Areito pdf

Page 1

Areíto

Zona de la Cultura y de las ideas

www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 12.04.2014

Decir lo que se sabe vs. saber lo que se dice Pág 5

LA OTRA UASD, la de mis aulas

Pág 3

La pintura china o la poesía sin palabras

Encuentro con MIGUEL PHIPPS

SEMANA SANTA en República Dominicana: fe, cultos y tradiciones

Buscando materiales para este trabajo comprendí con humildad, y me avergoncé de mi ignorancia, que la pintura china es una verdadera poesía sin palabras...Página 4

En medio de torbellino, de la confusión de lenguas bíblicas, ¿dónde, en qué lugar nos encontramos, con Miguel Phipps? Este petromacorisano nacido en el ingenio Consuelo...Página 8

La Semana Santa inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Pascua. Durante ese tiempo, los católicos viven el triduo pascual: pasión, muerte y resurrección de Cristo. Página 7


HOY

AREÍTO

Sábado 12 de abril de 2014

Zona Areíto Areito

2

Octavio Paz (Poeta,ensayista) En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación

LIBROS

SOLO EN CINE

MIS MEMORIAS

Raúl Pérez Peña (Bacho) tiene una vida dedicado a la escritura. Unas veces como propaganda y casi siempre como periodista. Este libro “Solo en Cine”, recopila 240 de los muchos artículos publicados por Bacho en los últimos 20 años. Buen testimonio de su laboriosidad periodística.

Estas son las memorias del doctor Alejandro A. Asmar Sánchez, un hombre extraordinario que ha dedicado su vida a los deportes, principalmente al béisbol, al ejercicio del Derecho, a la dirección del Club Deportivo Naco y a sembrar amistades. Aquí se desgranan 84 años de vida intensa.

_ _______________________________________________________

_ ______________________________________________________

LA NOCION DE PERIODO EN LA HISTORIA DOMINICANA El Archivo General de la Nación ha puesto a circular esta magnífica y polémica obra histórica de don Pedro Mir, en tres tomos. Es el Mir historiador que emprendió esta labor de ofrecer su periodización de la historia dominicana. _ ______________________________________________________

El primer tomo de esta obra está dedicado al marco teórico y al período colonial, particularmente al evento de las llamadas devastaciones de Osorio. En este segundo tomo, don Pedro Mir se enfoca en el período de la dependencia, de 1809 a 1844, y al período de la independencia, de 1844 a 1873.

La elegancia en el uso de la palabra, sin descuidar la sonoridad del lenguaje, no solo está presente en la gran poesía de don Pedro Mir, sino también en toda la amplitud de esta obra. Este tercer tomo trata sobre la Era Imperialista, de 1874 a 1903, y El Imperialismo, de 1905 hasta el Sistema Torrens.

Leonardo Boff

Nuestro lugar en el conjunto de los seres

L

a ética de la sociedad dominante en el mundo es utilitarista y antropocéntrica. Es decir: considera ilusoriamente que los seres de la naturaleza solamente tienen razón de existir en la medida en que sirven al ser humano y que este puede disponer de ellos a su gusto. Él se presenta como rey y reina de la creación. La tradición judeocristiana reforzó esta idea con su “someted la Tierra y dominad sobre todo lo que vive y se mueve sobre ella” (Gn 1,28). Mal sabemos que, nosotros los humanos, fuimos uno de los últimos seres a entrar en el teatro de la creación. Cuando el 99,98% de todo estaba ya hecho, surgimos nosotros. El universo, la Tierra y los ecosistemas no necesitaron de nosotros para organizarse y ordenar su majestuosa complejidad y belleza. Cada ser tiene un valor intrínseco, independiente del uso que hacemos de él. Representa una manifestación de aquella Energía de fondo, como dicen los cosmólogos, o de aquel Abismo generador de todos los seres. Tiene algo que revelar que solo él, hasta el menos adaptado, lo puede hacer y que enseguida, por la selección natural, desaparecerá para siempre. Pero a nosotros nos cabe escuchar y celebrar el mensaje que tiene para revelarnos. Lo más grave, sin embargo, es la idea que toda la modernidad y gran parte de la comunidad científica actual proyecta del planeta Tierra y de la naturaleza. Las consideran simple “res extensa”, una cosa que puede ser medida, manipulada, según el rudo lenguaje de Francis Bacon, «torturada como lo hace el inquisidor con su víctima, hasta arrancarle todos los secretos». El método científico predominante mantiene, en gran parte, esa lógica agresiva y perversa. René Descartes en su Discurso del Método dice algo de un clamoroso reduccionismo en la comprensión: «no entiendo por “naturaleza” ninguna diosa ni ningún otro tipo de poder imaginario; antes me

sirvo de esa palabra para significar la materia». Considera el planeta como algo muerto, sin propósito, como si el ser humano no fuese parte de esa naturaleza”. El hecho es que nosotros entramos en el proceso evolutivo cuando éste alcanzó un altísimo nivel de complejidad. Entonces irrumpió la vida humana consciente y libre como un subcapítulo de la vida. Por nosotros el universo llegó a la conciencia de sí mismo. Y eso ocurrió en una minúscula parte del universo que es la Tierra. Por eso nosotros somos aquella porción de la Tierra que siente, ama, piensa, cuida y venera. Somos Tierra que anda, como dice el cantautor indígena argentino Atahualpa Yupanqui. Nuestra misión específica, nuestro lugar en el conjunto de los seres, es el de ser aquellos que pueden apreciar la grandeur del universo, escuchar los mensajes que enuncia cada ser y celebrar la diversidad de los seres y de la vida.

Y por ser portadores de sensibilidad y de inteligencia tenemos una misión ética: cuidar de la creación y ser sus guardianes para que continúe con vitalidad e integridad y con condiciones para seguir evolucionando como lo viene haciendo desde hace 4,4 mil millones de años. Gracias a Dios que el autor bíblico, como corrigiendo el texto que citamos antes, dice en el segundo capítulo del Génesis: “El Señor tomó al ser humano y lo puso en el jardín del Edén (Tierra originaria) para que lo cultivara y lo guardara” (2,15). Lamentablemente estamos cumpliendo mal esta misión nuestra, pues al decir del biólogo E. Wilson «la humanidad es la primera especie de la historia de la vida en volverse una fuerza geofísica; el ser humano, ese ser bípedo, tan cabeza-de-viento, ha alterado ya la atmósfera y el clima del planeta, desviándolos mucho de las normas usuales; ha esparcido ya miles de sustancias químicas tóxicas por el mundo entero y estamos cerca de agotar el agua potable” (A Criação: como salvar a vida na Terra, 2008, 38). Pesaroso ante un cuadro como este y bajo la amenaza de un apocalipsis nuclear, el gran filósofo italiano del derecho y de la democracia, Norberto Bobbio, se preguntaba: «¿La humanidad merece ser salvada?» (Il Foglion. 409, 2014, 3). Si no queremos ser expulsados de la Tierra por la propia Tierra, como los enemigos de la vida, cumple cambiar nuestro comportamiento hacia la naturaleza, pero principalmente acoger a la Tierra como aceptó la ONU en abril de 2009, como Madre Tierra, cuidarla como tal, y reconocer y respetar la historia de cada ser, vivo o inerte. Existieron antes de nosotros y durante millones y millones de años sin nosotros. Por esta razón deben ser respetados como lo hacemos con las personas de más edad, a las que tratamos con respeto y amor. Más que nosotros, ellos tienen derecho al presente y al futuro junto con nosotros. En caso contrario no hay tecnología ni promesas de progreso ilimitado que puedan salvarnos.

LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado

1906

NACIÓ EL 13 DE ABRIL. SAMUEL BECKETT, escritor irlandés, premio Nobel en 1969. Sus obras más importantes son “Final de partida” y “Esperando a Godot”.

_

2000

MURIÓ EL 13 DE ABRIL. GIORGIO BASSANI, narrador, poeta y ensayista italiano famoso por sus “Novelas de Ferrara”, localidad en la que pasó su infancia. Perseguido por ser judío en la época de Mussolini, tuvo que publicar por ello bajo seudónimo para esquivar las leyes raciales.

1980

FALLECIÓ EL 14 DE ABRIL. GIANNI RODARI, Premio Hans Christian Andersen en 1970. Su principal obra teórica es “Gramática de la fantasía”. _

1986

MURIÓ EL 14 DE ABRIL. SIMONE DE BEAUVOIR, escritora y filósofa existencialista francesa. Su novela “El segundo sexo” es una obra fundacional del feminismo.

_

1843

NACIÓ EL 15 DE ABRIL. HENRY JAMES, novelista y crítico estadounidense, autor de obras como “Los papeles de Aspern” y “Otra vuelta de tuerca”.

1938

MURIÓ EL 15 DE ABRIL. CÉSAR VALLEJO, poeta peruano, una de las figuras de mayor relieve dentro del vanguardismo hispánico. Es autor de “España, aparta de mí este cáliz”, conmovedora visión de la guerra de España.

_

1980

FALLECIÓ EL 15 DE ABRIL. JEAN-PAUL CHARLES AYMARD SARTRE, conocido como Jean-Paul Sarte, escritor y filósofo francés. Galardonado con el premio Nobel en 1964, que rehusó alegando que su aceptación implicaría perder su identidad de filósofo.


AREÍTO

HOY

Aporte

Sábado 12 de abril de 2014

La otra UASD, la de mis aulas Digo “la de mis aulas”, para precisar esas aulas en las que imparto clases de Sociología, donde soy observador participante y en las cuales he podido desarrollar el análisis siguiente. En el trabajo “La otra UASD, la de mis estudiantes”, (Areíto, 4 de abril), abordábamos el origen social y las tribulaciones presentes que sufren los estudiantes a los que he tenido el privilegio de servir como profesor. Ahora, quiero referirme a ese ¿qué he podido encontrar en las aulas universitarias? Nos concentraremos en dos elementos en específico: la motivación del estudiante uasdiano y la pertinencia de los aprendizajes trabajados con ellos. Para hacerlo, sin tener el espacio suficiente para desarrollar todos los argumentos, compararé solo algunos puntos de mi experiencia como docente en la UASD con aquellas experimentadas como profesor en la PUCMM. Solo se hace ciencia de las diferencias, proclamaban los naturalistas del siglo XVIII.

JUAN MIGUEL PÉREZ

1. De las motivaciones de clase en las clases. Si hay algo que nos llena de preocupación a los sociólogos críticos (existen otras escuelas y formas de pensamiento en las ciencias sociales), es saber a través de los hallazgos científicos encontrados que, a grandes rasgos, la vida de un ser humano queda condicionada de por vida según las vivencias a las que tuvo acceso esa persona en su temprana edad. La mayoría de competencias cognitivas, psicoafectivas y sociales que nos hacen como persona dependerán predominantemente del lugar en el que nazcas, de tu apellido, de la profesión de tus padres, del contexto en el que socialices tus primeros aprendizajes. Después de determinada edad, es muy difícil recuperar lo que no se conquistó antes. Tenemos más de portadores de herencias sociales que de protagonistas de nuestros destinos de vida. No es verdad que en la práctica los hombres y las mujeres nacen libres ni iguales. Las clases sociales continúan jugando un rol substancial en la configuración de probabilidades de logros que alcance un agente social a lo largo de su vida. En la UASD como en la PUCMM, la actitud de un estudiante ante sus estudios universitarios quedará fundamentalmente condicionada por el nivel de esperanza que ponga ese estudiante en el futuro que la so-

ciedad le ha enseñado que tendrá un diploma universitario para un joven de su estrato social. Así, el estudiante de la PUCMM es más proclive a buscar buenas calificaciones, porque sabe lo decisivo que puede ser para su futuro una nota o una mención que le distinga de sus pares al graduarse, sea para fines de obtención de becas o puestos laborales. Para el estudiante de la UASD, tener una “A”, una “B”, o una “C” no es que no sea importante, pero importa menos que “pasar” o “no pasar”. Lo importante es el título. Actores de una realidad social de carencias y dependencias, para esos estudiantes su contexto familiar les exige contribuciones inmediatas al sustento material diario en la que viven. Muy difícil, entonces, pensar en continuar, luego de una licenciatura, estudios de posgrado, por lo que “sacar buenas” notas para una eventual beca no es prioridad en la UASD. Como resultado de sus condiciones de vida, las privaciones materiales les compelen a tener trayectorias accidentadas en su carrera universitaria: dificultad para adquirir sus materiales de estudios; llegar tarde a clases cuando salen del trabajo a las 5 pm y el transporte público no garantiza llegar a tiempo al curso de las 6 pm; no poder dedicarle suficiente tiempo al estudio porque hay que atender los quehaceres de la casa; no tener acceso a un computador o al internet. Factores todos que merman el legítimo deseo estudiantil de hacerlo bien. De igual manera, la clase social incide en el plano del mercado laboral. Por las posibilidades que tienen sus pares, el estudiante de la PUCMM y de la UASD conocen los puestos a los que ellos, según sus orígenes sociales, tendrían la posibilidad de acceder con menor o mayor grado de probabilidad. Cuando eres estudiante de la UASD, tus orígenes marcan un estigma que el mercado de trabajo discrimina. Según una jerarquía social configurada por puestos de trabajo y por los prejuicios de los reclutadores, en la mayoría de casos, el título arropa las calificaciones. Esta realidad alimenta una indiferencia que asumen de manera frecuente muchos estudiantes uasdianos, principalmente en la población masculina, la femenina siendo mucho más disciplinada o “aplicada”. En ese estrato social, la dominación masculina

ejerce una incidencia paradójica en el aula: contribuye a que los estudiantes tengan más dificultad al seguir las orientaciones del profesor y que, al contrario,las estudiantes posean más y mejores destrezas intelectuales. Por eso, antes mismo de entrar en las aulas universitarias, la motivación de los estudiantes se convierte en primerísima problemática para el profesor, lo cual requiere revisar sus métodos a la luz del contexto de reproducción social específico de los estudiantes y del sentimiento de pesimismo que de él se desprende. Constituirse en un proveedor riguroso de esperanzas en la excelencia y para la vida, es el mayor reto de un profesor de la UASD.

