EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°924-CHICLAYO, 04 DE MAYO DE 2018-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡FELIZ DÍA DEL TRABAJOR¡ Definitivamente, el trabajo dignifica y santifica al ser humano, con sus obras bien realizadas al paso por éste mundo. Cuando escuchamos el tema de la esclavitud pensamos en la época de los romanos o en los africanos esclavizados en Estados Unidos, donde un grupo de gente poderosa se apropiaba de la vida de algunas personas, forzándolas a trabajar en condiciones infrahumanas que terminaban por acabar con sus vidas y con sus familias. Los esclavos, lamentablemente, no tenían ningún derecho, ni percibían salario, o si lo hacían, era un salario injusto y mezquino que no les permitía sobrevivir de manera adecuada, ni él ni su familia. El amo tenía el derecho de hacer con él lo que deseara, incluso matarlo si ya no servía a sus propósitos. Pero considero que la mayor utilidad de la esclavitud provenía de su mano de obra barata, la cual permitía que un grupo de hombres se enriqueciera. Las ganancias producidas ingresaban integras a los bolsillos de los amos. En la actualidad, cuando escuchamos o leemos algo de esto, pensamos que son tiempos pasados, y que cosas así ya no ocurren en estos tiempos modernos, pues se supone que desde el siglo XIX se promovieron leyes para su abolición, se fomentó la justicia y se difundió el pensamiento de los derechos humanos y las garantías individuales. Pero la realidad es otra, desde la revolución industrial encontramos una serie de condiciones para los trabajadores, que no se diferencian en mucho de las que presentaban los esclavos: jornadas de trabajo de más de 15 horas, condiciones insalubres e inhumanas, sin días de descanso y jornadas laborales extenuantes, especialmente en el caso de las mujeres. No queremos seguir ahondando en éste tema, pero, en pleno siglo XXI ¿Las condiciones laborales han mejorado o se repiten épocas pasadas? Usted tiene la palabra. Lo que nos ha inspirado hablar del trabajo es porque hemos iniciado el presente mes con el Día del Trabajo y queríamos saludar, felicitar y aplaudir a todos los trabajadores honestos y dignos del Perú y el mundo que, con su trabajo, no hacen más que dignificarlo y hacer que los pueblos se desarrollen y avancen. También queremos rendir un justo homenaje a todos los trabajadores anónimos que existen en la tierra. A aquellos que silenciosamente se entregan de lleno al trabajo y al servicio de una manera voluntaria y espléndida y que nadie se acuerda de ellos, me refiero a todos nuestros jóvenes dirigentes scouts, hombres y mujeres de nuestro Grupo Scout Chiclayo 38 “Juan Tomis Stack” que, semana a semana y sacando tiempo de donde no lo hay, se entregan a una maravillosa tarea de educar, formar, guiar a la niñez y juventud lambayecana. Va éste reconocimiento sincero a todos y cada uno de los dirigentes scouts de la familia 38 que, por intermedio de sus jefes de unidad, quiero hacer llegar mi saludo efusivo por éste Día del Trabajo. A la Manada, por intermedio de su Akela Mónica Janeth Espinoza Dávila, a todos los integrantes de su jefatura. A la Tropa Scout Mixta, por intermedio de su Jefe de Tropa, a Jesús Suarez Pupuche, a todos los miembros de su jefatura. A la Comunidad de Caminantes, por intermedio de su Coordinadora, a Milagros del Rosario Mendo Paz, a todos los que hacen factible su Lema Avanzar. Semana a semana nos consta su trabajo, su entrega, su servicio, su compromiso. Éste compromiso de verdad, más que con el grupo, en sí mismo, es con la niñez y juventud lambayecana, y esto es noble y sacrificada que, al final, vendrá la felicidad plena de un servicio bien realizado que van dejando con las nuevas generaciones de nuestro pueblo. Nuestro más sincero reconocimiento en éste Día del Trabajo. EL DIRECTOR