EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N° 1013-CHICLAYO, 15 DE MARZO DE 2019-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡UN AÑO DE TU PARTIDA NEGRO VILLANUEVA! “Los hombres también lloran” dice el dicho, pero hoy no vamos a llorar, lloré cuando llegué a Trujillo esa mañana del lunes diecinueve de marzo, cuando un día antes, el dieciocho de marzo del dos mil dieciocho había dejado de existir el Negro Villanueva, como cariñosamente lo llamábamos, y al llegar al lugar donde se estaba velando, no lo podía creer, encontrarlo dentro de un cajón y sin vida, cuando, escasamente algunos días atrás, nos encontrábamos conversando por teléfono sobre sus proyectos de vida con sus añorados hijos de su Grupo Scout Trujillo 155, y dos meses antes nos encontramos en el Primer Jamboree Perú 2018 que la Asociación Peruana de Scouts de Baden Powell había organizado en Chao-Virú, y se veía al Negro Villanueva no del todo bien, pero con esas ganas de siempre, poniendo el hombro en los eventos scouts donde los muchachos puedan gozar y divertirse a plenitud, me hacía recordar su trabajo, su entrega, su pasión y dedicación en el Primer Jamboree Nacional Scout que se llevó a cabo en Paredones-ChongoyapeChiclayo, del 09 al 16 de Enero de 1983 y en donde el Negro Villanueva jugo un papel importantísimo en la Comisión de Relaciones Públicas, publicando día a día el boletín del evento. Como estos preciosos recuerdos, existe una infinidad de otros inolvidables pasajes que hemos vivido juntos con el Negro Villanueva, cursos scouts locales, nacionales, internacionales; campamentos; viajes; reuniones sociales; jornadas scouts. Recuerdo muy bien, como si fuera ayer, cuando, en Arequipa, siendo miembro del Equipo Nacional de Adiestramiento de la Asociación vecina de nuestros recuerdos, le dicté varios temas al Negro Villanueva, cuando él recibía su Curso de Insignia de Madera. Todos estos pasajes, jamás lo puedo olvidar, y da la sensación que aún el Negro Villanueva está presente entre nosotros. Éramos más que hermanos scouts. Cuando visitaba Trujillo, su casa era mi casa, tuve la suerte de conocer a su Señor Padre y a su hermano, que los cuatro nos preparábamos los alimentos y compartíamos como una familia. Pasajes bellos que solo el corazón puede guardarlos hasta que, algún día, nos podamos reencontrar allá donde se encuentra con su Padre, su Madre y querido Hermano que eran uña y carne. El lunes 18 del presente mes, a un año de su partida de entre nosotros, se estará recordando ese triste momento. El jueves siete del presente mes, recibo el siguiente mensaje por parte de Fiorella, su esposa… “Hola César buenos días. Te hago la invitación para el día 18, la misa de Lucho se va a realizar en la Iglesia San Martín del Ovalo Grau a las 07.00 p.m., espero puedas venir”. Así es, trataremos de estar presente en éstas instancias que el Negro Villanueva necesita más de nuestras oraciones, de pedir al Señor Todo Poderoso por su alma y que lo limpie de toda interferencia y pueda gozar de su misericordia. Esperamos que todos los que conocieron al Negro Villanueva, en esos pasajes bellos de su vida lleno de felicidad, jocoso, bromista, bohemio, alegre, jaranero, trabajador, amigable, enfermo, angustiado, desesperado, triste, puedan estar presentes y elevar al altísimo sus oraciones que el Negro Villanueva los necesita. Me imagino que todos los que nos dejan y parten a la eternidad, deben pasar por diferentes etapas, hasta encontrarse cara a cara con el Señor, de acuerdo a la vida que hayan llevado entre nosotros, por ello, queremos preguntarle al Negro Villanueva, ¿Cómo se siente en el lugar donde se encuentra? ¿Cuál debe der nuestro comportamiento, en ésta tierra, de los que aún seguimos viviendo? ¿Qué podemos hacer o dejar de hacer para conseguir la gloria eterna? Éstas y muchas preguntas, estoy seguro, que lo podemos hacer al amigo, al hermano, al pata de todos los tiempos, el Negro Villanueva, que nos ganó en nuestra partida al Campamento Eterno del Señor. Con fe, amor y cariño, el Negro Villanueva, en algún momento, nos tendrá que responder. Negro, descansa en paz. EL DIRECTOR