Areito 11 2014

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Areíto

Zona de la Cultura y de las ideas

www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 11.01.2014

El funesto imperio mundial de las corporaciones Pág 2

Richard Wilkinson

TRUJILLO APRENDIÓ A espiar con los gringos Robert Dandarov

En el corazón del herrumbre

trascendencia y nostalgia

Despertar de nuevo

Durante nuestra estadía navideña en New York nos reencontrarnos con Dandarov, pintor contemporáneo de Macedonia, en su taller de Brooklyn. Conocíamos su obra desde su primera estadía aquí hace unos 15 años.Página 7

Mi ilusión del vuelo de regreso se había cumplido, desde mi ventanilla del avión en plan de aterrizaje miraba una tenue llovizna que deshacía el arco iris, en mis tibias manos, atesoraba Ciudad Colonial / Santo Domingo. Página 8

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Complementariedad de los conocimientos La primera vez que fui a su consulta me recordó que nos habíamos criado en el mismo barrio, el llamado Pantalón en nuestro Santiago natal. La empatía fue mutua. Página 4


HOY

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Sábado 11 de enero de 2014

Zona Areíto Areito

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Jorge Luis Borges (escritor argentino)

Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos LA GUÍA

Leonardo Boff

LIBROS

El funesto imperio mundial de las corporaciones

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os buenos deseos de un año feliz son rituales. No pasan de ser simples deseos, pues no consiguen cambiar el curso del mundo donde los superpoderosos siguen su estrategia de dominación global. Sobre esto necesitamos pensar y hasta rezar, pues las consecuencias económicas, sociales, culturales, espirituales y para el futuro de la especie y de la naturaleza pueden ser nefastas. Muchos como J. Stiglitz y P. Krugman esperaban que el legado de la crisis de 2008 sería un gran debate sobre qué tipo de sociedad queremos construir. Se equivocaron de medio a medio. La discusión no se dio. Al contrario, la lógica que provocó la crisis ha sido retomada con más furor. Richard Wilkinson, uno de los mayores especialistas sobre el tema desigualdad, estuvo más atento y dijo hace ya tiempo en una entrevista al periódico Die Zeit de Alemania: “la pregunta fundamental es ésta: ¿queremos o no queremos realmente vivir según el principio de que el más fuerte se apropia de casi todo y el más débil se queda atrás? Los super-ricos y super-poderosos decidieron que quieren vivir según el principio darwinista del más fuerte, y que los más débiles se aguanten. Pero comenta Wilkinson: «creo que todos tenemos necesidad de mayor cooperación y reciprocidad, pues la personas desean una mayor igualdad social». Este deseo es negado intencionadamente por esos epulones. Por lo general, la lógica capitalista es feroz: una empresa se come a otra (eufemísticamente se dice que se fusionaron). Cuando se llega a un punto en que sólo quedan algunas grandes, cambian de lógica: en vez de guerrear, hacen entre sí una alianza de lobos y se comportan mutuamente como corderos. Así articuladas detentan más poder, acumulan con más seguridad para sí y para sus accionistas, sin tener en cuenta para nada el bien de la sociedad. La influencia política y económica que ejercen sobre los gobiernos, la mayoría de ellos mucho más débiles que ellas, es extremadamente coercitiva, interfiriendo en el precio de las commodities, en la reducción de las inversiones sociales, en la salud, educación, transporte y seguridad. Los miles de personas que ocupan las calles en el mundo y en Brasil intuyeron esa dominación de un nuevo tipo de imperio, cuyo lema es: «la avaricia es buena» (greed is good) y «devoremos lo que podamos devorar». Hay excelentes estudios sobre la dominación del mundo por parte de las grandes corporaciones mul-

tilaterales. Es conocido el de David Korten Cuando las corporaciones rigen el mundo (When the Corporations rule the World). Pero hacía falta un estudio de síntesis, y éste ha sido realizado por la Escuela Politécnica Federal Suiza (ETH), en Zurich, en 2011, que se cuenta entre los más respetados centros de investigación, compitiendo con el MIT. El documento ha implicado a grandes nombres, es corto, no más de 10 páginas, y otras 26 sobre su metodología, para mostrar la total transparencia de los resultados. Ha sido resumido por el Prof. de economía de la PUC-SP Ladislau Dowbor en su página web (http://dowbor.org). Nos basamos en él. De entre los 30 millones de corporaciones existentes, el ETH seleccionó 43 mil para estudiar mejor su lógica de funcionamiento. El esquema simplificado se articula así: hay un pequeño núcleo financiero central que tiene dos lados: de un lado están las corporaciones que componen el núcleo y del otro, aquellas que son controladas por él. Tal articulación crea una red de control corporativo global. Ese pequeño núcleo (core) constituye una super-entidad (super entity). De él emanan los controles en red, lo que facilita la reducción de los costos, la protección de los riesgos, el aumento de la confianza y, lo que es principal, la definición de las líneas de la economía global que deben ser fortalecidas y dónde. Ese pequeño núcleo, fundamentalmente de grandes bancos, detenta la mayor parte de las participaciones en las otras corporaciones. La cúpula controla el 80% de toda la red de corporaciones. Son apenas 737 actores, presentes en 147 grandes empresas. Ahí están el Deutsche Bank, el J.P. Morgan Chase, el UBS, el Santander, el Goldman Sachs, el BNP Paribas (entre otros muchos). Al final menos del 1% de las empresas controla el 40% de toda red. Este dato nos permite entender ahora la indignación de los Occupies y de otros que acusan al 1% de las empresas de hacer lo que quieren con los recursos procedentes del sudor del 99% de la población. Ellos no trabajan ni producen nada. Solamente hacen más dinero con el dinero lanzado en el mercado de la especulación. Fue esta absurda voracidad de acumular ilimitadamente la que gestó la crisis sistémica de 2008. Esta lógica profundiza cada vez más la desigualdad y hace más difícil la salida de la crisis. ¿Cuánto de inhumanidad aguanta el estómago de los pueblos? Todo tiene su límite y la economía no lo es todo.

PEDRO EL CRUEL

MASA CRÍTICA Este libro tiene como subtítulo “Memorias del Primer Semanario Internacional de la Crítica Literaria en República Dominicana”, celebrado en febrero del 2012, con los auspicios del Ministerio de Cultura. El libro abre con las palabras de apertura del Seminario, a cargo del conocido literato y gestor cultural Basilio Belliard. Este discurso es seguido por 19 ponencias presentadas por conocidos escritores y críticos literarios. El libro tiene 288 páginas.

Este es un hermoso libro de relatos, 18 en total, alrededor de la figura de Pedro El Cruel. Historias que pasaron de la literatura oral a la literatura escrita. Su autor, Rafael Peralta Romero, es un veterano periodista, profesor universitario y escritor. Este es su libro número doce, entre novelas, cuentos, relatos, historias infantiles y poesías. “Pedro El Cruel” tiene 111 páginas que se leen de un tirón.