2. Del tipo de conocimientos y de su generación. En la UASD, como en toda universidad, existen las materias generales y las más especializadas que tienen que ver con el programa académico específico de una carrera. Me voy a detener en las materias generales. Imparto una materia llamada “Introducción a las Ciencias Sociales”. Me di cuenta del poco atractivo inicial que tiene para el estudiante de las carreras de contabilidad, de bioanálisis o de ingeniería, conocer el psicoanálisis, la antropología, la historia o la economía, ramas de las Ciencias Sociales. Observé la infertilidad que tenía para mis estudiantes de la UASD un curso que reposase únicamente en los conceptos y nociones que conforman el parque teórico de las ciencias sociales. Cambié el título y le puse uno un poco más práctico: “El mundo en el que vives”, con el objetivo de construir con ellos un sentido crítico del mundo en el que sobreviven. La idea es que puedan comprender las leyes sociales que gobiernan sus realidades, auxiliándose de las ciencias sociales, y no lo inverso. Trabajamos la cotidianidad concreta desde una perspectiva de distanciamiento con el diario vivir, de autoexilio de sus culturas, para que ellos y ellas, nosotros, podamos construir un efecto visual-analítico de espejo, indispensable al discernimiento reflexivo. Indagamos al otro, en sus diferencias y similitudes con nosotros, buscando en ese otro un conocimiento que nos ayude a reconocernos. Por último, nos queda la producción del conocimiento. No solo se gana motivación en el estudiante cuando trabajamos desde una perspectiva que los incluya (“El mundo en el que vives”), sino que los hacemos partícipes de la producción del conocimiento que se genera en la clase. El profesor Amaury Pérez, por ejemplo, colega del departamento de Sociología, viene desarrollando un proyecto titulado “Sociología del Barrio”, en el que los estudiantes se convierten en observadores agudos de sus propios entornos. También ha creado una colección de publicaciones en las que los estudiantes se transforman en asistentes de investigación del profesor y terminan como co-autores de las publicaciones trabajadas. Aprovechando la riqueza que aporta la diversidad de trayectorias que llevan en sus vidas los estudiantes, el profesor lidera un proceso colectivo de generación comunitaria de inteligibilidad social. La meta es habilitarle al estudiante el rango de actor protagónico de su propio aprendizaje y de entrenarlos al método de razonamiento científico que pueda tanto en el plano del conocimiento experiencial, como el conocimiento de carácter lógico deductivo, contribuir a la mejora de sus procesos de toma de decisiones. Y esto, para el resto de sus vidas.

3


HOY

AREÍTO

Sábado 12 de abril de 2014

CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do

De Niza, los Dalmasí Johannes Dalmasy

Encuentros

4

A

Ludovico le siguieron muchos otros de su linaje en ese rol, por lo que se manifiesta así el desarrollo de una modesta pero profunda dinastía notarial del interior nizardo que adicionalmente va convirtiéndose en un clan de importantes propietarios de la zona. Como ejemplo de esto se puede verificar que entre la familia inmediata del joven Jean-Baptiste Dalmassy Isnardy que emigró a Saint Domingue se tiene que los siguientes fueron todos notarios en Sigale: su abuelo Jean-Baptiste Dalmassy Roustan (1681-1767), su padre Antoine Dalmassi Champoissin (1722-c.1793) y su hermano Pierre-Antoine Dalmassy Isnardy (1759-1839). Además era notario su abuelo materno Honore Isnardy Olivier (1695-c.1780) en Saint Pierre-Figette; y una de sus hermanas, llamada Catherine Dalmassy Isnardy, estuvo casada con el notario de Les Ferres, Antoine Alziary. Tras el desplome de la colonia de Saint Domingue, muchos de sus habitantes de todas las etnias y escalafones sociales que allí había buscaron refugiarse lejos de la isla. Miles de personas encontraron amparo en lugares tan dispares como Jamaica, Cuba, Nueva Orleans, Baltimore, Filadelfia y Charleston. Como también se comprueba en la historiografía taxativa de esos eventos aquella diáspora incluyó a familias que pasaron a la parte de la isla tradicionalmente española que, sin embargo, como resultado de los acuerdos del tratado de Basilea de 1795 para ese entonces estaba sujeta al control político de militares franceses. Para el caso de los dominicanos de apellido Dalmasy, todos descienden de quien aparece como Francisco Dalmací en 1821 como testigo en el registro del matrimonio de una pareja de “nación francesa” en la catedral de Santo Domingo; luego, en por lo menos dos actas notariales, figura como teniente de la gendarmería de a caballo de Higüey: una hecha en Santo Domingo del 28 de marzo de 1827 y otra con fecha del 26 de mayo de 1827 en Higüey. Los indicios documentales sugieren pero no prueban que se tratase de Jean-Baptiste François Dallemand, nacido en 1782 en la actual capital haitiana y quien fue el hijo natural de la sandominguina Marianne Dallemand Leroy (1758-1809) (hija de los propietarios mulatos de Pierre Dallemand y Jeanne Leroy, de Puerto Príncipe) y teniendo por padrino en 1783 a su presunto padre, el propietario Jean-Baptiste Dalmassy Isnardy. El teniente Francisco Dalmasy (Dallemand) (1782-c.1830) estuvo casado con María Teresa Espinosa (c.1786-1861), nacida en la ciudad de Santo Domingo. De esta pareja nacieron dos hijos varones: Julián Nemorén Dalmasy Espinosa (c.1811-c1860), militar y negociante maderero en Higüey, y José Nelson Dalmasy Espinosa (c.1820-1876), comerciante y carpintero en Higüey. Del primero descienden los troncos Dalmasy-Chavarría y Dalmasy-De Castro y del segundo el tronco de los Dalmasy-Raposo. De estos primeros Dalmasy dominicanos surgen las ramas subsiguientes de esa estirpe que hasta nuestros días existen sobre todo en los pueblos de Higüey, El Seibo y La Romana. Para las ramas cibaeñas conocidas sobre todo en La Vega se sospechan lazos seibanos pero estos aún no han sido determinados. Los interesados en conocer los detalles de los linajes arriba referenciados pueden ver el trabajo de investigación de nuestra autoría que sirve de fuente principal a estas cápsulas y que está titulado: Dalmasy, apellido dominicano de origen nizardo. A este se puede acceder en la siguiente dirección: http://es.calameo.com/read/000530775c43bbd8edfb6 Instituto Dominicano de Genealogía

MU-KIEN ADRIANA SANG BEN

(4 de 4)

Hurgando en mis raíces:

La pintura china o la poesía sin palabras El barco se hizo a la vela en el gran río; sus henchidas aguas se dilatan hasta el borde del cielo, El cielo y las olas abruptamente se separan: son los miles de casas de la capital del distrito… adelante, puedo ver el mercado y vislumbro apenas la morera… Me vuelvo para contemplar el terruño: el inmenso torrente alcanza las nubes. Wang Wei (699-761)

