EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N° 1002-CHICLAYO, 8 DE FEBRERO DE 2019-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
GRATIFICANTES SALUDOS POR EL NÚMERO MIL DE HUEREQUEQUE El Huerequeque es un ave que vive comúnmente en nuestra zona de Lambayeque entre los verdes arrozales; esta ave es un chorlito grande que puede medir hasta 40 centímetros de largo, su nombre científico es Burhinus superciliaris. Es un ave adaptada para correr sobre los suelos pantanosos o semidesérticos, tiene un gran parecido al avestruz pero sus hábitos son nocturnos alimentándose de insectos y peces pequeños. Su plumaje es colorido con gris ocráceo con manchas y líneas de color pardo, su vientre es blanco y sobre sus ojos grandes y redondos tiene una línea rala de color blanco. El Huerequeque tiene largas patas de color amarillento, su pico es algo corto y aguado y posee la punta de color negro: esta ave está protegida por el Estado peruano, está prohibido su caza. Recuerdo los primeros días del mes de abril de mil novecientos setenta y tres, el Escultismo Lambayecano, para ese entonces, ya tenía apenas cinco hermosos años bien vividos que, hasta un evento nacional se atrevió organizar como el recordado Primer Congreso Nacional Scout del 26 al 30 de junio de 1071, en el Colegio Militar “Elías Aguirre” de nuestra ciudad, e incluso del 17 al 19 enero de 1974 se realizó la VII Asamblea Nacional Scout en el Hotel de Turistas de la tierra de la Amistad, éstos eventos a nivel nacional fueron organizados y desarrollados por el Escultismo Lambayecano bajo la batuta de dos hombres que lo entregaron todo por ver a una niñez y juventud peruana, fuerte y bien encaminados para su futuro, como fueron el recordado Sacerdote Juan Edmundo Tomis Stack y el Señor de Señores Don Francisco Pezo Panduro que aún se encuentra entre nosotros y nos sigue apoyándonos. Gracias Padre Juan por dejar bien sembrada la semilla del escultismo en tu tierra querida de Lambayeque. Gracias amigo Francisco por seguir regando lo poco que queda de la institución juvenil de tus grandes recuerdos. Para el año 1973 ya se tenía diez Grupos Scouts bien formados en el departamento de Lambayeque, se venían realizando una serie de eventos locales y regionales y hasta un evento nacional y otro que se realizaría el siguiente año como la VII Asamblea Nacional Scout, es allí cuando el Padre Juan me llama y me dice…”Hombre, es necesario tener un boletín scout y usted tiene que crearlo para que los Padres de Familia estén enterados de las actividades que hacen sus hijos”. Fue un reto. Fue una orden. Fue un pedido que tenía que hacerse realidad. Al instante nos hemos rodeado de algunos amigos y se bosquejó la idea, iniciándose por qué nombre ponerle, es allí donde sale ave Huerequeque que viven en Lambayeque y que vivirá por siempre, y un 14 de abril de 1973 utilizando dos esténciles, mimeógrafo, un chisguete de tinta y otros instrumentos, nacía el informativo Huerequeque Scout, en una simple hoja que poco a poco se iba mejorando y aumentando de hojas. ¡Qué hermosos esos primeros números! ¡Qué alegría en cada uno de sus tirajes! Y todos ponían la mano y nos ayudaban, hasta Michael Hudson se ensuciaba las manos con la tinta que colocaba en ese viejo mimeógrafo que era para celebrarlo de felicidad, y cuando teníamos que enviar a otras localidades, teníamos que enviarlo en esos famosos sobres amarillos de manila y llegaba a todo el norte, centro y sur del país, luego de muchos días. Las respuestas de felicitación no se hacían esperar que nos animaba a seguir editando más números y Francisco Pezo que nos jalaba las orejas por las constantes fallas ortográficas. Épocas que no volverán, pero son épocas de muchos recuerdos y aventuras hasta que llegó la era de la computadora y todo se nos hace más fácil y llevadera que hasta las faltas ortográficas nos corrige. Y aquí está Huerequeque de una manera virtual que está llegando a todos los hogares del Perú y del Mundo. Los saludos de felicitación por el número Mil de Huerequeque, son gratificantes y hermosas que los llevo en mi corazón, de los amigos que nos escriben con sendas palabras y, muchas veces, haciéndonos recordar de su trayectoria pasada que jamás lo olvidaré y que han hecho que Huerequeque permanezca en cada uno de sus corazones. Gracias a todos los que se dan tiempo para escribirme, los necesito, los espero, los recibo con todo cariño que me comprometen a seguir editándolo semana a semana, aunque tenga otras cosas que hacer que, Huerequeque, será primero en mi vida y en el caminar de mi día a día. Es un compromiso que tengo con todos mis lectores y es un deber como un Scout que soy y seré hasta que Dios lo permita. Que Dios y la Santísima Madre Bendita me acompañen siempre para cumplir con ésta promesa y estar en cada uno de sus hogares. EL DIRECTOR