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Areíto

Zona de la Cultura y de las ideas

www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 27.12.2014

PAUL JOHNSON

La magnífica máquina de Víctor Hugo

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Antonio Guzmán

Vivió y sufrió la soledad del poder Página 8

De la vida

“EN EL JARDÍN”

CÓMODA

ODILIUS VLACK

Al entrar a la sala de exposiciones de Arawak una aureola de sensaciones extrañas se hizo presente y se adueñó de mis sentidos: estaba bajo el dominio de las imágenes del lente portentoso de Parmelia Matos. Página 3

Vivir es una tarea incómoda, aparte de dolorosa. Hay demasiadas cosas que complican y dificultan este hecho esencial. El mundo suele ser un lugar hostil donde nos encontramos y enfrentamos. Página 6

Me sospecho que la mayoría de nuestros narradores han sido realistas por urgencias sociales, más muchas veces por requerimientos de una crítica autoritaria demasiado aduanera y funcionaria... Página 7

El espacio público desde la interioridad de Parmelia Matos

y la narrativa de ciencia ficción dominicana


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Sábado 27 de diciembre de 2014

Felipe González (Político, expresidente de España) El hombre no es un ente pasivo sino activo, influido por la naturaleza y que al mismo tiempo reacciona ante ella y la modifica. El progreso humano es el resultado de la acción constante, permanente, del hombre sobre la naturaleza en tenaz empeño de dominio

La magnífica máquina de VÍCTOR HUGO FUENTE EXTERNA

Por Paul Johnson

E

n lo posible se debería permitir que la naturaleza siga su curso. Esto se aplica a los viejos tanto como a cualquier otra cosa. Los hospitales no son crueles cuando desean liberarse de pacientes para los que no pueden ofrecer tratamiento y que simplemente están ocupando camas porque están decrépitos. Sometemos a los viejos a tratamientos médicos excesivos, manteniéndolos vivos, o vivos a medias, contra natura, a menudo contra su voluntad. Esto es porque la sociedad, oficialmente atea, trata a la muerte como su máxima enemiga, mientras que para los creyentes, la muerte, como cualquier otro acontecimiento natural en su tiempo y lugar debidos, es una amiga. Se debe permitir que los viejos mueran en paz y dignidad y encuentren la muerte dócilmente cuando llega a su hora. Setenta años es nuestra suerte, y debemos estar agradecidos si los disfrutamos plenamente y con buena salud. Todo lo demás debe considerarse una bonificación. Sin duda la bonificación puede ser muy valiosa. Me regocijo ante la buena fortuna de esa dama de noventa y dos años cuyos poemas están a punto de publicarse, por primera vez, en la Oxford University Press. Recientemente, en un crucero por los fiordos noruegos, trabé amistad con otra dama que celebraba sus ochenta y cinco años a bordo. Descubrí que compartíamos opiniones similares sobre muchas cosas, sobre todo el crimen, el castigo, el trato de los matones, la horca, etcétera. Es asombrosa la sensatez de los viejos en estas cuestiones. Y esta semana he celebrado los cien años de la madre de un amigo, una mujer que debe ser una de las pocas sobrevivientes, casi seguramente la única mujer que vio el servicio activo en la Gran Guerra. Vive felizmente a solas y es un deleite para sus amigos. Hay algo satisfactorio en los prodigiosos ancianos que, a diferencia de los niños, nos calman en lugar de irritar nuestros sentimientos. Buena suerte al viejo Gladstone, por ejemplo, por mantener el Imperio Británico en efervescencia por la autonomía irlandesa, a los ochenta y cuatro años, y al mariscal Radetzky, de quien se dice que engendró un hijo e inventó una nueva marcha cuando era nonagenario. Lejos de sentir repulsión, deberíamos encontrar aliento en esos ancianos. Cuando vivía en París en los años 50, un anciano me contó que, cuando era un niño de cuatro o cinco años, tuvo un vivido encuentro con Víctor Hugo, que entonces era octagenario. Sucedió antes de las seis de la mañana de un día de verano, en un viejo cháteau, en los tablones desnudos del corredor donde dormían los niños y las criadas. El niño, aburrido, se había levantado para explorar el castillo y se topó con Hugo, en bata y descalzo, que buscaba el dormitorio de una bonita criada a quien había visto durante la cena la noche anterior. El sol entraba por las ventanas cubiertas de telarañas, y ese barbado y viejo pícaro parecía un profeta transfigurado del Antiguo Testamento. Aferró la mano del pequeño, la apoyó en el miembro triunfalmente erecto y declaró: Tiens ça, mon petit, il parait que c'est tres rare a mon âge! Alors! Tu aurais le droit a dire a tes petits-enfants que tu as tenu á la main le machin de Victor Hugo, poete! La anécdota no refiere si Hugo fue recompensado por subir esa larga escalera, pero uno espera que sí. ¿Por qué? Porque hay algo esplendoroso en los ancianos que caen luchando. Como dijo Dylan Thomas: «La vejez debería arder y delirar al caer el día». Es muy distinto, en cambio, el afán de mantener con vida a los desconcertados, los imbéciles y los desamparados. Pero eso es lo que

Víctor Hugo

hacemos, cada vez más. El costo económico pronto será paralizante, cuando una de cada cuatro personas tenga más de sesenta y cinco años. El costo humano crece aún más rápidamente, pues la vida de los hijos maduros, sobre todo las mujeres, queda sujeta al cadáver jadeante de los padres, mantenidos en este mundo por una comunidad médica cuya filosofía no ha seguido el paso de su tecnología. Uso la palabra "filosofía" a sabiendas. Nuestra creciente capacidad para mantener a la gente, aun en lo que se denomina un estado vegetativo persistente, nos está obligando a reinventar la ética médica. Lamentablemente, el tema ha quedado en manos de los médicos mismos, que están cediendo, y de abogados con un gusto forense por la ética. Desde luego, son monitoreados por los teólogos, especialmente los judíos y los papistas, que tienen opiniones contundentes sobre el tema, que quizá sean acertadas a la postre, pero que se deben someter al más estricto escrutinio. Lo que nos falta es una investigación filosófica exhaustiva de la ética médica o, mejor dicho, un análisis filosófico sobre el cual se pueda construir un sistema ético práctico. Pero los filósofos profesionales ya no trabajan en ese campo. Una de las pocas que lo hace, la doctora Sophie Botros del Birkbeck College de Londres, me ha dado lecciones sobre este tema y comienzo a captar la inmensidad y complejidad de los problemas. Estos son acertijos reales, de vida y muerte, no los juegos de salón verbales que practican la mayoría de los académicos bajo el disfraz de la filosofía. Por ejemplo, aún no hemos sometido al análisis filosófico la ética del empleo o la desactivación de sistemas de soporte vital para personas que son incurables o se encuentran en estado vegetativo crónico, una de las zonas

escurridizas donde está trabajando la doctora Botros. Una solución acordada para este dilema se está volviendo más urgente, al aumentar, por ejemplo, nuestra capacidad para mantener con vida a víctimas de espantosos accidentes automovilísticos. Luego está el aún más dificultoso problema de asignar fondos para la investigación de enfermedades mortales. ¿Deberíamos adoptar una posición filosófica puramente utilitarista, donde las mayores necesidades de la mayoría constituyan, en orden numérico, el criterio de prioridad? Actualmente la cuestión suele ser determinada por los grupos de interés. Eso genera anomalías, incluso escándalos. Por ejemplo, se consagra un creciente porcentaje de recursos a lo que muchos consideran la infructuosa búsqueda de una cura para el sida. Da la impresión de que gastar dinero es la solución del problema. Muchos argumentarían que esos fondos deberían asignarse a métodos para tratar el mal de Parkinson, los males de las neuronas motrices u otras enfermedades espantosas, como formas del cáncer o enfermedades cardíacas, campos excepcionalmente fructíferos de investigación. Otros añadirían que, dado que los principales beneficiarios de una cura para el sida serían los homosexuales varones promiscuos y drogadictos, su prioridad es baja para la población en general. Pero por el momento, todos estos puntos están sometidos a discusiones airadas y no a la fría indagación filosófica. Al cabo, quizás, encontremos que la mejor solución es permitir que el mercado, como la naturaleza, siga su curso. Pero primero deberíamos debatir el asunto, decorosa, científica y filosóficamente. (Fuente: Portal ConoZe.com)


