracias a su verbo in- que los pueblos de frió un atentado que casi le cendiario. Alcanzó la presiden- nuestra amada América costó la vida. Sin embargo, cia de su Perú natal en 1985 a terminó sus días como Latina padecen de una 1990. funcionario del Dr. BalaDespués de haber ascen- grave, endémica, guer. Años más tarde, el dido a la presidencia con un crónica y severa PRD y el PLD aprobaron la aura, la realidad fue más enfermedad: amnesia. moción de denominarlo fuerte: Perú vivió una de las como “Padre de la Demopeores crisis económicas en Han, hemos perdido la cracia Dominicana”. La la historia del país. El rasgo memoria reciente, y no amnesia hizo su efecto. esencial fue la sorprendente digamos de la memoria Hoy Joaquín Balaguer es el hiperinflación, sumado a un histórica. padre político de todos los recrudecimiento del terrorispartidos. Reivindicado. mo que lideraba [] Sendero El espacio de esta coLuminoso. A esta situación se sumaba la lumna no me permite poner más ejemplos. corrupción y las acusaciones de nepotis- Estamos plagados de ejemplos como este. mo y tráfico de influencia. El resultado No me sorprendería ver a políticos que hoy fue un descontento descomunal. Salió de son cuestionados y criticados, volver al esnuevo del país exiliado y con la popula- cenario político totalmente reivindicados. ridad en el suelo. La historiadora recrea los hechos. Pero la Con la crisis política provocada por el fin ciudadana tiene náuseas, está asqueada. La del régimen de su sucesor, Alberto Fujimori, historiadora tiene la obligación de reconsvolvió a Perú en el 2001. Participó en las elec- truir la historia, independientemente de sus ciones, pero fue derrotado por Alejandro To- sentimientos y preferencias. La ciudadana ledo. Participó de nuevo en el año 2006 y sufre permanentemente con esta realidad. ganó en segunda vuelta derrotando a Ollan- La ciudadana se ha cansado de gritar y exigir. ta Humala. Hizo un esfuerzo porque su nue- Hoy no tiene fuerzas para implorar ni pedir. vo período fuese mejor. Intentó importantes Hoy, sin embargo, y a pesar de los pesares, reformas económicas, así como la reestruc- sigue creyendo en el futuro, y abriga la esturación de las relaciones diplomáticas. Pero peranza de que algún día todo será diferente. la corrupción volvió a aparecer, provocan- La ciudadana sigue optando por contribuir do que su popularidad descendiese a los al futuro a través de la educación, del aula, más bajos niveles. Su vuelta, su reivindi- porque está convencida, como lo hizo Vascación en la historia no fue lo que espe- concelos en los primeros años del siglo XX en raba. Pero el pueblo olvidó el trauma de su México, de que los pueblos educados no tenprimer gobierno, lo volvió a elegir, pero drán oportunidad del olvido. ¡Gracias histovolvió a equivocarse. ria porque solo tú puedes rescatar del olvido Perú sigue en la palestra. En las recién los errores que cometemos en este camino pasadas elecciones, la hija de Alberto Fu- abrupto de la vida!
