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AMOR Y EXPIACIÓN
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DRAMA ORIGINAL EN TRES ACTOS Y EN VERSO
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A la 1111•111ori11 ,!t- los 1•ir11rclcs ,fr 111i111111, ll 11/i-11/atlo 1,,, ,1/igrrd, y 11/ ri·fl<'io el..:i•sas 1•ir1r11/,•.~ 1•11 fftl., dcclirn 1!,t1· drama
.,11 .,11/1n11,,.
F. G. IJ.
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ACTO PRIMERO El Teatro re¡m.!se,1111la .rnla ,h• D. Dil!~o. / la/Jrti tres p111·rtas, d()s fott'rales ,, 111wal /i1J1do ,¡u,• /1¡.:11m,•swr co11li~11a al :.a¡.:win c¡11i:da a la calle. Al lacio dereclrn del ¡nili!ico Jwbrti una ¡1~•,¡111!1ia al ¡irosce11i11. mesa ,¡11e estarti 1111 J){ICCI a1•a11:.111la
ESCENA PRlM ERA El\1/RA
Y CURA A•JfGUEL
E/vira aparece se111<1da junto a la mesita ,·011 el codo apoyodo en ella y la mano er1 la mejilla en actitud triste y pe11sa1iw1. El Cl(ra estará de pie /i·ente a E/vira co1110quien la c0111cm1pla.
CURA
ELVIRA
¿Por qué pálida se inclina llena de dolor tu frente? Un recuerdo mi alma siente de amargura y de pesar. Hace un año que en la tumba ¡oh¡ ¡memoria dolorida!. .. ¡Si le pudiera borrar!. ..
129
Pontlflcfa Unlverekfad CatóUca Maa~ y Ma(':Stra RSTA..Blblioteea ;.üunaciol
I
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l ¡ 1 1• ! FRANCISCO GREGORIO BILI.INI
132
OBRA I.ITF.RAIUA :l.- MISCELANEA
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! CURA
EL\'IRA
ClJRA
¡Ya te he dicho que se lavan hasta los sucios borrones! ... ¿Crees tú que a los con1zoncs no le vuelve su virtud. su pun:za, su alegria, ese Dios del firmam~into:' ¡Pa<lre, lo que en mi alma siento no lo borrn el ataúd! Soy indigna hasta del ruego, yo no tengo ya cc,nsuelo, y sé que Dios en d cielo no mc puede per<lona1: El ser por esencia justo ... (1111an1111¡,ic11tlo) ¡Que formó (Sc11te11<:ioso) ¡Su miserkordia
naturaleza! ... cmpÍl!i'.:1
ele su justicia a la par! ... (Cogiemlo a Eh·ira ele lcr 111mwy acerccíwlus,, 1mís al pmscenitJ)
En las páginas preciosas de la historia de la vida, ¿quién no tiene allí esculpida una culpa y su expiación? Y en este mundo tirano de crímenes siempre lleno ¿quién no tiene algún veneno adentro del cora::ón? ¡Aún los santos han pecado! ¿No recuerdas a una hermosa a los hombres cariñoso fascinando con su amor, y después de haber pecado una, y tantas y mil veces, ¿no miras como aparece triste, mustia ante el Señor! ¿No la ves arrepentida, en desorden su melena, siendo ya la Magdalena
ELVIRA
CURA
una santa ante la cruz? Pues entonces, ¿por qué dudas del Eterno un solo instante? ... ¡Alza, niña, iu semblante que Dios te dará su luz! l'n·astc, di·hil criatura, pcro yo, por Dios, te juro, quc cst.i limpio, que está puro. ministro de Jcsucl'isto, no puedo decir mcntira, y otra vez te mando, Elvira, que calmes tu sinsabor!
11 ¡J
¡Oh! \'UCstnis santas p.tlabras me caus.in dulce consl1elo. v aún me parl'CL' que el ciclo b1:11iµnoel pcrd<'>n llle da.
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Pui.:s bien, ya que rn;'1:sca]111;1d11 de tu pcdw l'St:'i el l.itido, Roberto conti¡;o unido te anuncio qui.: hl\·..1r;'1 ...
ELVIRA
¿011é dccí~? ¿Pe11:súistal co~:1 ;1 vuestro :sobrino hacer?
CUR,\
Si. Elvira. yo le haré n:r ele tu \'irtud el fulgor. Y si acaso las razones se niega ingrato a escuchar, la ley te sabrf1 premiar clcvolviéntlotc el honor.
ELVIRA No, J,1más consenlil'é de espos.i otorgarle el nombre; él no quiere, y ningún hombre obtendrá del corazón el cariño puro y tierno si obligado a mí se uniere.
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OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
FRANCISCO GREGOR.1O BILl.lNI
130
CURA
El.VIRA
por los aires sin cesa1: .. (i:a111hia11dode lnwi) Y es la sombra de mi madre! ¿Quién lo duda?
¡Ay! El\'ira, no recuerdes de ese pasado la historia, piensa sólo que en la gloria tu madre descansa en pa7.. Y que hall:'111doseen l'l delo mini a Dios, que mirn en cll.1, del querube la luz bella (¡uc se refleja en su fo? •• No temas, hi_i,1:madn• .d 111orir,en su 111irmh1 nos da el perdón, y lavada nos deja el alnrn en su :\diós! Y su planw siempre un rastro va 111.ircando en su camino, puro. celestial. di\'ino. que nos guard..111ella y Dios.
CURA
Esa nprchcnsi<">n destierra del cora1.ón. Yn eso es mucho exngernr.
ELVrRA
Y ague Jla o fcnsa a mi madre ¿cómo se lava?
CURA
No, es imposible, ¡imposible! Que mere1.c.1 su pcrd6n quien cb\'<i stt corazón con d dardo del pesar. Quien d.: su honor sin 111.inc:illa destrozó las bellas flores, quien l.1 viera entre dolores, quien l:1 vio desesperar quien en \'C7. de arrepentirse e.lesi, pecado nefando, aliento le siguió dando a su tlesgr:1ciado amot'!
¡Oh! no tal. que aún el mismo criminal lava en su enmienda el borrón Y tu madre ve en tu alma que lu virtud no ha perdido: el pecado cometido lrn tenido su cxpiaci<>n. Tú no éslus envilecida: sólo amaste con locura, Y un tesoro de ternura le dio a Roberto tlJ :imoi:
ELVIRA
CURA
CURA ¡Cúlmnh:, Elvira! El.VIRA
DI
ELVIRA
(Crc:cic11tlo su agi1ació11.) ¡No puedo, que me acusa mi delito: \' en mi conciencia oigo ttn grilO i10niblc \' aterrador! ¡Ni dorn{ida estoy tranquila, pues entonces mi alma nota funérea sombra que flota
"
.,~:1L4.,
ap.) ¡Qué escucho! ¡Av! ese noP1brc no pronunciéis junto a mí que al oírlo siento aquí (En el pecho) como un dardo punzador ... (lcva11iándose,
Pobre, desdichada El\'ira ¿con que ahora le aborreces? ¿Queréis que ame n quir!n las hct:~•s del dolor me hizo beber? ¿A quien tnn vil. tan ingrato una mancha deshonrosa en la página preciosa de mi vida deja cruel?
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FRANCISCOGREGO(óaJLLINI
134
CURA
Roberto, Elvira, le quiere ...
ELVIRA
Otro tiempo esa ilusión fue cm1sa de mi desgracia ... ,\ m.is, el genio H:rrihle de mi padn: ...
CURA
No es posible t¡lll' se obstinl' en resistir a unu cosa que es tan justn; y él le adora ...
ELVIRA CURA
Al momento tic llegar ib.i ¡¡ daros t·I avbn, y el pudre l\ligul·l no q11iso.
D. DIEGO
Imposible, en modo alp.uno: \"Ul'Slr;is visi1as le son rnuy ~ralas al corn;,.,,n, ,iamús seri:is imporl11110.
CURA
Don Diego, p.racias os doy: me honrn vuestra corlc:sía. En mi papel os cled,1 que tengo que lwbl;iros hoy sobre cosas importantes.
¡Oh! ¡yo lo lwré consentir! D. Diego por la p11ertct ele la iz.1¡1-1ierda.)
ESCENA II DICHOS Y DON DIEGO ( El C11rnse avanza a 1mcontr<1r a Don Diego. E/vira se aproxhna a la mesita de la derecha.)
CURA
EL\IJRA
No consiente, mi coraz(rn lo prl!senlc.
(,\J}(lfei·e
D. DIEGO
OBRA LITERARIA 2.- WSCELANE,\
D. DIEGO
¿A sol.is?
CURA
Mejor sen'.!
D. DIEGO
Vele, Elvira.
ELVIRA CURA
(Al Cura tlándole la mano)
Sí, papá (A E/vira) Sólo por breves instantes (Se va)
¿Es posible? ¿Estáis aquí?
ESCENA lll
Sí, D. Diego, ¿lo ex.trañáis? Vuestra esquela recibí; mas no deja ele admirarme que habiendo ya vos venido no lo hubiera yo sabido.
DON DIEGO Y EL CURA
(A E/vira.)
¿Por qué no fuiste a avisarme?
D. DIEGO
(Después de ver que E/vira se va por la derecha.)
Solos estamos los dos. CURA
Sí, y a proponeros vengo ... Mas ... sabed antes que tengo mucha simpatía por vos.
FRANCISCO GREGORIO BILLJNI
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OBRA LlTERARIA 2.- MISC.:ELANEA
137
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D. DIEGO
CURA
D. DIEGO
CURA
D. DIEGO
Hace un mes, si mal no pienso, que tuve el dolor intenso de saber una locura cometida por Roberto. ¡Oh! recuerdo que dormía en mi mente, y que creía ignorado hubiera muerto!. .. ¿Por qué venís a encender en mi alma ¡ay! hecha trizas, el fuego de esas cenizas que cubren mi pobre ser? Mísero yo que ignorara que del mundo por doquiera mi deshonra se supiera v de boca en boca errara. Pobre-:-• abatido anciano, por martirios destrozados, moriré sin ser vengado de Ju ofensa de un villano! (Pausa\' mirando al cielo) ¿Por qué si ya me encamino en pos del sepulcro umbrío quieren hundi1·me? ¡Dios mío! ... (Baimulv la vista y cltínclose en la fi,mte.) ¡Qué maldición! ¡qué destino! Don Diego, nunca he mentido; pero no lo sabe el mundo como decís ... (Ap.) (Me co11/i111dn)
¿Y cómo lo habéis sabido?
CURA
iba st1 disco ocultando, por una casualidad hija tal vez del des ti no, me encontró vuestro sobrino al volver a l., ciudad. Con muy jovial atención a su "Estancia" me rogó pasase un momento y yo no excusé la invitación. Llegamos, pues, al entrar muy compl.icidus los dos, él pregunta allí por vos; no cstabab y os fue u buscar yo quedi:me cnin:'lcnido ... Luego al bosque- penetré, -:-·a cspcr.iros me senl~ en un naranjo c.1ído. Pas,ldo u11instante oí un gcmido prolong ..1do, mis ojos torné· a otro lado y a El\'ira llornn<lo vi. Al mirarla triste y bella tantas lágrimas vertiendo, no me contuve-, y corriendo llcguéme a prescncia de ella. Mirándola cmil gemía le dije que no llorara, le rogué que me cont.ira la pena cruel que sufría. Y al cabo me dijo triste con la voz enternecida de su historia dolorida negra página que existe ...
Hablad sin temor, buen Cura
Una turde puse.indo
por las quintas, cu.indo el sol, entre nubes de arrebol
D. DIEGO
¿Y ella misma a vos lo dijo? ¿Y no se muricj primero?
CURA
No así, Don Diego, tan fiero contra una hija ... De fijo
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FRANCISCO GREGORIO BJLLJNI
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OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
¡1
supe al fin que el criminal, fue Roberto mi sobrino. D. DIEGO
Sí, ese villano que vino IHH!SI ro honor
él su falta amenguará, v la mancha lavará ~1uy presto de vuestro honor.
CURA
D. DIEGO
La justicia misma ordena Roberto vaya al altar ... D. DIEGO
n mnndllar.