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LOS ESPEJOS DE DUARTE Este es un libro para el deleite intelectual. Lo escribió el sacerdote jesuita Pablo Mella, teólogo y profesor universitario. Esta obra es, en realidad, un análisis de contenido que, desde una metodología específica, analiza de manera crítica las principales imágenes que se han construido de Juan Pablo Duarte. El libro tiene 439 páginas y está prologado por Raymundo González, conocido historiador y ensayista. EL PECADO ORIGINAL DEL SISTEMA DOMINICANO DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD Bernardo Matías, el autor de este libro, conoce el monstruo por dentro porque ha vivido en sus entrañas. Es el gerente de Planificación y Evaluación de Gestión de Senasa. Además, es un veterano investigador social y escritor de libros. Este texto, de 98 páginas, es, en palabras del prologuista Jefrey Lizardo, especialista en economía de la seguridad social dominicana, “el texto más crítico, valiente y valioso sobre la reforma de la seguridad social en salud del país”. Es, por lo tanto, una lectura obligada para todos los actores, como se dice ahora, que tienen que ver con una de las reformas que más controversias ha generado en el país en los últimos años. Al final del libro Matías ofrece ocho conclusiones que mejorarían el sistema. _ ____________________________________________________________________________

EL RUGIDO DEL LEÓN. LOS EXCESOS DEL PODER Esta es la cuarta edición del libro más crítico que se ha publicado sobre el ejercicio del poder de Leonel Fernández. Su autor es el conocido periodista y escritor Miguel Guerrero. Una obra que se ha vendido como pan caliente. Esta versión contiene un texto del doctor Pedro Catrain y otro del intelectual boricua Néstor Duprey.

LA HISTORIA

1943

NACIÓ EL 11 DE ENERO. Eduardo Mendoza, escritor español, autor de novelas como ”Sin noticias de Gurb“, “Una comedia ligera“, “La verdad sobre el caso Savolta”, “El laberinto de las aceitunas” o “La ciudad de los prodigios”.

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1957

FALLECIÓ EL 11 DE ENERO. Gabriela Mistral, poetisa chilena. Su nombre real era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Fue una de las principales figuras de la literatura latinoamericana, es la primera persona en Latinoamérica en ganar el Premio Nobel de Literatura (1945).

1876

NACIÓ EL 12 DE ENERO. Jack London, novelista estadounidense, autor de obras como “El Lobo de Mar“, “Colmillo Blanco” o “La llamada de la selva”.

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1976

MURIÓ EL 12 DE ENERO. Agatha Christie, escritora británica de novelas policíacas conocida mundialmente como “La reina del crimen”. Entre sus múltiples obras podemos destacar “Diez negritos”.

1896

NACIÓ EL 14 DE ENERO. John Dos Passos, novelista y periodista estadounidense. “Manhattan Transfer” fue la novela que le dio fama y relevancia mundial.

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1982

MURIÓ EL 16 DE ENERO. Ramón J. Sender, escritor español, autor de obras tan conocidas como “Requiem por un campesino español” o “Crónica del Alba”.


Literatura

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Sábado 11 de enero de 2014

De Pulitzer a Pulitzer Pastoral Americana y La breve y maravillosa vida de Óscar Wao

HOY

tilo tiene muchos aspectos, pero el uso del lenguaje es uno de sus aspectos fundamentales. En el caso de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao nos encontramos con un estilo festivo, sensorial, jacarandoso, en el cual abundan las expresiones extraídas del lenguaje oral, de la calle, de la sala de los apartamentos, de las paradas del autobús, del tren, del lugar de trabajo. Como dice Mario Vargas Llosa al referirse al estilo de García Márquez en Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera, encontramos en Junot Díaz un estilo nada intelectualizado, libre de amaneramientos, desprovisto de rigidez. Es un lenguaje desenfadado y a veces urticante, cargado de expresiones que escandalizan a los mojigatos. Algunos ejemplos para ilustrar: Oh, sin duda intimaron bastante, pero, ¿se besaron en el carro en algún momento? ¿Le metió la mano por debajo de la falda? ¿Le hizo cosquillas en el clítoris con los dedos? ¿ Se le tiró ella encima y dijo su nombre con voz gutural? ¿Le acarició el pelo mientras que ella se lo mamaba? ¿Llegaron a rapar? En este pasaje encontramos lo que algunos entendidos llaman realismo sucio, modalidad estilística en que el autor recurre a un nivel de lengua que a veces roza la escatología. Sigamos viendo algunas de las salidas estilísticas de Junot Díaz en esta novela: “¿Y qué decir de ese cabrón de Kennedy? Fue él quien dio luz verde para el asesinato de Trujillo en 1961 y pidió que la CIA llevara armas a la isla. Mala movida, capitán. Lo que a los expertos en inteligencia se les pasó decirle a Kennedy fue algo que todo dominicano, desde el jabao más rico de Mao hasta el más pobre güey en El Buey, del francomacorisano más viejo al carajito en San Francisco, sabía: quien matara a Trujillo -y también su familia- sufriría un fukú tan terrible que, en comparación, haría parecer un jojote el que le cayó al Almirante”. Aún en los momentos de mayor dramatismo y seriedad durante el desarrollo de la trama Junot Díaz no suelta su estilo, se mantiene fiel a él echando manos a las ocurrencias, al repentismo, al sarcasmo, a la ironía, a las palabras y términos jocosos, a las expresiones en inglés. Por el contrario, el estilo en Pastoral Americana es adusto, serio, pero sin llegar a ser pedante ni endomingado. A diferencia de las voces, múltiples, que cuentan la historia en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao, aquí el narrador es uno solo, un hombre que se dedica al oficio de la escritura y al que suponemos culto. Por lo tanto, su tono recatado y a veces medio solemne tiene justificación.

Algunos pasajes sostienen mi apreciación:

(Segunda parte)

LUIS R. SANTOS

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ebo confesar que cuando leía Pastoral Americana yo también me enamoré del Sueco y me imaginaba diciéndole al oído, Seymour, mi amor, llévame a ese tu paraíso inexpugnable y protégeme, y ámame como te amo a ti. Pero, en realidad, ¿qué acontecía con la figura del Sueco? Sabemos que en determinadas circunstancias los pueblos se refugian en el seno de sus héroes en busca de sobrevivir, en busca de consuelo y esperanza para sus espíritus atribulados. Por aquellos días la comunidad judía sufría las calamidades que trae toda guerra, pero ellos estaban sufriendo por partida doble: estaban siendo perseguidos y cazados como si hubiesen sido monstruos peligrosos a los que había que aniquilar. Y el Sueco no era más que un pretexto para sobrevivir, era una especie de superhombre que atesoraba en sí mismo las ansias de supervivencia y perfección de la comunidad. Era una celebridad sin serlo, era un héroe sobre el cual la comunidad judía de la zona se aferraba para darle sentido a sus vidas en medio del sinsentido que era la existencia de aquellos años, en medio de la Segunda Guerra Mundial, y en una época en que a diario las familias recibían los insolentes telegramas que informaban de la caída de otra víctima.