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Aporte

FUENTE EXTERNA

El espacio público desde la interioridad de Parmelia Matos

“En el jardín”

OFELIA BERRIDO

A

l entrar a la sala de exposiciones de Arawak una aureola de sensaciones extrañas se hizo presente y se adueñó de mis sentidos: estaba bajo el dominio de las imágenes del lente portentoso de Parmelia Matos. El pasado y el futuro entrelazados, convertidos en el presente fuerte y arrobador de aquel universo, sobrecogían. Las imágenes infantiles transmitían la experiencia de eones, condensadas en aquellos rostros de una belleza arcana, tocadas por la convivencia sutil de las luces y sombras de aquel espacio público convertido en íntimo. Una niña descalza parecía suspendida en el tiempo frente a un círculo de lapislázuli, juego inocente tendido a sus pies. Su mirada lejana, fuera de este mundo se expandía hacia el infinito. La relación biunívoca con el objeto tendido en el suelo sugería el regreso del ser en busca del objeto lúdico. Vida como círculo infinito, sin principio ni fin: manifestación de lo eterno, del padre y la madre convertidos en otros; vida eterna que se repite en el ir y venir del tiempo como las semillas de pinos que sirven de alfombra, se multiplican y se convierten en bosque. Círculo central del jardín, fuente de agua invisible que fluye como dador de vida. Tercio anterior, cuadrangular: Este, Oeste, Norte y Sur, confines del mundo. Sobre la amplia planicie central del jardín descansan los frágiles pies de la figura etérea, casi en trance; en aquel bosque encantado la tierra se oculta bajo la rugosidad blanda y suave, llena de matices de las hojas nuevas y viejas, de las yemas caídas que empiezan a alargarse en forma de las velas: verdes, grises, negras… Los centenarios árboles del espacio sagrado ocultan el tesoro de piel delicada y figura ligera vestida de bermellón. No hay sonrisa, los brazos extrañamente no buscan aprehender nada, solo caen inertes a los lados de un cuerpo joven lleno de antigüedad. Al fondo, la profundidad de los tiempos se asoma, silenciosamente, en los árboles que se extienden hacia las alturas, impresionantes en su capacidad de expresar la gran verdad de la naturaleza. La artista vela el fin del follaje y de las copas como si quisiera que el observador complete la obra con su mirada sobre lo insondable. Esta exposición nos muestra una fotografía de una intensidad que nos arropa y conmueve; nos turba e impresiona porque no sabemos de qué parte de aquel arte o de nosotros mismos surge todo aquel torbellino de emociones que despierta su contemplación. La obra de Parmelia Matos de Calventi abre puertas en nuestra mente y despierta ideas dormidas a través de símbolos que solo nuestro inconsciente reconoce. El mundo mágico del jardín donde todo es posible. El espejo donde la niña se ve en el lago ausente, pinceladas de surrealismo, la pequeña busca verse y solo se encuentra con lo ilusorio. Busca entenderse en una imagen que se rompe con facilidad. El espejo no

contiene nada, pura representación; no se afecta con la imagen ni la imagen con él. Tan ilusorio como la vida. La muñeca de trapo riendo sola recostada del árbol, recuerdo de tiempos vividos en la inmensidad de un presente vacío. Los brazos infantiles alrededor del árbol del pino, sin que se vea la figura, rememoran los árboles sagrados de la mitología del Antiguo Egipto donde Osiris se personificaba en un pino para enseñar el cultivo de las vides y los árboles frutales; o la de los celtas, visto como árbol benévolo que ayuda a descansar al viajero. Los elementos encuadrados: la muñeca vieja, sin ropa, desgreñada en una silla de guano en el marco del bosque: memoria suspendida a la cual se aferra el ser. De vuelta a escenas surrealistas que captan el instante, esta vez, el instante de un presente agotado: recreación de imágenes en el tiempo. Los interludios de la narrativa del discurso expuesto están llenos de la luz y color tropical: un impresionismo contemporáneo muy propio del estilo de Parmelia Matos donde el sujeto se diluye entre el paisaje del mundo. Descanso ejercido a través de la sinfonía de una flora ardiente e isleña. Es el sujeto que se disuelve en la existencia y luego, de vuelta al extraño surrealismo dominante en la exposición donde la lógica se extravía, donde lo objetivo queda transformado por las sutilezas de otros mundos. Ahí, la niña es la imagen de la eternidad; es una mirada al todo; estática y sublime, poco a poco parece convertirse en lo inmaterial. Ella es una mirada al más allá. Las imágenes que esta artista crea son poesía que resuena, imágenes antes que pensamiento, ser antes que hacer. Parafraseo a Pierre-Jean Jouve para decir que la poesía de Parmelia Matos de Calventi es un alma inaugurando una forma; rebasando sus orígenes, padeciendo en el éxtasis y en la pena y conservando la libertad. Por otro lado, Parmelia Matos subvierte la fotografía femenina del siglo XXI con una propuesta original: en un siglo donde la mujer busca liberarse del hogar para encontrar-

se a sí misma y convertirse en una profesional no atada a lo cotidiano… Parmelia se atreve a liberarse de los nuevos convencionalismos a través de la misma sublimación de la maternidad con una obra simbólica que surge de lo conocido para mostrar lo desconocido. Nos muestra lo no visto a partir de imágenes que se expanden y develan desde un mundo natural hacia lo misterioso y mágico. El arte como dador de experiencias nuevas y enriquecedoras. La idea que inspiró a la autora de esta exposición fotográfica surgió de la lectura de “Espacios públicos” del francés Michel Foucault. La curaduría estuvo a cargo del dominicano Carlos Acero Ruiz, director artístico de Photoimagen, presidente de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (ADCA/AICA) y vicepresidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). Así, veo apropiado que cerremos esta mirada de “En el jardín” con las palabras de Acero Ruiz sobre la exposición de Parmelia Matos de Calventi: "...En el jardín trata de un laborioso y bien articulado discurso, en el que se crean intersticios para la ficción y la realidad, para la ausencia y la presencia, para lo visible y lo invisible. Historias en la que la artista privilegia la fantasía en imágenes que nos remiten a una duermevela de la que no podemos despertar, por temor a abandonar estos espacios lúdicos, misteriosos y escenográficos. Un conjunto de fotografías de una esmerada y pulcra factura que contienen pausas y silencios que se comparten con memoria y olvido en un jardín, territorio cultivado de vivencias personales del que parece liberarse la artista. Esta veintena de imágenes, de una particular belleza, confirman la ascendente carrera de Matos en el panorama fotográfico dominicano, en el que la presencia de la mujer es constante significativa desde mediados de la década noventa, en el siglo pasado." Finalmente, debo confesar que soy la orgullosa madre de esta formidable artista que me permite ver nuevos mundos a través de sus ojos y su pasión por el arte.

