La sociedad actual vive una fuerte presión para aceptar, como correcta, la homosexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo. En algunos países, inclusive, se están dictando leyes con la intención que se acepten estos nuevos planteamientos. Esta presión también está alcanzando a la iglesia cristiana, y a los creyentes en general, pese a los principios bíblicos y a la enseñanza impartida por siglos en el seno de la iglesia de Cristo. ¿SON VÁLIDOS LOS PRINCIPIOS CRISTIANOS EN PLENO SIGLO XXI? Uno de los argumentos esgrimidos por los propulsores de esta nueva moral sexual, señala que ya no corresponde mantener criterios morales tan antiguos después del desarrollo experimentado a lo largo de los siglos, sin embargo, se debe decir que el innegable desarrollo ha sido científico y tecnológico, pero no moral. Lastimosamente, la sociedad en todas las culturas, incluidas las más avanzadas, sigue siendo víctima de la maldad de siempre. Por esto, no hay razón para argumentar que se deben cambiar los principios o las reglas morales, puesto que el hombre continúa siendo el mismo en relación a su maldad y perversión (Jeremías 17:9). No es retrógrado regirse por la ética cristiana, aún después de dos milenios, porque el ser humano todavía no ha mejorado en cuanto a sus valores.
“...se debe decir que el innegable desarrollo ha sido científico y tecnológico, pero no moral”
¿ES ERRADA LA ANTIGUA HERMENÉUTICA BÍBLICA QUE SEÑALA LA HOMOSEXUALIDAD COMO PECADO? No debemos olvidar que tanto la doctrina como la ética cristianas, son el producto de un esmerado y prolijo desarrollo hermenéutico (el arte de interpretar científicamente las Sagradas Escrituras) que ha sido impartido y depurado por grandes y reconocidos maestros de diversas disciplinas, a lo largo de veinte siglos. Hoy, se observan algunos planteamientos, que se autodefinen como una nueva hermenéutica, y que pretenden aceptar la homosexualidad como correcta entre los cristianos. Los que adoptan esta postura, no hacen más que asumir un equivocado intelectualismo, calificando de ignorantes de la Biblia a quienes se mantienen fieles a las tradicionales y antiguas enseñanzas cristianas.
“...tanto la doctrina como la ética cristianas, son el producto de un esmerado y prolijo desarrollo hermenéutico...” ¿ES RECHAZO, DESAMOR U ODIO A LOS HOMOSEXUALES NO ACEPTAR LA UNIÓN HOMOSEXUAL? La iglesia cristiana en general ha sido y seguirá siendo muy receptiva a todos los que se integran a ella, sin importar su trasfondo, siempre que haya arrepentimiento y fe en Jesucristo. Esto no significa que no haya quienes, ajenos a las enseñanzas del cristianismo, tengan actitudes incorrectas hacia el prójimo a causa de su trasfondo. En estos casos, tales actitudes no son aprobadas por la iglesia, pues lo que Dios manda es amar al prójimo como a uno mismo, pero eso no implica aceptar conductas contrarias a lo establecido por Cristo mismo en la Biblia. La iglesia está conformada por personas que han llegado al Redentor desde los caminos más torcidos (Marcos 2:17). Esta es la gran bendición que Cristo ha dado a sus hijos, encargando que se amen entre sí, tal como Él nos ha amado (Juan 15:12).
“...lo que Cristo manda es amar al prójimo como a uno mismo, pero eso no implica aceptar conductas contrarias a lo establecido por Cristo mismo en la Biblia”
¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA ACERCA DEL HOMOSEXUALISMO? El caso de Sodoma y Gomorra (Éxodo 19) La enseñanza bíblica sobre este asunto no solo se basa en el relato del Génesis acerca del pecado y juicio sobre Sodoma y Gomorra. Si bien algunos cristianos usan este pasaje bíblico para señalar la homosexualidad como pecado, y por tanto desagradable a Dios, la Biblia tiene muchas otras referencias en las que Dios desaprueba el homosexualismo, citamos algunas: Levítico 18:22 “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”. Levítico 20:13 “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre”. Deuteronomio 23:17,18 “No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro”. 1Reyes 14:24 “Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel”. 1Reyes 22:46 “Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa”. 2Reyes 23:7 “Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera”. Los promotores de la corriente prohomosexual y del matrimonio entre personas del mismo sexo, aprovechan que en el relato sobre la triste experiencia de Sodoma y Gomorra se presente una clara situación de violencia sexual. Ellos argumentan que lo que Dios condena no es el homosexualismo, sino la agresión
sexual, señalando enseguida que la homosexualidad no fue censurada ni condenada por Dios. Debemos reconocer que esta es una astuta observación, pero hay que responder que el hecho de que haya violencia sexual, condenable por cierto, no sigifica que Dios no condene la homosexualidad.
