N°712-CHICLAYO, 15 DE ABRIL DE 2016-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL HUEREQUEQUE Y SUS 43 AÑOS Caminar con Huerequeque a lo largo y ancho de estos cuarenta y tres hermosos años, no ha sido nada fácil y placentero para una persona, como el suscrito, con tantas limitaciones. Pero aquí estamos orgullosos de nuestra obra que jamás se nos ocurrió llegar a donde hemos llegado, con fe, esfuerzo, perseverancia, constancia y entusiasmo, solo Dios sabe cómo ha sido la lucha constante para llegar y celebrar estos cuarenta y tres años de autentica información que, el día de ayer 14 de abril, lo hemos recordado redactando éste número 712. El día de ayer jueves, al llegar a la Oficina Scout de Baden Powell, como todos los días, y al prender mi computadora e iniciar mi jornada, de todos los días, me di cuenta que era 14 de abril, sin darme cuenta que era una fecha importante para mí, una fecha en que, éste humilde informativo Huerequeque, cumplía un año más de vida, un año más de existencia, un año más de información, un año más de esfuerzo y entrega; entonces de dije, tengo que dedicarle un número especial y celebrar con bombos y platillos éste acontecimiento que pocas veces se ve en la historia de los hombres y las instituciones. Recordar es vivir, se dice siempre, y recordar cómo nació Huerequeque, es sentirme vivo, es gritar por los cuatro vientos que aún estamos haciendo patria, que seguimos trabajando con devoción y cariño, que seguimos luchando contra la marea, contra la injusticia, contra aquellos que han perdido el norte y solo buscan vivir a costillas de lo que otros se han “forrado”. Tipos de gentes de ésta última dimensión, existen muchos hoy, basta mirar a los de la orilla de enfrente y encontraremos a montones, destruyendo honrosas personalidades sin importarles su trayectoria, su recorrido y su riquísima imagen, bien ganada, a través de muchos años atrás. Huerequeque nació un histórico catorce de abril de mil novecientos setenta y tres, sin imaginarnos llegar a éstas alturas de su rico recorrido. Nació en una simple hoja de papel bond, empleando dos esténcils y su impresión, en un mimeógrafo en base a un chisguete de tinta, gracias a los requerimientos y deseos de un hombre visionario, el recordado Sacerdote Juan Tomis Stack, quien, en ese momento, tenía en sus manos los destinos de la institución juvenil más importante del departamento de Lambayeque, y que, en esos instantes, ni me imaginaba el futuro de la institución y el futuro de Huerequeque. Pero así nació Huerequeque y que gracias a los adelantos de la tecnología, Huerequeque, poco a poco iba cambiando su imagen y su presentación, entrando al mundo de la era moderna que, el día de hoy, todos esos materiales y elementos que se podían emplear para su edición, quedaron para el recuerdo, y quedarnos, sencillamente, en éste mundo del internet, editando Huerequeque de una manera virtual y enviándolo a todos los amigos a través de los correos electrónicos, a cada uno de sus hogares. ¡Qué tiempos aquellos! De sus primeras ediciones. ¡Qué recuerdos gratos! De aquel equipo humano que colaboraron en los primeros números de sus ediciones y que es motivo de agradecerles sin mezquindades por su esfuerzo, por su entrega, por su trabajo que, con el correr del tiempo, fueron abandonando a Huerequeque, por diferentes motivos que sólo ellos lo saben. ¡Qué correrías! De aquellos primeros momentos en conseguir el material para su edición. Pero todo esto pasó a la historia, y será la historia que, mañana o más tarde, nos juzgue por la labor realizada con Huerequeque. Solo me queda agradecer a Dios por todo lo que me ha dado para salir adelante con Huerequeque, bien o mal, pero allí está Huerequeque y seguirá vivito. Lo repito, será la historia que nos juzgue. A todos mis amigos y lectores que nos siguen y han estado con Huerequeque en las buenas y en las malas, decirles, también, gracias; gracias por alimentarnos a seguir editando Huerequeque; gracias por hacer de éste medio informativo parte de sus vidas que, semana a semana, llega a sus hogares con mucho sentimiento, con mucha vocación se servicio, y con muchos deseos de dejar éste mundo en mejores condiciones en que la encontré. EL DIRECTOR
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