CURA Perded cuidado, señor,
D. DIEGO
\
Cuando se pierde del alma la brillantez de las flores, ¿quién vuelve a darles colores? Cuando marchita la palma del pudor yace entre el lodo ¿quién le vuelve su verdura? Nadie; es esta verdad pura • que de negar no hallo modo. Pero el mund1l admite un \'do con que cubre el deshonor: cuando se pierde el pudor ese alivio nos da el cielo. Mas de Elvira el alma buena justifica que el pecado su virtud ha realizado ... Y ese amor que la condena.
CURA
CURA Tal lenguaje simboliza al fiel ministro de Dios. Ella no es culpable, no, existe un criminal solo, y para lavar su dolo mi palabra empeño yo.
Don Diego, yo soy incapaz de ofender. Lo que \'engo a proponer es justo.
D. DIEGO
Imposible, no, jamfü; lo consentiré ...
Cura
Mirad que sois un .inciano, ~·ya presto el lmdo insano de l.1 11HIL'l'le...
D. Diego
Moriré con firme resolución.
CUR.'\
(S11¡1lin1111e y nnrr11m·iilu)
¿Y no sal\';1réis a Elvira que trislc, m.írtir suspira de su perenne aílkcici11? ¿Aumentan:is su dolor dcjündola en la orfandad? ¡Tened, Don Diego, piedad de la hija de \'ucstro amor!
(Sorprendido.)
En un ministro cual vos tal lenguaje !'J0armoniza.
No acabéis, padre, de hablar, pues el ~tlnrn siento llena de furor.
D. DIEGO
Esos ruegos son en vano mucho decirlo me pesa.
CURA
Locura, Don Diego, cs. esa, que me admira en un anciuno.
D. DIEGO
Perdonad, mas no es locura es deber de un padre honrado,
139
---
------
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
140
OBRA LITERARIA 2.· MISCELÁNEA
que mira su honor manchado y de su hija la vent\.1ra. CURA
Por eso qu\·ero, Don Diego. que él os d1: s.1tisfac:ci1í11, ,. en dulce ,. cterrn1 uni6n ~' Elvira rn~l\'a PI sosiego.
D. DIEGO
¡De un \"ilbno como cs él no apetezco, señor, ,rnda, quisiera sólo mi espuda hundir en su pecho cru~•l!
CURA
D. DIEGO CURA
En el ;lima gencros.1 nunca el odio tiene ;isiento, que es m;ís 11oble el Sl'lltimiL-1110 si pcrdom, bondados:1. Y un padre, como sois ,·os, c.lt:una hija que s tan buen.i, si ,d martil"io la condcm, no tiene perdón de Dios mns no ... tendréis comp.1si<'m, y a Roberto aquí lrat>ré ... A Roberto y... ¿para ql1é?
¡oh! no sé lo que sientn :,qui en el pcd10 ... ¡A impulsos de la cólera se inflam:1 y ahora viene ;1 encenderse 111.is la llama tcrrihh: de vcng:1nza! ¡Oh! Roberto, Rohcrlo c11quii.:11El\'irn fundabt1 su amor todo y :.u cspcr,\llí'.a, la ,·il mancha q1u.•echaste en su vid,1 n() merece pcnMn ... ¡llij:1 qucrida! (J)d111/11w
L'II
la Ji·,.111,•c1111 111111t11111.)
ESCENA V DON 0/1:(iO,
JUAN
D. DIEGO
/:/. CONDE Y JUAN
(Desde la p11er111del Jeme/o) Pasad, señor, adelante aquí tenéis a Don Diego. (J11u11 ¡,m1iewlo d Sll111/Jrao del Conde sllbre la 111r!s11, St' "ª·) (Al oír voz ele .luan trata de despejar.w y se 11clela11ta
a recibir al co11clec11.1e e11trará.) Señor Conde.
Para que pida pe1·dón. (Se V(I por el fondo).
CONDE D. DIEGO
{A Do11 Die~o al e11trar) Dios os gua,·de.
Bienvenido, caballero. (Le presenta una silla y a111/msse .,ii•111a11.J
ESCENA IV
CONDE
(Al sentarse)
Gracias ... Tenéis el semblante ... Os veo pálido, Don Diego ....
DON DIEGO SOLO
¡Para pedir peraón! siempre así, siempre impune el crimen desvanece el hecho
141
D. DIEGO
Sinsabores son del alma que vienen con su veneno,
FRANCl!)CO GRl:.GORJO Bll.l.lNI
142
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA ¡-· \
a amargurmc e.lela vida los instantes postrimeros. CONDE
cayó en manos de Roberto, de un hombre sin corazón.
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Cómo decís ...
D. DIEGO
D. DIEGO
Esws cosas, sei'lo1· Conde, que yo siento no os import,,n, y por l,111to...
CONDE
¡Voto va! que ya comprendo los martirios que os abruman.
Callad, Conde, ese recuerdo nw estremece, mi .ilma toda se oprime, y de rabia ciego me entran g,rnas de matar ¡ese infame! ... ¡No más debo contener mi furia! CONDE
D. DIEGO
(Leva11ttí11dose.)
(Ap.) (Al /111 " lll cabo logré 11/Í objcw.)
¿Qué decís? {Co11 recelo)
·(A Don Diego.)
CONDE
D. DIEGO
Excusadme, si, Don Diego, no fue esta mi intención, vine a daros un consuelo y a pediros una gracia.
¡Mujer!. .. Es esto ... ¡Fragilidad es su nombre! Y \"OS que ya sois un viejo ... {,\p.)
{¿Sabrd también?)
Explicaos. D. DIEGO
CONDE
CONDE D. DIEGO
(Mtís sospechoso.) No os entiendo.
CONDE
(Ap.) (¡Bah! me explicaré mas claro.) (A r!l) Una mujer que a su pecho
la llama de amor abrasa en vano son sus esfuerzos si el hombre es siempre tenaz. D. DIEGO
(J\p.) {Esto es mucho, yo no puedo resis1ir.)
D. DIEGO
·-·----------·-·---
Vuestra Elvira, a quien el cielo concedió miles encantos; ílor sencilla por los vientos de una pasión entreabierta, ángel puro, fiel modelo, de candor y de inocencia,
Bien sabéis creo de mi cuna la nobleza; soy de España, vine al sucio de América, vuestra patria, a gastar sólo dinero, a vivir como quien soy. ¿Pero ... qué ... ? decidme presto.
CONDE
Ha un año que del Ozama el puro, apacible viento aspiré por vez primera. Los tantos árboles bellos que le sirven de corona ...
D. DIEGO
Perdonad, buen caballero, si a pedirme algo vcnls ..•
1,11110sgolpes
CONDE
¡Hablad! (IJ11puciente)
Es extraño.
143
FRANCISCO GREGORIO BJLLINI
144
CONDE
Tanto hablar, verdad que es cierto a ningún bien nos conduce. (Mwla11do de 101m.) Ahora, pues. oíd Don Diego: h,H:e t km po q llli me a hras:, de un nmor vor.iz, inmenso, una llama que más ;.1rdc y más se dilata en fuc!!n, cuando quiero rcpri1nirl:1. Esta pasión en silencio entre angustias la he sufrido, por ahogarla siempre dentro de mi alma. Mas inútil
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
D. DIEGO
Será conseguido vuestro anhelo, y de Elvirn os doy la mano.
CONDE
l\1c mi ll'l11crario cmp,·11,1;
,d fin yace la razón ,·enciela dd sentimiento. Si. yo amo y adoro a Eh-ira con ddirio, lo conricso, y si ella rr.i amor ardiente corresponde, plnccntcro y trnnquilo viviré.
D. PIEGO
CONDE
D. DIEGO
CONDE
(Que habní ido mostranc/o ¡;rn11sorpresa, e/ice 11wclio aparle.) (Qué esc11cho?) ¿Es \'erdad que venzo
Yn respira con sosicr.,o mi aíligiclo corazcSn. Vos seréis mi padre tierno y Elvira será mi esposa en tranquilo tl11kc suc11o veré pasar mi existencia y el ángél terrible y negro de los martirios humanos huirá presuroso lejos de nuestro feliz hognr. Cn\mósc mi sufrimiento ni fin ... gracias, Señor mío ... Dejadme cswmpar un beso en vucstrn queritfa mano. (Don Diego se /11tie11de.)
D. DIEGO CONDE
Seréis dichoso. el deseo ele un anciano habéis cumplido. Decid a Elvira que muero si mi amor no corresponde.
la única dificultad, para no ver ,;on Roberto unida mi pob1·e Elvira?
(Tomando
Sí, amigo yo no pretendo burlarme de vos ...
¡Adiós!
No atino, me confundo y no comprendo. Si sabéis de su desgracia ... ¡Ah! ya os lo he dicho, D. Diego, lo sé todo, y eso prueba que es generoso el que siento amor sin igcal...
145
s11 .rnm/Jrao.)
Mientras tanto, yo me ausento, que mis"negocios me 11:iman. (l.c extie11clc la ma110 a D. /J11•goy.~<' /11,·~tn:rho
D. DIEGO
¿Volveréis?
CONDE
SI, luego. (Se ,•a ¡,or el /Ímdu.)
146
FRANCISCO GREGORIO BJLLINI
OBR/\ LITER/\Rli\ 2.- MISCEI.ANEA
a El\'irn viendo dichosa. ¡Oh! ¡graci:.1s h: doy, Dios :-.anto! En ti la justkia brilla;
ESCENA VI DON DIEGO Y JUAN DESPUÉS.
(Se arrodilla.}
D. DIEGO
¡Mira cómo aquí se humilln el .alma que dude, 1.t1110!. .. ¡lloy te imploro, Dio:- di\'ino! Con l:1 fc qu.! no Cl'L'ycr:1, ¡que se mucra! ¡que se muera ,in pcrdún el líher1 ino! ¡Que a sus ph:s ~,bn, d ;n·cn10 sus calnral.is de fuego! ¡Y Roberto, yo te ruego, que se hundn en el infierno!
¡Jamás el ciclo se olvida de quien su humildad confiesa! Elvirn será condesa ... Mi ambición está cumplida y Roberto, su traición tcn<lr.i que pagur, ¡m:dvatlo! ... ¡Yo debiera haber matado hace tiempo a ese bribón! ( Da Jlllo dos pas ,s. J Mas, \'OY a llamar a El\'ir:.,, tal \'CZ estará rezando; \'ive :1si siempre pensnndo en su nrn<lrc, no Sl1spira sino a impulso del dolor. (Se diri~e D. Diego a fa puerta de fa b¡11ienla.
ESCENJ\ VII
Uama en l'o:: afta) ¡Juan! ¡Juan!
JUAN D. DIEGO
DON /JI EGO Y f:.J.11/ !<A
(Dentro.) Sei'lor.
(Al entrnr Jiuw} V!.!naquí. .. (hum lleta a la escena.)
El.VIRA
;_Qué os sucede, pa<lrc mio? Hablad, ¿por qut: estáis nsi?
D. DIEGO
Ven, ya te aguarduba aquí, hija mía, mi dcsv.irio, no te inquiete un solo inst:inte. Has de saber que cumplidu presto cstarú de tu vida la dicha; que un tierno amante esposo te brindara.
¡A Elvira que venga di! (Jwtn .\·eva y D. Diego v11efl'e al pro.•"·enio.)
c~sará su sinsabo1: .. Veré brillar en la frente de esa hija tan amada, de una suerte inesperada la aureola refulgente. Al pie del altar, dichoso yo la miraré de hinojos, fijando sus lindos ojos en los ojos de su esposo. Mi existencia ora gozosa pasará cual manso río, bajaré al sepu\cro frío
ELVIRA D. DIEGO
(Sorpresa) ¡Cielos!
¡Qué! ¿te causa miedo?
148
FRANCISCO GREGORIO
ELVIRA
Sí, sí, padre mío, no puedo. De mi madre ...
D. DIEGO
Piensas ya que ha de ser ese Roberto el esposo que me cuudrc. ¡Prefiere mejor tu padre sut:umbir mil veces mueno!
ELVIRA
(Ap.) (¡Es 01ml ¿Q11ien?) Padre ...
D. DIEGO
(Cogiéndole el braw.)
ELVIRA
¡Ay!... ¡no puedo! ...
D. DIEGO
BILLINI
ül3RA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
D. DIEGO
ELVIRJ\ D. DIEGO
¡Di!