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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do

Don Poppy Bermúdez, in memoriam

Encuentros

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iembro del comité organizador de la Asociación para el Desarrollo, Inc. (APEDI), en 1961, vicepresidente de su primera junta directiva y presidente en cuatro períodos entre las décadas de 1960 y 1970, J. Armando Bermúdez Pippa (Poppy) (1928-2014) fue una de las figuras claves en el desarrollo de la ciudad de Santiago con posterioridad al ajusticiamiento de Trujillo. Don Poppy participó en forma destacada en la creación del Instituto Superior de Agricultura, la Compañía Financiera Dominicana, Envases Antillanos, la Corporación de la “Zona Franca Industrial de Santiago”, la “Corporación Turística del Cibao, S.A.” (Cibaotur) y la Corporación pro Construcción del Aeropuerto Cibao. En el ámbito empresarial, su figura estuvo ligada a la J. Armando Bermúdez & Co., C. por A., empresa que recogía la tradición ronera iniciada por su bisabuelo, el inmigrante venezolano Erasmo Bermúdez Jiménez (1825-1907), padre de su abuelo José Armando Bermúdez Rochet (1871-1941), fundador en 1897 de la fábrica de licores “La Sin Rival” y que dio paso en 1927 a la “J. Armando Bermúdez & Co., C. por A.” y a la “Destilería del Yaque, C. por A.”, sociedades comerciales constituidas por Bermúdez Rochet y en las que participaron sus hijos José Ignacio, Aquiles, Domingo Octavio, Luis Francisco (Frank), Víctor Manuel (a) Tontón y Fernando Arturo Bermúdez Ramos. De ellos, Domingo (Dominguito) lo sucedió en la administración de esas empresas, asumiendo su dirección entre 1927 y 1967. Don Poppy era el mayor de los hijos procreados en matrimonio por Aquiles Bermúdez Ramos en sus enlaces con Pastora Luisa Pippa Calderón y Carmen Rosa Batlle Viñas; los demás fueron Carlos Alberto Bermúdez Pippa (Carlucho), esposo de Josette Mónica Polanco Zeller; Ilonka María Bermúdez Batlle, quien fue esposa de Fernando Henríquez Peralta, y Verónica de Jesús Bermúdez Batlle, quien fuera esposa de Radhamés Rafael Alvarez Marinelli. Por línea paterna era primo hermano, entre otros, de Erasmo Bermúdez Espaillat, asesinado en Santiago en 1961, víctima de un acto de represalia política, y de Sara Bermúdez Henríquez, esposa del excanciller Hugo Tolentino Dipp. Parientes suyos son también el arquitecto Eduardo Lora Bermúdez, nieto de su tío abuelo Cristóbal Bermúdez Rochet, y Marcelo Bermúdez Estrella, guerrillero junto a Manolo Tavárez Justo y nieto de su tío abuelo Manuel Bermúdez Rochet. Por la línea de su tía abuela paterna María Petronila Bermúdez Rochet, esposa de José María Cabral y Báez, resultaba pariente del empresario Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral; los hermanos Donald y Robert Reid Cabral, el primero integrante del triunvirato que gobernó el país tras la caída de Juan Bosch, y el segundo médico, cuyo nombre honra el hospital infantil de Santo Domingo; el dirigente empresarial Manuel Diez Cabral, nieto de José María Cabral Bermúdez; Petrica Cabral Vega, esposa de José León Asensio; María Amalia León Cabral de Jorge, directora del Centro León; Marco Cabral Bermúdez, notable jurisconsulto, esposo de Rosa María Tavares Batlle, y el joven cineasta José María Cabral González, nieto de Pedro Pablo Cabral Bermúdez. A la muerte en 1967 de Domingo Bermúdez Ramos, se acordó que don Poppy asumiera el relevo familiar en las empresas licoreras, el cual se extendió hasta 1991. Desde esa posición, proyectaría otras facetas de su bonhomía en múltiples ámbitos, que, ante su sentida muerte, hoy Santiago recuerda con respeto y admiración. Instituto Dominicano de Genealogía

MU-KIEN ADRIANA SANG

Por Edwin Espinal

Balance de

UN AÑO

Las experiencias vividas en el año que ter- Educación se le diera el 4%, pero tengo mis mina privilegian los sentimientos sobre la temores, como muchos otros. El volumen de racionalidad. Por eso las reflexiones que recursos que está manejando el Minerd es comparto en esta Navidad es lo que siento. muy alto y puede ser utilizado sin la racioLo que me duele. nalidad necesaria. Como muestra un solo Los amigos, familiares y conocidos, sobre botón: el estand de la Feria del Libro costó 18 todo jóvenes, que han decidido marcharse millones de pesos muy mal contados. Así del país o preparan sus hijos para que puemismo, creo en la tanda extendida, la he dedan desarrollarse en un país donde se recofendido, pero tengo temores y preocupacionozca el mérito, que una vida digna no sea nes: en un país con unos docentes tan deun privilegio y se respetan las leyes. Lamenficientes ¿qué le van a enseñar en las horas tar que ante la justificación de la partida so- adicionales cuando en las regulares lo que lo pueda apelar a los sentimientos, no a cerenseñan es deficiente? Creo que el Minerd tezas de que lo que añoramos, hoy carencias, debe tener un grupo de ciudadanos vincuserán realidad en un tiempo razonable. En lados a la educación, que ayuden al ministro vez de motivos para quedarse, se suceden los y a su equipo técnico a pensar. que inducen a la partida 4. He sido una de las que más ha atacado La conciencia de que la sociedad por la el Servicio Exterior Dominicano. No solo esque muchos hemos luchado no la vamos a tá mal preparado, salvo muy honradas exver. Y que es posible que nuestros nietos tam- cepciones, sino que es súper numerario. El poco. Los destructores de sueños parecen nuevo canciller tiene un reto grande. ¿Tenmás eficaces que quienes los construyen drá tiempo en los dos años que quedan? Sin desarrollo humano y fortalecimiento ¿Tendrá la valentía de enfrentar a los grupos institucional la pobreza se mantiene, la dede poder que pululan a su alrededor? No lo sigualdad aumenta, la exclusión permanesé. Lo dudo mucho. ce, las instituciones se pros5. Valoro muy positivatituyen bajo la preeminencia mente el trabajo del Mide la voluntad personal y lo nisterio de Obras PúbliCreo que en el país, que es exigible por derecho se cas. Para mí es uno de los las fuerzas más recibe como gratificación o ministerios más eficiendádiva conservadoras están ganando tes. La constatación de que el espacio social y político. A 6. Me molesta, me predominio del pensamienpreocupa, me intriga. to conservador, que se mani- pesar de que numéricamente ¿Sucumbirá Danilo Medison un puñado, saben hacer na a la presión existente festó desde el mismo momento de la Independencia, bulla, mucha bulla y tocar las para que se reelija? Yo esahora es mayor que antes, pero que no. Yo espero fibras más sensibles de los gracias a que el ejercicio del que sea el único y el pripoder ha mutado en conser- detentores de los poderes mer presidente que cumvadores a quienes proclama- políticos. Por eso escribí, en ple con lo que ha dicho: ban ideas liberales y discur“Yo solo necesito cuatro mi libro acerca de Ulises sos de modernidad. Y este años”. Francisco Espaillat, que el proceso no se ha dado solo 7. Las altas cortes han proyecto liberal sigue en algunos pocos, sino en bajado muchos peldaños siendo “Una utopía muchos para mí: TC, TSE, SCJ... Los esfuerzos, con logros inconclusa”. Tal es eso, que Creo que el interés polítinotables, de hacer confuso lo la utopía nunca llegará...” co ha primado en sus deque está claro; que se poncisiones. La imparcialidad gan trabas cuando lo que no ha sido su signo. conviene es dar facilidades. 8. Después de más de Lo que pasa con los dominicanos de ascen10 años engavetado y de negociaciones, el dencia haitiana y la regularización de los in- Defensor del Pueblo, una figura jurídica con migrantes es el mejor ejemplo: se dificulta mucha importancia en la democracia como ejecutar lo que es un mandato de la ley. Y no garantía de la defensa de la ciudadanía, nació pasa nada como un niño con enfermedad terminal. La honorabilidad es poco reconocida. La 9. El Gobierno prometió que reduciría la perversidad en la política se presenta como macrocefalia estatal. Todavía estamos espeéxito y en la economía como capacidad de rando. gestión y en ambos casos cuando la justicia 10. El próximo año será insoportable con debe actuar, dictamina un “no ha lugar” o las negociaciones políticas y los ataques enarchiva el expediente tre candidatos. Este país vive envuelto en una vorágine electoral que asusta, molesta y as adversidades nos deben mo- abruma. tivar a continuar. Aún con las iluHasta aquí un balance sucinto y muy persiones maltrechas, debemos evi- sonal. Sigo amando la vida. Sigo esperando tar que nos quiten la esperanza. que algún día la utopía se hará realidad. FiResistir es una forma de luchar. nalizo con esta canción que me encanta. No Rafael Toribio, 2014 nací en el 53, sino en el 55, pero me idenDesde hace más de 30 años mi esposo Ra- tifico fael Toribio, Toli, para mí, escribe el fin de Yo también nací en el '53 año una carta que más que de felicitación y jamás le tuve miedo a vivir. por las fiestas, son profundas reflexiones soMe subí de un salto en el primer tren bre el país y el mundo. Como puede evidenhay que ver en todo he sido aprendiz. ciarse en este breve recuento, hace un baNo me pesa lo vivido, me mata la estupidez lance interesante sobre los temas esenciales de enterrar un fin de siglo del país. Sus amigos esperan la misiva con distinto del que soñé. ansias, incluso algunos la coleccionan. Yo también quiero compartir mis reflexiones: Yo también nací en el '53. 1. Creo que en el país, las fuerzas más conYo también crecí con el "Yesterday". servadoras están ganando espacio social y Una tuve, sintiendo la sangre arder político. A pesar de que numéricamente son me abracé sabiendo que iba a perder un puñado, saben hacer bulla, mucha bulla y siempre encuentras algún listo que sabe lo tocar las fibras más sensibles de los deten- que hay que hacer tores de los poderes políticos. Por eso escribí, que aprendió todo en los libros… en mi libro acerca de Ulises Francisco EsYo también nací en el '53. paillat, que el proyecto liberal sigue siendo y soñé lo mismo que sueñas tú “Una utopía inconclusa”. Tal es eso, que la como tú no quiero mirar atrás utopía nunca llegará, y solo, como dice sé muy bien que puedo Eduardo Galeano, nos sirve para caminar. Siempre tuve más amigos 2. Evalúo como positivo la creación de las de los que pude contar veedurías ciudadanas a los organismos essé que hay varios malheridos tatales. Es una experiencia nueva que va toque esperan una señal…. mando forma, pero temo que una vez finaNo me pesa lo vivido, me mata la estupidez lice este gobierno desaparecerán como otras de enterrar un fin de siglo importantes e interesantes iniciativas. distinto del que soñé. … 3. Fui partidaria, lo soy todavía, de que a Cantado por Ana Belén

