N°519-CHICLAYO, 19 DE DICIEMBRE DE 2014-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL “SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR” En un mundo con bastantes quebraderos de cabeza; en un mundo donde caminamos, muchas veces, a ciegas; en un mundo donde reina la injusticia, el poder, la envidia y el resentimiento humano; no está mal que los cristianos de hoy escuchemos esta invitación a la esperanza, al consuelo y a la alegría, basada en la buena noticia de que Dios ha querido entrar en nuestra historia para siempre, aunque no nos resulte fácil adivinar su presencia. Vale la pena que resuenen hoy en nuestro ánimo estas llamadas a la alegría verdadera, en vísperas de la Noche Buena: “Desbordo de gozo con mi Señor… me ha vestido un traje de gala… como novio que se pone la corona, como novia que se adorna con sus joyas”. “Como el suelo echa sus brotes, como el jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará y brotar la justicia”. “Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”. “Estén siempre alegres que Dios de la paz los consagre totalmente”. “Él que nos ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas”. Las comparaciones no pueden ser más optimistas: la alegría de los liberales, de los novios que preparan su boda (luego Jesús se comparará a sí mismo con el novio), de los campos que abundan en brotes y frutos, y de la Virgen María que se alegra de ser elegida como Madre del Mesías. Vale la pena que nos preguntemos: ¿estoy yo alegre por dentro, como Isaías o como María de Nazaret? Y si no es así, ¿no será porque no acabo de creer en esas palabras bonitas que decimos y que cantamos en el Adviento? Hay muchas personas que viven en la oscuridad porque no saben nada de Jesús, ni de su amor. Cuando creemos en Cristo vivimos amando como El. Cuando aprendemos a amar, entonces se hace la luz alrededor nuestro. Preparémonos de verdad en este poco tiempo de Adviento que nos queda, cantando con alegría “Ven, ven, Señor, no tardes. Ven, ven, que te esperamos. Ven, ven, Señor, no tardes. Ven pronto, Señor. El mundo muere de frío, el alma perdió el calor; los hombres no son hermanos, el mundo no tiene amor.
EL DIRECTOR