L

a casa de mi infancia y adolescencia era enorme. Debía alojar una familia numerosa con hijos, sobrinos y abuelas bajo un mismo techo. Uno de los lugares preferidos de mi padre, su altar personal, donde pasaba largas horas tomando un trago y rememorando el pasado, era el bar, contiguo a la sala y frente al patio español. Su pequeño espacio estaba adornado con sendas pinturas grabadas en telas rectangulares que pendían de un bambú. Me llamaba la atención el gris paisaje exhibido: altas montañas bordeando un río, acompañadas de pájaros volando y alguna que otra maleza. Años después, en mi primer y hasta ahora único viaje a China, cuando bordeábamos el río Yangtsé, comprendí el raro paisaje. Y al ver que las montañas compartían el espacio con el gran río, rememoré las pinturas de mi padre. En mi lógica occidental no entendía por qué se empeñaban en poner a competir las montañas con el río, porque para el imaginario que había cultivado influenciada por la cultura de Occidente, el espacio no podía tener tal distribución. ¡Qué pobreza imaginativa! Buscando materiales para este trabajo comprendí con humildad, y me avergoncé de mi ignorancia, que la pintura china es una verdadera poesía sin palabras, porque pintura y poesía están tan ligadas que a veces los poetas toman prestadas las imágenes para escribir sus poemas, y los pintores se inspiran en las poesías para plasmar sus pinturas. Ambas se toman prestado imágenes o palabras, para legarnos la belleza de los paisajes de esa singular geografía ubicada en el lejano continente, que guarda en cada poblado y en sus miles de millones de pobladores una rica y milenaria historia. Así, por ejemplo, Liu Zongyuan (773-819), el poeta de la dinastía Tang, en su hermoso poema «Nieve en el río» describe el paisaje del frío y sombrío invierno en las tierras de China: En mil montañas desaparece el vuelo de los pájaros, en los diez mil senderos se borran las huellas de los hombres; Sola una barca, un viejo con su impermeable y su gorro de paja, una caña solitaria, el río helado y la nieve. Así pues, la pintura tradicional China refleja una estética especial que demuestra el entendimiento del pueblo chino hacia la naturaleza. Esta maravillosa pintura que nos han legado los pintores de ayer nos dice con sus imágenes que debería existir armonía absoluta entre el paisaje, la palabra y el pensamiento. Los pintores saben que antes de iniciar cualquier pintura la composición está concebida, pues ha sido un regalo del dios de la naturaleza. Su trabajo consiste en expresar, a través de las formas concretas que su pincel nos regala, la poesía y la filosofía subyacente en la cultura milenaria que le dejaron sus ancestros. Por esta razón, la pintura tradicional china tiene una larga historia. Hace más de 2.000 años, la gente pintaba sobre seda. Durante las dinastías Sui y Tang, cuando China experimentó un largo período de desarrollo socioeconómico y cultural, la pintura alcanzó su madurez. Las cortes se llenaron de personajes, de paisajes y coloridas aves. A partir de entonces se establecieron tres categorías: la pintura del cuerpo humano, la de paisajes y la de flores y aves. Como puede observarse, esta expresión artística se caracteriza no tanto por los estilos, sino por los motivos que inspiraban a los pintores. En algunos casos, algunos artistas osaban a mezclar las tres, legándonos hermosos paisajes adornados

por aves y en algún lugar colocaban figuras humanas en actitud contemplativa. La pintura tradicional china usaba diferentes técnicas. La más utilizada era la tinta. Todavía me sorprendo con la capacidad de describir los objetos con pequeños trazos de pincel. Y en diferentes tonalidades de negros y grises eran capaces de otorgarnos poesía visual con matices tan distintos que uno podría pensar que solo los colores podrían regalarnos tal variedad. Pero no, ellos con la extraordinaria maestría y dominio del pincel supieron plasmar el paisaje claroscuro del paisaje chino. Algunos estudiosos afirman que la pintura china ponía, y todavía pone, énfasis en la idea de que la pintura y la caligrafía son homólogas. El poema, a través de los trazos de la escritura, induce al pintor a plasmar en imágenes sus palabras. Por esta razón me encanta la definición de Jiayi Zhuang, quien afirma que la pintura china tradicional no es más que una historia cantada en poemas sin voz. ¡Qué hermosa definición! Los fragmentos de poemas que transcribimos a continuación reflejan con belleza esa relación mágica entre pintura y poesía. Así pues, la palabra describía el paisaje, y la pintura invitaba a inventar nuevas poesías. “Regreso al país natal”, de Ho Che-Ichang Joven, dejo mi pueblo; Viejo, a él regreso. Mi acento no ha cambiado, mis cabellos, bajo el tiempo, son cada día más grises. Los niños me ven y no me reconocen. Me preguntan riendo: ¿De dónde vienes, viajero? “El canto del viajero sobre el río”, de Wang Ch’ang Ling La barca solitaria y la luna entrevelada miran a los bosques de los plataneros. El canto de la guitarra habla al corazón del viajero. Los colores de la colina varían entre las mil redes de la lluvia. Una cuerda se rompe… todo se calla y se impregna de lágrimas @MuKienAdriana sangbenMukien@gmail.com mu-kiensang@hotmail.com mu-kiensang@pucmm.edu.do


Aporte

AREÍTO

Sábado 12 de abril de 2014

HOY

Las ponencias de

Masa Crítica:

Decir lo que se sabe vs. saber lo que se dice

DIÓGENES CÉSPEDES/ DCESPEDES@CLARO.NET.DO

N

o recuerdo en qué texto traza Henri Meschonnic la distinción entre decir lo que se sabe y saber lo que se dice. Aunque esta hipótesis verdadera, vale para todas las disciplinas o prácticas sociales. El poeta la aplicaba a quienes, desde la metafísica del signo, dicen lo que saben acerca de los conceptos de lenguaje, lengua, signo, discurso, sujeto, individuo, poema, poesía, literatura, ritmo, traducción, Estado, política, pero no saben lo que dicen. Sobre estos conceptos de la poética, los miembros del partido del signo dicen también lo que aprendieron en la escuela, en la universidad o en los libros, pero no saben lo que dicen. Veamos estos ejemplos: 1) Cuando Saussure estableció que el signo lingüístico es radicalmente arbitrario y radicalmente histórico, los miembros del partido del signo asumen lo arbitrario, pero lo confunden con el convencionalismo: dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen. 2) Cuando Saussure estableció que la lengua es un sistema de signos; que el lenguaje no tiene origen, sino funcionamiento; cuando estableció el valor como la diferencia interna entre los elementos de un sistema, los miembros del partido del signo sostienen lo contrario. Dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen. 3) Cuando Émile Benveniste estableció la filología de las palabras ‘religión’ y ‘ritmo’, los miembros del partido del signo dicen que ‘religión’ viene de “religare” y ‘ritmo’ de medida, latido del corazón, musicalidad o movimiento de las aguas:entonces dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen. 4) Cuando San Agustín estableció el punto de vista para los tiempos presente, pasado y futuro (“Confesiones”, libro XI, párrafo XVIII) en contra de “la secuencia temporal linear pasado, presente, futuro, propone que se vea que existen tres presentes: un presente del pasado, un presente del presente, un presente del futuro. (…) A partir de ahí, es lógico prolongar su sentimiento del tiempo: reconocer que existe un pasado del pasado, un pasado del presente, un pasado del futuro e igualmente un futuro del pasado, un futuro del presente, un futuro del futuro. Tres pasados, tres futuros.” (H. Meschonnic. “Dada, en nejoue plus”. Revista ‘Europe’ 995, marzo 2012, p. 128). Aquí San Agustín sabía más que todos los Papas de Roma, incluido el actual, Francisco I. Pero los miembros del partido del signo dicen lo que saben, y no saben lo que dicen. 5) Cuando Benito Espinosa, en los capítulos VII a X de su “Tratado teológico-político” niega “la autenticidad y la inspiración divina de los textos bíblicos”, dice lo que sabe y sabe más que todos los Papas de Roma, incluido el actual, Francisco I, pero para los sujetos eclesiásticos Dios es su “modus vivendi”, un negocio que les permite a los curas la reproducción de las condiciones materiales de su existencia y quien lo afirme merece ser castigado, incluso con la muerte, si es necesario. El resto no son más que justificaciones ideológicas disfrazadas de fideísmo religioso. Los miembros del partido del signo niegan la verdad de Espinosa y se suscriben, como fanáticos, a los dogmas. 6) Cuando Gerald Manley Hopkins dice que el ritmo es la inscripción de la oralidad en el lenguaje y Meschonnic lo extiende a la escritura, los miembros del partido del signo dicen lo que saben al afirmar que el ritmo es medida. Entonces, dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen. Para no ser miembro del partido del signo hay que negar lo que ya se sabe, ser crítico radical de las creencias o afirmaciones sin prueba, clichés, estereotipos, mitos y leyendas. Solo así se sabe lo que se dice. Los miembros del partido del signo son parientes de los miembros del PPD y del POD (Partido de los Pesimistas Dominicanos y Partido de los Optimistas Dominicanos), por-

