EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°1321 CHICLAYO, 4 DE MARZO DE 2022-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡FUERZA UCRANIA! Los que aún tenemos memoria, fue un mes de mayo florido hace 77 años, cuando por fin se dio por finalizada la Segunda Guerra Mundial. Múltiples fueron las causas de este horrible acontecimiento y muy graves sus consecuencias para el mundo entero. Las condiciones creadas tras la Primera Guerra Mundial sentaron las bases para el inicio del nuevo conflicto mundial. Más destrucción, sufrimiento y muerte. La humanidad no había dado de sí toda la crueldad de la que era y es capaz. Tras la Segunda Guerra Mundial quedaba odio y rencor. Hoy, aquella ideología criminal vuelve a tomar auge en la Europa que creíamos estaba unida, al cual tenemos que evitarlo. Sin embargo, hoy que nos encontramos en pleno siglo XXI, vemos con mucho temor el inicio, que esperamos no se haga realidad, de una Tercera Guerra Mundial que ya viene arrojando muerte, desesperación, tristeza, llanto y desolación de todos nuestros hermanos ucranianos, con la invasión de su territorio, por parte de Rusia que comenzó el 24 de febrero, tras la declaración del presidente ruso Vladímir Putin dando orden de comenzar una operación militar en Ucrania, por considerarla una “amenaza” para su país. Lamentablemente el conflicto ha estallado tras varios meses de tensión diplomática de más de 190 000 soldados rusos en las fronteras de Ucrania entre 2021 y 2022, siendo el punto de no retorno el reconocimiento por parte de Rusia de las repúblicas separatistas establecidas tras la anterior guerra del Donbás, rompiendo el tratado de Minsk. Este comienzo de la operación militar ya viene dejando centenares de muertes, entre ellos tropas de ambos bandos y decenas de civiles que nada tienen que ver con este conflicto. Varias ciudades importantes están siendo bombardeadas como su Capital Kiev. Tras el bombardeo de las ciudades se estima que alrededor de 100 000 civiles han huido al oeste del país desde las regiones orientales y centrales. Este ataque de Rusia a Ucrania ha sido condenado por gran parte de la comunidad internacional, correctas o no que nos parece justas y necesarias, se trata de defender la vida de cientos y miles de ucranianos. El objetivo de esta nota no es entrar en el desarrollo de lo que será esta larga guerra, tampoco en desmenuzar los motivos en que se ha llegado a este horrible acontecimiento, sino el de ofrecer algunos apuntes de lo que nos preocupa, en especial, sus consecuencias. Nosotros venimos trabajando con niños y jóvenes y sabemos sus aspiraciones futuras. Nuestros niños y jóvenes están viviendo una terrible pandemia, cerca de dos años metidos en sus hogares, con consecuencias fatales para su desarrollo. A dios gracias vemos con alegría la noticia de que, muy pronto, volverán a sus instituciones educativas y a sus grupos scouts a reencontrarse con sus amigos y recuperar el tiempo perdido. Si esto está sucediendo en nuestros pueblos donde podemos vivir en paz y tranquilidad, como será con esos niños y jóvenes ucranianos el sufrimiento que vienen pasando, y no solamente ellos, es la población en general. Las secuelas físicas y psíquicas en el futuro de los ucranianos serán muy graves al ver desaparecer ciudades, vías férreas, carreteras, familias destruidas, puentes, plantas industriales y ver cómo quedarán afectados sus campos más fértiles. Ante este triste drama, tenemos que estar unidos en oración con nuestros hermanos ucranianos, no podemos ser indiferentes ante la muerte y desolación. Esperemos la comprensión y el diálogo. EL DIRECTOR