(Colérico) También ... ¡oh! aumentas mi dolo1·.
ELVIRA ¿Yo? ¡Imposible!. .. D. DIEGO
Tú, sí, sí, que mi alma has destrozado, y le das ahora ... ¡cruel!. .. la última gota de hiel... que en la copa había quedado.
ELVIRA No padre, por Dios, perdón, no me culpéis.así ¡no!. .. ¡No he sido tan mala yo! ¡Digna sí, de compasión! De mi madre, no he olvidado aquella frase •re exijo, "antes de morir, --me dijo-después de lo que ha pasado, si alguien ser tu esposo intenta no accedas nunca, hija mía, pues amor al fin se enfría y te arrojarán la afrenta."
ELVlRA
Por uno mmc.1 se mide ni se confunde al honrado, ¿es acaso ~,lgún mcngtrnclo el que tu mano me pide? Es el t·ondc. de Oliv.1nis, noble csp,11iol y muy fino ... (Sur¡in•sa)
;,Q11é escucho?
¡Bah! que adivino d moti\'o. ¡Tus pesares grandes y am:1rgos serán! Por tu cruel dcsobcdicnci.1 del árbol de mi existencia las hojas cayendo \'an. Ya su tronco carcomido no se puede sostener: si lo empujas, ¡oh! mujer ... al fin lo veras caido! ... (Ap.) ¡Esto más ¡oh santo cielo, para colmo de aflicción!
(A D. Diego.)
Padre mío, mi cora1.ón de pesar lo cubre un velo; no penséis, padre querido, que yo agradaros no quiera no lo penséis ... eso fuera ingratitud ... D. DIEGO
ELVIRA
¡Oh! Partido me tienes, hecho pedazos el corazón ... (Alza la vis/a.) Dios eterno ¿por qué quieres que un infierno siempre tenga? Abre tus brazos, y recibe allá en tu seno la pobre, infeliz criatura
;
1'
l 150
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
OBRA LITERARIA 2.- MISCEI.ÁNCA
151
1
ESCENA
que ha apurado la amargura ¡ay! ¡con todo su veneno!. .. D. DIEGO
El consuelo sabrá darte, ya le dejo; mas advierte que tú causarás mi muerte si persistes en negarle. (Se 1•a por la derecha.)
ESCENA
El.\ 1/IU Y JUAN JUAN
ELVIRA JUAN
VIII
(E11trn11do)
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IX
Scfiorila.
¿Qué? ( Dete11it!11dose) Don Diego me dijo que le dijera que entre dos hor.1s espera ,d Sr. Conde que luego aquí donde Ud. ,·endriu.
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El\1/RA SOLA
¡Ay de mí! tan desgraciada, cuando apemis va sent í:1 un ali\'io a la agonía de mi alma desventurada. Vueh-e ese llanto que agota mi existencia entristecida, y el aliento de mi vida voy perdiendo en cada gota ¡oh! cuánto dolor se siente si uno mira que apaga la soia iuz qur la halaga, su esperanza refulgente. (Después de pausa} ¡Mi madre! triste memoria si esta aflicción me viera ¡ah cuánto alivio me diera! Dios la proteja en su gloria ¡ay de mí! la vi expirar, entre angustia y desengaño: hoy de muerta cumple un año; me voy por ell~ a reza1~ (Hace aclemdn de irse por la izquierda v retrocede al ver a Juan que entra.} •
El.VIRA
ELVIRA
JUAN
EL\IIRA
JUAN ELVIRA
Y vls!c en él algo ... (Interrumpiendo cún ironía) No. fü.:hando terno.-, qu:.:dcí t:onlrn u:-.ted. No contra mía (Mudando de ,·oz.) ¡Cuún trbte en nlÍ ;-;ituadc'in! Usted debe obcdcl:cr. Yo no puedo, hwn, qucn.:r tnl! han robado el cc,ra7/lll ¿Roberto? ... Si, me engafió. Conozco su vilhinia; mas siento que el alma mía presa de su amor quedó y lo amo ... y yo quisicr.i con el nlma ser su espos.i, aunque afligida y llorosa mi existencia transcurricra. Mas ... ¿por qué había de sufrir
:¡ 1
,•; .•1
152
FRANCISCO GREGORIO BILLINJ
JUAN
EL\-'IRA
JUAN ELVIRA
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
cuando st: que me am.1 tanto? ¿No es verdad, J Jan?
ROBERTO
Eh·ir.,, no le turbe:.. ...
Sí: me espanto esns cosas al oír. Y al pensar que si Don Dic.:go, os oyera en ese afán ...
ELVIRA
(A¡,.) ¡Cielos!
ROBERTO
Mira también trist,:
¿Y cc'11110evitarlo, Ju,111? ¡Si es mi amor todo de.:fuego! ...
Oigo tocnr. (Tocan como una ¡merla. J11a11sale.)
CURA
Aquí tie1ws. hij,, mí.t. a Roberto a1-re1w11tido
Si. El\"ir.t, pcrdún tc pido y quiero ...
ELVIRA
(111diiui11tlos,•) Tu \'illania 11<>merece
ROBERTO
EL\IIRA,
~-o.
ROBERTO
¿Quién vendrá? (Acto conti11110 e111ra11Rober/o y el cura por el /<nulo.)
\'i\'I>
...
ESCENA X
U11di111í11tlos,·1 ,:V,:nl:11.l..,,, q111: me niega,, d p1!rdú11, cuando \·il!11c el cornzón a rendirse aquí a tus pies?
CURA }' ROBERTO
(Se armdi/la.)
Yo que siempre.: hl' .:onM?n·:,do ELVIRA
CURA
ROBERTO
(Al verlos sorprendirlu} (Queda i11111111,ulti.)
¡Dios mío!
¿Qué te ha da<lo? Di, ¿Por qllc le turbas ,tsi? (Ap.) (con ajlicc:ió11)
¡Le causo horror! ELVIRA ROBERTO
ELVIRA
(Dominándose)
Nada ... ya ...
(Ai:crdndosc a ella.) ¿No pensabas verme? (Sin aplomo.) ... No ... (Ap.) Al verte tiemblo y...
(Le\'a 111ti11t!11,e)
dc este Ulll()l" !.t llama a1·dic1ttl' y que en do:.. ;11'tusausente en ti Milo hL· pcnsaJo ... Es \"crdad que mi! auscnti: !>in .:umplinc !a promc:!>a; mus entonces mi promesa causa de ello sólo fue. Era pc,brc y 110 tenia con qué realizar !a unión, y a más de t.mta aflicción Lu padre no conscnl ía ... Lancéme, pues, a los mares cual mísero peregrino, sin lu1., sin flor, sin camino dejando mis patrios lares.
153
.. 154
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
Sí, te juro, Elvira mía, por lo más santo del mundo que un amor no hay tan profundo ni amargura más impía. ¡Cuánto he sufrido por ti ,lllnque lejos ¡ay! me hallab:1! Yo siempre por ti lloruba, ¡ay! !,icmpn.:, ¡pobre de mí! (Queda aho~/111Clo su t!ol,n:)
OBRA 1.ITERARIA 2.- MISC:El.ANF.i\
ELVJRA
¿Acaso será esto sueño, turbacicín de mis sentidos?
ROBERTO Oye, Elvirn, mis gemidos, ¿scnín inútil cmpciio:' ¿No obtendrc ya tu pcnlún'.J ELVIRA
(l./or1111tl11)
Sí. .. aunque con alma inhumana mi m:1dre, pobre ancii.ina, desgarrnste el corazcín ...
:i
ELVIRA
ROBERTO
CURA
(A¡,.) ¡Ser dl! bondnd! quién creyera lo que hoy me estú pasando. ¿Acaso csl:lrc soiiando? ¡Cu.in grande mi dolor era! (Co11/i1e.1;0) Un,1 sombra en mi conciencia mat.iba mi corazcín, y de sangre y maldición veía llena mi existencia. Dolor, pesar y u•iste7.a, tan sólo el alma si::ntía, y en ansias crueles sufría, de tal suerte la nereza. La causa pregunté al cielo de tunta y tanta amargura, y oír creí allá en la altura una vo7. de descons11elo: iElvira! dijo llorando, y el eco decía: ¡Elvirn!. .. Y una vo1. aquí suspira ¡Elvira! il:1111bicnclamando! (A¡,.) ¡Por malo que sea cualquiera Dios le tiene siempre un día para expiar en un alma impía, el crimen que cometiera!
ROBERTO
W111erne<'idu)
; No habías de ser piadosa ~uundo eres tan bdla, EIYira'.J CURA
(,.\ /:frirn
c•r,11 sa1i~/i1cciú11)
Dc 1a11tri1>11frirrt·1>pira. Ya pronto serú~ la 1.!Sposa... ELVIRA
¿De quién'?... ¡Imposible! ¡No!
(S11rpremlida)
ROBERTO
(Aj!ila1Hlo)
¿Céimo dices?
ELVIRA
(Afligida)
Que no puedo.
CURA ROBERTO ELVlRA ROBERTO
(Con i11tert!s) i.Por qué, hija? ¿Tienes miedo? ¡Fue promesa que hice yo! (Desespernclo)
¡Ah!. .. ¿Será posible'?
(Se CJ_\'1!11 gol,,es como abriendo w1c1 ¡merw
por el lado ele la ch-niclw. q11efi,e por do11de saliti D. Diego.)
156
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
ELVIRA
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
CURA
(Agiwda)
ROBERTO
El.VIRA
(Y l'So qttl' 1il-11e? ... (MlÍs agi1atla alÍll crm des<'.1·¡u•r11ci1í11.)
¡Sal. por Dios! ¡no seas cruel! CURA ROBERTO EL\IIRA
ROBERTO
No os irritéis, y escuchad, Don Diego, por un momento l!l grande arrepentimiento ...
D. DIEGO
Nada, salid.
¡Es inútil, es en vano, vete. snl por compasión!
(Si11 haber visto los personajes y cerrando la ruerta por donde Iza en tracio)
Vamos, que ya el condecito no debe tardar. Deseo verle volver. Mas ¿qué veo? ¡En mi casa este maldito!
ROBERTO Aguardad y conoced un instante, que os demucs11:e lo que siente mi corazón tristemente estando con vos delante. Yo os ofendí; el cielo sabe cu~nto, Don Diego, me pesa; pues mi pena y mi tristeza en todo el mundo no cabe (inclinando
¡Apártate! si no quieres que te mate. Porque tú eres un miserable ...
la rndilla)
perdón, os pido, Don Diego.
(Humillado)
¡Don Diego, aquí he venido! D. DIEGO
¡Pues bien! Lo habéis traído vos; nrns sabed para otro día que t., furia y rabia min no contiene --¡vive Dios! ni el mismo cielo, señor, con toda su omnipotencia! ¡Robeno! ele mi presencia (selialcí11clole fo puerta) presto aléjatl!, ¡traidor!
Y a pedir también tu rnnno.
DICHOS, DON DIEGO
ROBERTO
D. DIEGO
l~I \'ino n pedir per<l<'>n.
ESCENA XI
D. DIEGO
(Adelantcíndose a D. Diego)
He cumplido Don Diego, lo que ofrecí. Os dije que nquí vendría, la culpa, Sl:iwr, es mía, Roberto vino por mí.
¡Vete, Roberto! que viene Mi padre ...
D. DIEGO ELVIRA
No, infame, tu rnlpa espía. {Ap.) ¡De mi pudre, ¡virgen mía! aplaca el ardiente fuego!
157
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
158
ROBERTO
D. DIEGO CUR:\
ROBERTO
D. DIEGO
(,\ D. Die¡.:o) ¿No os conmuc\'e mi pesar?
D. DIEGO
¡Eres. Roberto, un cobarde!
ELVIRA
¡Don Diego! ... (A t•/) No hagáis alarde por rn.ís tiemr>o, de ,1purur ...
ROBERTO
(!111erru111pie11ilo)
{/.e1•a111<i111los<' i11tli,~11at!oy aparld11dose
ELVIRA
ROBERTO tle t:/. dice)
CURA
Ésta es mucha humillación no es posible soport.1r ... D. DIEGO
¡Te debiera trnspasar con mi acero el cornzón! (Se precipita
ELVJRA CURA
ROBERTO
CURA
(Queriéndose
preci¡,i1ar
pw1al en 11uwo)
¡Mi rabia no hay quien detenga!