que estos últimos dicen lo que saben acerca de la política y la historia de su país, pero no saben lo que dicen. De todos los ponentes de “Masa crítica”, Manuel Núñez, en “Los instrumentos de la crítica” (p. 253), dice lo que sabe y sabe en un 90% lo que dice. Estudió con Meschonnic y conoce las consecuencias de los cinco instrumentalismos, pero pifió, al no estar alerta. Los “instrumentos” de la crítica, en vez de “los conceptos”. ¿Por qué pifia?”. El inconsciente guarda, anclado en lo profundo, restos de la teoría tradicional. Cuando no hay homogeneidad entre el decir-escribir y el vivir, salen entonces a flote las pifias, como diablillos o duendes malignos dispuestos a jugarnos una mala pasada. Lo del instrumento, Núñez lo repite (en p. 254) cuando dice: “voy a desgajar lo que me parece vigente” del descontructivismo de Jacques Derrida y la poética de Meschonnic. Él critica la noción de “lengua de madera” para enmarcar el tipo de crítica de Derrida y sus seguidores: “Jerigonza estereotipada, fórmulas fijas que reflejan una posición dogmática.” (Ibíd.). La estrategia de los epígonos de la lengua de madera es “impresionar al interlocutor simulando una sapiencia de la que se carece. En materia política, se trata del disfraz que asume la incompetencia, la reticencia para abordar un tema, invocando trivialidades pomposas, abstractas, que apelan a los sentimientos y escamotean el papel fundamental de los hechos.” (Pp. 254-55) Los miembros del partido del signo usan profusamente la lengua de madera. Para Núñez, al convertirse sus actores en evaluadores de la producción literaria, la crítica literaria ha desaparecido de nuestro medio, desde Pedro René Contín Aybar hasta la desaparición de las revistas y suplementos, pues hubo incapacidad para pasar “la an-

torcha a las nuevas generaciones.” (P. 257). Según el ponente, el problema del fracaso de la crítica dominicana radica en haberse centrado en consideraciones extraliterarias, en vez de ir única y exclusivamente al análisis del texto. El ponente reivindica los ensayos de Céspedes como los únicos que clamaron, desde 1976, una vuelta a los textos y no a lo extraliterario, como proponían la sociología marxista, la semiótica y la estilística. De las dos grandes tareas que Núñez le asigna a los críticos dominicanos del presente están: 1) “Juzgar la obra a partir del conocimiento de sus aportaciones en relación a la historia literaria, a la renovación de los recursos expresivos, a la apreciación del compendio de ideas que trae consigo y al análisis de sus componentes”; y, 2) “Describir, interpretar, evaluar, establecer los valores. Identificar el placer estético que produce la obra. (...) En resumidas cuentas, se trata de desmenuzar los artificios de la escritura: estructura simbólica, retórica, rítmica y semántica del texto. Se trata de determinar si estas formas remueven lo que existe, las fórmulas recibidas de la tradición, o si por el contrario se trata de una obra de epígono.” (P. 267-68). Núñez señala, por último: “el crítico debe asumir su responsabilidad ante la sub-literatura. La corrupción de la crítica entre nosotros comenzó con los juicios en sus años postreros de un hombre de gran cultura como lo fue Antonio Fernández Spencer. En la estación final de su vida, hablándose agobiado por la precariedad económica y padeciendo las remontranzas de la enfermedad, se puso de manifiesto una ceguera ética, intelectual y moral y exaltó obras mediocres, bodrios insufribles.” (P. 268). (Fin de la serie).

5


AREÍTO

Sábado 12 de abril de 2014

Aporte

HOY

¿ALGUIEN DEL GOBIERNO PODRÍA EXPLICARLE AL MINISTRO DE CULTURA EL VALOR ACTUAL DE LA

BIENAL DEL CARIBE? In memoriam: Frank Marino Hernández 1.- MEMORIAS OBLIGAN: ORÍGENES DE LA BIENAL DEL CARIBE Corrían los días de la XVII Bienal Nacional de Artes Visuales, era 1990, todos en el Museo de Arte Moderno (ayer Galería) no ganábamos el mejor sueldo, era todo una miseria, pero había un entusiasmo espectacular y el Museo vibraba de ideas y contradicciones. Porfirio Herrera (+) había nucleado a un grupo de amigos cuya pasión por las artes era definitiva, y tuvo la tolerancia, siendo un enamorado rancio y testarudo de la obra de Balaguer, de entender que no todos podíamos decir los mismos elogios que él prodigaba a cada instante a su líder de la revolución sin sangre. Era un reformista de obsesión auténtica, que algunos combatíamos solo por verlo rojo y con la garganta en cuello.

