EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°988-CHICLAYO, 14 DE DICIEMBRE DE 2018-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
¡INOLVIDABLE NOCHE SCOUT! Noche de encantos. Noche de muchos recuerdos. Noche de nostalgia. Noche de música. Noche de muchos sentimientos del ayer que afloraba en la mente y los corazones de todos los que hemos tenido la suerte de estar presente, en especial, de esa docena de muchachos del ayer que, con sus uniformes scouts recordaban estampas vivas de cuando eran pequeños con su jefe de tropa, el suscrito, de esos viejos tiempos, y que aún se sigue viviendo el escultismo que corre por las venas de los muchachos de ayer. Éste pequeño grupo de niños scouts del ayer, venciendo una serie de obstáculos de la vida, dieron rienda suelta a su espíritu scout, a la hermandad scout, al compañerismo que hace cincuenta años atrás lo aprendieron, lo asimilaron y lo han hecho parte de su vidas, para reunirse semana a semana y dejar bien puesto, la noche de ayer, todo lo aprendido cuando fueron niños en su recordada Tropa Scout Chiclayo 32 que fue fundada en 1968 en la Parroquia San Juan María Vianney por el recordado guía espiritual, Padre Juan Tomis Stack y que tuvimos la suerte de ser conducidos por Francisco Pezo, nuestro Primer Jefe de Grupo. Dicen que las Bodas de Oro se vive, se goza, se siente, una sola vez, no lo sé, pero estoy seguro que así es. Por ello, sin querer queriendo, en el presente año, he tenido la gran oportunidad de vivir, sentir y vibrar de entusiasmo, celebrando mis cincuenta años en ésta maravillosa institución juvenil, gracias a una serie de homenajes realizados por los amigos fieles que reconocen nuestra dedicación, entrega y trayectoria en el escultismo. Sin embargo, el haber celebrado las Bodas de Oro, la noche de ayer jueves trece de diciembre, en el mismo lugar y fecha en que se recibieron las primeras credenciales scouts en 1968, junto a los que fueron mis pupilos scouts, ha sido extraordinario e inolvidable que jamás uno lo puede olvidar, solo puedo decir ¡Misión Cumplida!. La presencia de representaciones de diferentes Instituciones del medio y de la Asociación Peruana de Scouts de Baden Powell, fue sentir que, los que estábamos celebrando éste histórico acontecimiento, teníamos todo el respaldo y el reconocimiento de la comunidad por una obra que se viene construyendo con esos ideales sagrados del Fundador Baden Powell, de dejar éste mundo mejor de cómo lo habíamos encontrado. Así es y así seguirá siendo en éste futuro incierto en que viene pasando nuestra niñez y juventud peruana, por todos estos acontecimientos de una espantosa corrupción de nuestros principales líderes del ámbito nacional, dejando una imagen negra para los que los siguen y para el contexto internacional. La noche de ayer quedó demostrado que, cuando existe voluntad y deseo de hacer las cosas bien, todo es posible con hombres y mujeres dispuestos a caminar por éste mundo, con valores eternos de la humanidad. Los pequeños detalles de la ceremonia de anoche, fueron los que hicieron grande al evento preparado con dos meses de antelación. El ambiente adecuado para celebrar unas Bodas de Oro; el simulacro de una fogata scout y a su alrededor una carpa rodeado de los muchachos scouts del ayer que, con guitarra en mano cantaban sus canciones scouts; las invitaciones a las principales autoridades; los números del programa general cortos y con mucho mensaje profundo; las canciones que nos dejaron recordar los pioneros del escultismo lambayecano, y finalmente, el brindis de agradecimiento por Johnny Plenge Sánchez en nombre de todos los que éramos homenajeados, y el pequeño compartir final, marcaron una estrella iluminaria en el futuro de nuestra sociedad, que demuestra que hay esperanza en todos aquellos que nos siguen y nos aprecian, gracias a ésta escuela viva, que es el Escultismo. La presencia del Jefe Scout Nacional, Victorino Chiu Pardo y del Presidente de la Asociación Peruana de Scouts de Baden Powell, Dr. Miguel Venegas Piminchumo, demostraron una vez más, el respaldo y apoyo de todo lo que se viene construyendo en ésta parte norte del país, llamado Chiclayo. Aún falta mucho por hacer que solo le pedimos al Todo Poderoso que nos siga iluminando y otorgando las fuerzas necesarias para seguir construyendo el futuro de muchos niños y jóvenes de la región y del país. Para finalizar quiero, en nombre de todos los homenajeados la noche de ayer, decirles gracias, gracias por su presencia, su tiempo, apoyo y cariño, muchos de los homenajeados están dispuestos a seguir apostando y contribuir por un escultismo fuerte, en nuestro medio, como en esos buenos tiempos que ellos lo gozaron y lo vivieron, por un país que valga la pena seguir viviendo, en especial, por los que nos siguen. EL DIRECTOR