Veamos un detalle de este aspecto. Cito: creo que la mejor explicación del ascenso del Sueco, su conversión en el Apolo doméstico de los judíos de Weequahic, estriba en la guerra contra los alemanes y japoneses y los temores que suscitaba. Cuando el Sueco se mostraba indómito en el terreno del juego, la superficie sin sentido de la vida aportaba una clase de sostén excéntrico e ilusorio, la feliz liberación en el seno de una inocencia sueca para quienes vivían con el temor de que no volverían a ver jamás a sus hijos, hermanos o maridos. Contrario a Óscar, de quien el narrador nos hace saber que era inseguro, fruto de su gordura y fealdad, el Sueco era un hombre que derrochaba seguridad y aplomo. Era un individuo que se sentaba orgulloso en el excelso altar de los elegidos y daba la impresión de ser un dios. Pero sabemos que hasta los dioses caen.

El estilo Según los doctores de la literatura, estilo no es más que la manera en que el escritor elige las palabras y organiza el lenguaje. Es la forma en que cuenta la historia. Según Mario Vargas Llosa, para mí el más extraordinario teórico de la literatura en español, dependiendo de la forma en que se use el lenguaje una novela tendrá poder de persuasión o será una farsa o una caricatura. Esto es, que el escritor logrará o no una mancomunidad con el lector. Es cierto que el es-

“-¿Dónde está? -Su hija está a salvo y rodeada de gente que la quiere y lucha por aquello en lo que cree. Su hija está teniendo por fin una experiencia del mundo. -¿Dónde está, maldita sea? -No es una posesión, ¿sabe usted?, no es una propiedad. Ella ha dejado de ser impotente, y usted no posee a Merry como posee su casa en Old Rimrock, su casa de Deal, su piso en Florida, sus fábricas en Newark y Puerto Rico, sus operarios puertorriqueños, sus Mercedes, sus Jeeps, y sus hermosos trajes a medida. ¿Sabe lo que he llegado a comprender de ustedes, los amables y ricos liberales que poseen el mundo? Que nada está más alejado de su comprensión que la naturaleza de la realidad”. Otro ejemplo: “al lado de Dawn, Sheila era una máquina de pensar acicalada e impersonal, una aguja humana enhebrada con un cerebro, no una mujer a la que él deseara tocar ni mucho menos acostarse con ella. Dawn era la mujer que había inspirado la hazaña para la que ni siquiera su carrera atlética con tantos récords batidos apenas le había preparado: saltar por encima de su propio padre. La hazaña de enfrentarse a su padre. Y ella la había inspirado porque parecía tan espectacular y, sin embargo, hablaba como todo el mundo”. Para finalizar lo relativo al estilo, es indiscutible que Pastoral Americana, con su estilo sobrio y a veces conceptualmente cercana a la filosofía, y La breve y maravillosa vida de Óscar Wao, con su estilo desenfadado y cherchoso, son dos textos efectivos. Y hay que convenir que lo más trascendente de un estilo no es su corrección sino su efectividad. Por eso gozamos con Junot Díaz y reflexionamos con Philip Roth. Por eso ambas novelas alcanzan altos niveles de persuasión o verosimilitud. Por eso nos gustan ambas historias, porque tenemos la certeza de que cada autor eligió la manera más apropiada para contarnos su historia. Y la novela, aunque los doctores de la literatura postulen muchísimas teorías en torno a ella, no deja de ser simplemente una historia bien contada.

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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do/Por Julio González

UNA ESPAILLAT A VENEZUELA (1 de 2)

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a penúltima de las hijas de Francisco Antonio Espaillat Virol (1734-1807), inmigrante francés que trajo el apellido Espaillat al país, y su esposa Petronila Velilla Sánchez (n. 1767), fue María de los Dolores Espaillat Velilla, nacida el 5 de diciembre de 1797 en Santiago de los Caballeros. Casó también en Santiago el 29 de diciembre de 1818 con José María de Rojas Ramos, hijo de Carlos de Rojas Valerio y María Antonia Ramos Nasario. Había nacido este el 24 de marzo de 1793 también en Santiago. Gracias a la acuciosa investigación del abogado, historiador y genealogista Julio Genaro Campillo Pérez, hoy sabemos que este matrimonio emigró en 1822 a Caracas, Venezuela, poco después de haberse iniciado la ocupación haitiana a la parte oriental de la isla de Santo Domingo. Consigo llevaron dos hijos nacidos en la hoy República Dominicana, así como a varios parientes. Entre estos figuraban la madre de María de los Dolores Espaillat, Petronila Velilla Sánchez, su suegra María Antonia Ramos (1772-1852) y sus cuñadas Clotilde y Eulogia Rojas Ramos. José María de Rojas Ramos falleció el 9 de octubre de 1855 en Caracas, y María de los Dolores Espaillat Velilla falleció también en Caracas el 25 de febrero de 1879. Ambos se encuentran enterrados en el Cementerio General del Sur de Caracas, así como una buena parte de sus hijos y otros parientes. José María de Rojas Ramos y María de los Dolores Espaillat Velilla procrearon a: - Teófilo Emilio Rojas Espaillat, nació en Santiago hacia 1820. Emigró con sus padres a Caracas. Falleció a los 35 años el 13 de febrero de 1855 en Caracas, soltero y sin descendencia. - Sofía Elisa Rojas Espaillat, nació el 15 de junio de 1821 en Puerto Plata, cuando sus padres vivieron en dicha ciudad. Falleció soltera el 2 de octubre de 1907 en Caracas. - Arístides Belisario Rojas Espaillat, nació el 5 de diciembre de 1826 en Caracas. Doctor en medicina y cirugía graduado en la Universidad de Caracas. Personaje de grandes dotes intelectuales, sobresalió como historiador y polígrafo. Amigo personal de José Martí, Libertador de Cuba. Casó el 9 de octubre de 1873 con Emilia Ugarte, quien falleció al año siguiente. Arístides Belisario falleció el 4 de marzo de 1894 en Caracas y sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional. - José María Rojas Espaillat, nació en Caracas el 1 de septiembre de 1828. Graduado de doctor en jurisprudencia y abogado en la Universidad Central de Caracas. A partir de 1873 residió en París, Francia, donde desempeñó diversas funciones diplomáticas representando a Venezuela en España, Francia, Holanda e Inglaterra, carrera en la cual alcanzó gran renombre, recibiendo de la Santa Sede el título pontificio de Marqués de Rojas. Autor de varias obras, entre ellas una biografía de Simón Bolívar y otra de Francisco de Miranda. Casó con Soledad Quintero Hernández con quien procreó siete hijos: Dolores, quien casó con Calixto Madrid; Leopoldo (1859-1933), quien casó con su prima hermana Sofía Carraza Rojas, sin descendencia; José María, soltero y sin descendencia; Teófilo (f. el 16 de octubre de 1926), soltero y sin descendencia; Carolina, fallecida en París sin descendencia; Julia (f. el 3 de marzo de 1900), quien casó con N. Alexander de nacionalidad belga y Alfredo Rojas Quintero, quien casó con María Teresa Villalobos. José María Rojas Espaillat falleció en París en noviembre de 1907. - Epaminondas Rojas Espaillat, nació en Caracas el 8 de marzo de 1830. Falleció a temprana edad, reposando sus restos en la tumba de sus padres en el Cementerio General del Sur de Caracas.

