EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°826-CHICLAYO, 05 DE MAYO DE 2017-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡AYER, HOY, Y SIEMPRE SCOUT!
Todos aquellos que venimos caminando y saboreando las bellas enseñanzas que nos brinda el escultismo, sabemos y comprendemos lo bello que es aferrarse a los ideales de ese extraordinario hombre que dio vida y revolucionó la educación tradicional, por una educación moderna, acorde con los avances de la niñez y juventud en el mundo contemporáneo. Ese hombre, sin duda alguna, fue Lord Baden Powell. Mucho se ha hablado ya de este extraordinario hombre, Baden Powell, y se seguirá hablando todavía, pues la obra que este hombre puso en el camino de miles y millones de seguidores, es algo que aún ha de seguir dando mucha luz a las futuras generaciones. Baden Powell, un nombre que significa el primer mensaje dado a las jóvenes generaciones del mundo entero, para que supieran que existía una vida sana, al aire libre, caballeresca, deportiva, moralmente cristiana. Un nombre que significa, además, tener en cuenta el periodo más crítico del ser humano, que es siempre el de la partida, el de la formación. Pues es sabido que el hombre entrará en las puertas de la sociedad mucho más preparado si va con las ideas despejadas, limpio de complejos, con un cuerpo sano y fuerte, respaldado por una fuerte moral cristiana y católica. Bajo estos postulados que significa Baden Powell para todos aquellos que aún lo seguimos en éste siglo XXI, hemos visto crecer a muchos niños y jóvenes que, con admiración y sentimiento expresaban siempre “scout una vez, scout toda la vida”, bien por ellos que, sin estar hoy en el escultismo, sin embargo, siguen viviendo su Promesa y Ley Scout en las diferentes esferas de sus vidas, apoyando y metiendo el hombro desde la trinchera donde se encuentran. Esto es digno de rescatar en aquellos hombres y mujeres que pasaron por las filas del escultismo y siguen, sin indiferencia, los altos y bajos del escultismo que, un día les enseñó la partida y los formó para la vida. Por otro lado, encontramos también, hombres y mujeres que saborearon las nobles enseñanzas del escultismo, desde muy jóvenes, y que repetían la misma frase “scout una vez, scout toda la vida” pero que, en su largo caminar, encontraron otras motivaciones personales que cambió el rumbo de sus vidas, y la frase que repetían la han cambiado por “scout una vez, y hasta aquí llegué”. Esto es también digno de decirlo, con mucha pena y dolor, porque muchos a los cuales los hemos conocido, muy de cerca, luego de haberse empapado del escultismo y que les sirvió de trampolín a lo que hoy son, sin embargo, dan la espalda con una indiferencia total. Esta semana tuve la suerte de conversar con un amigo, que me reservo su nombre, que ha trajinado duro en el escultismo peruano y ha sido ejemplo de honestidad, trabajo, entrega, lealtad y honradez, y que aún lo sigue siendo con ese mismo espíritu scout de antaño, y en nuestra conversación sentía su angustia y desesperación, y frustrado me decía “César, estoy perdiendo la confianza en fulano y zutano”, sencillamente porque no responden a las necesidades y requerimientos de sus responsabilidades como adultos o como scouts que fueron en un tiempo. Duro ¿verdad? No queremos llegar al molde de su zapato de éste amigo, sin embargo, en nuestra corta trayectoria de cuarenta y nueve años que estamos caminando, en el escultismo, también hemos sentido lo mismo. ¿Será éste el destino de los que seguimos con fidelidad y valentía la Promesa y Ley Scout? EL DIRECTOR