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CARLOS FRANCISCO ELÍAS

Papeles de cine

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Sábado 27 de diciembre de 2014

HOY

LA MONTAÑA (2013) DIÁLOGOS DE CINE EN LONDRES, SEMANA DOMINICANA EN EL REINO UNIDO 1- SU VIDA PARA EL CINE, POR EL CINE Y MÁS ALLÁ DEL CINE, PERO SIEMPRE CINE. O LO QUE ES LO MISMO CINE O MORIR!!! Londres apenas encendida, se animaba entre el frío y la lumbre de neón.

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l cine como una pasión esencial en la vida, te quita el prejuicio de lo que hay que ver, te afina la economía visual de la salud de los ojos, porque el buen cinéfilo ahorra ojos para ver lo mejor. Pero esa filosofía de cinefilia inveterada, a lo Humberto Frías (+) o Ángel Haché, no tiene remedio, es inconsolable, te coloca al borde de unos escalofríos que producen milagros: puedes mirar entre sombras tropicales y oscuridades de salas en resplandor, el rostro de Caín, Guillermo Cabrera Infante, quien en su Cine o Sardinas (*) nos maravilla con humor y amor, nos ofrece las mejores lecciones del sacrificio adolescente por el cine con un desborde de pasión adorable. El que ama ir al cine, aún, como un acto ritual de lo oscuro y gozoso, pese a las impertinencias de nuestras salas, que no es más que un analfabetismo que se adquiere en las academias de las telenovelas hogareñas, tiene un compromiso interior consigo mismo y sus emociones internas, esas que no narra a nadie pero sí elige con libertad a quien las va a narrar. Es un acto único, una forma de libertad que muchos desconocen, que nunca han vivido. Que nada es más oscuro en la noche del cine, como cuando la madrugada fílmica os invita a la mejor pantalla, al plano secuencia de algo que no queremos olvidar: la diva que llora mirando un cartel bajo la lluvia y sabe que, pese a su belleza, está frente a una soledad del futuro que no la redime. Entonces un fuerte sentimiento reflexivo nos sobrecoge, queremos salvarla como si fuera un familiar distante que de repente la pantalla nos colocara en situación difícil. Sufrimos. Una piscina simbólica se apodera de toda pupila sensible y melodramática. Gómez de la Serna, aquel gregero insigne decía: "Luego de cualquier llanto sublime, cualquiera se sopla la nariz", o lo que es lo mismo: todo el torrente de emociones tiene un húmedo destino nasal, conducto humano de un extraño cemento viscoso y pueril, que un ejército de otorrinos investiga sin cesar.(**) Me confieso presto a comer los viejos celuloides, cual espaguetis hechos de calamares con historias de rostros impresos, y no tengo más remedio que admitir que si veo hoy algunas series televisivas suecas y noruegas, en especial, es porque he descubierto que no han tenido más remedio que filmarlas en formato cine enlatado para pequeña pantalla, aquel bello misterio que ya hace décadas los brasileiros habían descubierto con sus telenovelas impecables y bien filmadas, no comparables jamás a bodrios infectos como las peruanas o las venezolanas, en sus mejores tiempos. Que dieron origen a sesudos análisis de comunicacionales, que al final nunca entendieron que las telenovelas eran un fenómeno que abusaba de la soledad y la pobreza espiritual en realidades de millones de seres humanos, que en esas historietas encontraban el alivio emocional, a cambio de ver unos comerciales cada ciertos minutos. Mi vida por el cine es lo que quiero significar, y en eso no pienso hacer de ningún tipo de concesión, especialmente en un país que se presta, con profunda ignorancia en el júbilo de lo cutre, a celebrar el mal cine como si fuera un mejoral de última hora, en botica casi cerrando... Tengo suficiente mundo recorrido y riesgos vividos, para ahora tener miedo a expresarme, nananina jonga, al mismo carajo la imbecilidad y la ignorancia que quiere vestirse de alegría fatua. A nuestra República Dominicana le falta mucho cine por ver, pero mucho cine por ver, para que de modo colectivo haya la mejor actitud hacia el mejor cine. Mirar lo mejor es una educación de los ojos y el gusto. Por eso me inventé el Primer Diplomado de Cine, experiencia interesante y calurosa, para una institución que todavía no descubre el valor del mismo, allá ellos, primera ad-

La historia del pico Duarte se alterna con la subida al Everest...

vertencia. Las carencias y la falta de mística por el cine como hecho que debe tener repercusión colectiva en la población se debe a que "unos genios" que nada tenían que ver con el cine, la Ley de Cine original la cambiaron "por unos dólares más" y entonces todo lo que es Animación Cultural Cinematográfica se fue a la misma mierda, porque así es la ignorancia fílmica, se aprende viendo clavazos en un cine provinciano, pioneros del Dominican Laundry Cinema. Proyecto de diversión del embrurecimiento a granel, eso inventaron y aprobaron. Habrá un largo trabajo que hacer, y serán necesarios largos debates, para que algunas cosas funcionen mejor, lejos de la autocracia cultural que este país padeció por casi una década, alejate satán emplumado... Todo esto pensaba en Londres, sentado en el Cine Curzon Soho Cinema, 99 Shaftesbury Avenue, London W1D 5DY, una sala de cine muy popular gerentada como criterio de cinefilia absoluta, ellos tienen su propia revista, de gran calidad y su universo único. Ahí para mi deleite también pude ver Ida (2014) de Pawel Pawlikoski, un milagro de imágenes.

