N°754-CHICLAYO, 19 AGOSTO DE 2016-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL ¡ESPLENDOROSO ATARDECER CHICLAYANO!
Contemplar las maravillas de la naturaleza, es algo extraordinario para aquellos que estamos acostumbrados a amarla, a quererla, a mirar la mano de Dios bendita, en todo lo que ha creado, en todo lo que ha puesto en las manos de los seres vivientes, en éste mundo. Por nuestra parte, seguiremos contemplando las maravillas que Dios ha creado para todas las criaturas de la tierra. El martes dieciséis del presente mes, cuando me disponía a preparar las ediciones de Huerequeque, para la presente semana, en nuestra Oficina Scout de Baden Powell, era más o menos las seis con cuarenta y cinco minutos de la tarde, y al observar por la ventana al cielo de Chiclayo, veo un fenómeno algo fuera de lo común, una belleza, en el preciso momento en que el sol, que había derramado sus rayos durante el día, se apostaba a ocultarse. Inmediatamente abro el cajón en busca de mi cámara fotográfica y lograr tomar unas vistas, para el recuerdo. Luego de unos minutos, lo que había observado en el firmamento, se esfumaba, se perdía, se ocultaba en el tiempo, e inmediatamente me dije ¿Por qué no compartir con mis lectores, éste bello momento? Y aquí lo tienen ilustrando éste editorial que adorna y alegra nuestros corazones. Pero quiero ir más allá de éste bello espectáculo que, para mí, no es un simple acontecimiento natural, algo nos quiere decir o me quiere decir, porque no es de todos los días cuando el sol se oculta al terminar la tarde, no. En ese momento pensé que algún mensaje me estaba enviando con sus lenguas de fuego e iluminando mi corazón y el firmamento, en vísperas de la presentación de mi primer libro ESCULTISMO: “UN ESTILO DE VIDA”. Las cosas no ocurren por casualidad o por que quiera suceder en medio de la naturaleza que Dios ha creado, las cosas y los fenómenos naturales ocurren por algo que el ser humano viene realizando para bien o para mal. A lo largo de la historia de nuestros pueblos, hemos visto fenómenos naturales que han arrasado con todo por falta de previsión del ser humano, y otros fenómenos naturales, sin embargo, han ocurrido gracias a la buena voluntad y predisposición del hombre, por sus buenas acciones y sentimientos de bondad, justicia e igualdad. El fenómeno ocurrido el martes dieciséis del presente mes, no queremos relacionarlo con nuestras pequeñeces acciones de bien social que venimos realizando, año a año, o con la próxima presentación de mi libro, sólo quiero pensar que, cuando existe el deseo sincero de hacer las cosas, aunque existan barreras, obstáculos, en la vida, el ser humano tiene que avanzar, y avanzar bien que, hasta los fenómenos naturales se inclinan para festejar e iluminar nuestro camino de alegría, de entusiasmo y de perseverancia. Gracias, por esta belleza Señor, y gracias por tu mensaje de aliento que me animas a seguir en lo que estamos haciendo, en tu nombre, y no descansaré hasta que sea Tú voluntad. EL DIRECTOR