Pero la sangre no llegaba al río En el fragor de aquel entusiasmo, camino hacia las celebraciones del Quinto Sanguinario de América, perdón Centenario, muchas nuevas ideas se movían en el Museo de Arte Moderno, una de ellas fue la de la Bienal del Caribe. Orlando Menicucci, Abil Peralta, Eduardo Fiallo (+), Porfirio Herrera (+), Amable López Meléndez y Carlos Francisco Elías, quien escribe, concibieron -con el apoyo del arquitecto Eugenio Pérez Montás y el licenciado Frank Marino Hernández- ideas y formas para realizar una Bienal del Caribe y Centroamérica cuya primera edición se hiciera con motivo del Quinto Centenario. En mis archivos reposan los papeles y esbozos de aquel nacimiento lógico en un momento en que el Museo hervía de ideas interesantes, que miraban hacia el futuro importante del interés nacional. Tanto el Lic. Frank Marino Hernández, como el arquitecto Pérez Montás tuvieron visión para entender que lo que nacía como evento tenía otras trascendencias positivas para una realidad que la República Dominicana, en décadas, no ha podido manejar con política clara: sus relaciones con el resto de las pequeñas nacionales insulares del Caribe. Ahora cuando evoco lo hago con el pensamiento de honrar a quienes no están, a quienes, sin importarle las diferencias circunstanciales, creyeron en aquellas ideas con fe y alto desinterés personal. Es la memoria obligada para quienes con su entusiasmo hicieron posible entonces el evento que ahora se olvida con una torpeza y miopía que da vergüenza ajena, lastimera. En cierta manera, el gran espíritu de la XVII Bienal de 1990 produjo el milagro encendido del nacimiento de las ideas de la Bienal del Caribe, loor a ese espíritu aún libre e inspirador...

2.- ¿POR QUÉ ALGUIEN EN EL GOBIERNO DEBE EXPLICARLE AL ACTUAL MINISTRO DE CULTURA EL VALOR ESTRATÉGICO DE LA BIENAL DEL CARIBE, EN EL 2014?

CARLOS FRANCISCO ELÍAS

6

Una persona con formación geográficosocial, una persona con formación de peso en materia de geopolítica, una persona atenta al acontecer nacional, desde ese Ministerio hace mucho tiempo hubiera tomado iniciativas cautelares para viabilizar este evento de cara a los acontecimientos que han acaecido en las relaciones de la República Dominicana con el resto del Caribe, en especial con el Caribe anglófono. Todo esto sin olvidar la necesidad de una estrategia cultural, orientada en ese mismo tenor en relación con el intercambio cultural con Puerto Rico, país con el que la República Dominicana tiene una vieja deuda moral, que no ha resarcido ni siquiera con un mínimo interés en la difusión de la cultura de Puerto Rico, enclave hispano homólogo a

Frank Marino Hernández

este país en muchas tradiciones y costumbres, cuya lucha por mantener el idioma español como un sello de su identidad ha sido ejemplar y admirable, eje esencial en sus 100 años de colonización extranjera. En otras palabras, no hemos sido capaces siquiera de darnos cuenta que la relación con Cuba y Puerto Rico, especialmente con Puerto Rico, vendría a fortalecer lazos de tradición cultural compartida por la fuerza del ejercicio de una misma lengua, con sus entonaciones diversas, con etimologías variadas, con designaciones propias según territorio, pero español al fin, con sus derivaciones y gracia según los usos y costumbres de cada espacio insular hispano. Visto este panorama, cuando miramos hacia los otros Caribes sus matrices coloniales, ingleses, franceses y holandeses, lo único que hacía posible un contacto de los artistas como embajadores de sus respectivos pueblos insulares era la Bienal del Caribe, porque ese espacio de intercambio artístico fue pensado con el criterio geopolítico de alargar nuestras relaciones en un área del mundo que por naturaleza de posición geográfica nos corresponde cultivar con inteligencia, constancia y mejor estrategia a largo plazo. Cuando escribí esa parte de los papeles constitutivos de la Bienal del Caribe, como

fundador que soy de ella con el resto de los amigos aquí nombrados, la idea era ayudar que la República Dominicana, sin política concreta hacia esa zona, no quedara aislada y que los visitantes de allí comenzaran a conocernos como somos: diferentes a ellos, pero unidos por la buena voluntad de la ley de diversidad étnica, social y antropológica. Pese a todos los errores cometidos a posteriori, la Bienal del Caribe fue un centro de intercambio artístico y cultural que colocó a la República Dominicana a la vanguardia en materia de esos intercambios, llegando a competir en su momento con la propia Bienal de La Habana, Cuba. Lo ideal sería que el funcionario del Gobierno que explique al Ministerio de Cultura el valor de la Bienal del Caribe fuera la actual incumbente del Museo de Arte Moderno, cuyo papel bochornoso en el último escándalo de la pasada Bienal Nacional de Artes Visuales aún me hace reflexionar las variaciones de un tema: ¿Qué carajo hace una persona con casi una década en un cargo sin estar a la altura del mismo en las circunstancias debidas ?... Ella no tiene la fuerza de convicción necesaria ni la visión para entender y explicar el problema y su importancia, por esas razones funcionarios o personas cercanas al Presidente de la República (que las hay con lucidez y capacidad reflexiva suficiente para entender), deben explicar al ministro de Cultura el valor y la trascendencia estratégica para el país, con el propósito de que la Bienal del Caribe sea celebrada este año, a como dé lugar, porque es una conveniencia para un país que debe reordenar sin demora el arco de sus relaciones con las naciones insulares del Caribe. Todo lo otro es bla, bla, bla, es una decisión que se debe tomar ahora y al tratarse de algo de valor y trascendencia nacional, todos los que conocemos el tema estamos en la obligación de cerrar filas y ayudar a su mejor celebración y resultados, los deberes con este país deben trascender todas las imbecilidades posibles, ¿signor ministro ha capito, certo, quasi probabile? (CFE)


De señal a señal

AREÍTO

Sábado 12 de abril de 2014

SEMANA SANTA EN REPÚBLICA DOMINICANA: FE, CULTOS Y TRADICIONES

L

DELIA BLANCO

HOY

a Semana Santa en República Dominicana se vive de diferentes formas, ya que en este receso muchos buscan un merecido descanso, lo que conlleva la planificación de trasladarse a lugares y sitios de acuerdo a la economía de cada quien, y otros prefieren disfrutar la paz de su hogar y cumplir con el rigor de las tradiciones y esta época de fe y recogimiento. Llega con la Semana Santa la toma de decisión y las preguntas: ¿Dónde ir? ¿Qué hacer? Playas, montañas, viajes a diferentes puntos del país, viajes al extranjero, muchos toman cruceros, y van dejando las ciudades tranquilas y respirando en este tiempo que la Iglesia destina para la reflexión, porque la Semana Santa es el momento más tranquilo del año, es tiempo de recogimiento y de encuentro con Dios. Eso creemos y nos han enseñado. Es una época de renovación y de alegrarnos en la fe. Supuestamente debía ser el momento de mayor sacrificio de los cristianos, porque se celebra la crucifixión del hijo de Dios, nuestro Señor Jescucristo, quien muere sacrificado para salvar a los hombres y mujeres del pecado, ofreciendo su propia vida, lo que representa mucho dolor, que debemos emular con mayor entrega y solidaridad entre nosotros, mayor comprensión y tolerancia. Lamentablemente, el mundo cristiano vive una Semana Mayor muy desordenada, en la que mueren miles de personas en el mundo, en accidentes, ahogados, intoxicados o drogados. Todo esto demanda muchas campañas de prevención de los gobiernos a fin de evitar en lo posible estas tragedias. Considero que es profiláctico “bucear” en la religiosidad, y como estamos en el país con la primera ciudad del Nuevo Mundo, podemos disfrutar de las tradiciones y ritos, como por ejemplo, la visita a siete monumentos los Jueves Santos en la noche o en las primeras horas del Viernes Santo. Hablamos de una experiencia purificadora y espiritual para incluso los no creyentes, pues puede disfrutar los monumentos coloniales y se convierte en beneficio cultural. Otros, fieles a las tradiciones religiosas-cristianas, sobre todo los católicos, guardan estos días como Dios manda, y asisten a las procesiones, todas en la Ciudad Colonial en el caso de la capital de Santo Domingo, entre las más frecuentadas está el Santo Entierro. El calendario de la Semana Mayor incluye muchas actividades y celebraciones, siendo, como expresé antes, la del Jueves Santo muy hermosa pues se visten las iglesias de las escenografías de los monumen-