2. LA MONTAÑA (2013), PRESENTADA EN LA SEMANA DOMINICANA EN LONDRES: CURZON CINEMA Un documental con líneas ficcionales. Especialidad del cine brasileño y español. La idea de la aventura en el cine que se hace en la actualidad en la República Dominicana normalmente no es muy bien entendida o, en su defecto, las películas cuyo objetivo final es el humor suelen estar mal escritas y salvo expresiones verbales tomadas del folclor de lo ‘dominican cotidiano’, nunca suelen reflejar el temperamento nacional, que existe y vive. Hago esta observación, porque en La Montaña (2013) de Tabaré Blanchard (Taba), en cambio, se respira un humor fresco cuya espontaneidad caracteriza el film. Si bien la película es promovida sobre la idea del heroísmo y el sacrificio de los dominicanos en la conquista del pico Everest, creo en todo caso que su valor natural como film es la gente que lo puebla y la unidad idiosincrática que los une en espacios de tiempos paralelos, en cada una de las historias que se narran. La historia del pico Duarte se alterna con la subida al Everest, debo confesar sin rubor que esa historia del pico Duarte hace el equilibrio y me fascina, por la autenticidad de su contenido y por el carácter franco y popular de sus noveles actores juveniles, Pompón, Jeffrey y Bombillo(***). En el caso de Pompón, es un personaje inolvidable. Lo que no quita relieve a la historia central: el ascenso al Everest y todas las peripecias de Iván Gómez, Karim Mella y Federico Jovine, en mi caso, que no amo el chauvinismo patrioteril, veo en la hazaña un reto individual, humano y trascendente primero y luego todo el ritual de la bandera, tarea que los protagonistas sienten como eje primordial de su misión. La película tiene buen ritmo y su feliz resultado es una conjunción interesante, según mi lectura: ambos grupos, los del Everest y los del pico Duarte (provenientes de Nizao), manejan el lenguaje común que los

identifica, por encima de las clases sociales a las que pertenecen, como personas que son de un mismo país, donde los giros y las ocurrencias lingüísticas, humor incluido, le asimilan a un mismo sentimiento nacional, ese es el valor esencial identitario de La Montaña (2013). Los dos grupos y sus historias se alternan, un efectivo montaje paralelo permite al espectador navegar entre estas dos bellas historias resueltas con inteligencia e instinto de narración visual. La narración del film no es la mejor, y si viera la cinta de nuevo podría identificar algunas pronunciaciones que no fueron revisadas, pero ello no afecta la visión general y optimista que tengo sobre la cinta. Pavel Núñez, en la música, puso su acento en el momento estelar al crear una versión de una melodía de Luis Días, recogida en el campo en los tiempos del Grupo Convite, me refiero a "Canto de hacha", de esa canción hasta el momento habían dos versiones memorables, al margen de la del mismo Luis Días, una de José Antonio Rodríguez hace años en Casa de Teatro y otra de Maridalia Hernández. La secuencia visual que acompaña esta versión de Pavel Núñez es magnífica, imágenes y canción dominicana hacen un fresco visual en una geografía nada tropical, el contraste entre el sonido y la cámara jugando con profundidades de campo entre nieve y cielo azul, son una apuesta estética ganada por la Montaña (2013), codirigida por Iván Herrera. Pensar una película, tener el acierto fotográfico, conseguir buenos actores y realizar un buen libro fílmico, es una tarea que pide seriedad y dedicación, La Montaña (2013) demuestra que en República Dominicana hay unos cuantos que respetan al público y toman este asunto del cine en serio. Esta película fue presentada el 27 de noviembre en el Curzon Cinema, en Londres, y creo e insisto en el tema, son de las películas que este país puede exhibir en las legaciones diplomáticas en el exterior, sin hacer el ridículo fílmico, deplorable... Un público inglés mezclado con esos dominicanos y dominicanas residentes en el Londres, colmaba la sala. El embajador, Federico Cuello Camilo, dijo unas palabras de bienvenida y al finalizar la cinta se inició un cine forum con el público que a ojos vistas, se interesó por el film. En la sala había un productor de la India (WWW.REPI TV), Raj Rajilal, visiblemente sorprendido por la hazaña de los dominicanos en el Everest y la calidad de la Montaña (2013). Enfrentando la lengua de Shakespeare, con la inseguridad que produce conocer una lengua leerla entenderla, pero no practicarla (hubiera preferido la de Voltaire o Balzac), Aralis Rodríguez, de la Embajada dominicana en Londres, me asistió por momentos en el conversatorio posterior al film, las gracias a ella, a sus compañeras Denise Bulos y Marlen Vásquez. Fue otra noche que el cine hecho en el país había conquistado. Creo en ese cine capaz de representarnos con talento verdadero, que conste, todo lo otro es insulto mental y basura no exportable. Entonces, Londres fue luego una fiesta, la noche fría se apagaba, misión cumplida. (CFE)

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AREÍTO

Sábado 27 de diciembre de 2014

Aporte

HOY

De la vida CÓMODA V

ivir es una tarea incómoda, aparte de dolorosa. Hay demasiadas cosas que complican y dificultan este hecho esencial. El mundo suele ser un lugar hostil donde nos encontramos y enfrentamos. A diario nos vemos obligados a luchar por la vida y resolver problemas de todo tipo, y esto no es nada fácil. El tiempo, la vida misma se nos va en cositas insignificantes y fastidiosas. Cuando elegimos hacer algo, nuestra elección nos compromete por entero. Sufrimos la angustiosa disyuntiva del éxito o el fracaso. La vida no es para nada un jardín de delicias. Y, sin embargo, hoy se pretende buscar el sentido de la vida en la comodidad. Esa pretensión falsa es el derivado de un largo proceso histórico. Durante los último siglos, la ciencia y la técnica se han empeñado en manipular la materia, dominarla y hacerla cómoda a nosotros. Los resultados de ese notable empeño están ahí, al alcance de la mano, y son bastante atractivos. Todo parece someterse al imperativo de la comodidad. Hay quien cree hallar el sentido de su vida en el confort y prefiere lo confortable por encima de todo. Hace de ello un valor supremo, como si no hubiese cosa más importante en el mundo, pero se sorprende de saber que, para otros, hay algo más entre el cielo y la tierra de lo que imagina su filosofía. El afán de confort ha contagiado por igual a las élites y a las masas de naciones y pueblos. Se ha convertido en el sentimiento de la Pelletier. De la vida cómoda. época. Está ligado íntimamente al pragmatismo. Se apela a la praxis, a la acción como porque pisa tierra movediza. Se mueve en un criterio último de verdad. La eficacia preten- terreno incierto, ignoto, en la incertidumbre de ser la norma de la verdad. Lo que cuenta o entre relativas certezas. son los resultados prácticos, finales, lo misQuien escribe o medita sobre la vida, mo en ciencia que en política, en moral que quien trata de perforarla en su misterio hasta en sociedad. La verdad del conocimiento re- lo hondo, sabe que la comodidad es sólo un side en la acción. Pero esta acción debe ser medio, no un fin en sí mismo, un medio que útil, eficaz y ventajosa. Este principio fun- le permite a uno plantearse cuestiones realdador de civilizaciones modernas me parece mente incómodas. No la desprecia de mabastante discutible, pues el confort –como nera tonta o hipócrita; al contrario, la aprebien muestra Ortega y Gasset– es sólo una cia, pero no por sí misma, sino como concuestión de gusto, una predilección subje- dición material para realizar arduos ejercitiva, un capricho de la humanidad occiden- cios y conquistar nuevos territorios. Todo tal desde hace algo más de tres siglos. Surge aquel que se preocupa en serio por el procon el nacimiento de la edad burguesa, del blema del existir aquí y ahora debe saber serespíritu burgués, y sabemos virse de la comodidad y que el burgués busca acomosus ventajas, pero sólo padarse plácidamente en el munra intentar llegar hasta las Impugnar el do y modificarlo a su antojo. profundas regiones ignopragmatismo Pero este afán de confort sólo tas del ser. Estas regiones posee valor relativo y no es su- utilitario de nuestro son ásperas y abruptas, perior a otros valores de la vida. tiempo no significa incómodas de transitar, Además, suele ser típico de impugnar el sentido pero transitarlas tiene alépocas pragmáticas y utilitarias go de osadía y heroísmo. como la nuestra, no una cons- práctico de la vida en La filosofía de vida tante de todas las épocas. La favor del puro pragmática, nada profunmoderna sociedad de consu- conocimiento teórico. da e incluso banal, ha sido mo ha potenciado al máximo No significa, pues, negar exitosa en nuestra época y ese afán y lo ha llevado a inha cosechado un éxito creíbles niveles de acceso y dis- la acción para afirmar la mayor al de otras filosofrute. Hoy basta con un simple contemplación”. fías. No obstante su éxito, impulso digital para acceder no creo necesario asumir su sólo a la mayor información disponible, sino crítica como principio de conocimiento, intambién al supremo confort imaginable. Es cluido su corolario ético, el utilitarismo. Ello el mundo puesto al alcance de la mano, des- supone la crítica seria del afán de confort de la comodidad del hogar, del automóvil o como ratio fundamental de nuestra “civilidel teléfono móvil. El afán de confortabili- zación materialista” (como gustan de llamar dad se ha erigido en principio e ideal de vida a la modernidad los cristianos). en la era posindustrial. Este afán es del todo Impugnar el pragmatismo utilitario de cuestionable. nuestro tiempo no significa impugnar el Ortega ha definido la filosofía como co- sentido práctico de la vida en favor del puro nocimiento del Universo o de todo cuanto conocimiento teórico. No significa, pues, hay. Pero este universo nos es completa- negar la acción para afirmar la contemplamente desconocido. Filosofar es entonces ción. Acción y contemplación constituyen embarcarse en o para lo desconocido como una dualidad permanente que desdobla tal, andar por “tierra incógnita”. Lo desco- nuestras vidas. Es claro que para vivir es innocido es el universo como totalidad, no co- dispensable cultivar un sentido práctico de mo porción o fragmento. La “terraincognita” las cosas y que esta habilidad nos ayuda a es ese terreno peculiar por donde transita la orientarnos en el mundo y resolver los agofilosofía. Si el filósofo se embarca hoy en y biantes problemas concretos de la existenpara lo desconocido como tal es porque ca- cia. También es claro que hay otras dimenrece de certezas sólidas, porque le falta un siones del existir. terreno firme en que apoyarse para andar, Hay quienes venden su alma al diablo pa-