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¡Era hora! PICHIRILO Dos libros citan a Fidel hablando del dominicano del Granma(*)
RAUL PEREZ PEÑA LASMANACLAS@GMAIL. COM
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l pasado sábado fue puesto en circulación el libro “PICHIRILO el comandante popular”, autoría del doctor Pedro A. Pérez A. y del ingeniero Juan F. García S., obra impresa por la editora Amigo del Hogar. El acto del lanzamiento en una librería capitalina evidenció la expectativa generada por el libro sobre Pichirilo, combatiente revolucionario de relevantes huellas patrióticas internacionales, en Cuba y República Dominicana. Es muy valiosa la iniciativa de los autores de la obra, quienes con acentuada humildad y honestidad son recurrentes en afirmar que se trata de testimonios acerca de ese revolucionario petromacorisano, digno de ser conocido por el pueblo dominicano y las presentes generaciones. “Inmmoriam”, vale recrear el crédito para Otto Pichirilo (fallecido hace más de dos años, hermano de uno de los autores), por su interés en mantener viva la memoria de Ramón Emilio Mejía del Castillo (Pichirilo). También post morten, quien escribe se honra en evocar a doña Grecia Mejía de Pinedo, que me trató como parte de su familia, desde aquellos tiempos en que vivía en el extremo Este de la calle Caracas. También en este mes de abril, quien escribe recibió desde Cuba otro libro titulado “Pichirilo”, de igual título y similar propósito: inspirado en rescatar la memoria de ese hombre de las aguas caribeñas, para que no desaparezca en la profundidad del mal del olvido. El libro cubano es obra de la joven periodista Daily Sánchez Lemus, del canal Tele Rebelde, obra ganadora del premio Biografía. Es un texto de la editorial Verde Olivo. La autora cita las “reflexiones de Fidel”, en la que el comandante de la Revolución cubana dice que Pichirilo habla de los méritos de ese hombre “de mar, menudo, con el rostro curtido por los rayos del sol”. Ambos libros se nutren de las palabras de Fidel. El libro dominicano abunda sobre la participación decisiva del revolucionario dominicano en Cayo Confites y en el desembarco del Granma, donde Fidel evoca a su amigo Pichirilo desde que era el segundo capitán del barco Aurora durante los turbulentos percances del campo de entrenamiento de la malograda expedición de Cayo Confites, en el oriente cubano. Luego de dicha cita de Cayo Confites, en la solapa derecha del libro dominicano, al pie de una foto de Pichirilo, figuran estas apalabras de Fidel: “Diez años más tarde, cuando el Granma zarpó de México, Pichirilo se había unido a nosotros e iba, con toda su audacia y coraje, como Segundo jefe de la embarcación. Ojalá hubiese sido el primero”. Agrega Fidel que Pichirilo “luchó con el grado de comandante bajo las órdenes de Caamaño, contra los soldados de la 82 División aerotransportada, que, sumados a más de 40 mil infantes de marina, desembarcaron en Quisqueya”. Pichirilo (continúa la cita) “fue atacado a tiros el 12 de agosto de 1966, por los órganos de inteligencia de República Dominicana, durante la Presidencia de Joaquín Balaguer. Recuerda Fidel que Pichirilo murió “horas después…cuando yo cumplía 40 años….Su muerte provocó una ola de protestas,...y su entierro devino en una combativa manifestación de repudio… al débil gobierno..” (Fidel Castro Ruz, marzo 6 del 2009). Los dos libros en circulación con datos biográficos esenciales sobre la vida de Pichirilo sin dudas habrán colmado de satisfacción a Fidel Castro, quien ya en el 2009 había dicho: “Nadie agradecería más que yo una biografía de Ramón Emilio Mejías del Castillo, no importa cuán modesta sea. Vale la pena que hombres como él, Jiménes Moya, y otros heroicos combatientes, sean conocidos por dominicanos y cubanos”. Sin temor a equivocarme, quien escribe entiende que existe cierto parecido, guardando la distancia, entre la trayectoria seguida por Pichirilo y la misión cumplida por los editores de los dos libros. Pichirilo estuvo en Cayo Confites, el Aurora, en el México del
Este libro fue escrito por una periodista cubana
Este libro es de autores dominicanos
Ramón Emilio Mejía del Castillo (Comandante Pichirilo).
Granma, como segundo del Granma llegó a Cuba, en Alegría de Pío, luego entró clandestino a La Habana y se integró al 26 de Julio. Más tarde se traslada a Santo Domingo. Tras el 24 de Abril combate en San Antón y otros barrios. El 12 de agosto de 1966 cae herido por la espalda, mortalmente. Meriño y Restauración, hacia la Francisco Cerón.
Fue un asesinato selectivo, parte de un plan orquestado por los Estados Unidos. Su trayectoria es un monumento horizontal de huellas sucedidas en línea recta, espejo de la perseverancia sin retroceso. Del otro lado, aparecieron quienes le escribieron y publicaron. En Cuba, la periodista Daily Sánchez Lemus, y en República Dominicana el meritorio y complejo trabajo de Pedro A. Pérez A. y Juan F. García S. En Cuba y en República Dominicana, los autores-compiladores llegaron a puerto con los dos libros del mismo título: PICHIRILO. Pueden estar seguros de la misión cumplida, con sus valiosos aportes, muy significativos en el colectivo compromiso de reivindicar a Pichirilo, el revolucionario digno de un amplio espacio pendiente en el imaginario popular. Dice Luis Díaz, en la canción que le dedica a Pichirilo: Oye Pichirilo, súbeme a tu comando por un momento…/ Oye Pichirilo, préstame tu Mauser por un momento/ para ver si acabamos con este 27 de Febrero”, en alusión a lo que se jugaron los militares y militantes constitucionalistas durante aquel Abril glorioso e imperecedero de 1965. EL libro dominicano “PICHIRILO: El comandante popular” se puede obtener en Librería Cuesta. El libro editado en Cuba, PICHIRILO, el dominicano del Granma”, pronto estaría en el país para ser adquirido por los dominicanos ávidos de conocer los mejores ejemplos y antecedentes de su historia, como lo fue Pichirilo.
