EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°1181-CHICLAYO, 30 DE OCTUBRE DE 2020-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
CHICLAYO Y LA VII ASAMBLEA NACIONAL SCOUT Los pueblos avanzan y progresan gracias a sus buenos hijos que, desde pequeños, son bien encaminados y formados. El Movimiento Scout en estas tierras fértiles del departamento de Lambayeque, ha jugado y viene jugando un papel trascendental con su niñez y juventud que, en el año de mil novecientos sesenta y ocho, y gracias a la visión futurística del recordado sacerdote Juan Edmundo Tomis Stack, y el apoyo incondicional de un equipo de hombres y mujeres lambayecanos, volvieron a sembrar la semilla del escultismo, por tercera vez, en sus ricas pampas del Señor de Sipán, para nunca dejarla morir. Así fue. Para 1971, a escasos tres años de haber caminado con los sabios principios del escultismo y de la mano con la niñez y juventud, este programa juvenil se había extendiendo, firme y seguro, por diferentes sectores de la Región de Lambayeque, gracias a la generosidad y entrega de hombres y mujeres voluntarios adultos, que entregaban su tiempo libre a la formación de las nuevas generaciones. Para este año ya se contaba con los grupos scouts, Chiclayo 32, Pomalca 38, Chiclayo 48, Lambayeque 62, Chiclayo 65, Ferreñafe 88, Pucalá 113 y Pátapo 128, que permitió Organizar el PRIMER CONGRESO NACIONAL JUVENIL SCOUT, en el mes de junio, en nuestra ciudad de la amistad. Para el año de 1972 el escultismo lambayecano, de la mano con el recordado Padre Juan Tomis, nos hacíamos presentes en la VI ASAMBLEA NACIONAL SCOUT, evento que se llevó a cabo en la Ciudad Imperial del Cusco del 3 al 5 de junio. Al final de este evento nacional scout y con el carisma de convencimiento que caracterizaba al Padre Tomis Stack, trajimos a nuestro querido Chiclayo, la sede de la Organización de la VII ASAMBLEA NACIONAL SCOUT para el año de 1974. El escultismo lambayecano asumía otro reto; para la dirigencia nacional era otra manera de medir la fuerza y hermandad del escultismo, en nuestro medio, y para todos los dirigentes scouts lambayecanos que caminábamos con nuestra Promesa y Ley Scout, compromiso que habíamos asumido ante la comunidad, era una satisfacción y cariño encaminarnos hacia una nueva aventura scout. Las condiciones estaban dadas, el ambiente propicio, y la hermandad scout por el trabajo, la entrega y el servicio, al tope. Para Organizar éste nuevo reto, el escultismo lambayecano contaba con trece grupos scouts repartidos en todo el departamento de Lambayeque, estos fueron: Chiclayo 32, Pomalca 38, Chiclayo 48, Lambayeque 62, Chiclayo 65, Ferreñafe 88, Pucalá 113, Pátapo 128, Chongoyape 138, Chiclayo 148, Chiclayo 178, Batangrande 192 y Monsefú 198 que se enrumbaron firmes y seguros a su organización. La maquinaria organizativa de éste magno evento del escultismo nacional, se inició los primeros días del mes de agosto de 1973, en una reunión del Consejo Scout Local de Chiclayo, que presidía el Ing. Otto Zoeger Silva, con todos los Presidentes de los Grupos Scouts existentes en el departamento de Lambayeque, designándose la Comisión Organizadora que recayó, la presidencia, en manos del Ing. Otto Zoeger, y de las comisiones de trabajo en las presidencias de las siguientes personas, de RR.PP. Padre Juan Tomis; de Finanzas el Señor Francisco Pezo; de Servicios el Dr. Dante Silva; de Administración el Señor Michael Hudson y Programas el suscrito. Del 17 al 19 de enero de 1974, en los ambientes del Hotel de Turistas de la ciudad de Chiclayo, se desarrolló, con rotundo éxito, la VII ASAMBLEA NACIONAL SCOUT que, hasta el día de hoy, se le recuerda con mucha nostalgia, por sus históricos acontecimientos y conclusiones. EL DIRECTOR