Instituto Dominicano de Genealogía

Encuentros

HOY

Diálogo de saberes. La complementariedad de los conocimientos, 1 Dedicado a mi médico de cabecera: Antonio J. Castillo V. LA GOTA DE AGUA Y EL OCÉANO

MU-KIEN ADRIANA SANG

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La gota de agua del mar, desprendida y solitaria, en playa inhospitalaria, triste se puso a llorar. El Océano al sentir tan tierna lamentación de aquella separación, la piedad le hizo sonreír. -«Hija mía, entre los dos hay una sola unidad, y sobre esta inmensidad no hay más grandeza que Dios. «Entre tu cuerpo y el mío nunca la extensión verás: nadie medirá jamás la inmensidad del vacío.

Omar Khayyam (1050-1122) matemático, poeta y astrónomo persa

A

ntonio Castillo V. es mi médico de cabecera desde hace más de una década. Fui a su consulta referida por otro médico, que casualmente también se llama Antonio. La primera vez que fui a su consulta me recordó que nos habíamos criado en el mismo barrio, el llamado Pantalón en nuestro Santiago natal. La empatía fue mutua. Fui a su consulta buscando su conocimiento experto en materia alérgica y asmática, pues es uno de los mejores especialistas en el tema. Me sorprendió que en sus tratamientos, basados en principios de la medicina académica-ortodoxa, recomienda algunas cosas que vienen de otros conocimientos. Por ejemplo, es un fanático del lavado de la nariz con agua tibia salada, un principio de la medicina yoga y ayurvédica (Jala Neti). Incluso si desean conocer más sobre esta técnica, solo tienen que visitar, gracias a la magia de la cibernética, el Centro de Estudios Ayurvédicos. Hace varios años, tuve problemas en el nervio de la mano, producto del uso abusivo de la computadora. Tenía un dolor terrible. Como he hecho alergia a la lidocaína, el componente principal de la anestesia, el Dr. Castillo no quiso que me operaran. Me recomendó entonces utilizar la acupuntura. Como niña obediente, busqué referencias. Fui a visitar al doctor Richard Velázquez, y después de la quinta sesión el dolor desapareció. Estuve visitando al acupunturista por varios años. En otra oportunidad, tuve una de mis crisis. El Dr. Castillo me dijo: “Mu-Kien, ¿por qué no pruebas con el yoga? He oído decir que los cursos de respiración son muy buenos para los asmáticos”. Sus palabras fueron órdenes. Comencé las clases de yoga. Una nota al margen, mi hermana Mu Yien me había insistido hasta la saciedad que hiciera respiración yoga, pero no le hacía caso, hasta que me lo recomendó el Dr. Castillo. Cuando supo de la recomendación, solo me dijo: “Te lo dije, pero como lo dijo Castillo, sí le hiciste caso”. Tuve que callar. Tenía toda la razón. El “Maestro, Master”, como le llamaba, pues es un hindú que apenas habla español, me enseñó técnicas respiratorias sumamente efectivas, que me han ayudado a controlar la tos seca que me produce mi condición de asmática. Incluso me he atrevido a enseñarle la técnica a algunas personas, aún sin conocerlas, que en mi presencia desarrollaron ciclos desesperantes de tos seca. ¡Milagro! lo hicieron varias veces y su tos desapareció. El año pasado, en un seminario internacional en el que participé en México, escuché a un médico que se ha dedicado a la medicina indígena mexicana tradicional haciendo uso de los principios de la homeopatía. Al finalizar su conferencia, me acerqué a él y sostuvimos una profunda conversación, que sembró el gusanillo de la curiosidad. Fue el primero que me habló del diálogo que se está produciendo entre las corrientes médicas: las llamadas ortodoxas y la llamada medicina alternativa.

En esta Navidad recibí un regalo del Dr. Castillo, un libro titulado: “El código de curación” escrito por los doctores Alexander Loyd y Ben Johnson. Ellos, al igual que el Dr. Castillo, se formaron en las escuelas médicas tradicionales, pero su sentido de curiosidad, el hecho de haber visto a pacientes morirse sin encontrar la paz que buscaban y la impotencia ante los limitados resultados de las medicinas químicas, les obligaron a buscar y explorar nuevos caminos. Sobre este libro hablaremos en próximas entregas. Producto de mi muy prolongada crisis asmática recibí otros regalos. Mi hija Arancha me regaló un libro que se llama “El método clean”, autoría de Alejandro Junger. Este libro ofrece un programa revolucionario para regenerar el cuerpo en 21 días, partiendo sólo del cambio alimenticio. Mi muy querido amigo Rafael Ovalles también me envió otro libro para “entretenerme” durante el encierro: “La enzima prodigiosa. Una forma de vida sin enfermarse”, escrito por Hiromi Shinya, que ofrece una dieta prodigiosa que ayuda o evita enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y obesidad. La coincidencia de estos regalos hizo que mi espíritu curioso buscara explicaciones. Comencé a buscar y ¡sorpresa! los libros sobre el tema abundan que no hay vida hábil para leer tanta literatura sobre el tema. Me llamó la atención que algunas universidades han incorporado ya programas sobre medicina natural, un gran paso de avance. Un pequeño artículo que me llamó la atención fue escrito por Beatriz Duarte Gómez, lleva por título: “Medicina occidental y otras alternativas: ¿es posible su complementariedad? Reflexiones conceptuales”. Este artículo hace una interesantísima reflexión sobre el abordaje intercultural de los sistemas de salud y las políticas públicas. La autora constata que la medicina académica-ortodoxa utiliza cada vez más la medicina alternativa y complementaria, pero que el sistema de salud en las sociedades occidentales todavía no acepta del todo los principios de la “otra” medicina. Señala la autora que en el 2002, la Organización Mundial de la Salud presentó un estudio a la comunidad médica internacional en el que afirmaba que las medicinas complementarias o alternativas eran cada vez más utilizadas por los pacientes y los médicos. Una de las razones para este cambio es el temor creciente sobre los efectos secundarios de las medicinas elaboradas con elementos químicos. Señala también que el aumento de la popularidad de la medicina alternativa o complementaria, que ella denomina MAC, es un reflejo de los cambios en las necesidades y valores de la sociedad, pero sobre todo, la búsqueda de nuevos paradigmas explicativos, procedimentales y terapéuticos. Por estas razones la autora aboga por un diálogo sincero de saberes porque en la complementariedad de estos dos mundos, aparentemente antagónicos, está la solución y el camino. Con este artículo iniciamos una serie que comienza hoy, y no sabemos cuándo terminará, pues como estos autores, partiendo de mi propia experiencia, yo también estoy buscando nuevos caminos y explicaciones. ¿Acaso en verdad se vive en la tierra? No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí. Aunque sea jade, se rompe. Aunque sea oro, se hiende. y el plumaje de quetzal se quiebra. No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí" Nezahualcoyotl de Texcoco (1402-1472) rey y poeta azteca