Toda mi sangre se irritu sal pronto de aquí, Roberto, si no quieres quedar muerto, que tu presencia 111aldit:1... ROBERTO
OBRA LJTERARIA 2.- MISCELÁNEA
lmsccí11tlose el p111ial en la d111111·,1.)
D. DIEGO
(A Roberto) Roberto, tu pobre Elvira, no puede tanto :-.urrir (A ella) Sí, de aquí voy a partir que a no ser por ti, me in:-.pira... ¿Contra mi padre esa idea? No, no lo repil.is más. (S11¡1/ica111C!)¡Roberto! (E111emec:ido y yc!ll(/ose)
Alma mía (:\ D. Di<'WI rn11 l111111ilcl11il) Jamás pensé, 4uc a qllicn bien desea dcspreciarab de ese mndo ... (ybu/ost') Mi deber s,,bc cumplir .. Que no \'uclva aquí a \'cnir (Tras él) El mbcrablc ... ¡y es totlo!
¡Oh Dios mío! (Se i1ller¡JCnre11) (O/z Dios 111io) (Se i111erpu11e11.)
(Con aplomo) ¡Dejad que \'enga!
ESCENA Xll DON DIEGO Y EL\.'IR..l
(Con reco111,e11c:ió11)
Roberto, detén tu mano. D. DIEGO
CURA
(Volviendo
al proscenio:
a E/¡,ira)
Tu madre murió por ti. yo por ti soy desgraciado, tú, mujer, me has deshonrado.
ELVIRA (A él) ¡Es mi pach·c! (.4 él) Es muy anciano.
ELVIRA
¡Compadeceos
.1y de mi!
1
FRANCISCO GREGORIO 1311.1.!NI
176
ELVlRA
¡Hay un caso en la mujer ... ! Su tormento es sin const1clo. Cuando en la flor de los aiios vinieron los aquilones. a trae.u· las ilusiones, en amargos dcseng ..Hios. ¿Qué puede entonces scntiael alma que ya no goza: un cornzün que solloza dentro dd pecho al l:11ir?
CONDE
Os dkra un conscjo. n re lJtll' calmara ese tormento; ni.1s ... al pronto ml' ;1rrcpkn10 bl·lla scilnra, y no SI!...
013R,\ 1.ITERJ\IUA 2., MISCELÁNEA
16]
ACTO SEGUNDO !lahirf/drí11
d,· !:li·ira. U11 t1pr,s,•,r10 ele redlm
110 l11i"-'"· J//'ro p111•r111s la1ernli:s .. -\I /imi/11 111111 ¡1111•r1u,·,•rr11tl,1 1· 1111rt'//'/1/1) al dll'u e11c·i111,1 dr1 ellfl, ,li- 1,r,1u11i11rc.i:11/ 111; ,,,,.. ¡11·r"·111,I s,•r d,· I11Ia 11111j,•rr<'s¡1e111hh-y !111111i/d,·1¡11,·s,· Slí/111111• sati 111111wlr,· ele l:li•ira. 1./11 t1IIItr1 t11·1111:.11da dl'I ,·,·11/rr, tll'I ,·sn•111iri11 11 111ii<'ri·cl1r1 til'I ,:s¡1e('f111/ur. m111 111t·s11,,·111·111111d,· ,•//,; 1111 <"r11ci/ii11 ele /111111r,iu1111 111111· ¡w,¡11c11u; dos m111ill,·tn ti,· /7un•.,. dos l,ris,·r11s 11 ¡;11t1rtl11hris11s "" /IIH'II 1111i., nilt'/11111,•.:\ lo, ¡>í,·., el,· la IIIcs,I lt,11' 111111 r1l/i1111hrn 1,·11dii/11,.,, 111c1tal apw,·r,· ¡:¡,.¡,.,, f/1'1'<•
, 1111 .,,·11ci//11 g11.,111111-rt'.!!.lado.Dos
1)
PIEGO
(:\/ nnu/,·.) En n:nhid. ~por qlll' :-l·rü! ¿C,'mw:'
CONDE
Es un nedo IL"mor de este mi profundo amor que El\'irn compn.:ndl•r;i.
Ei.VJH.A lC011 :wr¡ir,•sa.) ¿Yo:' ¡os cqui\'odis
tal vc1.!
CONDE
¡Oh! sí. Elvira, cuando l'I pcclw palpita de amor deshecho en presencia ...
El.VIRA
V~1ya.pues.
CONDE
¿Y os admira esta verdad'?
ELVIRA
Me cxtroña mucho de \'os.
CONDE
¿Que os tenga amor? ¡vive Dios!
ili/1111/a. J:ll•ira. cl,:.,i/ci!I ¡1ri111er 11c1r11·s1arií 1•1•.11itl11 ,l,· 11<•.~1 ,, , •.,,, ,, 11n //,·:. y si11 11/i1i11,.1t•g1i11In si11111dd11 e11 c¡trr· la s111>1111,·I11,"; a¡111r,•c, ya "' ha exprc•s11d<1,il,·la1111• dt' s11 omtorin il<'.-l,1111,111,i,,¡,, c<1I11<1 1·,·rsos ,¡11e sig11e11('/)/1 ef St:IIIÍIIIÍl'IJ/(} C/lll' /1</S('t'fl.
ESCENA PRIMERA l:LVIIU,
SO/.,\
¡Ser divino! que en In cntz, l.1 hum.-iniJ.id l"l!dimistc, l'on tus rnudalcs de 1111. inunda d ,tima, fosús,
OBRA UTI.rn.ARl/1 2.- MISCELÁNEA
FRANCISCO GREGORIO BILLINl
162
tan ngudo sufrimiento, me ltttieren sacrificar. lfoz de mi padn: alejar tan terrible pensamiento inspirn mi c:orazcín para hacer lo que sea justo, y si es crimen 111ip;isi,'111, ~-o obrnré l"Oll ht ra;,.c:,n aun en contra de mi gusto! ...
en tinieblas --de una triste! Infeliz, pobre criatura por una pasión cegada, a mi madre santa y p\.1ra, di tan sólo anrnrgurn sin pi:nsar, Sci'wr, en nada! ¡Tan joven entonces era!. .. Inexperta como un niño, amando por vez primera, ¿qué querías qui;! yo hiciera? ¡fue tan grande mi cariño!
Si: arrndillal)(( c/1 la al/i1111hracid ort1/r11·i11 y /)('J"lll<1111•ct' asf co11 la /i·e111e t'll/l't' las 111111111s.
(Se levcinltl.)
Ya tan sólo me quedaron las heridas· de e:;e amor. ( \la t1l proscenio.)
¡Ay! otros también pecaron porque como y0 ignoraron cuún inmenso es el dolor. ¡El dolor fiero y ague.lo de eterno remordimiento! ¡Así vivo, a veces e.ludo, en ·otras morir me siento después me halaga un momento la esperanza ... mas no hay íc! a mi madre hice sufrir, su pureza yo manché, cruel su vida envenené ¡y oh! ¡Dios mío! ¡la hice morid ... (Yendo hacia el retrato.) El dolor que mi alma siente no es dable, madre, explicar; mas yo sé que allá la mente puede sabia, inteligente, los arcanos penetrar. ¡Perdona, madre querida, a tu Elvira desdichada, ella tiene el álma herida conduélete, madre amada[ Ayúdame a soportar
ESCENA II EL\1/R,.\ Y JU,\N
JUAN
(A/ verla.) Molcsturla es mi deber. Así siempre está re1.ando, así siempre está llorando. ¡Oh! ¡qué llorar de mujer! (Acercdndose a ella.)
Doña Elvirn. ELVIRA JUAN
'l
·'
ELVIRA
(Se leva11ta)
Juan, ¿tú aquí?
Excuse si In molesto, Don Diego, me dijo: presto a Elvira que venga, di, si no puede en el momento, le dirás que con el Conde ir más luego pienso ... ¿Dónde?
Jt,3
,,
.
l
FRANCISCO GREGORlO BILLINI
JUAN El.VIRA
JUAN
A este mismo aposento. ¡Oh! de sufrir tengo todavía. (Viendo el retrato) ¡Dumc madre fuerza y valor! ¡A mi padre quita esa idea! No me avengo
OBRA LITERAHIA 2.• MISCEl.i\/1:EA
JUAN
ELV!RA
No entiendo, y lo os digo, señora, no le sea a usted extraf10: poi· el Conde estoy resucito, que ese Roberto cs .. ¿Roberto? ...
.JUAN Si. st·riora. es un tacaño.
con tan extraño pensar. ELVIRA JUAN
ELVIRA
ELVIRA
¡Mira, Juan!
JUAN
Un cicatcro.
¿Cómo dices? Que no sé por qué así se niega ustc:d tan obstinada a tomar buen esposo. (CoJ1 irvnfo)
ELVIRA
¡Ah! ya comprendo, si ya ... vo se lo diré a p~1p(1, ~¡ttt!eres cap.iz por dinero ...
JUAN
(Con li11rla) A D. Diego, ¡bah! ... D. Diego mucho tit:mpo cspcrn ya, y aseguro que cstarñ contra usted echando ruego.
Buen esposo ¡Juan! JUAN
Yo en eso no me meto pero al ver que a un buen sujeto ... ELVIRA
(Con desprecio.)
¡Mira, Juan! !Vele de aquí!
ELVIRA
¡Buen sujeto! (Con ironía)
JUAN
(Con aplomo) Y generoso él es a carta acabada. Es un noble, un caballero, y tiene mucho dinero ... ¡Es usted muy obstinada! ...
ELVIRA
Que ahora no puedo ir.
JUAN
Que usled no quiere ...
(Con S(}rpresa) ¿Qué? ..
ELVIRA
ELVIRA JUAN
Lo que oís en buena hora.
ELVIRA
¡Conducta tal no comprendo! Tú que a Roberto ...
JUAN
Y a Don Diego iré a decir ...
. 1
'
¡Bien, sí! (Enlra en este instante D. Diego y se cliri¡¡<i a J11w1.)
1
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
166
llegase de tu respuesta. Advierte, pues, que de ésta pende mi dicha o tormento!
ESCENAIII DICHOS Y DON DIEGO
ELYIRA D. DIEGO
JUAN D. DJEGO
JUAN D. DIEGO
JUAN
Cuando yo doy unn orden con toda puntualidad se ejecuta ...
¡Padre mío! si el s,ll:rificio no fuera in11til y en vano, yo <licrn ul Conde mi 111.1110.
Qué me importa .i mí t!l perjuicio con tal que fuese en verdad parn mí sola ...
Ya lo sé ...
D. DIEGO
Váyase, pues, al z,1guán y si acaso viene el Conde véng:1se usted n avbwr al instante. Mas, señor ...
(Re/pido.) Eso. no.
ELYIRA
¿Qué no hiciera, padre, yo por n1cstrn fclidd,1d?
D. DIEGO
Entonces en tu mnno está; prnébamc, pues, lo que dices si tú quieres que l"cliccs scamo~, únwlo ...
No tiene que repJic¡¡r váyase usted. Est.í bien. ELVIR1\
(Ap.)
Pnpá,
ese hombre ...
¡Qué genio, por Satanás! (Se va por la izquierda)
D. DIEGO ELVIRa
ESCENAIV
Te a<loni. Elvira. ¿Y lo crees? Cuando es un hombre ....
D. DIEGO
Dccenlc y rico, su nombre ...
ELYIRA
Odio aquí tan sólo inspir.i.
DON DIEGO Y ELVIRA
ELVIRA
(Ap.) ¡Siempre el mismo! ... ¡Madre mía! ...