(*) Granma es el nombre de la embarcación que trasladó desde playas mexicanas a los 82 expedicionarios que desembarcaron el 2 de diciembre de 1956 en el oriente de Cuba bajo la comandancia de Fidel Castro, acompañado por Ernesto -Che- Guevara, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida Bosque, Ramiro Valdez, y otros. Pichirilo trasladó a Mexico parte del dinero para la compra del Granma. Fue segundo timonel durante la travesía. El primer combate de los expedicionarios del Granma fue en el 5 de diciembre en Alegría de Pío. Sobrevivieron 19 guerrilleros que lograron escalar luego la Sierra Maestra. El yate está en el museo de la Revolución, en La Habana,Cuba.
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AREÍTO
Sábado 30 de abril de 2016
Aporte
HOY
Las ondas concéntricas de la
Autobiografía en el agua
de Soledad Álvarez
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(y 2)
L
a vida no es un río tranquilo. Es un mar agitado por corrientes encontradas, por remolinos, que impiden su curso lineal. Ubicar pues “Deseo inconcluso” al final de Autobiografía en el agua no es gratuito y, más aún, se inscribe en la lógica que crea todo texto literario para hacerse verosímil. Único poema de largo aliento que es, también, un hermoso punto de vista tan exageradamente íntimo y personal como debe ser la relación carnal entre humanos. El deseo, el amor y el dolor son, por ejemplo, sentimientos tan íntimos que solo conoce el yo-poeta: “Nadie lo sabe pero lo supo el viento” (89); también el mar, la arena y los muertos testigos que, por su propia naturaleza, se guardan el secreto cuando no lo pierden… Este canto al amor, que corresponde a un amor traumático, duro y devastador. Tan traumático como los acontecimientos sociales, bélicos y políticos de los que la poeta ha sido testigo desde 1961. “Deseo inconcluso” no se pretende desligar esta autobiografía sentimental de la otra, en la que se exponen desde “Sentencia (1961)” pasando por los 30 textos que, repito, se colocan en orden cronológico, a saber, acontecimientos políticos e históricos que ocupan las ondas concéntricas que constituyen Autobiografía en el agua, un largo período de muerte, represión, desengaños y frustración que solo la poesía le ha permitido soportar. Ese período no está separado de los hechos que vivió junto a sus contemporáneos que, no necesariamente, fueron víctimas de los desengaños pero igualmente conmovidos por el asesinato de amigos y que, como la poeta, sobrevivieron al naufragio de una generación cuando aquel vendaval exterior destruyó la esperanza que asomaba en abril del 65. Los textos al amor carnal, al deseo, al “encantamiento de los sentidos/ Embriaguez iniciática del amor?” (69), a la búsqueda y aceptación del otro con lo que “entregarse” implica : “Pero desear significa salir indefensa a la noche de la incertidumbre” (71). Es exponerse; amar, hacer concesiones, sufrir. Dolor amor“Deseo inconcluso” no cietiguado por la esperanza que Autobiografía rra la obra aunque “de tanto genera el deseo: “A veces en el agua, sin tropiezo destrozados los pies” nuestros deseos se cum(81), es necesario el olvido, liplen/ para que continúe el pecar de exagerado, berarse de ese amante iterasuplicio de la esperanza”, le es una de las mejores tivo cuya desaparición va asodice el otro, el amante. colecciones de poemas ciada al fin de una época: En los primeros poemas “cuando te olvide, existirás de “Deseo inconcluso” hay de la literatura menos” (87), o más explícitauna relación dialéctica entre dominicana reciente. mente: “que ahora sentada deseo, amor y dolor. En los demás, sin dejar ese doloroso tono de oda al sólo espero/ ver el cadáver de mi amor pasar” amor, hay lucidez a pesar del filtro del amor, (93). Para dejar sentado que todo