N°588-CHICLAYO, 29 DE MAYO DE 2015-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL ¡MAYO, MES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA! Estamos a dos días de finalizar éste hermoso mes dedicado a nuestra Madre la Virgen María, mes que nos hizo recordar con fe y amor lindos pasajes en que hemos podido, en primer lugar recordarla a la Madre de Dios con aprecio y cariño, su humildad, su entrega, su trabajo y su maternidad divina. Por otro lado hemos recordado, también, el amor sublime que tenemos con nuestras madres que nos trajeron a éste mundo con amor, ternura y entrega, el segundo domingo de éste mes y que, como agradecimiento a todas nuestras madres, le hemos rendido homenajes de aprecio y cariño. Éste mes de Mayo ha sido también el mes de las flores, de la primavera. Muchas familias esperan este mes para celebrar la fiesta por la recepción de algún sacramento de un familiar. También, Mayo es el mes en que se realizan romerías o visitas, en masas, a la Virgen María a algún lugar donde existe una gruta, como el caso de nuestro Grupo Scout Chiclayo 38 “Juan Tomis Stack” que, todos los años iba a la Virgen de Guadalupe, gruta que se encuentra en un cerro de la Provincia de Guadalupe (Libertad) y que, éste año, con mucha pena, no se pudo realizar, sencillamente por falta de recursos económicos de los niños y jóvenes de nuestra familia 38. Estamos seguros que nuestra Madre la Santísima Virgen María, va a entender la precaria economía de nuestra familia 38 que, con ellos, es justamente con los que nos gusta trabajar y enseñarles que la vida no es fácil. La devoción a María, nos dice Santo Tomas de Aquino, "no es otra cosa que una voluntad pronta para entregarse a todo lo que pertenece al servicio de Dios". La devoción, pues, radica en la intimidad del que se siente inclinado al servicio amoroso de quien le es superior, que en el caso que nos ocupa es la Madre de Dios y Madre de todos los hombres”. El Concilio Vaticano II enseña que las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios, que la Iglesia ha aprobado dentro de los limites de la sana y ortodoxa doctrina, teniendo en cuenta las circunstancias de lugar y tiempo, así como el carácter e idiosincrasia de los fieles, hacen que, al honrar a la Madre, el hijo sea más amado. Por ello recomienda también las prácticas de piedad marianas tradicionales, reconocidas por el Magisterio y admitidas por los Obispos de los lugares. Su forma y duración variará para cada lugar y, con el correr del tiempo, hasta pueden derivar sus modos y esplendor, pero siempre, ya sean públicas o privadas, tenderán a honrar a nuestra Madre y a conseguir su intersección poderosa. El culto de la Madre de Dios, a través de sus imágenes o cuadros, queda bien patente que es según el sentido que se le da en la Iglesia: no se venera la imagen o el cuadro como tal, sino a la persona representada. El Concilio asimismo explica cuál debe ser la verdadera devoción a María: no es un efecto estéril y pasajero, ni una vana credulidad, sino que la recta devoción a Santa María necesita de una fe viva, que lleva al amor y se traduce en imitación. Los frutos de la devoción a nuestra Madre la Santísima Virgen María, son muchos, solo falta que Usted empiece a sentirlos cuando se incline a iniciarse a quererla, a amarla y a tener devoción a Ella. EL DIRECTOR Madre
de Dios, que la Iglesia ha aprobado dentro de Concilio Vaticano II enseña que las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios, que la Iglesia ha aprobado dentro de los El Concilio