D. DIEGO
¡alumbre tu luz mi mente! D. DIEGO
(C,111 extrc11i1•::.e1)
¿Cómo? ... ¿Qué? ... ,
(Conlempldndola y aparte.) ¡Siempre la misma! (a ella) Impaciente
ELVIRA
me he pasado el mediodía esperando que el momento
l
¿No lo snbéis? Des que a cst.1 tierra vino se ha visto que es un mezquino
167
FRANCISCO GREGORIO 1311.LINI
16S
OBRA LITERARIA.:?.• WSCEI.A:-:E,\
y extraño que lo alabéis. Procede bien, es notorio, como un hombre tan cobarde que está siempre haciendo alarde dl· sc1· 1111Don .Juan Tenorio. D. DIEGO
ESCENA V /:/.\'/ R·l, SOL..\
¡E11 \.1110, cll \.11111, Dio,- 111i11, 11ii rttq!o lia :.ido, :,· en va110 l':-Oll' l'sl'ttl·rzo sohrd111111a110
Es mentira, lo sé todo: español. rico y galante, quieren todas ser su ¡¡nrnntc.:, y nu saben c.le qué modo conseguir la gra11 fortuna de su tít1tlo y riqueza.
p11rnd111a1 ,-11de:,\';11'io! ... Y c11 l'.,k la11L·c... l'II tal ¡wna ,_qué 01r;1 l'osa puedo h;1l"l'I'? 1C,1111hi11t"rll/ ;q1ll'
EL\'IRA
169
Mas yo, p.1p{1,la pobrc1.a quiero mejor que ...
1no/11d1í11)
11l1';1 ,o.,:,!
,·:-.ta j)l",ada
,Ali! ¡Ro111¡wr
1..·.idl·11:1! ...
Y:1 ,•.,, d,·ma,-,:1do
.. ,i. si.
dn:i,-i,ín 11rn1ar(· , ., Robcrli• l'MTihir,· 111,· s:n¡uc p1111110 dl' aqui.
rn1
D. DIEGO
(1111errw11pe) Ningun.1
mujer ¡oh! tan tonta vi que así desprecie la suerte ... ¡Soy capaz de aborrecerte!. ..
1/frt1n·i,í11 l
¿quc d1g1, 1..·11 mi dc:-.\i1>! ;E:-.toy lo..:a! ... ¡p,·rdo'ln, nwdre! ... :\!;is ...
(:\ IJIL'llll Z:ll JI ll')
¿V.is a amarlo, I:.lvir.i, di? dilo presto ... ELVIRA
D. DIEGO
( /'.i 11.\//)
¡Oh! n1,into 111al se han: tln p:,dr,· 11h,-1 inado c11111u cl 111i11..
Padre, est.í aún. sin expiar mi pecado, a mi macln! le he jurado al morir ... Elvira, ya mis pabbrns he empeñado. no puedo volver atrás. Te lo mane.lo. •-Así lo harás. Piénsalo bien ... y cuidado. (1'<1sepor tlo/llle 111i.rnwentró.)
ESCENA VI f:/.F/H.-\ 1· IW/3/:/ffO, (JU[; /Jf:.SPUÉS Df: U;\'..\ l'f:(}Uf:.\ 1,\ l'.-\/!S.-\ f:NTRAR·\ /'H.l:CIPITADO )' CO.\' :\G/T.-\CJ(jX PON l ..-\ Jl(JU/f:IW,1.
ROBERTO
¡Elvirn! (_wrn/,, lwcill
ELVIRA
¡Roberto! ,:tú eres?
ellll)
'f
¡
f'R,\NCISCO
170
ROBERTO
Yo soy, si, que en agonía ...
E'LVIRA
¡Oh! qllién esto me diría.
ROBERTO
GREGORIO
OBRA LITERARIA 2.• MISCEl.r\NEA
que aumenta mi padecer, que mi dicha me arrebata, me quita mi amor también, y trueca mi dulce edén en un infierno que mata.
(Receloso)
Elvir,1, ni oírme quieres cuando estoy desesperado, cm1ndo el ,lima en frenesí ... ELViRA
BII.LINI
ELVIRA
(,\giltll/a)
¿Y u qué vuelves ahora aquí? ... ROBERTO
(111clig1wclo)
¿Me prcgunt.is? ...
¡Oh! calla, por compasión, no sigas hablando así. que tus p.ilabras de aquí me arranc,,n el cornzón calla, calla, te lo ruego, que al oírte, aquí en mi seno, de entusiasmo y de amor lleno me va consumiendo el fuego. (Mtís rápidu.)
ELVIRA
Pues, Roberto, no pensé, nunc.1 en mi ilusión creí, me am:11·as. mas ya lo sé! ... así cese 111inquietud que la misma que te amar.i y por ti sacrificara de su vida la virtud, no ama a nadie más que a ti. .. ni podría ... aunque quisiera
(Mds <1giwtla) ¿Y has entrado? ...
perdida estoy. ROBERTO
¡Vive Cristo! por la puerta del zaguán.
ELVIRA
Roberto, ¿no te vio Juan? ¿Y mi padre no te ha visto?
ROBERTO ELVIRA
Nadie.
(Al público.)
(Con enfado) ¡Pero vete, sí
preciso para eso fuera arrancar mi alma de aquí! ...
sí, pronto vete, por Dios, que al vernos juntos los dos! ROBERTO
ROBERTO
¿Y es verdad tanta ventura, y tanta dicha gozar? ...
(Agraviado)
¡Quién lo creyera de ti! Yo que agitado he venido mi inquietud sólo a calmar, al escucharte así hablar, mi corazón se ha partido ... ¡Nunca lo quise creer! Mas ya lo sé por mi mal. sí, Elvira, tengo un rival
ELVIRA
¿Y es verdad que vuelvo hallar en tu amor esa locura?
ROBERTO
¿No te lo han dicho, mi bien, de mis celos los agravios?
ELVIRA
¿Y ese fuego de mis labios no te lo ha dicho también?
171
172
ROBERTO
EL\'IRA
ROBERTO
E.l.\'IRA
FRANCISCO GREGORIO BILI.JNl
Al lanzarme tú de aquí. el fonrnsma de mis celos. d ardor de mis dcs\'elos, ¡ay! ¡no sé lo que sentí! ... l'l!loso so~· por <lcm;is, tú lo sabes dulce bien. pero ¿cu;indo el que amó ... quién no tu\'o celos jam.is?
OBRA LITERARIA 2.- MISCELANEA
ROBERTO
(Se levantan y q11edan fre111eal relmto. Roher/c! siempre en 1,mo y ac1i111cl,fr n11'~"-) (Pa11sa.)
Al faltar a mi promesa, s1:duciendo a la inocencia ... y hoy al verle en mi presencia ... ¡oh! ¡triste memoria es esa! ... Al mirarte junto a mí, le jurn me avergoncé, y por eso me ausenté huyendo lejos de ti. .. ¡mi pobreza! ... Mas a Elvira no dejé nunc.i de ,rnrnr: janiús l:1 pude ol\'idar, 4ue este .imor j:1m.is cxpira!
Otra \'C7. al \'erte ,1quí ... i:1 c;1r.íclcr de mi padre ... .il rccucrc.lo di: mi m:1dre .. ¡;1_\·!¡no sé lo que sentí! ... ..\nrnnte soy con delirio, tt'1 lo s.ibe~. duki: bien, pero ¿cu.indo el que l'Xpici... quién no tienl' miedo al martirio?
Basta. Eh·ira mi:1. y ~·:1 ese rl·cuerdo, le pido, ,·n el St!IH> lk·I oh·ido la 11~·l•mospor siempre ...
M,1s ya hoy arrepentido con la mñs grande aflicción, l'cngo a pedirte perdón. y a Elvira t;1mbién te pido. (!11c/i11a /i·rn1e.)
(\'uh·ie11do la d.~lil Cif r<•1rn1r1.) ¡Ah! ¡No puedo! i\·1ira, (seiiuldllllolo) mi amor
J.1matcí ... por culpa mia
ELVIRA
(:\/, •..,.el reIrc110.) ¿Es esta Dmi.i Lcono1·?
ELVIRA
(Con dolor.) Si, cll:1, es, que oyendo cstü nuestro sacrílego acento, pcrd<in pide i:n el momento que no te lo negarü.
(Arrvdillcí11dose.)
¿Esto es sueño, C!> ilusión como el humo vapo,·osa?
fue ;1 habitar la tumln1 fria. ROBERTO
Sí, perdón, perdón te pido tú sabes, Doña Lcc,nor, cuán inmenso es mi dolor! ... ¡cuánto estoy arrepentido!
ROBERTO
(Le,,a,11á111/use.)
¡Lcv¡íntatc, prenda hermosa. y dame tu corazón! ELVIRA
(Viendo d rerraro.)
No sé qué siento ... mi m;1drc ... (Roha10, desde el 111etliode,' escenario se arrodilla a11Ie el re/rc,to y Ell·irn 1a111/Ji,;11. -Se arro,li!lan ele mculo 1¡11e1w tle11 la es¡,altla e111era111<•J1f¡• d ¡ní/J!ico.)
ROBERTO
Nos perdona ... La voz dl' D. Diego dentro. ¡Ju:111!
173
r
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
174
ROBERTO EL\'IRA
ROBERTO
¿Qué escucho?
ELVIRA
(A¡,.) ¡Santo cielo!
(Agi1ada.) ¡Oh! ¡que ya tardnban mucho! Vete pronto que es mi p.idre.
CONDE
(Ap. lwciemlo otro saludo.) Es muy bella, tengo anhelo, 0va su amor de conseguir. (/). Die~" e11trt11HICJc"loca dos sillas caca la 111111 ele fo otra, dt'i /ad() ir,q11ierclo ,fo la ,•sc,•1w y /i·1·111!t al espectador.)
Sin esp~•rar ::-.mi ti() que me dijo ...
ELVIRA
Vete, sí, que si él nos encuentra aquí ¡misericordia, Dim; mio!
ROBERTO
Mas yo quiero que me \'ea.
ELV!RA
D. DIEGO
(¡\ E/1•ira cm, tl11re::.ay sin t/11(' 1•1Cml(/,· ni~a.)
¡Advierte, que por delante me tendrás! ... (111tlic:<i11clole la silfo al Conde.) ¡Conde! ... (Y luego con 1111a mirmla tle t111w1111:.11 a Ell'ira imliccimlolc la otrtt silla i11111cdi11ta.) ¡Y 1ú ... uc¡ui!
Te lo pido arrodillada \'ele, vete.
CON DE
ROBERTO
(Co111e11ith1d()/a.)¡Dulce amada!
El.VIRA
(E11 tleS('Spercrcid11.)¡Ciclos, vele!
D. DIEGO
(:\p.) Nada bueno punt mí me revela su semblante. (.-\ f:lvirn
(Salienclo ¡mr la i:,q11icrtla)
Con Dios sea.
ESCENA VIJ
ELVIRA D. DIEGO
El conde saluda
(Ap.) ¿Cómo podré resistir ... ? (A ella) ¿Ya estoy aquí ... ?
,·11 11tl'll
/ll!lldrtí
ELVlRA
(Ap.) ¡Virgen s,1grada!
CONDE
(A ella) ¿Por qu.: aquí llln relirad.i?
ELVIRA
Quien tanto pesar respira, quien tiene MI cora7.ón siempre lleno de amargura nad,l apetece ... y abjura <le tertulias y salón.
CONDE
¿Y tan grande es vuestro duelo que no os deja distraer?
EL\IIRA, D. DIEGO}' EL CONDE.
(,\bren la p11erta del fondo y entran.
1111/e~ de ir 11 .H'Hfar,w
ill'i C11111fr.) ¡Acuérdate bien, Elvira! le ofrecí. ..
t/111'
ROBERTO
175
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
a Elvira.)
,il/a
!'.
17i
FR,\;-,,CISCO CiREGOIUO Bll.l.lNI
l 76
OllR,\ l.lTER1\IU/\ 2.· MISCF.l.i\NE,\
ELVIR,'\ E LVI R;\
¡ 1!.1y u u c.:aso en !.1 mujc,-. ••! Su wrmcnto es sin co11suclo. Cuando en la flor tic lns :.111os
Si quisiérais 111ia111btad yo ns l;1 podría ofrecer, y una gr.1til\lcl i11mcns:.1 tuviérnis en l'ct·ompcnsa.
\'Ínicron los aquilones, a trol·;11' las ilusionl'S. a111al'l,!"~dl·,c11µ.;11111,. ¿ Qui! put'dc entonces sen\ ir
l'II
CONDE
D. l)IEGO
CONDE
Hay ,·eces en qui.! el amor
d alma que y.1 no gm•.•1: un cm·a'l.ún q11c solloi':1
qll<: 11na mu,il·r no inspirn. l'S 1:111 singular, El\'il'a,
tl<-1111'<>dl·l
que todo nos d.i dolor. Porque s<'>loquien: .:1 n\111a rcspirnr su dulce aliento, de umist:,d el sentimiento le rolrn .:n1on1.:cs la calm,1. Y yo que mi paz he dado q11c.:mi calma ya he perdido, quiero ,·crnH: l'et.-ihuido siendo ;rn1anll' y sic.:mlo ;11n,1do.
pn·ho al latir'!
