Humedal
Desde la avenida principal Paicavi, atravesado su ruido y su transito constante, uno puede llegar hasta el Humedal. Primero hay que pasar por Valle escondido, frente a la antigua fábrica de Albano., un lugar con casas y edificios enormes de estilo colonial, construidos solo hace un par de años. Al seguir te encuentras de frentón con empresas constructoras entre los matorrales que aparecieron hace un tiempo como errores en el paisaje. A este lugar suelen ir abandonar perros, por el poco transito de vehículos, y dejar pastando caballos, ellos viven tranquilos y libres, siempre se les ve revolcándose entre el pasto, rascándose la espalda y corriendo detrás de las aves, con mis amigos solíamos ir a jugar con ellos antes de adentrarnos con nuestras bicicletas hacia el interior del humedal.. Ya con las ruedas embarradas, nos quedábamos tardes completas conversando y observando las distintas aves que se iban acercando poco poco, loicas, patos, garzas, jilgueros, gorriones, golondrinas e incluso a veces, desde lejos se podía ver uno que otro coipo nadando entre la totora. Poco a poco alguien ha ido pavimentando y rellenando el humedal, dejaron solo un riachuelo, ahora no hay que quedarse quietesito para poder ver a los animales ya que no tienen más espacio que el pequeño canal contaminado donde esconderse. Quisiera que tiempo se estancara como el agua que les dejaron a los coipos, que volviera atrás donde todavía los autos no soñaban en llegar a este lugar..
Paz Vergara Navia Fotorelato Procesamiento Digital Secci贸n 2 Artes Visuales Universidad de Concepci贸n