tos, que desde el atardecer hasta la madrugada reciben la visita de feligreses. Muchos amigos y amigas recuerdan en su niñez y juventud la experiencia de los guardias romanos que un grupo de jóvenes representan frente al Jesús Sacramentado y hacen la vigilia, luego conducen la procesión del Viernes de Crucifixión. Los jóvenes amigos de esa época eran quienes se vestían o disfrazaban de guardia romano, entre otros, destacamos a Freddy Beras-Goico. Y estos mismos se disfrazaban también para el Desfile de los Reyes Magos, los 5 de enero en la noche. La Semana Santa inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Pascua. Durante ese tiempo, los católicos viven el triduo pascual: pasión, muerte y resurrección de Cristo. El Domingo de Ramos el pueblo “acompaña” a Cristo desde su entrada en burro a Jerusalén. Se hace una procesión con palmas que se bendicen en la misa, recordando la entrada triunfal de Jesús. Aunque hay alegría, esta representa “la entrada a la muerte, al sufrimiento, signo de redención”. Pocos días después, el Jueves Santo, se celebra la Santa Cena, que conmemora la institución de la eucaristía y el rito del lavatorio de pies. Meditamos en dolor: es el día previo al apresamiento y crucifixión de Jesucristo. Al terminar esa misa, el tabernáculo donde deben guardarse las hostias sagradas permanece abierto, vacío, y estas se llevan a un “altar de reposo” frente al cual la gente permanece en adoración. La iglesia queda sin velas. Paños oscuros cubren los adornos relevantes. Llega el Viernes Santo, centrado en la pasión y muerte de Cristo. La gente hace un peregrinaje espiritual, el vía crucis, y a las 3:00 p. m., hora aproximada de su muerte, en cada parroquia se reverencia la cruz, puesta en el santuario, con un beso o una genuflexión. El Sábado Santo se acompaña simbólicamente a la Virgen María con vigilias y ayuno. Jesús ha muerto y no hay misa. Fraternidades, cofradías, creyentes, penitentes e incluso curiosos van en procesión por la ciudad en estos días; algunos cargan sobre sus hombros figuras religiosas, otros caminan, oran y entonan cantos relacionados con los sucesos que reviven. Finalmente, llega la Pascua, llenando todo con la alegría de la resurrección. Júbilo, cánticos, iglesias maravillosamente adornadas… Llega la fiesta y la alegría, la iglesia se llena de gozo: ¡Cristo ha vencido al pecado y la muerte! Entonces la vida vuelve a la normalidad, pero se dice que los creyentes que pudieron vivir la cruz y la resurrección, cam-

bian… Volviendo a lo terrenal, desde estas fechas empezamos que si para el Valle del Tetero, que si al resort al o más cual, que a la finca o casa veraniega de amigos y familias, los cuestionamientos “mevoydondemiprimo”, cuidado si está “full”; en fin, vamos decantando hasta si tenemos suerte y logramos una reserva hotelera, donde se ajuste calidad-precio. A otros y otras nos da por lo cultural y tranquilo, disfrutamos la masiva fuga de personas hacia otros lugares, y descubrimos un Santo Domingo de los 60-70, sin tapones, sin polución de gases vehiculares. Aprovechamos para disfrutar lecturas que tenemos de cabecera, sobre todo los del “boom latinoamericano” Rulfo, Cortázar, García Márquez, Sábato, Vargas Llosa, los cuentos de Federico García Godoy, Juan Bosch y Virgilio Díaz Grullón; las novelas de Leonardo Padura, Isabel Allende o de Marcio Veloz Maggiolo. Otra sugerencia son los más recientes de autores dominicanos, como Tony Raful, Ángela Hernández, Emilia Pereyra, entre otros y otras. Pueden ser los últimos premios Nobel de Literatura: Alice Munroe y Mo Yang. Volver a los clásicos Ernest Hemingway, Faulkner, John Dos Passos. Talentos confirmados como Julia Álvarez o Junot Díaz. Las últimas películas ganadoras del Oscar y de otros premios y festivales europeos de cine, como el de Cannes, el Goya, el de Venecia y San Sebastián. Reírnos y llorar con algo de Almodóvar, y de música, bueno depende de los gustos, por mi parte me voy primero con los españoles (desde Sabina hasta Pedro Guerra, Alejandro Sanz, Calamaro, Martirio, El Cigala y las Flores: Rosario y Lolita), así como los cantantes de textos: Serrat, Aute, Víctor Manuel y Ana Belén, Mercedes Sosa o Chavela Vargas. La nueva trova cubana, y los boleros de los 60, en versión clásica o regrabados, hasta la música sacra de la estación de la Cuaresma. En fin, un recuentro sosegado con uno mismo y con sus familiares, amigos y allegados, qué mejor momento para irnos a tomar un café, o tomar unas cervezas con tapas, en un “téte a téte” con quienes escojamos. No podemos concluir sin que disfrutemos la gastronomía dominicana de la Semana Santa, que incluye desde bacalao versiones diferentes, hasta buen pescado al vapor o al horno, salsitas aparte, recomiendo la de coco, un día al año nada hace daño, por aquello del colesterol de la base de esta salsa, y para cerrar con broche de oro, el postre de la temporada, la habichuela con dulce. ¡Decídase por su alternativa y disfrútela!