Aporte

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Las ponencias de

Masa Crítica

Primer Seminario Internacional de la Crítica Literaria en [la] RD

DIÓGENES CÉSPEDES/ DCESPEDES@CLARO.NET.DO

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ster Gimbernat González, doctora que profesa en la Universidad de Northern Colorado, encuentra varias estéticas “transmodernas” en algunos poemas de Ángela Hernández (pp. 101). Lo que dije acerca de Manuel García Cartagena se le aplica a ella y a cualquier otro sujeto que adopte este punto de vista. La estética existe solamente en el discurso del dualismo del signo. En el plano empírico existe como ideología etnocéntrica, cuyo binarismo –belleza opuesta a fealdad– tiene por estrategia la desvalorización de lo que Occidente no acepta como bello. Cada cultura-sociedad reproduce su estereotipo de la belleza y condena, por extraño, estrambótico, grosero o bárbaro, lo que es feo. Sujetos aplastados, sociedades aplastadas por el etnocentrismo. El modelo occidental de belleza es eurocéntrico. Según esta concepción, negros africanos, chinos, japoneses, indios asiáticos y americanos, esquimales, albinos, polinesios, tribus australianas, enanos, mestizos, mulatos, etc., son feos porque no alcanzan el modelo griego de la Venus de Milo-Apolo y son, por lo tanto, contrahechuras de la naturaleza. Así mide Occidente la belleza y esta medida ha pasado a la literatura y las artes. Pero los asiáticos, los africanos, los indios de los dos continentes, los esquimales, los polinesios, etc., tienen su concepto de belleza y fealdad y así anda la humanidad perdida con estos clichés, incapaz de trocarlos en forma, ritmo-sentido. Los poetas y escritores andan perdidos en ese binarismo. Los dominicanos y los iberoamericanos no son una excepción. Perdidos andan, repitiendo como González Gimbernat, el vocabulario técnico de la teoría literaria y artística del neoliberalismo: modernidad, posmodernidad, transmodernidad, posnacionalidad, globalización (pp. 104-05), metáforas trasladadas desde lo político-financiero a la literatura, donde es proverbial la confusión entre modernidad y modernización y la oposición entre países “del primer mundo” y los “subdesarrollados” de la CEPAL. Pero esas son tretas sociopolíticas del discurso incapaz de pensar el ritmo como forma-sentido y plantarle cara a la metafísica del signo. Los miembros más sobresalientes del partido político del signo son los profesores que repiten las ideologías del Poder y difícilmente crean conocimiento nuevo. Llamo profesores, y especialmente profesores de literatura, a aquellos que repiten mecánicamente –en el aula o en los medios de comunicación– las nociones de la metafísica del signo aprendidas en la universidad o en los libros, sin método, sin estrategia ni apuestas políticas de sujeto. Gimbernat González lee contenido y belleza en las autoras dominicanas que ha estudiado hasta ahora, no ritmo-sentido, que es, sin darse cuenta, el placer al que alude, pues los miembros del partido del signo viven en la inconciencia rítmica total. Cuando Manuel Matos Moquete deslinda la crítica practicada por Pedro Henríquez Ureña y la tacha acertadamente de estar “anclada en la más antigua y rica tradición occidental hermenéutica, exegética, apasionada por la búsqueda del sentido” (p. 115), es muy posible que Bruno Rosario Candelier haya sido víctima de una mala lectura al proyectar su propia posición teórica al discurso de Matos Moquete, quien dice que la crítica de Henríquez Ureña es hermenéutica y exegética, no que el propio Matos Moquete sea hermeneuta o exegeta. Los sicoanalistas llaman proyección a esta operación practicada por Bruno. Es un discurso de deseo para sumar adeptos a su política del signo. Bruno persigue que quien le lea concluya en que su discurso posee la verdad y la razón en contra de otros discursos que circulan en la sociedad y que critican radicalmente el método estilístico y el hermenéutico, fundados en la teoría del signo. Matos Moquete ha trazado el camino que siguió Henríquez Ureña para convertirse en

el principal crítico literario hispanoamericano. Quisiera que todos los analistas de discursos literarios en nuestro país y América siguieran ese camino para que transformaran el método “hermenéutico, exegético, estilístico” descrito por Matos Moquete. Pero por un método que privilegie la especificidad del discurso, la forma-sentido de la escritura, el estudio de las ideologías de época que reproduce o las que transforma, la primacía del sujeto de la escritura por encima de la noción estilística de autor instaurada por Sainte-Beuve y cuyo relente biográfico y clasista siempre se cuela en los análisis basados en la teoría del signo. La ponencia de Matos Moquete critica el conjunto ideológico que he esbozado y Rosario Candelier es incapaz de percibir esto. El ponente describe la crítica de Henríquez Ureña, centrada en “resaltar los aportes de la persona en condición de autor” (p. 127). Según él, en este tipo de crítica “el texto interesa menos que el escritor; no goza de autonomía; no tiene un estatus independiente. Es solo un producto del talento y la creatividad del autor.” (Ibíd.) Pero Matos Moquete reconoce que el modelo seguido por Henríquez Ureña –el de la primacía del autor–, aunque es categórico como punto de vista, está “lleno de matices, de inflexiones, contrates de informaciones e ideas que aportan diversas posibilidades de interpretación.” (Ibíd.) Quizá sea el último párrafo de la ponencia de Matos Moquete el que autoriza a Rosario Candelier a creer que el ponente es un hermeneuta. El ponente niega que los textos críticos de Henríquez Ureña sean “académicos, ni exhibición de su extensa y densa erudición, del amplio conocimiento y del dominio especializado que poseía en múltiples disciplinas humanísticas (…) ni se limitan a decir cosas, a emitir juicios sobre obras o a exhibir conocimientos y manejo de métodos de análisis e interpretación de la literatura”.