empezaría del encantamiento: “con las heridas de lo de nuevo recurrió a este hermoso y atractivo imposible para tu sal abiertas” (79). Enton- verso: “Una puntada sigue a otra puntada/ y ces se impone la nostalgia por la ausencia y pronto habré de olvidarte” (91); la idea de inla partida del amante: “Lo peor era despertar finito, de repetición, que evoca ese verso, me cada día con la musiquilla enamorada” (83). recuerda aquel de “El cementerio marino” de En realidad lo peor era la esperanza en tanto Paul de Valérie: “¡El mar, el mar siempre reexpresión del deseo “que me hace llorar co- comienza!”). Los textos de Autobiografía en el agua almo la huérfana sola que fui” (85), a lo que le sigue otro deseo más poderoso, el de hacer ternan lo personal e íntimo con el entorno desaparecer, de olvidar. El dolor es íntimo. de una poeta a la que no la arredra exponerse, expresar sus amores, desengaños, el Solo el yo-poeta lo sabe. Por íntimo “Deseo inconcluso” es una his- dolor, en hermosos y delicados versos en los toria de amor, de dolor, de deseo y esperan- que lo erótico así como la soledad son una constante en estos logrados za; un texto desgarrador en poemas. el que comparten el escenaAutobiografía en el agua rio la entrega al ser amado, Los textos de explica, como toda obra de sin protección. Autobiografía en arte, sus mecanismos. “PoeLa madurez y la experiensía” no es una simple picada cia del poeta están presentes el agua alternan lo en “Deseo inconcluso”, con personal e íntimo con el de ojo; es una explicación, dentro del registro en el que altas y bajas, que deja libre entorno de una poeta a se ha clasificado esta excurso a una suerte de amor traordinaria colección de circular estrechamente liga- la que no la arredra poesía que ha permitido a da al entorno, a los aconte- exponerse, expresar sus Soledad Álvarez enfrentar y cimientos históricos de su amores, desengaños, el exponerse en medio de época en los que la esperanza dolor, en hermosos y acontecimientos sociales, de nunca abandonará el escefracasos y derrotas, verbigranario a pesar de los desenga- delicados versos...” cia la ausencia paterna que ños, de las frustraciones, de siempre estuvo presente en el recorrido de los fracasos: “mundo mío de colofones desu historia: “ni siquiera Dios o su anverso la rrotados” (83). No hay derrota: la esperanza fe/ que desde siglos ha movido ejércitos coestá presente: “Que sea pues: que el cielo vuelmo montañas./ Una y otra vez solo el visva a ser inalcanzable” (91).
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GUILLERMO PIÑA-CONTRERAS
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lumbre/ destello de tu presencia./ Sólo tú me salvas, poesía” (65). Autobiografía en el agua, sin pecar de exagerado, es una de las mejores colecciones de poemas de la literatura dominicana reciente. Es una obra de escritor maduro que se sirve de la técnica novelística, logrando que lo personal, lo íntimo; la historia y lo narrativo cohabiten y permitan la catarsis introspectiva del extraordinario “Deseo inconcluso” luego de haber dado su visión personal e íntima de la historia dominicana de la segunda mitad del siglo XX y los inicios del actual. La historia, en lugar de cerrarse, recurre a esa suerte de catarsis introspectiva, de purificación, para que, como su propia vida, permanezca abierta.
[1] Álvarez, Soledad, Autobiografía en el agua, Santo Domingo, Amigo del Hogar, 2015, 93p.; también ha publicado: Vuelo posible (1994); Las estaciones íntimas (2006, Premio Nacional de Poesía “Salomé Ureña”).
AREÍTO
HOY
Aporte
Sábado 30 de abril de 2016
Resonancia arquitectónica, simbolismo y funcionalidad son entonces puntos de partida fundamentales en el justo análisis de un proyecto que traspasa la mera importancia urbanística.