Os tlicr:1 un consejo, a !'e qw: c.\lnwra c:;c tc11·111cn11.1; mas ... :.il pronto me ;1rrcpic:11111 bdl.i sc11ora, .,· no sé ... (.\/ ,·11111/1'.) E.n \'crdad,
;_por qw:: ser.i:1
;_c,·inw:1 CONDE
Es un necio temor de este mi profundo am<,r que Eh·ira comprcndcrú.
ELVIRA
tC011
ELVlRA D. DIEGO
No, Conde, lo que pedís nunca puede rcsullnr. (A¡,.) ¿Y es posible soportar?
sor¡m:.rn.)
¿Yo? ¡os cquivocúis tal n~z!
CONDE
¿Y es verdad lo qui: decís?
CONDE
¡Oh! sí, Elvira, cuando el pecho palpita de amor deshecho en presencia ...
ELVIRA
ELVlRA
Vaya, pues.
CONDE
¿Y os admira esta verdad?
ELVIRA
Me cxtrafia mucho de vos.
CONDE
¿Que os tenga amor? ¡vive Dios!
Mi labio será sincero ,·os nacéis de noble cun.1, delicado y caballero .merecéis mejor fortuna. Yo pobre, triste he nacido sin biene_s y sin riqueza, en el rincón dolorido de la olvidada pobreza. Buscad, Conde, otra mujer que más digna sea de vos, yo no puedo merecer tanto honor ...
1
.i
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
178
CONDE
D. DIEGO ELVIRA
¡Me lo dice mi conciencia no os puedo, no os puedo amar!
CONDE
Pretextos vanos, Elvira mi pasión nunca se enfría, y tanto fuego respira que arderá hasta el postrer día.
El.VIRA
(Ap.) No entiende la insintrnción que revela mi secreto.
CONDE
(Ap.) Yo comprendo
ELVIRA
(Ap.) Le diré lo que me pasa.
D. DIEGO
(A ella) Es mi amor, Elvira, puro.
• ELVIRA
Marchitas de mi ilusión yacen hoy las tiernas flores, late inerte el corazón entre penas y dolores; pues los ecos del pasado hacen ver a mi alma triste, un ángel ensangrentado con que el porvenir se viste, y una voz aquí yo siento, un acento misterioso, que anuncia ya el tormento que tendréis siendo mi esposo. Imposible, Elvira mía, es mi amor grande y profundo
Sll intención pero es bueno ser discreto.
(A¡,.) Mi impaciencia
no resiste.
(Se lew111tay el Conde y E/vira S<' /e le1·t111t1111
1ambié11.)
CONDE
D. DIEGO
¡Nada, nada!
CONDE
CONDE
ELVIRA
(Ap) ¡Ah! si a una mujer honrada
hablar de su honra, tan durn no le fuera!. .. (queda mediumdo 1111mo111e11to.) (.p. Diego y el Conde entretanto habrcín eswdo como hablmulo.) D. DIEGO
yo con vos no envidiaría ninguna cosa en el mundo.
¡Oh! ¡no, por Dios! Que es un ángel tu inocencia. (Ap.) ¡Oh! ¡que roe haga quedar mal!
179
OBRA LITERARIA 2.• MISCELÁNF.i\
ELVIRA
Don Diego, el .ilma me abrnsa la llama de este .lmor triste. No tengáis, señor, cuidado, por un momento me alejo. (A El1•irt1 sin que t!l Cmule lo uiga.) Elvira, el sepulcro helado ya le abres a un pobre viejo no olvides, mujer ingrata, que me debes la existencia. ¡Mira que después te mata el grito de tu conciencia! (Se w1.) (Ap.) ¡Cielos!
180
FRANCISCO GREGORIO
B!LL!Nl
OBRA LITERARIA 2.• MISCELÁNEA
¡_Parn q1_1é,señor, queréis una mujer que no os ama? ¿.Que os lo dice y lo confiesa? Yo adoro con toda mi aima a quien es vuestro rival.
ESCENA VIII EL CONDE Y ELVIRA.
CONDE
(Ac:ercdndose " E/vira después tle haberse idv D. Diego) Vuestro padre acaso ...
ELVIRA
Sí, señor Conde, me amaga con eterno dolor, me maldice, me amena7.a, si persisto en no quereros, y yo como soy tan franca, os digo la ve1·dad pu1·a, no quiero, Conde, una mancha arrojar en vuestro honoi-.
CONDE
¿Qué decís mujer ingrata?
ELVIRA
Señor, ¿qué os puedo decir? ¿No sabéis que ya he amado?
CONDE
Sí lo sé, no ignc,ro nada, y eso prueba, Elvira, más mi pasión.
ELVIRA
¿Pero qué? me extrnña. ¿Queréis por ventura vos a una mujer deshonrada? ¿Qué haréis con una mujer en quien no tengáis confianza?
CONDE
¿Quién pudo decir, Elvira, ¡quién! que de vos desconfiara?
ELVIRA
¡Ah! ¿mi mismo corazón? ... ardiente mi pecho abraza otra llama, de otro amo1:
CONDE
¿Conque así, mujec me pagas cuando yo te doy riqueza, y tina mano que cnYidhir.1 la mús hut:na, Ju mú,- mejor, (C1111des¡w,•cio)
no de .iquí, sino de Espa1ia? ¿Y así me insultas, mujer?
ELVIRA
No es insulto: así os lwbla qttien t!ngnli.1ro¡, no quiere. y como se \"l! qu.: ,·ucsl r.i :il ma es bastante generosa: ¡rncs qut: soy de noble rnz,1 y In sangre de las venas sin esa noblcz:1 es nada. l'rohadle. seiior. prob.idlc a una dominican.1 que los nobles. nobles s{)n: \" no pcrturh1:is la c:1lma ~¡_.los que :1rdic11te!>se adoran.
CONDE
,No e:, po-.ibk! dc:,pcdai'.illl rni infclh.:c corad111, esas wn crndcs palabras. Lo que me pidl·:->.El\'ira. me hace apetecer vengan;,.a, ¡oh! ¡cual si lucra un dt:sprec:io que a mi rostro se arrojara así lo tomo vo, Elvira! ... no puedo rc.sistir ... ¡basta! ,. ad,·iene, débil mujer. que soy de muy noble ra7.a, y por ella te In juro;
l 81
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182
ELVIRA
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
l
OBRA LITERARIA 2.- MISCELANEA
Por eso yo ... irme debiera oír lo que lwblando cst,ín.
aunque el corazón te ama me voy a vengar de ti!
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(Sig11ié11Jnle con la vista.)
Si, lo \'oy a hace,: (,.\l.•n• la ¡,uatu cid f,mrlo y se 1·11.)
1 1
(A{i1wt1111lo.)
¡De vuestra nobleza hidalga buena prueba me daréis!. .. ¡está bien! sería una hazaña que demuestre quién sois vos.
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ESCENA X El. CONDT: }' J/1:\N
ESCENA IX ELVIIU, SOLA
¡Y,1se fue, gracias a Dios! no ... él irá donde mi padre, y hablaní.n entre los dos lo que a ese hombre le cuadre ¡oh! ¡qué, conde tan mezquino! ... ¿Y ese, noble puede ser, cuando jura el libertino vengarse de una mujer? (Pausa)
¡Y hasta cuándo madre, dura esta lucha y agonía!. .. (Recordando.)
Roberto, me dijo el Cura, otra vez aquí vendría ... ;ah! ¡qué hombre tan bueno! ¡Cómo me consuela en mi aflicción! ... ¡por un santo yo lo tomo!... ¡hay en su voz tanta unción! ... por mi bien a .¿1no le arredra la fi,ereza de mi padre, quién sabe si de esa piedra la dureza al fin taladre.
(f:stos
S<' /111/,rd11 11r1•s1•111aclua /11,·s,·,•1111 p11r !ti i:.,¡11frrd11
Ju,lwrsl' itl11 l:h•im.
n11111clu 1•,1·1ti11brie11tlo
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la ¡mcrlu
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CONDE
Di. Juan, di. ¿tu aud.1cia así lo hiciera?
JUAN
¿Y con cuánto más el pico, señor Conde, me unta1·éis? la cosa e~ seria ... Y... ya veis.
CONDE
¡De un golpe ,·ns a ser rico!
JUAN
No tcngúis que añadir, decidme lo que queréis, ·y de este modo sabréis si yo puedo o no cumplir.
CONDE
1111/es 1/i·
dL'l /i111.-lu. !:/lo, 11/ /!l'<!SC('llill.)
(Dándole zma llave q11esaca del bolsillo.) Pues bien, pronto vete allá, no dilates un momento, y búscate en mi aposento· el pomo de plata. Está encima del tocador
FRANCISCO GREGOR!O B!LLIN!
te ,·cn<lrús con él .1qu í ¿lo entiendes? ... JUAN
Lo entiendo sí, mas ¿qué hago después, sc1ior?
CONDE
Donde Juana vicn<!s luego y te pones a obsen·,ir el vaso en que le h,rn de echar a Elvin.1 el pond1e ...
185
OBRA LITERARIA 2.• MISCELÁNEA
J ESCENA XI EL CONDE Y ELVIRA (El,•iru c111rn ¡ior el /imdo.)
CONDE
ELVIRA JUAN
CONDE JUAN
CONDE
JUAN
CONDE
¿Y Don Diego? .. el suele lomar también.
Bien. 11·cs gota:; de ese lico1· ccharús en dicho vaso ¿saldrás bien de este paso sin que nadie vea? Scfior, confiad en mí que lo haré ttil como lo habéis mandado.
(En1ra111losin ver al Colllle.)
Ni el uno ni el otro c:;tá CONDE
¡Y ahora a buscar· el coche. va veremos esta noche! ... Juan su auxilio me dará.
ELVJRA
Mas, es él, ¿a qué vendría otra vez.?
Por lo mismo es que te lo advierto. ¡Ah! Pues entonces de cierto que no me equivoco.
De contado ya mi intento lograré.
CONDE
(Acercdmlvsc
a ella.)
Perdonad, si no hallando a don Diego, uqui he vudto. ELVIRA
No lo creí.
CONDE
(Ap.) Vamos, quien sabe. (A ella) Ya veis que todo lo echa al olvido aquel que tun ofendido, es¡:cra no lo. extrañéis.
¡Pues con Dios! (Ju1111se va por la i¡:,c¡uierJa).
ELVIRA (Con sorpresa.) ¿Y que. no lo extrañe yo? (Con ironía.) Conde, pues qué estáis diciendo? ¡De veras que no os comp1·endo! CONDE
Con que así de mi amo1·...
r
-(
FRANCISCOGREGORIO BILLINI
186
OBRA LITERARIA2.· MISCELÁNEA
ELVIRA
(Sorprendida) ¡Oh! ¿Os estáis volviendo loco?
CONDE
Eso es extraño, y conviene ...
ELVIRA
Pues n,1<lade l!xtrnño ticnc cuando apenas hace poco salisteis de aquí prob~1ndo lu vuestra noble hidalguía.
CONDE
Ril!nd.i suelta, Eh·ira mía, a la c<>lera fui dando; lo coníieso, mas yo quiero vuestro amor c\1alquier precio.
CONDE
¡Oh! ¡no sé cómo he podido mi furor ya contener!
ELVIRA
Salid, salid.
ELVIRA
¡Sei'wr conde. sois un necio!
CONDE
CONDE
¡Por esta pasión yo muero y ella uca be t:se rigor si!
ELVIRA
Sabed que aunque mujer no cambio de parece1: .. ¡yo tengo fe y tengo honor!
Si, me iré ... si, me iré, mas en buen horn, la guerra queréis. scñoni, y pronto me vengaré. (Va a irse y vrwl,•e, se apruxi11ra a /:11•,rn. \" con aire amena:.mJor le dice) ·¡Doña Elvira, recordad el desprecio que me hacéis! jamás, jamás lo olvides! me habéis dicho ...
