EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°1240-CHICLAYO, 21 DE MAYO DE 2021-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡AMOR DE ABUELITO! Nuestros abuelos son personas de hogar. Únicos, entrañables e inolvidables. Estén o no estén ya en este mundo, ellos simbolizan ese lugar al que siempre podremos volver para acurrucarnos, aunque sea en los recuerdos. Hoy en día el papel de los abuelitos se ha visto incrementado en el seno de la familia, ante la necesidad de trabajar de ambos progenitores. Conocer las necesidades de ambos, los beneficios y los límites ayudarán a que la unión sea mucho más fuerte y positiva. Los abuelos son un pilar fundamental en la educación de los nietos, les transmiten sabiduría, experiencia, tranquilidad, cariño, estabilidad… Sin embargo, el beneficio es mutuo, ya que los abuelos también se enriquecen emocionalmente con el contacto con sus nietos. Los nietos y los abuelos representan esa unión generacional, ese papel que envuelve un caramelo, esas miradas cómplices y ese juego permisivo y comprensivo que tanto se disfruta en cualquier etapa de la vida. Los abuelitos son historias llenas de grades giros inesperados, cabellos blancos que ondea el viento, ojos que lucen con el sol, tranquilos paseos sintiendo la calidez de sus manos, el caminar sobre hojas secas, el ver llover tras la ventana con un tazón de chocolate en una fría tarde de invierno. Así pues, son nuestros recuerdos, nuestra complacencia, nuestra ternura y nuestro disfrute. Nuestros abuelitos se convirtieron, en nuestra niñez, en nuestros amigos más entrañables, esos que corrían por las colinas para jugar al escondite, aquellos que nos demostraban que el amor puede ser único y excepcional, aquel que nos reunía, todos los domingos, a sus nietos, para darnos la propina dominical, como mi abuelito Zenobio Calderón Guerrero allá en mi querida tierra que me vio nacer, Santa Cruz de Succhabamba. Pero no todos los abuelitos y abuelitas corren la misma suerte de ser tratados con amor y cariño por sus hijos y sus nietos, de tener ese privilegio de ser cuidados, chocheados y queridos. Muchos de ellos, lamentablemente, son olvidados por sus propios hijos y nietos que tienen que terminar, ésta etapa bella de sus vidas, en un asilo o casa del hogar del adulto, sin saber, muchas veces, cómo llegaron a esos lugares de refugio, lo decimos así, porque lo vivimos, en carne propia, al ir, todos los años, al Asilo “San José” de la ciudad de Chiclayo-Lambayeque-Perú, de visita, con todos los niños, jóvenes y padres de familia del GRUPO SCOUT CHICLAYO 38 “JUAN TOMIS STACK”. En este mes de mayo, mes mariano, mes de María Santísima, todos los integrantes del GRUPO SCOUT CHICLAYO 38 “JUAN TOMIS STACK” acudíamos, todos los años, a pasar unos momentos de alegría y felicidad, junto con los Abuelitos y Abuelitas del Asilo “San José” y celebrar el Día de la Madre y el Padre. Desde que llegamos, al indicado lugar, nuestros Lobatos, Scouts, Caminantes y Scouters, entran en acción ayudando a que tomen su desayuno, y luego de ello, llevarlos uno por uno a la sala de actuaciones y desarrollar un programa de diversión y hacerlos pasar y recordar esos preciosos momentos que pasaron cuando fueron jóvenes, bailando y haciendo que participen de todos nuestros números. Una vez finalizado el programa recreativo, llevarlos, nuevamente uno por uno, a que tomen sus alimentos en la hora del almuerzo. Con ésta Buena Acción, finalizaban nuestras visitas a los Abuelitos. Lamentablemente, éste año, como el año pasado, la cruel pandemia no nos ha permitido poder visitarlos, pero espiritualmente, estaremos con ellos porque los llevamos en nuestros corazones, son personas que necesitan mucho amor y cariño. Esperemos, el próximo año, estar con nuestros Abuelitos y Abuelitas llevándoles todo nuestro afecto y esperanza. EL DIRECTOR