Matos Moquete los reduce a simples “ensayos literarios” (…) que “revelan ante todo al humanista, al escritor y al pensador, al sabio. La factura de esos escritos es la misma que la de sus ensayos fundamentales.” (p.128). He aquí el último párrafo: “Son textos literarios por sí mismos, ensayos literarios, por el estilo lúdico, ameno, depurado, elegante, y por las ideas trascendentes que comunican sobre los autores y las obras.” (Ibíd.). Es un párrafo conciliador. El ponente reconoció que la noción de autor en el discurso de Henríquez Ureña interesa más que la de texto. Esto convierte su análisis literario en estilístico, es decir, en un primado del contenido. Por eso Matos Moquete advierte que su estilo es “lúdico, ameno, depurado, elegante”. Son indicios de contenido, no de forma-sentido, de ritmo, pues el discurso de Henríquez Ureña es deudor de la teoría del signo. Matos Moquete realiza una descripción del estilo literario del crítico, pero no especifica si comparte los adjetivos de tal descripción. Al existir confusión entre los rasgos del discurso de Henríquez Ureña y los del analista, Rosario Candelier se aferra a esa terminología de la última frase del ponente para concluir en que es hermeneuta y exegeta. Nada es inocente en el lenguaje, y menos las palabras en el discurso. La última frase autoriza a Rosario Candelier a reafirmar su ideología: “y por las ideas trascendentes que comunican sobre los autores y las obras.” Aunque en la doxa se usa el término “trascendente” como sinónimo de “importante”, el peso mayor de esta noción es metafísico y la metafísica vence a quien concilia con ella. La metafísica es ciencia del más allá, de lo que no se conoce y es imposible de conocer. Un texto literario es una práctica que está en el más acá. No se juega impunemente con las palabras. De ahí la recuperación de Matos Moquete emprendida por Rosario Candelier.

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AREÍTO

Sábado 11 de enero de 2014

Viaje por la historia

HOY

Trujillo aprendió a espiar con losgringos

Arturo Logroño

Fabio Fiallo en prisión

Juan Francisco Sánchez

Félix Evaristo Mejía

Gustavo A. Díaz

Américo Lugo, joven

S

ÁNGELA PEÑA/ A.PENA@.COM.DO

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i Trujillo fue hechura de los norteamericanos, de ellos aprendió la actividad secreta del espionaje. Pocos dominicanos conocen unos expedientes confidenciales que llevaban los marines en los que anotaban el más intrascendente detalle de la vida y los movimientos de las personas que los enfrentaron durante la ocupación militar de 1916-1924. Están en el Archivo General de la Nación. Cada informe revela que los interventores superaban al dictador dominicano con agentes que penetraban inadvertidos a los hogares, redacciones de periódicos, parques, restaurantes, clubes sociales, teatros, puertos, casinos, oficinas eclesiásticas, bufetes de abogados, la justicia, mítines y viajes. Por ese Fondo no solo se puede conocer la oposición y el patriotismo de los nacionalistas y de honorables que fueron amigos de los intrusos sino el discurrir del Santo Domingo de entonces, lugares emblemáticos ya desaparecidos, las calles con sus antiguos nombres y biografías completas de los opositores que con tal vehemencia defendieron la soberanía. Los informantes conocían por qué determinado medio de comunicación no publicaba específicos artículos, quién los entregaba a los editores, cuáles rotativos eran adversos o tenían ligera simpatía hacia los oficiales. Definían hasta el temperamento de cada reportado como contrario a ese gobierno impuesto, y describían el origen de vocablos propios del pueblo, como Concho Primo, porque en esos años se usó repetidamente como protesta a su presencia la expresión: “¡Viva Concho Primo!” o “¡Las tropas norteamericanas están saliendo y Concho Primo está volviendo!”. Es probable que alcahuetes dominicanos a las órdenes de los norteamericanos fueran los redactores de estas notas escritas en un inglés de pocas palabras, por algunos pormenores que los norteamericanos no hubiesen podido establecer. ¿Cómo adivinarían quién era el autor de un escrito anónimo por su estilo? Un informe dice: “El Listín Diario recibió tres artículos con la palabra ‘Trinitario’ y no los publicó. A las dos semanas el o la autora los mandó a El Tiempo donde ahora están saliendo. El público los está leyendo cuidadosamente bajo el título ‘El plan de la hora’”. En opinión de los americanos ese era el estilo de Francisco Peynado o de Juan Francisco Sánchez, quienes según ellos violaban la Orden de Brigada Especial número 69. Porque buscaban cualquier pretexto para justificar atropellos. Entre las decenas de re-

Documentos confidenciales de la ocupación

portes sobre Fabio Fiallo hay uno en el que parecen motivar su apresamiento. “Fabio Fiallo, dominicano, de 53 años, un activo miembro del partido Horacista y miembro de la Junta Nacionalista, es de carácter violento. Escritor y poeta, en todo el mundo de habla hispana son conocidos sus trabajos”. Agrega que es un mordaz enemigo y que al llegar las fuerzas extranjeras pronunció un discurso a los pies de la estatua de Colón, en el parque del mismo nombre, en el que llamó a la gente a armarse en contra de los americanos. Señala que en la celebración de la Semana Patriótica en el parque Colón, Elpidia Gautier, una prominente muchacha de la sociedad, recitó un poema compuesto por Fiallo, “Los dos gigantes”, lleno de insultos al gobernador, al gobernador militar y a la bandera estadounidense. Significa que Fiallo y Américo Lugo eran en ese momento del personal de “Las Noticias” y publicaban artículos fieros contra la ocupación. Y todo esto, se afirma, “culminó con el arresto el 15 de julio” por haber publicado trabajos de Lugo titulados “La Semana Patriótica” y “Oídme todos”. En ese mismo informe se refieren a una carta de Fiallo a Lugo y Enrique Henríquez acusándolos de tener miedo por no asumir una actitud más agresiva contra los marines. La foto de Fabio Fiallo con uniforme a rayas recorrió el mundo. “Guerra segura”. Los norteamericanos investigaban los antecedentes de sus perseguidos, escuchaban todas las charlas y se infiltraban en reuniones. Es sorprendente como se refieren a asuntos tratados entre dos personas que consumían un trago en el Club de Artesanos, el Café Fausto, el Centro de Recreo o el teatro Colón de Santiago, el Casino de la Juventud o algunas residencias familiares. Iniciaron una serie titulada “Qué escucho en los cafés” que es un modelo de la estrecha vigilancia y gran capacidad de atisbo de estos gobernantes foráneos. En uno de ellos se cuenta todo lo que se comentó acerca del arresto de Pelegrín Castillo y las “pre-

