EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°915-CHICLAYO, 30 DE MARZO DE 2018-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡VIERNES SANTO! El Viernes Santo es una de las más representativas y profundas conmemoraciones del cristianismo. Es el quinto día de la Semana Santa. Este día se recuerda la muerte de Jesús de Nazaret. En este día, la Iglesia Católica manda a sus fieles guardar ayuno y abstinencia de carnes rojas como penitencia. En este día Santo, el Grupo Scout Chiclayo 38 “Juan Tomis Stack” se encuentra de campamento en un humilde caserío “El Progreso” de Mocupe, para recordar y vivir esos momentos duros en que Jesús de Nazaret pasó, vivió y murió en la cruz para salvarnos del pecado, porque nos amó, nos ama y nos sigue amando. En la religión católica, en este día no se celebra la eucaristía. En su lugar, se celebra la "Liturgia de la Pasión del Señor" a media tarde del viernes, de ser posible cerca de las tres de la tarde, hora en la que se ha situado la muerte de Jesús en la cruz. Por razones pastorales puede celebrarse más tarde, pero no después de las seis de la tarde. El sacerdote y el diácono visten ornamentos rojos, en recuerdo de la sangre derramada por Jesucristo en la cruz. Los obispos participan en esta celebración sin báculo y despojados de su anillo pastoral. Antes de iniciar la celebración, el templo se presenta con las luces apagadas, y de no ser posible, a media luz. El altar y los laterales se encuentran sin manteles ni adornos, mientras que a un costado de éste ha de disponerse un pedestal para colocar en él la santa cruz que será ofrecida a veneración. El comienzo de esta celebración es en silencio. El sacerdote se postra frente al altar, con el rostro en tierra, recordando la agonía de Jesús. El diácono, los ministros y los fieles se arrodillan en silencio unos instantes. El sacerdote, ya puesto de pie, se dirige a la sede donde reza una oración (a modo de oración colecta). En seguida, estando los fieles sentados, se inicia la Liturgia de la Palabra: se proclaman dos lecturas, la primera del profeta Isaías (el siervo sufriente) y la segunda de la Carta a los Hebreos, intercaladas por un salmo ("Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu"). El Viernes Santo es un día de dolor, de recogimiento, de oración, de ayuno y abstinencia, por la muerte en cruz de Jesús. Es un día que también nos hará recordar esos momentos tristes que hemos pasado, en estos días, al enterarnos de la pronta partida al campamento eterno del Señor, de nuestro amigo y hermano LUIS ROMÁN VILLANUEVA ESQUÉN. Los que hemos compartido años de su amistad, de su compañía, de su cariño, de su entusiasmo, bromas, trabajo, cursos, campamentos y un sin número de aventuras y eventos escultistas, aún no podemos asimilar su alejamiento de entre nosotros. Le pedimos fuerzas al Señor para entender lo que ha pasado y está pasando en nuestras vidas. Solo nos queda resignación al saber que todos tenemos que seguir el mismo camino, tarde o temprano, y que el Negro, como cariñosamente lo llamábamos, sólo nos ha ganado la delantera. Hay muchas cosas que imitar del amigo y hermano Lucho, su sencillez, su amistad, su alegría, su entrega y trabajo con los niños de habilidades diferentes y el amor inmenso que le ponía a éstos niños. Hoy solo nos queda pedir en ésta Fiesta Pascual que Jesús Resucitado, vele y cuide el alma de Lucho y que, desde donde se encuentre, siga apoyándonos a todos los que aún quedamos en éste valle de lágrimas. EL DIRECTOR