Arquitectura
Y MITOS
JOCHY HERRERA
A
través de la historia las calles, el santuario, los puentes y los edificios representaron el espacio transfigurado por la mano hacedora del hombre dialogando con sí mismo y con el entorno que le protegía o agredía. Estas fueron y han sido las obras del arquitecto, el genio que aferrado al principio presocrático del Arché, analiza la organización de la materia en toda su realidad. Las señas del soñador convertido en maestro de lo habitable y lo habitado. Sea como ejecutante terrenal de etéreos modelos espaciales (desde los templos celestiales en la Cábala hasta la Jerusalén de Salomón); como promotor de la convivencia que representó aquella pionera Vía Apia, o como guerrero del acero y las alturas en los rascacielos de van der Rohe y la Escuela de Chicago, el arquitecto, en suma, tal como sentencia Pedro Azara en “Castillos en el aire: Mito y arquitectura en Occidente”, parecería ser el dios que ordena las cosas (vivibles) en el mundo. Esta disciplina, arte de los límites según estableció Marco Vitrubio en el fundamental tratado De Architectura (año 15 a.C.), no solo incorpora proporción, ordenación, distribución y disposición, sino sobre todo seguridad, utilidad y belleza. Para algunos, el pensamiento vitrubiano consolidado durante el dominio de Augusto incluso prefiguró la futura conexión entre arquitecto y Estado al legitimar su capacidad creadora de lenguajes políticos o religiosos. Cual hierofante que otrora fue sumo conductor de los mitos eleusinos, hoy, el arquitecto es el Midas de los íconos. Creador y destructor de mitologías; pintor de épocas que no son otra cosa que itinerantes construcciones de la mirada. Tal es el caso del valenciano Santiago Calatrava, quien controversias aparte, y muchas le acompañan, arrastra en sus hombros una obra que desde Bilbao a Milwaukee y desde Atenas hasta Tenerife ha marcado un rastro del significado y el significante oculto tras las últimas décadas del Ser occidental. Premiado por muchos, con dos docenas de doctorados honoris causa y acusado de excéntrico por otros, del trabajo de Calatrava se ha dicho también que simboliza una “incongruencia entre la extravagancia de su arquitectura y el limitado propósito al que le sirve”. Su más reciente obra apenas concluida hace unas semanas no ha escapado a tales críticas. Tanto el Wall Street Journal como el New York Times han comentado sobre el prolongado retraso en su construcción, los astronómicos costos (US$4 mil millones) que para algunos han constituido un des-
pilfarro y sobre su desconexión visual con el entorno inmediato. Se trata del centro de transporte en el nuevo World Trade Center de Manhattan que reemplaza el complejo de edificios destruidos aquel 11 de septiembre y que acogerá a 100 mil personas diariamente. El Oculus, como se ha bautizado a la estructura de cristal y acero en forma de paloma que arropa en sí misma el gran pasillo de la estación, se levanta entre el mármol blanco italiano de sus pisos y la luz natural originada 160 pies más arriba. Monumento o centro de utilidad colectiva, el Oculus presume proyectar el espíritu y la esperanza de la urbe neoyorquina tres lustros después de los apocalípticos ataques de Al-Qaeda. Resonancia arquitectónica, simbolismo y funcionalidad son entonces puntos de partida fundamentales en el justo análisis de un proyecto que traspasa la mera importancia urbanística; no solo porque proviene de fondos del erario público o porque la propia esencia de su construcción sea la representación de una época, o mejor aún, la imagen de una nueva época, la de la ciudad renacida, sino porque su razón de ser parecería estar validada por el dios dinero: le rodean múltiples tiendas en su interior y un gigantesco centro comercial, como si consumir representase una vía hacia la sanación. La ciudad guarida de calles y vecindarios ha transcurrido como metáfora en el existir de las civilizaciones allende los