EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N° 1033-CHICLAYO, 31 DE MAYO DE 2019-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
CAMINANDO RUMBO A AYACUCHO La vida es una constante de idas y venidas. La vida tiene sentido cuando el ser humano la sabe aprovechar cada minuto, cada hora, cada día, mes y año. La vida es un valle de lágrimas que sólo nos queda caminar y caminar hasta el final, y luego dar cuenta al Todo Poderoso de lo poco o mucho que hayamos hecho con la vida que nos otorgó. Nuestra vida tiene que ser siempre una lucha constante de hacer el bien, de caminar de la mano con aquellos hermanos que padecen, que sufren, que extienden la mano al que lo tiene todo, al que anda en éste mundo sin ninguna dificultad, y muchas veces, sirviéndose de los demás. Episodios de ésta naturaleza estamos cansados de ver y escuchar de grandes personajes del país, dando un gravísimo mal ejemplo a nuestra niñez y juventud peruana que quieren ver en sus líderes, en sus autoridades, en sus políticos, hombres y mujeres íntegros, honestos, honrados y decididos a dejar un país en condiciones dignas para las próximas generaciones. Nuestra vida sencilla y austera con un montón de grandes errores en todo nuestro recorrido, que va bordeando los setenta abriles, hemos sabido capear una serie de obstáculos en lo personal, familiar e institucional, pero aquí estamos y seguimos dando la cara con transparencia sin que nos puedan señalar con el dedo. Hemos tratado de ir quemando cada una de las etapas de nuestra vida sin ningún escándalo público, salvo aquella que me crearon, que me difamaron, justo en la institución educativa que había dado los mejores años de mi juventud, enseñando, educando, formando en valores a la niñez y juventud del medio, luego de veintiocho largos y hermosos años, que a Dios gracias, todo quedó aclarado y archivado, y nosotros seguimos con el mismo trajinar de siempre haciendo nuestro servicio que todo el tiempo nos ha caracterizado y lo seguiremos haciendo. En éste camino del servicio nos encontramos año tras año, cumpliendo cincuenta hermosos años de la mano con la niñez y juventud lambayecana con el programa del escultismo, años que han sido reconocidos por un Poder del Estado, como es el Congreso de la República y por diferentes medios de comunicación social, tanto escrita como radial, méritos que no me enorgullecen, al contrario, me comprometen a seguir siendo lo que soy y a no ser motivo de escándalo y mal ejemplo para todos esos indefensos niños y jóvenes que han encontrado en uno, un nuevo estilo de vida a seguir. Hoy nos encontramos caminando rumbo a Ayacucho, buscando nuevas aventuras para nuestros niños y jovenes del GRUPO SCOUT CHICLAYO 38 “JUAN TOMIS STACK”, aventuras que les permitan visualizar el Perú profundo como parte de su formación personal, aventuras como las de Guayaquil-Ecuador que en una oportunidad se pudo realizar, o como los viajes a Huancayo, Moyobamba, Tarapoto, San Ignacio frontera con el Ecuador, Cutervo, Jaén, Santa Cruz, Piura, Chimbote, Trujillo, Cajamarca y otras realidades socio económicas del país, que muy bien les viene conocer a nuestros niños y jovenes scouts, como parte de su nuevo estilo de vida. Pero para poder realizar éstas travesías de formación scout, no son fáciles, tenemos que trabajar duro y parejo para hacerlas realidad, organizando una serie de actividades económicas como rifas, bingos, tómbolas y polladas, donde nuestros muchachos scouts tienen que aprender a ganarse unos soles para poder participar en sus actividades al aire libre, caminando por las calles de Chiclayo, vendiendo sus boletos. Muchas veces los resultados de nuestras rifas, tómbolas, polladas, bingos no son muy generosas, y tenemos que recurrir a los buenos amigos tocándoles las puertas de su corazón para que nos puedan ayudar a hacer realidad el sueño de nuestros muchachos scouts que, muchas veces, son a los mismos amigos a los que siempre acudimos, y estoy seguro que estarán cansados de tanto ayudar y ayudar, que sólo les digo que tengan paciencia que, el que siempre les solicita su apoyo, algún día dejará de hacerlo, y allí sí que se sentirán tranquilos que nadie más los molestará. Con motivo del viaje a la ciudad de Ayacucho, se nos ha ocurrido enviar unos oficios a diferentes autoridades del medio y a los buenos amigos de la Familia 38, en especial, a aquellos que pasaron por sus files, saboreando escultismo, con unos resultados, hasta el momento, fabulosos. Estamos seguros que el sueño de nuestros muchachos scouts por conocer Ayacucho se va hacer realidad y que muy pronto daremos a conocer, con transparencia, en qué se invertirá su generoso apoyo que lo vienen haciendo. Desde ya nuestro profundo agradecimiento por su ayuda y que Dios los bendiga. EL DIRECTOR