N°741-CHICLAYO, 01 DE JULIO DE 2016-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL ETERNOS RECUERDOS CON EL PADRE JUAN TOMIS Jamás me imaginé que, siendo muy pequeño 9 o 10 años de edad, allá en mi tierra natal Santa Cruz, que el Señor me dio la oportunidad de venir a éste mundo y crecer, en medio de mi familia y todos mis paisanos en esa linda provincia cajamarquina, antesala del cielo, pudiera haber conocido a un hombre, a un pastor del Señor que llegaba acompañado de otros tres sacerdotes más, y hacerse cargo de la Parroquia “La Inmaculada” para encaminar y guiar al rebaño del Señor, de mi provincia y bello pueblo de la serranía. Me refiero al recordado Padre Juan Tomis Stack. Éste humilde servidor, desde muy niño, me incliné al servicio del Señor, sirviéndole como acólito de mi parroquia, junto con otros monaguillos. Es allí cuando he visto llegar al Padre Juan y a otros tres sacerdotes y mi vocación de servicio continuaba con mucha más alegría y entusiasmo que, al poco tiempo, el Padre Juan ve y observa en mi persona, condiciones para seguir la vocación sacerdotal que, junto a otros compañeros de mi pueblo, decide llevarnos al Seminario Menor de San Carlos y San Marcelo de la ciudad de Trujillo, por la Diócesis de Chiclayo, donde terminé mis estudios de secundaria que, luego de haber concluido mis estudios en Trujillo, el Señor Obispo de Chiclayo, de ese entonces, decide abrir la Academia Santo Toribio de Mogrovejo, en la ciudad de Chiclayo donde, junto con otros seminaristas iniciábamos el camino de preparación sacerdotal, estudiando filosofía. Cuando estudiaba en el Seminario Menor de San Carlos y San Marcelo, de la ciudad de Trujillo, dejé de comunicarme con el Padre Juan que sólo podía conversar y ayudar en su Parroquia, cuando regresaba de vacaciones a mi tierra natal. Luego de unos buenos años, realizando su misión pastoral en mi santa tierra, el Padre Juan es trasladado a Chiclayo para formar una nueva Parroquia, en la parte oeste de Chiclayo, objetivo que lo logra fundando la Parroquia San Juan María Vianney. En 1968 estando en la Academia Santo Torivio de Mogrovejo, llega el Padre Juan en busca de jóvenes para que recibieran una serie de charlas sobre un nuevo programa juvenil que se presentaba en su nueva Parroquia. El suscrito y otros compañeros seminaristas, acudimos al llamado del Padre Juan e iniciamos con las charlas scouts que, en ese momento, veíamos su importancia para los niños y los jóvenes que, decidí seguir en el movimiento y paralelo a ello, continuar con mi preparación para el sacerdocio que, tanto fue mi entrega y cariño a los scouts que, al concluir mis estudios de Filosofía decidí descansar un año, antes de ir a la ciudad de Lima y continuar con los estudios de Teología. Al concluir el año de descanso, tiempo que lo empleé en el escultismo lambayecano junto con el Padre Juan Tomis, en su nueva Parroquia, decidí, por voluntad propia, abandonar mi carrera sacerdotal para remplazarlo por una pizarra y unas cuantas tizas, volviéndome maestro de un sin número de niños y jóvenes que se educaron en las aulas bajo mi mirada y entrega, y que, hoy, sigo contribuyendo en la formación integral de esos cientos y cientos de niños y jóvenes, con mi vocación se servicio que Dios me ha dado, a través de la Asociación Peruana de Scouts de Baden Powell. No estoy arrepentido, al contrario, me siento realizado contribuyendo al desarrollo de mi pueblo, formando a la niñez y juventud lambayecana; y mis obras que van quedando como semillas que luego germinaran, podrán dar fe de lo poco o mucho de nuestra entrega y trabajo. Sin lugar a dudas todo el esfuerzo desplegando a lo largo de todo éste tiempo, en mi vida, se debe al Padre Juan Tomis quien me enseñó el verdadero camino que debería emprender. Es por eso que, a su a repentina partida al campamento celestial, lo mínimo que podemos hacer sus hijos del Grupo Scout Chiclayo 38 que orgullosos llevamos su sagrado nombre, es visitarlo todos estos años, en romería a su tumba, y agradecerle por todo el apoyo que nos viene brindando todos los días, semanas, meses y años. Por ello, el miércoles 29 del mes próximo pasado, toda la familia Chiclayo 38, hemos estado en su tumba pidiendo al Señor que conserve y cuide el alma de nuestro amigo, protector y guía Padre Juan Tomis, para que El, a su vez, nos siga protegiendo y ayudando en todas nuestra actividades que venimos realizando a favor de nuestras comunidades. EL DIRECTOR
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