suntas” atrocidades cometidas en el Cibao. En este dossier se aprecia la historia de patriotas cuya actuación en esos momentos no ha sido reconocida. Muchos datos no están firmados, solo dice “reporte de agentes”. Es interesante ver cómo muchos de estos nacionalistas que con tanta valentía defendieron la Patria, después fueron connotados trujillistas, como Arturo Logroño, entre otros. En una de esas memorias se expresa que durante el discurso de Arturo Logroño el sábado en la noche, Félix Mejía, dueño de una librería en la calle Separación, y muy antiamericano, Rafael Damirón, “el bien conocido vagabundo”, Augusto Catrain, “quien tiene un cargo en la oficina Meteorológica”, Miguel Guerra Parra, “un comerciante español” y Enrique Aguiar, “uno de los asesores del presidente Cáceres y otros del tipo de Damirón”, discutían sobre la situación política. Mejía dijo “que en cada ciudad del país se sembrara la semilla de la revolución” y llamó la atención de la audiencia cuando Logroño estaba hablando, como el último orador invitado”. Damirón fue atacado y burlado por los interventores. Siempre se referían a él atribuyéndole condición de vago y en una relación titulada “Boxer group” destacaron que su partido político era “cualquiera” mientras a los otros le colocaban “Legalista”, “Horacista” o “Jimenista”. Además ahí figuran con sus edades, ocupaciones, direcciones y filiación Américo Lugo, Pedro Peguero, Rafael E. Sanabia, Fabio Fiallo, Enrique Aguiar, Enriquillo Henríquez, José Pérez, Agustín Aristy, Arturo Logroño, Alejandro Mencía, Noel Henríquez, Luis C. del Castillo, René Fiallo, Gustavo A. Díaz y Félix Mejía. Américo Lugo preocupaba sobremanera a los marines. Este hombre, de 55 años, horacista, es de carácter excitable, irracional, abogado de alta reputación, escritor y poeta. “Es el de mayor propaganda contra la Intervención”, “más que todos los otros agitadores”, indicando los lugares donde “denuncia abusos y crímenes cometidos por los americanos”. Citan un encendido pronunciamiento de Lugo a marineros que arribaron al puerto en el barco argentino “9 de Julio”. Se ofrecerán otras entregas sobre estos secretos métodos de control de los interventores, quienes espiaban a Francisco Peynado en sus domicilios y visitas y escuchaban con atención a Lico Castillo, “quien dijo anoche” que estuvo con una comisión en La Habana y está esperando que se pronuncien los que están discutiendo la situación en Santo Domingo porque “si la propuesta de los comisionados no es aceptada, la guerra es cosa segura”.


AREÍTO

HOY

De señal a señal

Sábado 11 de enero de 2014

ROBERT DANDAROV TRASCENDENCIA Y NOSTALGIA VISUAL

DELIA BLANCO

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urante nuestra estadía navideña en New York nos reencontrarnos con Dandarov, pintor contemporáneo de Macedonia, en su taller de Brooklyn. Conocíamos su obra desde su primera estadía en República Dominicana hace unos quince años, invitado de la Escuela de Arte y Diseño de Altos de Chavón, de La Romana. Desde entonces su obra sigue confirmando la maestría y el duende con los que este artista mantiene una coherencia plástica, tanto en su lenguaje formal como en su discurso conceptual. La panorámica visual de este pintor es el resultado de una conjugación de vectores históricos y filosóficos que constituyen una convergencia de lecturas en las imágenes en las que siempre están presentes los códigos mitológicos e históricos que enfrentaron Occidente y Oriente en sus dogmas religiosos y políticos. Este artista, hijo de Bizancia, tiene un profundo sentido del humor y unas luces críticas agudas que le permiten colocar el diálogo en los tiempos pasado y presente, cuestionándolos hacia el futuro con una obra pictórica edificada desde el caballete con reflexión y meditación sobre la civilización y la condición humana. La pintura y el dibujo de Robert Dandarov nacieron frente a los iconos ortodoxos de las iglesias y monasterios que visitaba desde adolescente en su tierra nativa de Macedonia, país cónclave de la expansión del cristianismo en tierras balcánicas. El imaginario de este pintor se nutrió de las epopeyas de Alejandro el Grande, y de todas las leyendas épicas que enfrentaron Oriente y Occidente por imponer al mundo sus dogmas, y frente a tan intenso patrimonio cultural, él se empapó de lecturas y conocimientos para digerir todos los referentes, como un alquimista visual, que lo es. Es así como su pintura tiene un duende posmoderno que juega o coquetea con el surrealismo y el expresionismo, dependiendo del sujeto y del momento en que se ejecuta la obra. Dandarov refleja su apasionamiento por la civilización humana en sus lienzos, extendiendo con el óleo un gran dominio de las técnicas clásicas del dibujo y del tratamiento del pincel; es un artista de inspiración y de maestría con disciplina heredada de los maestros clásicos de la alta Edad Media y del Renacimiento. La fuerza de su obra consiste en mantener su producción con un trabajo permanente desde el taller, llevando su carrera en coherencia con su pensamiento ético y estético. El resultado es notable en el equilibrio constante del trazo y del pincel, es decir, del dibujo y de la pintura, como si el artista dibujara con el pincel las transparencias y las líneas que vienen de un trazo sutil y seguro que se impone como si el dibujo fuese una primera capa de pintura. Estamos frente a un pintor actual de trascendencia posmoderna que no niega las enseñanzas de Velázquez, de El Greco y de Go-

ya, sin desprenderse de la visión del mundo profano de Bosch y Brueghel. En los trabajos más recientes que ha presentado el papel es el receptáculo de sus sueños y fantasías, de sus angustias y de sus miedos, siempre presentes en la obra con un gran sentido sicoanalítico y crítico. Adán y Eva, según las creencias judía, cristiana y musulmana, fueron los primeros seres humanos (hombre y mujer) que poblaron la Tierra. Fueron hechos por Dios (Yahweh en el judaísmo y Alá en el islamismo) en el sexto día de la creación. Según la Biblia y el Corán, Adán fue creado primero, y Dios, al verlo solo, decidió que necesitaba una compañera que fue creada partiendo de una costilla del hombre. En la versión de Robert Dandarov, el origen del mundo se poetiza con el simbolismo de un zapato masculino agudo, clavando el mismo en el centro de un lecho, que puede significar tanto el sofá del paciente analizado como la cama del acto sexual, lenguaje discursivo que pone en evidencia el escenario dramático del amor… En otra obra observamos un referente visual a Kafka que mantiene todavía la humanidad frente a la mística o el misterio del nihilismo y de lo absurdo existencial. El distanciamiento, la óptica del artista separa los órganos del cerebro como para evidenciar que las emociones literalmente viscerales no pueden acudir al razonamiento, ni a la retórica. Estamos frente a una imagen visual reflexiva que existe desde la construcción de la civilización grecorromana. Esta serie excepcional de dibujos intervenidos

