EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°1166-CHICLAYO, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2020-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡QUE TERMINE PRONTO LA PANDEMIA… QUIERO IR A LOS SCOUTS! ¿Se imaginó Usted Padre de familia convivir con sus hijos día y noche los más de ciento ochenta días que estamos viviendo con la pandemia? No, ¿verdad? Lo que realmente estamos viviendo, en estos momentos, con el enemigo mortal de la pandemia, es cruel e imperdonable. Lo que realmente, nos consuela, nos calma primero y nos ayudará después a reflexionar para aprender cosas nuevas, para buscar soluciones, para rectificar si es necesario… digo rectificar, porque, dígase de paso, los hijos, muchos de ellos, han venido siendo olvidados por sus padres, sin sentirlos, sin escucharlos, dejándolos de lado por el ritmo y las preocupaciones del trabajo y los compromisos sociales, antes que preocuparse por sus propios hijos. En todo este tiempo que venimos viviendo con la pandemia en casa, habrá notado que sus hijos vienen sufriendo serios cambios con sus sentimientos, se sienten aburridos, molestos, rabiosos, inquietos, y lo que hace Usted es llamarle severamente la atención. Tiene Usted que aceptar que a un niño le resulta difícil pensar con claridad y calmarse cuando alguien le llama la atención, le interrumpe, le interroga, le culpa o le aconseja. Si a nosotros, como adultos, nos pasa, ¿cómo no le va a pasar a nuestros niños? Aunque los padres de familia lo hagan con la sana intención de calmarlos, insistir en que aparte o deje de lado estos sentimientos que les embargan, solo le altera mucho más. Lo primero que tienen que hacer los padres de familia, es conectarse con ellos, estar de su lado, aceptarlos tal como son en estos momentos, luego ya habrá tiempo para lo demás. En mis más de setenta abriles, acuestas, el Señor no ha querido que tenga mis propios frutos, mi propio rebaño, mis propias crías, por algo será, sin embargo, en mi vida y para mi alegría y consuelo, me ha dado cientos y miles de semillas tiernas que he podido sembrar a lo largo de éstos hermosos cincuenta y dos años, en ese terreno fértil del escultismo lambayecano, que Baden Powell nos legara, gracias a mis amigos Padre Juan Tomis y Francisco Pezo que, en mil novecientos sesenta y ocho, me enseñaron el camino que debería de seguir el resto de mi vida, y que hoy ya vengo cosechando, con mucha satisfacción y cariño, esos maravillosos frutos de amor, de agradecimiento, de consuelo para los años que nos queda de vida. ¡César… estoy aburrido!; ¡César… ojalá ya pase todo esto, para volvernos a ver!; ¡César… ¿cuándo empiezan las reuniones?!; ¡César…que termine pronto la pandemia, quiero ir a los scouts!; ¡César… dime, una vez que termine todo esto ¿vamos a tener campamento?!... éstas y muchas más, son los sentimientos, expresiones, angustias que vienen pasando los muchachos scouts del GRUPO CHICLAYO 38 “JUAN TOMIS STACK” y seguramente en otros grupos scouts, en este tiempo que vivimos y seguiremos viviendo de la pandemia. Si a nosotros los adultos nos ha golpeado y nos sigue golpeando bien el enemigo, con mayor razón a nuestros niños y jóvenes. La verdad que no sé qué hacer. Lamentablemente, no tengo una bola de cristal en mis manos y poder decirles lo que puede pasar mañana o pasado, eso solo Dios lo sabe. Como un simple instrumento del Señor, atino a decirles que tengan paciencia que todo este mal momento tiene que pasar, y que los extraño un montón, pero pronto volveremos a sentirnos, a vernos, a jugar y prepararnos para la vida, que para eso nació su GRUPO SCOUT CHICLAYO 38 “JUAN TOMIS STACK”. EL DIRECTOR