EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°961-CHICLAYO, 07 DE SETIEMBRE DE 2018-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
SETIEMBRE, MES DE LA PRIMAVERA Y LA JUVENTUD Dentro de pocos días estaremos, en éste mes de setiembre, celebrando dos fechas importantes: Día de la Juventud y el inicio de la Primavera. Ambas tienen coincidencias significativas. Mientras la Primavera nos regala flores, perfumes, plantas reverdecidas, la Juventud nos recuerda la libertad, el dinamismo, los sueños de vida, la plenitud del disfrute. Hablar de la juventud implica encontrarse en un entorno que promete aventura, poder, alegría, crecimiento, transformación de cada uno de nosotros y del mundo y que al mismo tiempo amenaza con destruir todo aquello que se tiene, se sabe y se es. Se idealiza la juventud por su significado de belleza, vigor y fortaleza. Ser joven es ser energía, libertad, dinamismo, estar lleno de sueños de vida, vivir plenamente, vivir al máximo, es ver la vida con otra perspectiva, es encontrar otros caminos, sentir cosas nuevas, querer, ser y conocer, vivir intensamente día a día, es tener la mente abierta a los cambios, es entrar al mundo, es disfrutar, experimentar. Los que trabajamos con movimientos juveniles, tenemos la obligación y el deber de hacer que nuestros jóvenes tengan la oportunidad de poner en práctica sus sentimientos y sus ideales; de causar un impacto en el mundo que les rodea; de ayudar a los demás en todas las circunstancia de sus vidas y crear relaciones con otros jóvenes. La posibilidad de una sociedad mejor, justa y fraterna, depende en gran parte de los mismos jóvenes bien encaminados. Desde esa perspectiva, es bueno tener en cuenta los siguientes indicadores: la posibilidad de construir sueños y utopías. La capacidad para cuestionar modelos establecidos que no funcionan. La posibilidad de proponer nuevas ideas, distintas y más convincentes. La alegría, el optimismo y la vitalidad en lo que emprenden. La mente abierta y tolerante para respetar lo diferente y hasta ambiguo quizás. Antonio Machado nos ha regalado una linda poesía, al respecto: La Primavera besaba La primavera besaba suavemente la arboleda, y el verde nuevo brotaba como una verde humareda. Las nubes iban pasando sobre el campo juvenil... Yo vi en las hojas temblando las frescas lluvias de abril. Bajo ese almendro florido, todo cargado de flor -recordé-, yo he maldecido mi juventud sin amor. Hoy, en mitad de la vida, me he parado a meditar... ¡Juventud nunca vivida quién te volviera a soñar!
EL DIRECTOR