con pintura funcionan como secuencias reflexivas y meditativas sobre “la condición humana”, preguntas y cuestionamientos eternos que se mantienen desde la antigüedad. Dandarov es de los que piensan que el tiempo no existe y que la humanidad sigue con sus mismos cuestionamientos espirituales y filosóficos frente a la eternidad, insistiendo este artista-personaje, que ni la ciencia, ni la tecnología son respuestas al misterio del mundo, en este aspecto él se acoge y respeta la trascendencia de la metafísica y de la espiritualidad, ante todo. Profundamente pacifista, nos dice que mientras haya guerras y conflictos estaremos dominados por “la barbarie”, y nos extiende con firmes pruebas del conocimiento de la historia universal, que en términos de civilización humana desde el punto de vista filosófico y ético la humanidad no ha avanzado tanto… Añade, que no es pesimista, pero sí consciente y realista… Su espíritu profundamente eslavo lo conduce a expresarse con amplios despliegues poéticos, sobre todo, cuando habla de la belleza y del destino, los dos misterios de la existencia, nos dice “quien es un intenso amante del arte y de la literatura como propuesta de vida y opción de ella misma, por encima de su temperamento de alquimista del siglo XVI, sabe perfectamente responder a su propio siglo, llevando su pintura actual al escenario de la contemporaneidad, a través de figuras cinematográficas donde personajes como Madonna heredan de la voluptuosidad de las vírgenes renacentistas poniendo en evidencia una feminidad legendaria. Es a través del retrato que Dandarov ejerce la figuración muchas veces hiperrealista y en otras de un misterioso romanticismo sacado de las películas en blanco y negro de los años 50’s y 60’s. La nostalgia envuelve indiscutiblemente toda su obra. Nostalgia del que pierde su tierra de origen y nostalgia de quien la recuerda con un sonido de fado o tango detrás de un cristal en una tarde de lluvia. Así es la pintura más reciente de Dandarov, una cinta cinematográfica que escenifica y pone a dialogar el pasado con el presente, la ilusión con la realidad, la ternura con la violencia, el erotismo con la guerra y el amor con la barbarie. Cuando salimos de su taller, los vientos del canal del East River nos sacudieron con tanta fuerza que sentimos que salíamos de una exhibición de pintura contemporánea, donde indiscutiblemente la trascendencia con garbo y duende de la obra de un artista totalmente implicado en la trascendencia de la civilización humana y cuestionando las incidencias del destino individual y colectivo era real. En su obra o a través de esta, entendí o me permitió reafirmar que todavía en el mundo del arte del siglo XXI, Robert Dandarov es un artista que mantiene la fuerza de la “Gran Pintura” con un equilibrio exquisito del fondo y de la forma, de la realidad y del sueño.

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AREÍTO

Sábado 11 de enero de 2014

Papeles del Trópico

HOY

CIUDAD COLONIAL / SANTO DOMINGO EN EL CORAZÓN DEL HERRUMBRE, DESPERTAR DE NUEVO PEDRO SOSA

Catedral de Santo Domingo.

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CARLOS FRANCISCO ELÍAS

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enía la ilusión de conseguir entre sus páginas una sorpresa, lo acariciaba como un niño que descubre el nuevo esplendor del arco iris, sus matices de luces, “alguna vez sobre el arco iris“ reza la canción. Quería que al final de ese juego de prismas, en la dorada cubeta, estuvieran las páginas del libro que había llevado en mi viaje. Guardadito en la negra mochila trotamundera, perfumada de piel inocente y dulce, así lo tenía. Casi lo olvido, de regreso en pleno avión una corazonada me dice que eso azul, que brilla por la ventana, me sugiere la portada de Ciudad Colonial / Santo Domingo, libro de la autoría de Nelia Barletta y Francina Lama Berletta. Discreto, sin aspaviento de autoras, un simple diálogo desde el inicio nos orienta, explica y amplía las razones de la existencia del libro y punto. Las autoras, conocedoras de la fuerza absoluta de las imágenes, recurrieron a excelentes artistas para que por sus fotos hablaran de la cotidianidad en la Ciudad Colonial, lugar donde moramos dolientes y no dolientes de un espacio que alguna vez anhelo mejores consideraciones, todos los otros cuentos que a diario me venden, no me los creo, en homenaje a Don León Felipe: “que la cuna del hombre, la mecen con cuentos” … Salomé Ureña de Henríquez, fray Antón de Montesinos y Pedro Henríquez Ureña, estremecen con sus citas a lo largo de todo el libro, encuadran pensamientos, hacen la historia viva, repleta de contenidos apreciables. Este libro, su esfuerzo sutil y sentido me toca hondo, porque en el mismo las pretensiones alambicadas no existen, porque en el mismo la belleza silente de las imágenes fotográficas gritan conservación, piedad y sensibilidad. En el saquito canguro del air bus 300, delante de mí estaba el libro, desde las Islas Azores ataqué con fruición las notas interiores, escritas como si no quisieran llamar la atención, eran susurros escritos para un tema con muchas variaciones, paganinas coloniales style… Cuando entre pensamientos y láminas me vi envuelto, me derrumbé a pensar en el herrumbre, según definición de la llamada capa de óxido que lo cubre todo, esperando el alba de los mejores corazones, son corazones contra el herrumbre y el olvido, buscando alegres conciencias despiertas a tanta belleza detenida, cuyos gritos son audibles en las pupilas. Volando sobre Puerto Rico, ya casi de regreso, cada fotografía era una epifanía, vaya coincidencia, en Puerto Rico la fiesta de los

Foto de Amadeo Anselin

Reyes Magos tiene esa alegría jíbara que baja hacia su ciudad colonial, a golpe de sombreros de pavas, cuatros y tiples de 12 cuerdas largas, música y delirio. Había terminado el libro, me había sumergido en ese retrato, en esa vorágine de fotos vistosas y alta estética, donde los sueños y los deseos de los autores y autoras estaban consumados como una bella voz colectiva de texto y largas visiones, embadurnadas de paredes pintadas de vegetales helechos, sinfonía y trinos de patios húmedos y gatos huérfanos, como los viejos spiritual de New Orlean (“sometimes i feel like a motherless child”)… Mi ilusión del vuelo de regreso se había cumplido, desde mi ventanilla del avión en plan de aterrizaje miraba una tenue llovizna que deshacía el arco iris, en mis tibias manos, atesoraba Ciudad Colonial / Santo Domingo. Quizás falte ahora escribir el libro de los patios, trechos hermosos y coloridos, espacios únicos que moran en nuestras mentes y en las velas de nuestros insomnios, hojas lanceadas de números para la suerte que nunca llega, trúcamelos de viejos trazados de carbón blanquecino, huella de la vida y el tiempo en nuestra Ciudad Colonial. El libro, justo en el umbral del aire, me llevó al corazón adolorido del herrumbre, para despertar de nuevo, era una noche de epifanía, repleta de estrellas, las Islas Azores estaban lejos, ahora casi rozo mi mar turquesa, sueño en el dulce bostezo con mi Ciudad Colonial, mi estación terminus… (CFE)

Nota : Amanda Livoti, Manolo Rodríguez Vi-

Foto Manolo Vidal

dal, Ricardo Briones, Amadeo Anselin, autor de la foto de la portada del libro. Jaime Guerra, Nemanja Brankovic, Pancho Rodríguez y Ricardo Piantini, son los responsables del cuerpo fotográfico que conforma el libro Ciudad Colonial / Santo Domingo. Editado en el mes de marzo del 2012 por Nelia Barletta y Francina Lama Barletta, con prólogo de Hoyts Rogers.


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