EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°937-CHICLAYO, 15 DE JUNIO DE 2018-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
VISITA INOLVIDABLE DEL AMIGO MICHAEL HUDSON “Siembra y cosecharás”, dicho popular que no pasa de moda en nuestra sociedad, al contrario, es la pura verdad. Siembra odio y cosecharás odio; siembra indiferencia, estanquillas, prejuicios, violencia, divisionismos, desunión y de seguro que, mañana más tarde, lo vas a cosechar y tu vida será un tormento de nunca acabar que muchas veces te preguntarás ¿por qué a mí? Porque, sin darte cuenta, eso es lo que has sembrado en tu vida y eso es tu cosecha. Sin embargo aquellos que siembran amor, consuelo, amistad, paz, cariño, generosidad, amabilidad, respeto en su vida, tarde o temprano lo cosechan y con creces. Lo que estamos expresando lo acabamos de vivir en vivo y en directo, con la gratísima visita de nuestro amigo MICHAEL ANTHONY HUDSON WINGHAM que, junto con su esposa y amiga MAYRA, acaban de darnos unos días plenos de felicidad a todos sus amigos que lo conocieron cuando llegó a nuestra ciudad en mil novecientos setenta, a sembrar amistad, amor, cariño, trabajo, generosidad, a cambio de nada. Desde su llegada a su querido Chiclayo, el miércoles seis del presente mes, Mike empezó a cosechar lo que había sembrado. Los que acudieron a recibirlo a nuestro primer aeropuerto, lo hacían de una manera espontánea, aquellas amistades de los años setenta y otros jóvenes que, sin conocerlo, querían saludarlo y conocer a la persona que siempre les hemos hablado de él, poniéndole como ejemplo de un hombre íntegro y generoso, para sus vidas futuras. Al día siguiente jueves siete del presente mes, acudimos a la primera universidad lambayecana, la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo, y éramos recibidos por el Vice Rectorado en nombre del Señor Doctor Jorge Oliva Núñez, Rector de la UNPRG quien había viajado a la ciudad de Lima, por asuntos de la universidad, dejando el encargo de recibir a Michael Hudson y entregar un Diploma de Reconocimiento por su trabajo y entrega a la formación de nuestra niñez y juventud lambayecana, en los años que permaneció sembrando valores en la mente y los corazones de las nuevas generaciones de Lambayeque. Mike seguía cosechando lo que, hace cuarenta y ocho años, había sembrado. Por la tarde del jueves siete, Mike y Mayra visitaron la tumba de su entrañable amigo PADRE JUAN TOMIS STACK, con quién, en vida, Mike compartió gratísimos cuatro años viviendo en casa del Padre Juan y acompañándolo en todas las jornadas que el Padre Juan hacía en su flamante Parroquia San Juan María Vianney, al margen de su trabajo constante con el escultismo lambayecano. En un gesto hermoso, Mayra dejaba, sobre su tumba del Padre Juan, su ramo de rosas que se le había entregado en el momento que pisaba, por primera vez, suelo chiclayano en el aeropuerto. Por la noche nuestros ilustres visitantes, participaron en una actividad no autorizada por éste servidor. Lo que ocurría era que, “mis hijos”, habían programado celebrar los cincuenta años que he recorrido con la niñez y juventud lambayecana y uno de los involucrados en ésta actividad, era precisamente Michael Hudson y tenía que acompañarlo, quiera o no quiera. Al llega al lugar del acontecimiento fue impresionante al ver lobatos, scouts, caminantes, dirigentes, padres de familia, autoridades scouts y políticas que me daban un cálido recibimiento que pocas veces he estado acostumbrado a ello, al contrario, en éstos cincuenta años he sido el organizador de muchos reconocimientos y congratulaciones para muchos dirigentes locales y nacionales. En medio de ésta bella ceremonia, el amigo Mike me hacía entrega de un lindo recuerdo que había traído desde Costa Rica a su amigo homenajeado. Viernes ocho por la mañana, nuestros visitantes recorrieron las principales playas lambayecanas, y por la noche, el apoteósico reencuentro con sus viejos amigos de los setenta que aún quedan, y otros que se inscribieron y que por diferentes circunstancias de la vida, no pudieron estar presentes pero mandaron sus preciosos saludos al amigo. Eran las diez de la noche y la sorpresa no tenía que faltar en éste reencuentro para el amigo Mike, un grupo de mariachis entraban cantando y mencionado el nombre de Michael que quedó, sumamente sorprendido al momento que entonaban la canción del cumpleaños que, el catorce del presente mes, Mike cumple un año más de vida, y sus amigos querían aprovechar su presencia. De ésta manera Mike y Mayra eran despedidos con Mariachis, demostrando, una vez más, el verdadero amor y cariño que le tienen y cosechando lo que Mike sembró en su querido Chiclayo. EL DIRECTOR