EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°1081-CHICLAYO, 22 DE NOVIEMBRE DE 2019-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡CADENAS DE ORACIONES! Hace muchas lunas atrás, caminaba por las calles de mi querido Chiclayo y me encuentro con una amiga que nos conocíamos desde hace mucho tiempo y que no la veía, al darse el encuentro lo primero que me dice es, “César te pido que te unas a la cadena de oración que le estamos haciendo por mi Madre que se encuentra muy delicada”, la verdad que, hasta ese momento, no sabía lo que me estaba pidiendo, solo atiné a decirle, no te preocupes, cuenta conmigo, y nos despedimos. Al seguir caminando por las calles de Chiclayo, iba pensando en lo que mi amiga me había pedido, unirme a una cadena de oración por su Madre, pensé que me pedía que ore por su Madre, cosa que lo hice. Pasa el tiempo y recibo una llamada telefónica de un amigo, solicitándome que me uniera a la cadena de oración por su hermano que se encontraba muy grave. Fue el momento para indagar en qué consistía esa famosa “cadena de oración” que no era más que una manera de unirnos y compartir pedidos y compromisos de oración con otras personas. Desde ese instante empecé a ponerlo en práctica, encontrándome con unos exquisitos y misericordiosos resultados de la importancia inmensurable de esta forma de pedir, orar, rezar al Todo Poderoso en grupo, que es diferente al hacerlo sólo. Hay un dicho que reza “la unión hace la fuerza”, y esto es muy cierto. En diferentes circunstancias de mi vida me he encontrado en muchas cadenas de oración que me han solicitado amigos, familiares y hasta desconocidos, con unos resultados sorprendentes, cuando esa oración se hace en grupo con fe, entrega y devoción, el Señor Todo Poderoso que todo lo ve y lo escucha, intercede en nuestras intenciones con esa generosidad del Padre que nos ama y nos quiere. Cuando muchas veces un familiar nuestro o un amigo se ha encontrado en situaciones, muy críticas, nuestras oraciones le han servido para aliviarle su dolor, su angustia, su desesperación, y hasta, alargarle su permanencia junto a su añorada familia quienes sufren y se desesperan por su ser querido. En otros casos hemos sentido alegría y gozo cuando, al conocer el resultado de nuestra cadena de oración, nos han informado que, la persona por la cual veníamos orando, se encuentra en una franca mejoría, gracias a nuestras oraciones. Por lo tanto, amigos lectores, la oración en cadena sí tiene vigencia en este mundo descontrolado en que vivimos. Vale la pena promoverlo. Las cadenas de oraciones no es sólo para pedir por un familiar o amigo que se encuentre muy mal de salud, es también para pedir por otras causas o motivos, como por ejemplo: alguien que se encuentre de viaje y se espera un retorno feliz; algún familiar o amigo que está esperando un resultado de un trabajo, de un negocio que ha realizado, o que, en su familia, las cosas no andan bien con el esposo, la esposa, los hijos. Existen muchos motivos para que las personas de buen corazón, se unan, oren, recen por el resultado favorable que están esperando. Dios siempre escucha nuestras suplicas, solo quiere que nos acerquemos a Él con fe, amor y entrega. Apartados de Él, la vida es una tormenta. Hace unos pocos días atrás, alguien me dice: “A las seis de la mañana hay que unirnos en cadena de oración por x persona que lo necesita”, llegó la hora indicada y en medio de mis quehaceres diarios me pude unir a ese grupo de personas que se habían comprometido hacer oración, porque hacer oración no nos dice que dejemos lo que estamos haciendo o corramos a un templo para hacerla, no, se puede hacer oración caminando, en medio de nuestras labores diarias, de nuestras miserias y grandezas, lo importante es unirnos en cadena de oración sin mezquindades ni apegos por los hermanos que sufren y piden nuestro apoyo, hoy por ellos, mañana por nosotros que en algún momento lo necesitaremos. EL DIRECTOR