EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°842-CHICLAYO, 23 DE JUNIO DE 2017-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡DOS VIVENCIAS QUE ALEGRAN EL CORAZÓN! Nuestra vida al paso por éste mundo, no significa vivir por vivir, simplemente, conlleva algo más trascendente y respuestas claras, al por qué estamos en ella y para qué hemos venido. Sé que es un tema complejo pero, nuestro sentido común nos dice que, todo ser viviente en ésta tierra, tiene que cumplir un papel de acuerdo a los talentos o dones que el Señor le ha otorgado, a unos más que a otros, pero a cada uno, le ha dado algo por hacer o cumplir con su vida pasajera en éste mundo. En nuestro corto recorrido por ésta vida que el Señor nos ha otorgado y nos sigue brindando, hemos visto a hombres y mujeres con unos extraordinarios talentos que lo van desarrollando al paso por éste mundo, dejando huella imborrable para las próximas generaciones. Ejemplos vivientes que nos motivan a seguirlos. Y eso es y debe ser así, porque para eso existen y para eso están entre nosotros, cumpliendo su rol y su misión, en éste paraíso terrenal. Sin embargo, también existen hombres y mujeres que, por su pasividad y conformismo, viven sólo por vivir, sin descubrir en ellos, que tienen muchos talentos que van vegetando en el tiempo y espacio. Mucho depende de nosotros mismos que reavivemos ese bichito que llevamos dentro y lo hagamos funcionar, por el bien de nosotros mismos y de los demás. El ser humano es inteligente y sabio, nadie es ignorante, y en la medida de nuestras posibilidades, podemos realizar grandes cosas, motivando, persuadiendo, influenciando en los demás que caminen, que avancen, que aprendan, más aún, aquellos que tenemos la posibilidad y la virtud de trabajar con los más pequeños, que es, justamente, la etapa crucial para encausarlos por caminos de la superación y el bien. No por nada, el grupo juvenil en que estamos involucrados desde hace muchos años atrás, venimos animando, abriendo sus corazones, promoviendo el desprendimiento y la generosidad con el servicio que deben siempre tener, en cuenta, ahora que son niños, para que mañana, siendo adultos, sean sensibles a las necesidades de aquellos que, por desgracia, no han podido surgir o salir adelante, por diferentes motivos de la vida. Ésta es la labor que venimos realizando con los niños y jóvenes que se encuentran en el Grupo Scout Chiclayo 38 “Juan Tomis Stack”, y muestra de ello son, éstas dos vivencias que han alegrado el corazón, como producto de su esfuerzo, desprendimiento y generosidad de nuestros Lobatos, Scouts, Caminantes y Rovers, que acaban de realizar. La primera vivencia ha sido, la entrega de dos Sillas de Ruedas a dos Papás, hermanos nuestros, que lo necesitaban con suma urgencia. Entrega que se realizó el sábado 17 del presente mes, en medio de su reunión sabatina, luego de haber recogido las tapitas de plástico por éstos primeros seis largos meses del año y que, con su venta y el apoyo de los buenos amigos, se pudo completar el precio de las sillas y hacer sonreír a dos hermanos de nuestro querido Chiclayo. La segunda vivencia ha sido, la visita a los abuelitos y abuelitas del Asilo, el domingo 18 del presente mes, en el Día del Padre, y pasar con los Abuelitos, un día que engrandecieron los corazones de aquellos que aún recuerdan que son Padres y que con nostalgia y sentimiento, lo vivieron y se alegraron a lo grande. ¿Qué se ha pretendido hacer con éstas dos vivencias? Sencillamente que nuestros niños y jóvenes crezcan en valores; se desarrollen con un corazón desprendido y generoso; que sientan el dolor y sufrimiento de los que sufren y lo haga suyo; que aprendan a valerse por sí mismos. Si esto se logra a su temprana edad, ya se puede usted imaginar, cuando éstos niños sean mayores, adultos. El mundo sería diferente. Hombres y mujeres constructores de su propio destino, desarrollando los dones o talentos que Dios le ha concedido. Lo acabamos de realizar, han sido los mismos niños y jóvenes que han hecho posible tres Sillas de Ruedas, han alegrado los corazones de muchos abuelitos del asilo, y con motivo del fenómeno natural del niño costero, han trabajado en programas recreativos con los niños de las zonas afectadas, han entregado víveres que ellos mismos recogieron casa por casa, han realizado su campaña médica y han arreglado muchas computadoras que se habían malogrado, por las lluvias, y otras acciones que, de verdad, alegra el corazón, verlos crecer y avanzar. EL DIRECTOR