EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°1295-CHICLAYO, 3 DE DICIEMBRE DE 2021-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡OTRO AÑO QUE SE NOS VA! Hemos iniciado el último mes del presente año que se nos va. Estamos dando los primeros pasos del mes del desprendimiento y la generosidad, de la dicha y el consuelo. Hemos iniciado el mes del amor y el agradecimiento a ese Niño Jesús que viene a nuestros corazones, trayéndonos paz, tranquilidad y esperanza, en éstos momentos difíciles en que estamos pasando todos los peruanos y muchos otros hermanos de países del orbe. No se va un año cualquiera, se va un año de muchos cambios en lo político, económico y social. Cambios que para algunos lo esperaban, pero para una gran mayoría de peruanos, ven nublado el futuro para ellos, para su familia y para la niñez y juventud del país. Año que lo voy a recordar hasta el último día de mi vida. Tantos planes, tantos sueños, tantos deseos frustrados, lo que hicimos y lo que no hicimos. Lo que pudimos haber hecho. ¿Te imaginas haber tenido trescientos sesenta y cinco días y no haberlos aprovechado en su magnitud?... ¿Te imaginas todas esas horas que pudimos haber compartido un sin número de actividades con la familia, los amigos, los integrantes del Grupo Juvenil Scout Chiclayo 38 “Juan Tomis Stack” sirviendo en los pueblos marginados de la sociedad? ¿Alguien puede explicarnos porqué terminar un año así y no tener un precioso fin de año, como esos preciosos y dulces fines de años anteriores? Estamos entrando al último mes de un año extenuante; de un año signado por la mayor crisis política vivida en el país, del hambre y la miseria. Año en que seguimos en la desesperación sanitaria con ésta cruel pandemia que no hay cuándo finalizar; año en el cual se acentuaron grandes injusticias judiciales. Año de la acentuación del disparate y de la prolongación de la burla, haciéndonos creer en promesas nefastas en un país pobre. Año del aumento sideral del costo de vida como también del aumento de la violencia en todos los rincones del territorio patrio, sin control alguno por parte de las autoridades. Se va un año marcado por la frustración, las dudas y el temor al futuro que la certidumbre que los ciudadanos esperaban, liderados por megalómanos y autoritarios concentrados en aplicar a cualquier costo fórmulas para perpetuarse en el poder. Dentro de pocos días estaremos entrando a un nuevo año que es una nueva oportunidad. Cada inicio de un nuevo amanecer nos abre la puerta para repensar lo que hemos hecho y así definir o rediseñar las acciones necesarias futuras. De esto se trata la sostenibilidad, de no mantenerse en el statu quo de pensamiento y de seguir caminando hacia nuevos horizontes, hacia nuevas metas con paso firme y, siempre, con una mirada fresca llena de esperanza que todo lo que estamos viviendo, estamos seguros, cambiará para el bien y el futuro de todo ese ejercito de niños y jóvenes que se vienen preparando para ser protagonistas de sus propios destinos. El mundo el que conocemos, vivimos y gozamos, se detuvo ante el asombro de cada uno de nosotros, hace ya dos años atrás, ante la aparición de un virus microscópico, covid-19, haciéndonos cambiar nuestros patrones de comportamiento social y que tuvieron que ser modificados, y el cual continúa recordándonos la importancia de lavarnos las manos, de usar mascarilla y de guardar el distanciamiento social. EL DIRECTOR