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FIDEL MUNNIGH

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ra disfrutar de fama, riqueza y poder; hay quienes optan por vivir una vida frugal, austera, de espartano rigor. En la sociedad de consumo todo parece sacrificarse al imperativo del confort: tiempo –para los hijos, para la pareja, para uno mismo–, dinero, sueño, energías. Esta búsqueda afanosa del bienestar material hace de la vida cotidiana un incesante sufrir molestias e inconvenientes: filas, pagos, diligencias, embotellamientos, horas extras en el trabajo o el negocio. Tenemos que hacer esto y aquello y lo otro. ¿Cuándo logramos disponer de tiempo para nosotros mismos? ¿Cuándo podemos gozar de un momento feliz y pleno? Para acceder a un mejor nivel de vida y consumo, tenemos que trabajar hasta reventar. Y así deterioramos nuestra calidad de vida, vivimos peor y vivimos menos. Si meditamos bien en torno a ello, podemos descubrir entonces esta curiosa paradoja: para gozar de mayor confort, debemos trabajar más, pero trabajar más supone menos descanso y menos tiempo libre, es decir, menos tiempo para el ocio, menos bienestar espiritual. Esta mecánica absurda se repite sin cesar y reproduce toda una civilización fundada en el engaño. No rechazo la vida cómoda como tal, ni condeno a quienes la prefieren; tampoco glorifico la vida dura y áspera. Yo mismo reclamo cierta comodidad para poder escribir en calma estas líneas sobre la vida cómoda. Así que mal podría rechazar el placer que ella me ofrece. Tan sólo me rebelo contra la tendencia creciente a situar el confort por encima de cualquier otro valor vital. Pues si bien un mínimum de confort es necesario para pensar y crear, un máximum de confort no hace bien a la vida del espíritu (al intelecto o a la imaginación creadora), que debe acostumbrarse a las asperezas del vivir, sino que la vuelve indiferente e insensible. Porque la vida demasiado muelle es un narcótico para el espíritu y una anestesia para los sentidos: a aquél lo entontece y a éstos los embota. Todos la deseamos y vamos afanosamente tras ella. Sin embargo, hay que saber que nada realmente heroico o grandioso puede salir de ella, nada que eleve o trascienda el espíritu. No conozco obra ni acción memorable que no haya exigido grandes sacrificios. Nietzsche, el anticristiano Nietzsche, advierte que a un filósofo se le reconoce en que se aparta de tres cosas brillantes y ruidosas: la fama, los príncipes y las mujeres. Al apartarse de estas cosas, el filósofo se consagra a lo que llama“ideal ascético” de vida, ideal que ataca sin piedad.Ortega destaca el heroísmo intelectual como característico del filosofar. Coincido en este punto, con dos salvedades: que se incluya al saber trágico y que ese rasgo notable se aplique también al crear y al poetizar. Al llegar aquí remito al lector a las Escrituras. El joven rico del Evangelio de Marcos no se atrevió a seguir a Jesús. Quería seguirle, pero no estaba dispuesto a pagar el precio de tal seguimiento: la renuncia total a su riqueza y su entrega a los pobres. Marcos nos dice que aquel joven no siguió a Jesús porque era muy rico. En realidad, el obstáculo que lo impedía no era sólo la riqueza sino el bienestar que ella trae consigo. Como todo rico, vivía cómodo, tenía su vida hecha, segura, tranquila; gozaba de comodidades a las que no quería renunciar, ni siquiera por seguir al mismísimo Jesús. Seguir a Jesucristo era una exigencia demasiado dura, demasiado radical: significaba sencillamente dejarlo todo. Para el joven rico, eso hubiera supuesto no poseer ya nada, pues se lo habría dado todo a los pobres, soportar carencias y estrechez material, andar errante de pueblo en pueblo siguiendo al Maestro; en fin, sufrir infinitas incomodidades a las que no estaba habituado. Tenía la Vida, la vida plena y eterna a su lado llamándole a seguirla y la dejó pasar para siempre.


Literatura

AREÍTO

Sábado 27 de diciembre de 2014

Odilius Vlack Y LA NARRATIVA DE CIENCIA FICCIÓN DOMINICANA

L

EUGENIO GARCÍA CUEVAS

HOY

o frecuente al hablar de ciencia ficción es relacionar sus producciones textuales con mundos especulativos y poblados de seres extraterrenales y paralelos, viajes a través del tiempo, androides, robótica, mutaciones de seres humanos por medios artificiales, ciudades ficticias, el futuro de las sociedades humanas, formas de vida en otros planetas, viajes al espacio infinito, guerras intergalácticas, exploraciones a zonas geográficas desconocidas, monstruos, utopías sociales, ucronías, adelantos científicos y tecnológicos futurísticos y sistemas políticos totalitarios que controlan hasta el más mínimo meneo de sus ciudadanos, entre otros tópicos. Distinto a otros países latinoamericanos, en la literatura dominicana no hubo indicios de vincular nuestra producción narrativa de manera programática con una tradición de los momentos más notorios con el movimiento mundial de la ciencia ficción a partir de 1926. Si lo hubo lo desconozco y me declaro ignorante, porque como muy acertadamente ha escrito J. Ignacio Ferreras: “Ningún crítico lo ha leído todo, ningún crítico puede leerlo todo, ningún crítico podrá nunca leerlo todo”. Vista desde ese plano todos los que hablamos de libros o los que hacemos de críticos o comentaristas --ya sea ocasional o frecuentemente-- andamos sino cojos, al menos medio cojos. En nuestra narrativa ha imperado el efecto del reflejo condicionado al equivalente del referente empírico externo. Parecería que lo que más nos ha gustado es la fotografía cruda y sin efectos especiales. Ello se explica porque en nosotros la literatura ha tenido una función más instrumental que ninguna otra cosa, supeditada a la formación, el moralismo, la denuncia, la militancia política, el memorialismo, las luchas y las reproducciones ideológicas, las recreaciones históricas y las tensiones sociales-personales. La narrativa dominicana ha sido obsesivamente realista y social hasta lo melancólico. Por ello en nuestra narrativa si nos vamos en fuga es a una isla o a un continente cercano, pero jamás nos marchamos a otro planeta en una nave inventada por un científico dominicano formado en la UASD o en la UNPHU. Si nos invaden son los haitianos o los americanos, jamás los de otras galaxias y mucho menos los chinos o los chiitas. Se prefiere que los pobres ilegales naufraguen en el Canal de la Mona rumbo a Puerto Rico y que sean crudamente devorados por los tiburones a que un ingeniero de minas dominicano --excomunista y graduado en Rusia-- diseñe un túnel por debajo del Canal de la Mona para llegar a Puerto Rico y mucho menos encontrar a otro ingeniero oriundo de Nagua o de Miches que levante un puente portátil, con la ayuda de los militares, para cruzar ese mismo mar hambriento de desheredados. Aunque no estoy recriminándole nada a nuestra narrativa, porque de hecho más allá de que escriban bien, no hay que exigirles nada a los escritores, reitero que el grueso de nuestra narrativa ha sido tímida en tomarse grandes riesgos espaciales, temporales y ucrónicos. Me sospecho que la mayoría de nuestros narradores han sido realistas por urgencias sociales, más muchas veces por requerimientos de una crítica autoritaria demasiado aduanera y funcionaria, aunque muchos de sus aduaneros no siempre funjan como funcionarios estatales de nada. Pero no nos confundamos: el realismo positivista y naturalista no cancelan la imaginación, necesaria para cualquier modalidad literaria que se asuma. En cuanto a lo fantástico, lo maravilloso y el llamado realismo mágico, sí son presencias incuestionables en nuestra narrativa,

