EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°910-CHICLAYO, 10 DE MARZO DE 2018-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡HISTORIA, ES HISTORIA! La Historia es la ciencia que estudia y sistematiza los hechos más importantes y transcendentales del pasado humano. Dichos sucesos son analizados y examinados en función de sus antecedentes, causas y consecuencias, y en la acción mutua de unos sobre otros, con el propósito de comprender correctamente el presente y de preparar el futuro. Estudiar la Historia no es un simple ejercicio memorístico, cargado de hechos, nombres, lugares y fechas sin conexión alguna. La Historia es ante todo, la posibilidad que el ser humano tiene para conocerse a sí mismo. Es indagar en el pasado para comprender el porqué de nuestro presente, y sobretodo, ver el hombre en su dimensión; sus aciertos, sus errores y la capacidad que la humanidad tiene para ser una especie más perfecta, mejor organizada y más justa. Dice el dicho “recordar es vivir”, y hacer historia de un hecho que ha calado el corazón de cientos y miles de lambayecanos, es transportar ese hecho histórico del pasado, al presente. Sin duda alguna, nos estamos refiriendo al Escultismo Lambayecano, y ¿por qué del escultismo lambayecano si en éstos momentos no formamos parte de ello? Aparentemente no formamos parte de ello, porque estamos apartados de la Asociación Nacional de Scouts del Perú, y ahora estamos en la orilla de enfrente, en la Asociación Peruana de Scouts de Baden Powell, que seguimos saboreando esos nobles principios del escultismo, desde 1968, que el tiempo y la historia nos permiten celebrar los cincuenta años, ininterrumpidos, de nuestra permanencia en ésta histórica institución, formando a la niñez y juventud lambayecana en valores que les permitan ser actores directos de sus propios destinos. Pero más que estemos celebrando nuestros cincuenta años de rico historial escultista lambayecana, que no tiene ninguna importancia, es traer al presente, ese hecho histórico de cómo se cristalizó el programa scout en el Departamento de Lambayeque. Y aquí sí que hay mucha ropa que lavar. Los años 70, 80 y 90 era un asiduo colaborador del Diario “La Industria” de Chiclayo, con mis acostumbrados artículos periodísticos que eran publicados en la página editorial, prueba de ello, muchos de éstos artículos, están publicados en mi primer libro “Escultismo: Un Estilo de Vida” que fuera presentado y publicado en agosto del 2016, que los otros libros que pensaba publicarlos, quedarán para la historia en mi escritorio, por falta de apoyo económico. El 90 % de éstos artículos se trataban temas del escultismo con la finalidad de dar a conocer a las familias chiclayanas, la importancia del escultismo para sus hijos, y claro que, en éstos artículos, siempre escribía desde que el recordado Padre Juan Tomis Stack, el amigo Francisco Pezo Panduro y el Señor John Abba, Voluntario Scout Británico, en 1968, conversaran y cristalizaran la presencia del programa scout en la flamante Parroquia San Juan María Vianney. Artículos van artículos vienen, en eso Don Nixa que era un Señor Periodista del Diario “La Industria” me llama para decirme que, escultismo ya había existido desde 1925 en el Colegio San José, que para mí era una sorpresa. Luego, hace dos años atrás, otro famoso periodista y amigo, Don Daniel Oscar Tagata Asabo me llama y me dice que había encontrado entre sus documentos una nota que, en 1915 se había formado la primera Brigada de Scouts en el Colegio San José, otra nueva sorpresa que inmediatamente hice, en Huerequeque, una nota especial sobre ésta nueva noticia. Histórico las dos fechas, pero ¿qué huella dejaron? Sólo recuerdos en el tiempo y en el pasado, sin embargo, en ésta tercera fase, si se puede llamar así, de 1968, ha dejado y sigue dejando grandes e indomables huellas, gracias a hombres y mujeres que entregaron todo de sí, al escultismo lambayecano, tales como el Padre Juan Tomis, Francisco Pezo, John Abba, Rosita Polo, Chelita Chicoma, Padre Javier Aniz, Julio Madueño, Otto Zoeger, Julia Doig, Alberto Vértiz, Rodrigo Barandiarán, Juan Ugaz, César Luzquiños, Hernán Montoro, Esther Llontop, Rodolfo Oyola, Pablo Furtani, Becky Bower, Bertha Gastelo, Lucho Ríos, Luis Burgos, Eduardo Garay, entre muchos otros, que la memoria me está traicionando y pido mil disculpas. A todos y cada uno de ellos, mi respeto y mi más alta consideración por haber entregado sus valiosos tiempo y haber dejado una obra que vale la pena para nuestra niñez y juventud lambayecana. Muchos que ya no están entre nosotros, estoy seguro, que el Señor sabrá premiarlos con su misericordia infinita que tiene con sus hijos que saben dejar huella en el camino. ¡Historia, es historia!. EL DIRECTOR