CONDE
(Con ironía.)
ELVIRA
(Con re~oJ11ció11.)
CONDE
¡Honor! sí, bie'l lo decís.
mas vuelvo a ver, ¡cuán cobarde y cuán mezquino sois vos! ¡Y conde os llamáis, por Dios! ¡Y hacéis de nobleza alarde!
ELVIRA
Calla, calla, sí mujer. (Dándole la espalda.)
No os debo prestar oído.
¡La \'erdad! ELVIRA
(lndigmula.)
Esto me había de faltar no puedo yo soportar tanta infamia ... si venís ... CONDE
(En el mismo tono.)
¡Infame! ¿Infame se llama al que dice verdad dura? ELVIRA Si tuvieseis ah,1a pura no insultaréis a una dama;
(E11 este i11st1111tc Jlega Jzrcma y mira la c,c,·11t1 desde la pmrta.)
187
l
188
FRANCISCO GREGORIO BILI.INI
OBRA LITERARIA 2.- MISCEJ.ÁNF.,\
ELVIRA
ESCENA XII DICHOS, JUANA Y El CURI\.
JUANA
(Al_yer la esc:ena.)
CURA El.VIRA
Sí, padre. ese hombre aurncnt..lrn el rigor de mis pesares.
¿Y cómo hasta aquí llegó? Lo trajo ...
-No está tampoco don Diego. (Dirigiént!osc al c·tra que 1!11 l!S[C 11/011/CI/[(}
CURA
¿Quién? ¿Tu p;1p.i?
,.,. en/ramio.)
Pero aquí b tic11c usted. Pa<lre Miguel.(.-\ E/vira) ¡Sci'loritn!
EL\11RA CURA
CL'RA (,1 J11a11t1 ('lllralll/(1.) Gracias, Ju,ma. (Ju,ma s:dc y Eh·il"a S<.' atk·lanta a rcL·ibir al n1ra.) EL\"IRA
CURA CONDE
A \·m·stro pies, que \'cnís a muy buen tiempo.
ELVIRA
CURA
Íll</IIÍL'/11</)
¿Y yo qué haré? ...
Salirme de aquí en <!lacto. CURA
(Ap,) (Éste
Ouc me c.:asel'Oll él yo. Ol\'idando d~· mi madn: ... (Sr1r,m•11c/i<.'111/o.)
d conde debe ser) ELVIRA
CONDE
¿Y qué pretenderá?
;.Eso dijo? Con el conde (,\/ ¡i1i/,/irn.) ¿hasta dónde va? ¡Hm;tu <lríncle la intolerancia de un padre ... con el oÍro no ha querido ,. llanrn <lclica<lcza iuridícula torpeza de un honor mal entendido!
Soy quien debo ...
(..tp. y CClll
Él. :-.í.
mi existenda!
CURA
¡No, El\'ira, no, ten paciend,!, que Dios ampara a los bueno!
ELVIRA
A mí no puede ampararme, que culpable siempre soy, si es lo mismo ayer que hoy, ¿cómo puede alivio darme?
CURA
¡Elvira, yo no comprendo. por qué culpable has de ser!
ESCENA XIII El CURA, ELVIRA Y JUAN DESPUÉS
CURA ¿Es el Conde de Olivares quien ora a ti visitaba?
¡Cu;"1nto ludia1·! ¡y :-.ial nH:no:-.
sucumbiera
(Ap.) (Nunca falta un importuno.) (Saluda11do) ¡Con pcrn1iso, hasta después!
190
FRANCISCO GREGORIO BILLINJ
ELVIRA
Porque no existe en mujer igual caso y más tremendo; fue la causa ese amor ciego de mi pecado nefando, y a ese amor le sigo thrntlo todo el hálito de fuego que existe en mi cora1.ón ... si es verdad que me arrepiento, ¿poi· qm: infeliz lo alimento? ...
OBRA LITERARIA 2.- MISCE.LANEA
ol\'idand() lo p,1sado. a jurarle nueva fe ... ¡ay! señor, no me acordé que ese .imor fue n,i pecado. CURA
Pee.ido, no lw sido 110, ¡fue de amor un sacrificio: por su amor en un suplicio el 11tismo Jesús muri,',! ... v si falt.i lrns comcl ido, ~sa falta te ha realzado; m{1slimpia el ,llnrn ha quedado con el llanto quc h:1s vertido que entre todas !.1s cri.:iluras para el ser que se arrepiente, guai·da el Ser omnipotente his mf,s blancas vestiduras.
ELVIRA
¡Ay! ¡pac.lre! de vucslro acento esa dulce persuasión, me hace ver otr.:i región; la región del firmamento. Yo creí que mis amores no tuviesen ya consuelo, v así mostrándome el cielo, ya no miro más que flores pues si al ser que se arrepiente ciñe Dios coronas bellas, será corona de estrellas la qt1e ciña él en mi frente.
(Al retrato)
¡Oh, madre, por compasión! CURA
ELVIRA
¡Siempre esn idea, siempre es cll.1 tu tormento agudo y fiero! (Ccmw fi,era eles()
¡Ay! su gemido postrero su último adiós! ¡oh! tan bella! CURA
ELVIRA
(Con c:arilio e i11c¡11iet11d)¡Elvira! (Si11 c¡11itar la vista del retrato ,. w1 en 111ediu de la escena.) • • Él vino, y cubierto de luto su corazón implorando tu perdón ...
CURA (Con sorpresa) ¿Roberto, dices? ELVIRA
(\lolvie11do do11de el Cura al proscenio)
Roberto
sí, sí, celoso aquí vino (Con sentimiento)
y yo en vez de rechazar volví, padre ...
CURA Sí, Elvira, tu recompensa la verás aquí cumplida: luego que ac.ibe tu vida en el cielo será inmensa.
CURA (Turbado) ¿A qué? ELVIRA
A jurar de mi amor el desatino
ELVIRA Mas de mi padre el furor ¿quién se atreve a contener?
l<JI
FRANCISCO GREGORIO BILLlNI
192
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
193
' .
' l•
1 o
r: CURA
ELVIRA
¡Oh! ¡yo le haré comprender su ceguedad y su error! ... ¡Sois tan bueno! ... mas no veo ... (Elvira con voz desalentada se. a,·erca u la 1111Jsa u11oyth1tlose en ella)
¡Corazón! ... ahora respira!. .. CURA ELVIRA CURA
CURA
(h1t¡11icw) Y... tu frente suda, Elvira.
¡Ay! siento como un mareo. En efecto, te va a dar ... pálida te estás poniendo ... ¿qué tienes? (Elvira c:aye11d11 i11s1?11sih!l't11c11t1! rn [u silla t/111'está jwlla a <'ita) Esto \'a sh.•ndo .. (Mtis i111¡11ieto)Di, ¿quien:s algo lomar? preciso es (va a la Jllterla) (E11 "º:: alw) ¡Juana! \'Cn presto,
corre pronto. JUANA
(De11tm) Sí. sciior.
CURA
(A E/vira) Dime, ¿te sientes mejor? .. . (Ap.) No habrá comido ... todo esto ...
ELVIRA
(Con voz débil) No os apuréis, pasa ya, fue un vahído que me dio. (Li111¡1iámlose la {reme y saerui111/ose) Ya padre, se me pasó.
CURA
De debilidad será.
JUANA
(E111ra11clo)¡Señorita! (Yenclo a la mesa) ¿Habéis llamado?
ELVIRA
Trae un poco de alimento que ya muy débil me siento.
JUANA
(En ac:filuil de irse)
¡Si no sé como ha aguantado! CURA
(Dt'te11ii!mlola) ¿Sin comer?
JUANA
¡Pues ya lo creo! ...
CURA
¿En ayunas todavía?
JUANA
Sin come!' en to<lo el día,
ESCENA XIV CURA Y !?./.VIRA
CURA
Y Lan tarde ...
ELVIRA
Fue un mareo, no os apuréis ... y:1 no siento ...
CURA
Mas ... ¿me ofreces, no es así. que apartando ya <le ti wn\o dolor y tormento l..1calma recobrnrás, pruebas al cielo asi dando de tu fe, v así esperando, que yo a,:regle lo demás?
ELVIRA
Si. padre ... mas hoy mi llanto justifica, y mi dolor (Vi11ie11tloal retrato) porque una madre, sei\or, ¡ah! se quiere tanto, tanto
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
194
y cuando Dios se la lleva ...
OBRA LITERARIA 2.• MISCELÁNEA
JUANA
Me ha hecho dilatar ese Juan ...
(Elvira llora.) CURA
(Conmovido
al ¡Híhlico.)
¡Ah! ¡comprendo su aflicción! también de resignación a Dios he dado esa prueba. (Se cubre el rostro c:011 la manos como aho~cmdo su elolor.) Entretanto entrará Juan por la izc¡11ierda co11 1111 vaso de leche u otro líquido cualquiera en fo 11w110. Juan se a¡,roxinw desde q11ee11trna la mesita ,¡11eestará del ltldo izquierdo, ¡,one el ;•aso e11ella y saca11cloel p,mw de plalll del bolsillo dice:
JUAN
Si la dejo; ¡por Santa Ana! era perdido mi plan (la acción de Juan aqui ha de ser rdpida. Tan pronto diga los clns versos q11eanteceden, debe echar tres o cuatro gotas e/el po1110en el w1so, y como a este tiempo llegará Juana im¡11ie1a estarc/ )' molc!sta, ya J11a11c:011 el vc1s0en la 111a110 e11la puerta.)
(Llegando c/u11deElvira y el Cura)
JU/\N
¡Yo! ...
JUANA
(E11/i11/ac/11)Si. tú ... tú ...
ELVI RA
ílasla
JUAN
;
( Tt"""11tl,, ,•/ 1•t1s11 ).
(,\/ ¡nihlico) Ahora, por Belcebú. ¿qué tengo aquí que cspcrnr'! Al Conde le iré a decir que su ene.irgo está cumplido. (Se ,•a)
JUANA
(Ac:abc111dr1c/1!hl'he,· el /f(¡1tido) Vamos, ya le puedes ir.
(J11a11ase va.)
ESCENA XV! ELV/lU
DICHOS Y JUANA (A Juan en mal tono)
1
(1\ El1'ira)
ESCENA XV
JUANA
1
Sí, me tardé. no he querido ...
EL\IIRA
CURA
(A E/vira)
Y EL CURA
¿Te sientes mejor?
¡Dame el vaso, inicuo Juan! ELVIRA JUAN
(En otro 10110)
¡Toma el vaso, inicua Juana! ELVIRA
(Volviendo la cabeza) ¿Qué?
. .
Igual. Yo no sé qué mal olor, no sé qué extraño sabor le he sentido.
1
1
FRANCISCO GREGORIO BILLINl
196
CURA Es natural en ayunas ... ELVIRA Puede ser ...
OBRA LITERARIA 2.• MISCELÁNEA
CURA Cálmate, tampoco quiero, a ese médio yo apelar, que si has de ser desgrnciada no sirve entonces de nada: (col! fe)
(Pausa)
¡Dios los medios sabrá dar! que en un alma cual la tuya de esos bellos sentimientos, no es posible sus tormentos Él a consolar no influya. Y de padres el hogar donde se meció su cuna si el gusto de ellos aduna con su gusto ni dejar la hija buena, es su corona de jazmines la más pura, v su velo la bl:incura del armiño no abandona; pues entonces ese velo con que luego se desposa en su frente candorosa se lo ciñe allá en el ciclo la madre del Redentor.
mas decidme con franqueza ¿de mi padre la dureza intentáis? ... CURA Yo Jo haré ver otra vez, hija, su error. ELYIRA
¿Y si no acepta y rechaza?
CURA
Aquí estaré su amenaza conteniendo y su rigor hasta que venza en la lucha.
ELVIRA CURA
Es inútil... yo os lo digo. Si es inútil, por testigo ponemos a Dios, escucha: contra padres no hay razón que ellos son como el santuario, do se guarda el relicario mas digno de admiración; mas el error que se obstina en sus principios añejos, a no atender los consejos de la justicia divina, de los hombres la justicia tiene en sus leyes el medio de poner pronto remedio a semejantes sevicia.