como lo documenta Bruno Rosario Cande- Duvergé”, “Pedro Santana”, “Vicente Noble”, lier en La imaginación insular (1983). En la “Junta Central Gubernativa”, “río Ozama”, línea de las ciencia ficción habría que men- “Fray Antón de Montesinos”, “Rafael Leónicionar a Enrique Tarazona, hijo (“La gloriosa das Trujillo”, “Edna Garrido de Bogg”, “Mafecha en que Marx fue convertido en Ganí- nuel Arturo Peña Batlle”, “Invasión de Cayo medes”) y a Pedro Peix, específicamente con Confites”, “Vela Zanetti”, “Prats Ventós”, “mar su monumental novela “El clan de los bó- Caribe”, “Av. George Washington”, “Macorís”, lidos pesados” (2010) desafortunadamente “cacicazgo de Maguá”, “Villa de Azua”, “capoco comentada y leída como novela rea- cique Caonabo”, “Batey”, “Pueblo Viejo”, lista, cuando en justicia se trata de una im- “Batalla del 19 de Marzo”, entre otras refeponente, transgresora y novedosa experi- rencias históricas, corroboran no solo una mentación narrativa que muy bien se puede gustosa y amena intextualidad sino también leer coherentemente como texto especula- una coherente narrativa especulativa con tivo o de ciencia ficción. Ello, porque además marcas y aroma dominicano. de lo lingüístico y lo gráfico que la organiVlak quebranta y desobedece conscienzan-desorganizan morfológica y sintáctica- temente la línea tradicional de la narrativa mente crean un mundo alterno de posibi- dominicana y se lanza a construir otro munlidades interpretativas y significativas in- do posible basado únicamente en la ficción. mensas. Sus ingredientes y piezas para lograr cocinar Ahora bien, en cuanto a un programa de sus narraciones evidencian que tuvo que escritura orgánico orientado a la ciencia fic- apropiarse, a través del estudio y de muchas ción se refiere lo más representativo en lo lecturas, de las poéticas de la ciencia ficción. que va de siglo XXI es el proyecto de Juan En sus textos nada es casual, se trata de un Julio Ovando Pujols (Azua, 1976) quien pu- diseño bien pensado y digerido sistemátiblica bajo el seudónimo de Odilius Vlak. Si camente. Su trabajo no tiene nada de forno menciono al escritor puertorriqueño re- tuito, en su praxis de escritura hay un prosidente en Santo Domingo Pedro Cabiya es grama y una agenda puntual. porque todavía nosotros, los cubanos, doEn cuanto a la divulgación y circulación minicanos, puertorriqueños, etc., seguimos de sus textos, Vlak tuvo que recurrir en prinaferrados a las identidades isleñas, cuya seña cipio a la publicación digital y apostar a un determinante sigue siendo el lugar de na- lector virtual-mundial. Su primera publicacimiento. Quizás algún día esquizofrénica- ción en soporte de papel (Crónicas de Oumente hablando seamos reconocidos como boros) acaba de ser lanzada en Puerto Rico dobles, triples y otras multiplicidades y nos por la editorial La Secta de los Perros que reconozcamos simplemente como “leños” dirige el escritor Rafael Acevedo. Es difícil sade isleños y sin “anos” de cubanos, domi- ber qué recepción, si alguna, pueda tener al nicanos y haitianos y sin “queños” de puer- interior del campo crítico dominicano una torriqueños. obra narrativa como la que oferta Vlak. Odilius Vlak ha asumido programáticaMe temo, sin embargo, que las obras de mente una poética que se apociencia ficción que se esya en la ciencia ficción o litecriban y se publiquen en ratura especulativa como norte República Dominicana Vlak quebranta y y sus textos, especialmente corran el riesgo de ser leídesobedece “Descarga de meteoritos en la das por el sector de la críbatalla del Diecinueve de Mar- conscientemente la línea tica más intransigente zo” y “Juegoedrox platónicos”, tradicional de la narrativa con lo nuevo como textos entre otros, son el mejor ejem- dominicana y se lanza a alegóricos, hijos de un plo. La erudición suya, el marealismo mal asimilado, nejo de tiempos y espacios su- construir otro mundo pasmado, ignorante e inperpuestos y la revisión de al- posible basado digno. Ojalá me equivogunos mitos fundacionales del únicamente en la ficción”. que porque en contraste archivo de la identidad domicon la primera, al interior nicana en sus conexiones con una cosmo- del campo crítico literario dominicano tamgonía-antropológica e histórica, entre otras bién hay un sector minoritario abierto a lo instancias significativas, trastocan puntos novedoso e innovador a tono con las maclaves del imaginario nacional y plantean nifestaciones artistas y literarias más impuuna redefinición y actualización radical de la ras-contaminadas, diversas, retadoras y pronarrativa dominicana y de ese símbolo di- vocadoras que cada vez más demanda un fuso que todavía seguimos llamando domi- mundo de mayores aperturas receptivas. nicanidad. Más allá de la incipiente e ingeniosa praPero muy a pesar de sus aspiraciones re- xis narrativa de Odilius Vlak, que es la que ceptivas extraterritoriales me parece que conozco, debemos dejar claro que el hecho Vlak, si muy bien por un lado cumple lo pri- de que nuestro país no tenga una tradición o mero; la ciencia ficción que escribe no es- un corpus narrativo de ciencia ficción eso no capa paradójicamente a los matices de su se traduce en que nuestra literatura sea indominicanidad, algo que es normal. Esto ferior a otras literaturas. De hecho no lo es. que indico fulgura en el manejo del español En términos literarios lo único que esa audominicano y el juego, a veces irónicos, con sencia revela es que tal vez, salvo los casos personajes y acontecimientos históricos aislados, la ciencia ficción no le hizo falta considerados sagrados en el archivo de la hasta hace poco a la literatura dominicana. identidad y la historia dominicana.“Descar- Yo no lo sé. Pero ya la tenemos y lo que nos ga de meteóricos de la batalla del 19 de Mar- corresponde como lectores es recibirla, conzo” me parece subversivo y demasiado rea- sumirla y determinar su calidad. Creo que lizado. Como lector ha sido uno de los relatos con esta experimentación programática, sismejor logrados y provocadores a los que he temática y metódica por parte de este tatenido acceso en los últimos tiempos. lentoso joven que se ha autonombrado coPalabras, expresiones, nombres de luga- mo Odilius Vlak y otros que se nuclean a su res y personajes históricos tales como “ofréz- alrededor la narrativa dominicana entra y se come”, “mangulina”, “galipote”, “sancocho”, expande conscientemente hacia una zona “mangú”, “a pedrá limpia”,“capicúa”, “trúca- que en vez de debilitarla lo que logra más melo”, “macuto”, “turpenes”, “chivo”, “chichi- bien es diversificarla y fortalecerla. gua”, “chata”, “la porra”, “gato entre macuto” (Compendio de la conferencia ofrecida en “Azua de Compostela”,“Papá Liborio”, “Héc- el Congreso de Ciencia Ficción y Literatura tor Díaz Polanco”, “Los trinitarios”, “Antonio Fantástica en el Caribe Hispano, llevada a Sánchez Valverde”,“Eduardo Brito”, “Fradi- cabo los días 3, 4, 5 de octubre de 2014, UPR, que Lizardo”, “Flérida de Nolasco”, “Antonio Puerto Rico)