perímetros de sus límites concretos; ciudades distintas y simultáneas existen y se suceden bajo una misma taxonomía creando polis fantásticas, “la citta invisibili” de Ítalo Calvino que no es más que memorias, deseos y lenguaje; lugares de intercambio de mercancías, palabras y recuerdos. Es a esta ciudad que apela Calatrava acaso persiguiendo el rescate del logos del Manhattan transfigurado la mañana del septiembre que nos asaltó a todos y que asaltó a todas las significaciones occidentales. Quizás apela a la ciudad de Calvino que no dice su pasado porque “lo contiene como las líneas de una mano, escrito en las esquinas de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, cada segmento surcado a su vez por arañazos, muescas, incisiones, comas”. Enriquillo Sánchez escribió que nuestras épocas se nos muestran con alarmantes derrumbamientos de la arquitectura: primero Berlín, después el Pentágono y por supuesto las torres gemelas cuya destrucción durante los minutos eternos del impacto de los pá-
jaros de la maldad definió el “black out” de la cultura occidental. Le cito: “La posmodernidad había concluido en unos cuantos segundos atroces, en los que el objeto absoluto dio paso al significante total sin significado, un abismo semiótico para el que sencillamente no estábamos preparados. (…) La frontera irreversible de la posmodernidad se produjo en esos instantes absolutos y como nada quedó en pie, tendremos que erigirlo todo nuevamente”. Estas contundentes afirmaciones fueron plasmadas por el malogrado intelectual en su luminosa obra “El terror como espectáculo. Antes y después del 11/S” texto merecedor del Premio Nacional de Ensayo 2003. Un libro hermoso que como afirmó y quiso su autor, “se puede arrojar a la noche sin que ella tiemble o huya”. Intentar comprender la posmodernidad acarrea el desafío de la carencia de un sistema referencial, de un orden coherente que represente una totalidad constitutiva de lo que es posmoderno; la incredulidad ante los metarrelatos a que aludía Lyotard en su concepción de la posmodernidad implicó además la necesaria búsqueda de nuevos tótems que la definieran. Ya sabemos que son dos: lo global y lo inmediato, ambos representados en la televisión (y hoy en el iPhone) justamente el escenario donde vimos morir en vivo a millones de seres por primera vez en la historia de la especie. Esas imágenes del 11/S en CNN nos hicieron sentir insignificantes y tal como sentenció Enriquillo, “fuimos insignificantes, y de esa insignificancia nacía el terror, y con éste el fin de una época”. Ciertamente, tuvimos que erigirlo todo nuevamente; hubo que asumir la postura calvineana de descubrir todas las razones secretas que nos han llevado a vivir en la ciudad, razones que de seguro podrán valer más allá de todas las crisis. En dicho camino Calatrava ha erigido la ciudad total, la mitrópolis que nos transportará desde el cráter del Ground Zero de Manhattan, es decir, desde el Averno, hasta el Oculus, fuente de la luz iluminadora de nuestra época transformada ella en templo del consumo. Décadas atrás, Roland Barthes advertía a los geógrafos que fueron los escritores los únicos que habían dejado ejemplos de lecturas de la ciudad. Lo hizo Neruda, Cavafis cuando sentenció que la ciudad nos seguirá y que siempre llegaremos a ella y también el modernista catalán Eduardo Marquinas al decir que antes que piedra, madera y hierro, la ciudad era espíritu. Recordemos que este emana de nosotros mismos y no de las fauces del Mercado.
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AREÍTO
Sábado 30 de abril de 2016
Jazzomania
HOY
Hoy es el día del jazz QUE A LA DIESTRA DE SAN CHARLIE PARKER TE VEAS BAJO EL MANTO DE LA MADONNA FITZGERALD, DOMINE, DOMINE "El jazz es una palabra blanca para definir a la gente negra. Mi música es música clásica negra". Nina Simone. (1933-2003), cantante, pianista de jazz y blues. FUENTE EXTERNA
A : Norberto James Rawling.