LA ENSEÑANZA DEL NUEVO TESTAMENTO La moral del Nuevo Testamento va en línea con la del Antiguo Testamento, lo que significa que Dios no cambia lo que estableció para su pueblo desde la antigua y milenaria relación que tuvo con ellos. El Nuevo Testamento toma estos principios y los esclarece y profundiza, estableciéndolos como algo que todos los cristianos deben obedecer, si es que quieren seguir a Cristo como Salvador y Señor. Veamos algunos pasajes:
Romanos 1:26-27 Este pasaje es muy claro y directo en cuanto a la relación de pareja entre personas del mismo sexo, tanto entre hombres como entre mujeres. Lo señala como perversión sexual, producto del desconocimiento de Dios y la negación a aceptarle como Soberano de la vida. El texto también señala que esta actitud comienza con la negación de Dios como Creador del ser humano, con la consecuente rebeldía a vivir conforme a lo que Él establece para sus criaturas. La alusión al lesbianismo aparece en el versículo 26 y habla de mujeres que asumen conductas sexuales contra natura, es decir contrarias a las que establece la naturaleza entre hombre y mujer. La misma referencia se hace en el versículo 27 pero en relación a los hombres, llamando a esto "hechos vergonzosos", que implica una conducta indecente, impropia para los seres humanos.
1 Corintios 6:9 Este pasaje de la Sagrada Escritura habla de "afeminados", refiriéndose a hombres que adoptan actitudes y formas parecidas a las de las mujeres, dejando de lado lo varonil que corresponde a su sexo. El Texto también se refiere a los hombres "que se echan con varones", es decir, que tienen relaciones sexuales con otros hombres. En este sentido, la palabra griega usada es clarísima, de tal manera que no se puede objetar que se trata de relaciones homosexuales.
Una observación básica, para una correcta interpretación, es considerar que la mención de esta forma de conducta aparece en medio de una lista de pecados practicados por los corintios, antes de conocer a Cristo como Salvador y Señor: "Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios" (v.11). Esto significa: primero, que la homosexualidad es pecado y desagrada a Dios. Segundo, que el cristianismo no discrimina a quienes vienen de una vida desordenada, sea la que fuera. Tercero, la conversión a Cristo cambia la forma de vida, pues perdona, justifica y santifica.
“Una observación básica, para una correcta interpretación, es considerar que la mención de esta forma de conducta aparece en medio de una lista de pecados...” El caso de Sodoma y Gomorra en el Nuevo Testamento Es innegable, como se ha señalado anteriormente, que en este caso hubo violencia sexual, pero no significa que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no hayan sido censuradas y condenadas por Dios. Esto se lee claramente en la carta de Judas, versículo 7, donde se habla de "vicios contra natura", razón por la cual sufrieron castigo de fuego eterno. Esta referencia corresponde perfectamente con el antiguo mandato dado por Dios a su pueblo, después de sacarlo de la esclavitud en Egipto. Uno de los actos inmorales prohibidos decía: "No te echarás con varón como con mujer; es abominación" (Levítico 18:22).
Jesús y el homosexualismo ¿Es verdad que Jesús no condenó la homosexualidad? Los promotores de este antiguo vicio quieren usar el silencio de los evangelios para poner a Jesucristo a favor de la conducta homosexual y de la moderna unión homosexual. Sin embargo, hay que decir que cuando el Señor habla de la familia y del matrimonio, señala solo los dos sexos que establece la naturaleza desde la creación: hombre y mujer (Mateo 19:5). Es evidente que para el Salvador está fuera de toda discusión cualquier otro "sexo". Para Jesucristo no hay opción sexual, solamente la que se relata desde el Génesis: que Dios creó al hombre y a la mujer.
Para Jesucristo no hay opción sexual, solamente la que se relata desde el Génesis: que Dios creó al hombre y a la mujer Un llamado Los creyentes en Cristo no debemos sorprendernos de esta fuerte e insistente corriente pro unión homosexual. Tampoco escandalizarnos y, menos aún, dejarnos arrastrar a la confrontación y a las discusiones negativas. Tenemos que ser defensores de la Verdad de Dios revelada en la Sagrada Escritura, pero con amor y viviendo consecuentemente con lo que decimos creer. Debemos recordar siempre que cada creyente redimido procede del mismo mundo de pecado y perversión en el que yacen los hombres y mujeres que están sin Cristo. La misión de la iglesia y de cada cristiano es honrar a Cristo con vidas que muestren el amor y rectitud del Redentor. Solo así traeremos a otros a los caminos de Dios.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.” Marcos 12: 30-31
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16
Abril 2014