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AREÍTO

Sábado 27 de diciembre de 2014

Viaje por la Historia

HOY

ÁNGELA PEÑA A.PENA@.COM.DO

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ANTONIO GUZMÁN

Vivió y sufrió la soledad del poder

Antonio Guzmán Fernández se sintió muy afectado por unas declaraciones de Salvador Jorge Blanco, candidato electo en las elecciones de 1982, afirmando que iba a reprimir y llevar a la cárcel a los funcionarios de su gobierno que se enriquecieron, que los iba a acusar de corruptos. Eso lo deprimió y pienso que fue determinante en el suicidio”. Franklin Domínguez, director de Información y Prensa del gobierno de Guzmán, quien hace la aseveración, vivía conmovido por la soledad que, según él, acompañaba a este mandatario “reservado y comedido”, cuyos colaboradores apenas le visitaban. Él era quien lo veía cuando entraba al despacho a llevar invitados, diplomáticos, periodistas, fotógrafos y otros interesados en conversar con él. “Pero nunca hablábamos”, señala. Dice que sus ministros más cercanos eran Milton Ray Guevara y Lorenzo Sánchez Baret, “y se encerraban en sus oficinas y yo en la de Prensa. ¿Qué sensación podíamos tener de lo que le sucedía?”. Agrega que Guzmán solo contaba con sus hijos Sonia y José María Hernández, porque “los Sánchez Baret aparecían cuando querían”. Confiesa que se sintió desalentado al tener que dejar el cargo para ir a ocupar la dirección de Bellas Artes, porque su sustituto, Bruno Pimentel, “no tenía con él la presencia permanente que yo le prestaba”. Antonio Guzmán, Jacobo Majluta y Leonel Fernández fueron los últimos hombres de Estado con quienes trabajó Franklin aunque sus relaciones con Majluta fueron de candidatos políticos, cuando Franklin aspiró a la presidencia de la República por el Movimiento de Conciliación Nacional. Jacobo le dejó un ingrato recuerdo de esa experiencia. Con don Antonio viajaba en helicóptero y le acompañaba en sus residencias de Santo Domingo y Juan Dolio donde cuenta que se retiraba su hija los fines de semana a responder la correspondencia oficial. “Me llamaba con cierta frecuencia para contarme algo, con él conseguí que llevaran la línea telefónica a Villa Mella”, donde vivió Domínguez hasta hace poco. Dice que el Jefe de Estado “era un hombre siempre bien recibido, muy puntual, pero su soledad era evidente”, reitera. Afirma que ni su propia hija entraba al despacho con esa asiduidad. “Tanto es así que un día me mandó a decirle que quería verla”. Sin embargo, asegura que el gobernante gozaba de mucha simpatía y que durante su gestión “el cambio se notaba”. Pero el Palacio, añade, “lucía desierto por las tardes, los funcionarios no asistían, el único que estaba con él era yo, por eso se le notaba esa sensación de vacío, quizá sentía que con tantos servidores y ninguno a su lado”, exclama. Narra que una tarde se presentó un ejecutivo de la embajada norteamericana y no había traductor y él debió servir de intérprete. “En una ocasión vi en la prensa una foto de él y llamé inmediatamente a mi secretaria, Jeanette Friesner, para preguntarle qué le pasaba pues lo vi muy avejentado”. Llegó a preguntarle a Guzmán Fernández si le ocurría algún percance “pues lo veo muy deprimido, lo noto raro”, le dijo, y el gobernante apenas contestó: “Nada”. “Comprendí, añade, que la soledad hacía que se sintiera desarmado”. Franklin habla de Guzmán Fernández como un hijo angustiado, convencido del padecimiento de su padre sin poder ayudarlo. Hasta él llegaron hablillas y rumores supuestamente causantes de la melancolía del mandatario pero solo los comenta sin asegurar que fueran ciertos pues no cuenta con fundamentos o evidencias. Lo define como “un hombre bueno, sano. Lo acusan de que bebía alcohol y yo nunca lo vi con un trago de licor ni en Juan Dolio ni en los actos públicos, inclusive, yo les observaba a los guardaespaldas que tenía el vaso vacío. Nunca lo vi embriagándose”. Destaca el gran deseo que tenía de ayudar a su país, su amplia visión de la política, su espíritu democrático, “respetuoso con los demás, de mucho carácter y decisiones firmes”. “Era inteligente, aunque muchos decían que no, porque hay quienes confunden inteligencia con cultura. El inteligente no necesita mucha cultura ni educación sino ac-

PEDRO SOSA/FUENTE EXTERNA

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Nunca vi a don Antonio embriagándose”

Franklin Domínguez, Monina Solá, Leonel Fernández.

Franklin, junto a otros funcionarios, es juramentado por Antonio Guzmán.

Doña Renée Klang, Primera Dama, es saludada por Franklin. Figuran también Jacobo Majluta y Antonio Guzmán, entre otros. Afiche que promueve la candidatura de Franklin a la presidencia.

tuar con sentido amplio de justicia, tomar decisiones equilibradas y actuar como él lo hacía, lleno de buena voluntad, incapaz de hacer daño”. LEONEL Y JACOBO. Franklin fue director de Bellas Artes en cinco ocasiones, incluyendo los gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina. Cuando remodelaron el edificio de esa dependencia Fernández le comunicó: “Usted es el hombre para esto”, “pero me

destituyeron por un problema con Ligia Amada Melo”. Años después Leonel lo repuso con las mismas palabras: “Usted es el hombre para esto”. Ahora está jubilado. Estuvo ligado al PLD a través de alianzas con su Movimiento de Conciliación Nacional. Ha firmado pactos “con Juan Bosch, Lidio Cadet, Danilo Medina…”. Dice que se deben a la cercanía que tuvo con Bosch desde 1963. En los gobiernos peledeístas, “pude nombrar alguna gente, todavía hoy tengo reconciliados en el gobierno como resultado de esos arreglos”. No obstante, no se ha enriquecido ni utilizado el poder como influencia, significa. Vive modestamente. “Me dicen: ‘pendejo, con tantos presidentes que has trabajado y no te has hecho rico’. Se verá pedante pero nunca saqué ventajas, eran sueldos pequeños y lo poco que he conseguido ha sido por mi propio esfuerzo”. Jacobo Majluta es la nota discordante en sus exitosas experiencias con figuras públicas. “Yo era muy amigo de Ana Elisa, su esposa, que era prima de Camilo Carrau”, gran actor a quien Franklin estuvo muy unido. Relata que cuando Majluta y Peña Gómez tuvieron conflictos Jacobo se le acercó y en una cena en su residencia de Arroyo Hondo acordaron que este iba a ser el candidato del MCN. “La Pina 207 se abarrotó de majlutistas inscribiéndose en el MCN, había tal revuelo que la gente se preguntaba qué estaba pasando… y sorpresivamente sale Majluta fundando el PRI, no hubo ninguna comunicación, nada. Fue un gran error, pudo quedarse con el PRD o ser proclamado como candidato del MCN, pero creo que debió seguir peleando la candidatura del PRD y ser de Conciliación, ya había muerto Jaime Manuel Fernández”. Franklin terminó siendo candidato del MCN después que una convención celebrada en el cine Max fue declarada nula por la JCE y depuesto José Attías Juan, que fungía como cabeza. “Surgí yo como presidente del partido y me juramentó la Junta. Attías cometió el error de querer sacar a los hijos de Jaime Manuel de la organización”. Empero, Franklin considera que Jacobo “fue un candidato fuerte que pudo haber sido un gran presidente”. Para él, Majluta ganó las elecciones de 1986. “Tenía los votos a su favor pero hubo una maniobra de las que siempre se acusaba a Balaguer para quedarse con el poder”.


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