7


AREÍTO

Sábado 12 de abril de 2014

Literatura

HOY

Encuentro con

Miguel Phipps FÉLIX DE LA CRUZ

E

TONY RAFUL

8

n medio de torbellino, de la confusión de lenguas bíblicas, ¿dónde, en qué lugar nos encontramos, con Miguel Phipps? Este petromacorisano nacido en el ingenio Consuelo, entre moliendas y avatares, alzado en una vocación de superación permanente, ejemplo vivo del estudio y el trabajo, símbolo de una generación que asumió compromisos y estableció objetivos, que insufló a la categoría de realizaciones los mismos sueños que abasteciendo su infancia frágil, constituirían un eje decisorio de sus producciones y de sus entregas creadoras. Continuador de una tradición regional que iluminó el firmamento educativo, poético, social y humanista, a la que el gran Norberto James llamó “la provincia sublevada” para significar su trascendencia y su generosa cosecha de talentos y celebridades que tanto ha aportado a la cultura nacional y popular de la República Dominicana. Pero, ¿en qué preciso momento, este académico, poeta, cuentista, novelista, narrador de literatura infantil, tomó la decisión de entregarse, con tesón, a una de las tareas creativas de mayor incidencia y de contenido más sutil de la literatura universal? Hijo meritísimo de la Universidad Central del Este, acantonamiento general educativo, que ha irradiado las luces del saber y la formación profesional, como un faro gigantesco sobre las comunidades del Este, sobre el país y sobre allende los mares, bajo un predicamento ético y una conducta ciudadana, en medio del caos recurrente y de la debilidad estructural que acusa la sociedad dominicana. Fue en este alto centro educativo donde Miguel Phipps encontró el estímulo final para abocarse a la multiplicación de conocimientos y publicaciones, agenciándose el respaldo y la simpatía de todos los responsables del engranaje cultural nacional, cooperador, noble, humilde, responsable, Phipps ha sido el brazo ejecutor de las políticas de extensión cultural y fomento al libro, trazadas por el doctor José Hazim Frapier. Estamos hablando de uno de los escritores dominicanos con mayor registro de publicaciones, con 65 títulos publicados. Y considerado el más prolífico de literatura infantil de la región de América Latina y el Caribe, formando parte de la más prestigiosa colección de libros para niños de Iberoamérica. Se trata de un hijo agradecido que preserva los vasos comunicantes de su noción cultural primario, integridad de pensamiento y vida que delata su condición humana, compositor del himno “Consuelo mío”, cántico oficial del municipio de Consuelo de San Pedro de Macorís. Los ingenios que el poeta nacional, Pedro Mir, sindicó como entes provechosos de una región, en su denuncia vibrante de un país despoblado, donde los campesinos no tenían tierras, explotados por el Central extranjero, ya son débiles imágenes productivas, languidecen como estampas, sumarios de pobreza y miserias en el abandono oficial y en la indiferencia colectiva. Pero ahí está el Himno a Consuelo, identificando a sus moradores con las vibraciones del canto para que el coro de sus voces nacientes abrigue el orgullo y el amor de sus raíces y para que un día renazcan de nuevo en un orden de prioridades humanas y sociales. Hemos sido convocados esta noche para poner en circulación cuatro hermosos ejemplares de literatura infantil: “La triste historia del pececito alegre”, “El hada del Sur”, “Ro-

Tony Raful, Jacinto Gimbernard, Miguel Phipps, José Alfredo Corripio y Jorge Tena Reyes.

siámbar” y “Plumaje”. Oh sorpresa de mi vida, al tomar en mis manos estas obras de lectura infantil, no demoré en volver a ser niño. No puedo explicarlo racionalmente. Adornados con gráficos, dibujos hermosísimos que facilitan la comunicación visual y de lectura, viví la triste historia del pececito alegre, las discusiones entre el pez patán, el pez ciego, el pez culto, y la enseñanza de que siempre hay un amanecer. Detrás de una historia simple, hay una imaginación con un alto contenido crítico. “Como es arriba es abajo”, dice el Kibalión, uno de los libros sagrados del Oriente. Como es en el mar, bajo el impulso instintivo de la vida, es arriba en las pugnas humanas, y en todo caso hay un amanecer, un vibrante colorido de energías que restablece el orden y el amor perdidos. El texto “Plumaje” es de un legado educativo esencial, el diálogo entre el colibrí, el pavo real, el cuervo, la cotorra, el cisne blanco, la cigua palmera, es una reproducción de enseñanza humana. El autor toma el mundo animal como escenario, nos cubre con el verdor de las imágenes, y nos coloca frente a la luz escarmentadora de la vida que premia la sencillez frente a la arrogancia y petulancia de los seres vivos. El pavo real, orondo con la belleza de su plumaje, el más bello, se ufanaba de poseer esos atributos, desafiando a los otros pájaros, empequeñeciéndolos con su arrogancia. Cuando el concurso en la selva parecía confirmar la belleza sin igual del plumaje del pavo real, cayó una llovizna inesperada (el azar otra vez recomponiendo las cosas), mientras los rayos del sol atravesaron las pequeñas gotitas de agua dando lugar a algo sorprendente: “En las plumas del colibrí aparecieron conjugados los colores del arco iris, en los matices más intensos que nadie podía imaginar. El maravilloso plumaje habría sido considerado sin igual. El colibrí salió disparado hacia los cielos abiertos, dejando en el ambiente, el espectacular y variado colorido de su plumaje iridiscente”, mientras se escuchaba a la cigua palmera expresar, “que fácil es equivocarse, cuando se juzga por las apariencias”. Así el relato llamado “Rosiámbar” es revelador de cómo el egoísmo, semilla maldita, que tuerce la bondad y solidaridad del ser humano, puede empobrecer el almita de una niña, que al descubrir en un algarrobo un ámbar milenario que iluminaba, lo asumió como una pertenencia individual y miserable, que no quiso compartir con nadie, y de cómo ese egoísmo la llevó a perder el ám-

bar mágico, y de cómo una ranita se lo tragó, y de cómo muchos años después, un niño del mañana, en otro siglo, lo encontraría, con la ranita incrustada, como fósil brilloso, donándola a un museo para compartir con todos la belleza ambarina. Bello e iluminado relato. Y finalmente “El hada del Sur”, dedicado a doña Melba Segura de Grullón, y conmovido por el trabajo que realiza en la región Sur, esta distinguida dama, al frente de su Fundación Sur Futuro. Un relato de una hondura espiritual inmensa. Se trata de una niña Melba, que al nacer recibió un palito verde de un pájaro del cielo, que trasformaba el ambiente, lograba que reverdecieran las plantas, pero que la niña sólo utilizó cuando la sequía y la destrucción del ambiente se apoderaron de la región Sur. Con ella Melba abrió nuevos surcos y floreció el verde como bandera de vida. Otro niño hurtó el palito verde que transformaba la tierra y los árboles, pero no funcionó. Cuando preguntó por qué no funcionaba, doña Amantina le respondió, porque sólo funciona con quien tiene buen corazón. Parecen nimiedades pero son profundidades, lucen simplezas pero tienen un alto contenido humano, moral y social, que alcanzan en la mente de un niño la fortaleza espiritual de todo el curso de su vida. Y además, escrito y dibujado, coloreado y proyectado en una línea de belleza que cautiva y seduce. El placer de tocar el libro, de seguir con las yemas de los dedos, de oler la pintura impresa, de vernos dentro del texto, no tiene precio, tiene valor y testimonio. Obras como las que ponemos en circulación tienen doble mérito, llenan un vacío, fortalecen la bibliografía infantil del país y de Iberoamérica, y por otro lado nos hacen mejores seres humanos, nos aproximan a puntales ideológicos de ternura, de sabiduría y de amor. Sus obras deben llenar las bibliotecas infantiles, deben servir de material de trabajo y consulta, deben ser instrumento de crecimiento interior y de aprendizaje moral. Felicidades a Miguel Phipps en este nuevo lanzamiento de sus obras. El país cultural y la infancia dominicana se lo agradecen. Y ese logro y ese reconocimiento nacional serán siempre, más que suficientes, porque coronan una obra y distinguen a un escritor de calidad profesional y humana.

Gracias Tony Raful Tejada 26 de marzo del 2014.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.