N°518-CHICLAYO, 12 DE DICIEMBRE DE 2014-LAMBAYEQUE-PERÚ REPORTAJE A LA TEMPRANA PARTIDA DE MI COMPADRE LUCHO EDITORIAL ¡HASTA PRONTO COMPADRE!
Las noticias llegan como un rayo fulminante, unas buenas otras que nos desgarran el corazón, como en éste caso la temprana partida de un hombre que luego de haber servido a su patria como guardián en el servicio de la ley y la justicia como un excelente Oficial de la Benemérita Guardia Civil del Perú, de esos tiempos, hoy Policía Nacional del Perú, por largos años, desde Alférez hasta Comandante de la PNP; luego de su retiro, voluntario, emprende su empresa que, con la responsabilidad, humildad, el tesón, trabajo y empuje, que lo caracterizaba a Luis Antonio Salazar Díaz, pudo salir adelante, colocándose en uno de los empresarios jóvenes más exitosos del medio. Luchito, como cariñosamente lo llamaba, y muchos que lo conocieron expresaban el mismo diminutivo, no por pequeño, sino por su forma, trato, sencillez, don de persona que a todos trataba por igual y a todos les extendía su mano generosa, porque comprendía su origen humilde y sencilla como vino a éste mundo y como se hizo hombre a base de mucho esfuerzo y trabajo. No tenía ningún reparo cuando se trataba de comentar su niñez a base del trabajo para llevar un pan a su hogar, y lo hacía con su cajón de lustrabotas en la plaza de armas de la ciudad de Chiclayo. La suerte le sonrió en base a su esfuerzo y trabajo, pero no solamente para él, para su familia, para sus amigos, para las instituciones que le solicitaban su ayuda. Soy testigo viviente de la tremenda generosidad de Lucho, no solamente para mi Grupo Scout Chiclayo 38, sino para todos, y allí están como mudos testigos de su entrega, su generosidad, su desprendimiento, en las obras que dejó con las Religiosas que laboran en la Capilla de la Virgen de la Paz; en el Hospital Docente de las Mercedes; en el Colegio que lleva el nombre del Padre Juan Tomis Stack; en el Asilo de Ancianos de Chiclayo; con los cientos y cientos de niños de los Pueblos Jóvenes que, cada año, por Navidad, llevaba alegría y sonrisas; y en un sin número de otras instituciones que quedarán grabadas en el recuerdo de un hombre que vino a éste mundo a servir y no a servirse de los demás. Finalmente, en su desesperación por seguir sirviendo a los que menos tienen, entra a la política y lo logra como Consejero de la Región de Lambayeque, cargo que lo asumirá desde el lugar preferencial que el Señor le ha preparado por su generosidad, dejando en la tierra su puesto, a otros que lo seguirán sin ton ni son. ¡Compadre! Hasta pronto, me llevaste la delantera, tú muy bien sabías de mi labor con la niñez y juventud lambayecana por eso jamás dudaste en apoyarme, en darme la mana, hoy sentiré tu tremenda ausencia, pero te aseguro que muy pronto, seguiremos conversando de esos temas que te hacía llegar a tú corazón. Descansa en paz Luchito, que huella has dejado. EL DIRECTOR