N°655-CHICLAYO, 06 DE NOVIEMBRE DE 2015-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL AGRADECIMIENTO A LOS QUE NOS ENSEÑARON A CAMINAR Y YA NO SE ENCUENTRAN ENTRE NOSOTROS
Hemos iniciado el mes de noviembre, conmemorando y recordando el Día de todos los Santos y los Difuntos. Nuestros seres queridos y amigos que compartieron grandes momentos junto a nosotros, y que hoy, muchos de ellos, se encuentran en el Campamento Eterno del Señor. Es un buen momento para agradecer, en primer lugar, a mis padres que me dieron la oportunidad de vivir entre ellos junto a mis hermanos, y que me enseñaron a caminar por estos senderos de la vida, gracias a nuestro Padre Celestial que los unió y les dio la gracia y el fortalecimiento de constituir una familia que hasta hoy, sus recuerdos y enseñanzas siguen y seguirán hasta que, algún día, nos volvamos a reencontrar en el Campamento Eternos del Señor. En segundo lugar agradecer a muchos hombres y mujeres amigos que, en ésta etapa preciosa de mi vida que se inicia en 1968 y que ya no se encuentran entre nosotros, me enseñaron a fortalecer mi espíritu, y con ellos, hemos caminado codo a codo abriendo surcos y surcos de esperanza, amor y fe, y hemos sembrado en cada uno de esos surcos, los valores eternos de la humanidad, en la mente y los corazones de miles y miles de niños y jóvenes en el departamento de Lambayeque, y aún lo seguimos haciendo porque eso es nuestra vocación de servicio y para ello hemos venido a éste mundo. Muchas de éstas personas y amigos nos han dejado pero no por ello los olvidaremos, siempre los tendremos presentes en nuestro corazón y mente. Aunque no estén con nosotros también se merecen todo nuestro recuerdo y admiración por sus ejemplos, entrega, trabajo y por todo lo que han hecho por nosotros y lo que nos han marcado y nos seguirán marcando toda nuestra vida. En éste primer trabajo he tratado de investigar a los amigos y hermanos scouts que nos llevan la delantera y que se encuentran el Campamento Eterno del Señor y que entregaron todo de sí, en nuestro medio, en esos primeros momentos de hacer realidad una institución juvenil para el futuro de nuestros niños y jóvenes del departamento de Lambayeque, y que valió la pena y se logró gracias al entusiasmo y entrega que le pusieron. En ésta pequeña lista va nuestro homenaje a todos los lambayecanos y aquellos que sin ser lambayecanos, sin embargo, dieron su vida por la institución y que hoy se encuentran gozando del Señor. Mil disculpas por las omisiones que seguiremos investigando. EL DIRECTOR