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CARLOS FRANCISCO ELÍAS
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o habrá Miserere posible, para tanta ignominia y brutalidad, solo por un canto, solo por un canto. En el principio fueron las cadenas, con el tiempo fue la música. Cuando el jazz nacía, no había Domine, Domine ni la larga voluta de incienso para perfumar las almas en la búsqueda de santidad. Entre sangre, olvido y el látigo, una armonía de dulzura marcaría el futuro de un mundo nuevo, Il mondo nuovo, Le monde noveau, Die neue welt, The new world. En aquel horizonte oscuro de cuerpos ardiendo y largos gritos entre bosques de miedo y arcilla húmeda, el futuro de una música se cocía, literalmente, porque para que el jazz naciera, millones de almas fueron calcinadas, cuando aún llueve y las nubes se ponen oscuras, entre efigies ahí están esas almas y su repetida lluvia de luz entre siglos, nos abraza y empapa a todo el universo. No habrá Miserere posible para tanta historia equivocada, aquella errancia de galeones y mareos, de islas y prisiones, de cuerpos entre sudor y piel tostadas, para mástiles y lonas al viento hasta llegar a América, entre gaviotas de puertos y paisajes desconocidos. Avanzando entre los siglos, entre sur y el norte, latía en la Unión desunida, la secesión del germen cuando la carne chamuscada, era sorda ante el tambor de retirada, mientras los Buffalos Soldier, décimo y noveno regimiento, nacidos en Kansas City, perdidos en la noche, convertidos sus rostros en ella, su mejor cómplice, cantaban añoranza a la faena antigua, porque en la madrugada el oficio de la guerra, pedía sus almas, sus cuerpos. Entonces el jazz apenas latía, alguna corneta torpe con su alegría de alcohol prefiguraba el tempo que vendría cuando la guerra de Secesión (1861-1865) terminara y el llamado final de la esclavitud, garabato de una historia que aún no termina, diera riendas sueltas a una ficción que ni la presencia de un Barack Obama ha podido contener. El jazz estaba en camino y con la movilidad luego de la guerra interna, entre el polvo y el olor necio de uniformes viejos un tal San Louis Armstrong (Porque a músico ido san benito de santo puesto) recogería alguna corneta cansada de toques de diana, para convertirla en suspiro de alegría y tristeza, porque nadie como San Louis para hacer del blues en trompeta, el hinchado lenguaje de la nota en La o la amarga melancolía. Entre las bombas de Alabama, humo blanco para ojos negros, se confundía en el saxo de Archie Shepp y los lentes rotos de Ornet Coleman, trotando en asfalto duro de libertad, en el fondo el asedio glorioso de la voz y montaña del Dr. Lutero King. Repetía el eco a todo el planeta: I Have a
Ella Fitzgerald.
Dream / Yo Tengo un sueño / Jai un Rêve /Ich habe einen Traum / Io ho un sogno /...
LOS PANTERAS NEGRAS DISPARABAN Allí estaba el jazz, recibiendo golpes y riendo de su martirio, haciendo el solo de la vida contra la muerte, el solo de su futura larga vida eslogan robado a Mao Tse Tung... Lo repito siempre, ahora y después: no habrá Miserere posible para tanto llanto de ríos encontrados, la fuerza ciega del látigo y la carretera de cruces, en carne viva, estampada en la espalda, casi desaparecida de orgullo y alta cerviz. Bañados por todas estas historias, en aquella América de Walt Whitman orgulloso mentor de rascacielos bursátiles, trenes y luces iban de costa a costa; una larga muchedumbre de overoles construían la América de un Thomas Jefferson, que en sus largas lecturas de español prefiguraba el mundo latino de los Estados Unidos de hoy. Pero a esa América le hacía falta una música con larga historia y fuertes sentimientos, será muy difícil en nuestros días olvidar que el nacimiento del capitalismo norteamericano tenía una banda sonora Hipster, aquella de los años 40 del siglo XX, cuando la Se-
gunda Guerra Mundial era apenas la pesadilla de una Europa ingenua, ante el cíclope alemán que a su turno perseguiría el jazz tanto como el Ku Kux Klan, en el profundo Sur de los Estados Unidos de América. Por eso, nunca, pero nunca habrá Miserere posible para una música que para ser música tuvo que correr por patios traseros, ponerse sombrero de espantapájaros, buscar trapos viejos para cruzar de escenario en escenario, esconder a Billie Holiday en un armario de fantasmas lleno de rezos; arropar a Miles Davis entre amigos para que no le diera un justo trompón a un policía blanco que desconocía su dinastía y elegancia. Un bello velero navega por el río Hudson, entre brumas se logra ver a Chet Baker vestido de marino con trompeta en manos, blanco que niega ser blanco, voz queda de negra azúcar derretida, sonríe y dice adiós, atraviesa la bruma gris de estos días y de ella surge una Santa Madonna sepia, gigante de fuerte voz y con ancho vestido en turquesa, Santa Ella Fitzgerald, a su diestra San Charlie Parker, todos unidos nos recuerdan que hoy es el día del jazz, sin Domine, Domine, sin Miserere, sin largas volutas de incienso. Larga vida al jazz, larga vida. (CFE)