ELVIRA ¡No de ese modo! Prefiero la muerte ... nunca, no ... ¿sería acaso feliz vo?
ELVIRA ¡Corazón! lo que has perdido deplora, que habrá caído el llanto de tu dolor en lo limpio de ese armiño como de sangre las gotas. CURA
No; esas lágrimas que brotas embellecen tu cariño, de ese tu filial amor son el mejor atavío cual las perlas del rocío en el carmín de una flor; cual de blancas mariposas delicado montecillo asentado en un cestillo
197
FRANCISCO GREGOR!O BILLINI
198
que está cubierto de rosas: así se miran brillando esas tus lágrimas puras. El.VIRA
¡Ay! pudre, mis mnarg11ras vuestro lenguaje trocando en dulcísimo consuelo, me hace ver en mi dolencia que vos sois la providencia, la Providencia del cielo.
OBRA LITERARIA Z.- MISCELÁNEA
199
del "Ozama• pasarán al otro lado. (Tomando su sombrero.)" ELVIRA Señor, ¿y ya os marcháis? CURA Sí, que el cielo te dé su gracia. ¡Valor!
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ELVIRA Sed siempre mi protector. •l
CURA (En ,1ctitwl de irse) Roberto tal ve7. se iría ... ya me voy a retira1: ELVIRA ¡Roberto! CURA Sí, va a cazar.
CURA (Ap.) ¡Pobre joven! ¡El consuelo a su aflicción de dar! (Se va por la izquierda.) ELVIRA (Viéndole salir.) ¡Qué nombre tan bueno! ¡En él se mira la imagen fiel del ministro del altar!
ELVIRA Él a cazar ¡y en un día? como el de hoy! CURA Un compromiso ... de obsequiar al protector que en su ausencia ... ELVIRA ¡Oh! ¡Scñol'l él se va ... y ahora el permiso ¿cómo puedo yo alcanzar? CURA ¿Por qué? ... ¿De quién? ELVIRA De mi padre. En la tumba de mi madre iba esta tarde a llorar. CURA Por él no tengas temor, por "El Conde" ellos no van,
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ESCENA XVII ELVIRA DESPUÉS DE UNA PAUSA VUELVE LA VISTA AL RETRATO DE su MADRE y LUEGO LE\IANTÁNDOSI: DE LA SILLA, DICE:
Ésa es mi madre, esa es ella, su imagen pura y sagrada, yo la tengo aquí enlazada de Dios con la imagen bella; pues al cielo ella subió en nube de flores, enlre miles resplandores que el eterno dibujó ... ¿por qué ciega la ofendí? ...
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200
FRANCISCOGREGORIOBILLINI
por pasión impía ... ¡perdóname madre mía! ¡qué loca, qué loca fui! Mi amor fue tu perdición yo no quise de él abjurar mas no pude ... ¿a qué negar? devora mi corazdn. ¿Y qué tnnto, mndre amada, que tanto te ofor,dcré ¡Él vuelve a ,iura1· su fe, y yo estoy regenerada!. .. Aquí vino arrepentido, ' perdón te pidió de hinojos, y aún observé en sus ojos que amargo llanto ha vertido ... y aunque amarlo no quisiera mi vida y mi per,samiento no tienen otro alimento y hacerlo nunca pudiera así, ¿cómo existiría arroyo sin murmurar? ¿cómo el ave sin cantar mirando nacer el día?
201
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
¡ay! ven, corre, vuela, ampara a esta tu infeliz amante que te quiere en este instante ... (Vuelve al proscenio.)
¡Ay! cuánto verle desear ... se agita mi cuerpo ya, no me puedo contener. (Tambaleándose.)
Ven, Roberto, a sostener ... tu Elvira muriendo está ... ¡me muero!. .. ¡me muero! ... ¡hay Dios! ¡Roberto! ... ¡Por compasión! ... ¡madre de mi corazón! ... ¡Sin morir juntos ... los dos! (Cae des¡,ut!s de roda esta agitadá11 i-xlrt1lc111tl11 1111 l1Cmdogemido.)
FIN DEL ACTO SEGUNDO
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(Cambia de tono.)
Mas ¡ay! yo pierdo mí calma y este loco desvarío aumentando está, ¡Dios mío1 las inquietudes del alma ... trémula me siento y fría!
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(Desde aquí rodo debe ser nuis agilatlo con sus pausas)
¡Cielos! ... ¿qué es esto? ... ¿Qué siento? se turba mí pensamiento ... y mi v[sta está sombría ... ¿qué es este sudor glacial que corre ya por mi frente? ¡tiemblo!... ¡Oh ser omnipotente! ¡ten piedad!. .. (Corre hacia la puerta.) Roberto, sal...
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OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
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ACTO TERCERO Decoración de lwsq11e. Pnst1 el acto a lt1 orillt1 ele/Ozt1111t1 ele/11tm latlo ele !etdwlad. Hu/Jrci 1111a dww ya aba1ulcmada II rnsi dcstruidcr, ,,¡ estilo de las ele/¡wís. Aparece cle111rodd lnw¡11t• a ltr i:.• quierda ele/especuulor; rie11eun rabiado de pa/111a,o s1•,1 1111 rabi• que del lado izquierdo; " ese mismo lculu ht1y ¡merfa y ve111ant1 que se suponen 111ira11 /wcit1 el ríu. Al /011clode la misma c:lww hay una puerta. Elvim aparece dor111ida, rec:ostaclll ele 1111 tronco de mC1deraa la derec:hll.
ESCENA PRIMERA ELVIRA Y JUAN (Juan estard asomado a la ventana mirando para el río, que se supone, como se ha dicho, a la izq11iercla.)
JUAN·· UNA VOZ JUAN
(En voz alta) ¡Eh! canoero, por ahí no ... (Fuera) ¿No está a bordo? ... ¡Ca! ... muy mala dirección llevas ... Allí (Señalando) en el pa~o de la Barca.
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
204
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
205 ., '.
l UNA VOZ JUAN
UNA VOZ JUAN
(Fuera) Está bien.
Dile que Juan con impaciencia le aguarda. (Fuera) Está bien. Y él nos dará sin dificultad la paga.
Sin ninguna, ya lo creo ... (Viniendo a la escena)
¡Qué gente tan. desconfiada es esta gente del río! ·se aprovechan y se empajan en la más calva ocasión. (Remedando)
¿Quién me paga? ¿Quién me paga? Es lo primero que dicen. ¡Oh! qué costumbre tan mala ... sin distinguir las personas ... eso es mucho ... (Vie11doa E/vira y yendo hacia ella.) ¡Esta muchacha Dios quiera que no despierte! ¿Quién diablo entonces la aguanta? Y duerme come- un lirón ... de la calle de "Las Damas' a este sitio es muy lejos ... yo creí que despertara en la pasada del río, pero .. ni aun se movió ... nada ... ¡las gotas!. .. ¡Oh! ¡qué manera de robarse una muchacha tiene el tuno!. .. ¿Ya se ve, con astucia y mi patraña como escaparse podría? que bien jugué la bolada para menos no era el caso. Don Diego podía llegar ... y la vecina ... ¡Damiana!
¡Qué demonio de vecina! ya en la puerta, en la ventana se asomaba preguntando. ¡Qué curiosa mojigata! ¡No es cxtn1ño, :isi son todas! siendo mujc1: .. eso basta, para saber que es curiosa muchas veces tanto miran que se du11 co11... ¡hay! ¡qué ga11ga! mas yo supe bien burlarme de su tonta vigilancia. Hice que Jacinto, el coche metiera dentro de l.1 casa por la pucn.1 del zagufan y luego los dos ... ¡qué aud.icia! nos fuimos al aposento, y al echar mano n la cargu, por un poco y por un tris lo descubre todo Juanu. Llega el tiempo perentorio, me pregunta por su ama, yo no sé qué responderle, la ve al fin ... ¡ja! ¡ja! ¡ja! ¡y nada! se figura que está mue1·ta y luego desespe1·ada como uná loca corriendo: (Remedando a Juana) •¡qué desgracia!" así gritaba, "¡Virgen de las Mercedes! "¡qué desgracia, qué desgraciu! •¡se ha muerto la señorita! "mira, Juana,• le decía, "no así grites, por Dios, calla, "que ella due1·me, no está muerta. Al fin y al cabo la calma recobrando: "no comprendo" me dijo mas despejada. Y entonces yo de mi astucia, aprovechando la audacia.
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FRANCISCO GREGORIO BILLINJ
206
"Corre" -le dije- "a Don Diego• 'busca pronto; ¿es una trama, "innmtada por Roberto?" •¿por Roberto?" -dicey para .. . "el que quiere robarse a Elvira" .. . le interrumpo "¡Jh! ¡qué infamia!" exclama entonces, y al hombro se tira presto la manta, y a buscar sale a Don Diego. (Satisfecho) ¡Buena estuvo In jugDda! Así será la propina que es el Conde, según forna, generoso .1 toda prueba. Cuando quiere a una muchacha le consigue a todo trnnce, en pelillos no se para. Y todo lo arrostra, todo, a ella eso bien agrada! las mujeres así son, con excepciones muy raras le gustan los atrevidos, los tímidos las enfadan; y a los homb1·es como el Conde se rinden en cuerpo y alma. (R11ido ele remos)
207
OBRA LITERARIA 2,• MISCELÁNEA
JUAN
¿Cómo? a Damiana ... y aquí Juana.
ESCENA II '1
DIC!-JOS, JUANA JUANA
JUAN JUANA
JUAN JUANA JUAN
Sí, bribón aquí está Juana que a descubrir ha venido de tus infamias la trama. (Conte11it!ncla/a) ¿Qué dices? ¡Detente! (Q11erie11tlopasar) Sí ... (Llora11clo) El corn1.ón me lo daba. (Fcm:ejamlo) ¿Dónde está? ... (S11je1tindola tlel bruzo) ¡Quieta. mujer!
¡No me detengas, aparta! ... Quiero verla. (Siempre .rnietlindola)
¡Tú estás loca!
Según creo, ya se acerca. (Mira.)
Él· será, viene una IDncha. (\luelve a la escena.)
¡Ah! ¡pronto ya seré rico!
JUANA (Afiiera) Mira botero, a Damiana ... JUAN JUANA
(Con sorpresa.) ¿Qué? ...
Di que me espe1·e un poco,
JUANA Si, lodo lo vio Damiana v al coche siguió la pista ~uando la cuesta bajaba de S. Diego. (Llora} Y yo tan t<>nta dejarme engañar, creyendo en tus infames patrañas. A Don Diego fui a decir ... JUAN
¡Ah! le dijiste que ...
JUANA
(Con desprecio) ¡Vaya! déjame pasar, infame! (suéltame)
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,·' FRANCISCO GREGORJO BILLINJ
208
(vi,mdo a E/vira)
¡Diós mío! y en el suelo ... JUAN
¡Juana! ¿Quicr~s c.dlar:>
JUANA
(Encima de ella llanuímlu/a)
OBRA LITERARIA2.· MISCELÁNEA
209
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JUAN (Sig11ié11tlolay C1pe1rte) ¡Diablo de mujer! ¡ch! ¡Juana! (Va corriendo iras ella ltas1,1 la ¡merw)
ESCENA 111
¡Señorita! (P1111ié11tfoh• /a lll(trlll)
¡si está yerta! ... JUAN
¡Mujer-. calla!
JUANA
¡Señorita, señorita! (Se ab1) ¡por la Virgen de Allagracia! no despierla todavía.
JUAN
JUANA
JUAN,SOLO (Volviell(Iu" la escena)
Se fue, sí... ¿quién le da alcance? (Re/Texionamlo.)
Y ella dijo: "donde el Cura• ... ¡apurado es este lance!
(A¡,.) ¡Con mil diablos, si no calla esta bruja repugnanle! ...
( Vulvicmlo)
pero a mí. ¿por qué me apura? .. vendrá el Conde y se la entrego él se empolva a Puerlo Rico ¡yo con la suma me pego! y quedo de un golpe rico ...
¡Qué bebida endemoniada le habrán dado .... y a Don Diego ¿cómo vuelvo a ver la cara? ¡pobre Roberto! ... y el cura ... ¡tan bueno! ... Pronto a su casa llegará la polic!a, que fue Don Diego a buscarla llorando de rabia ciego ... ¡y a Roberto tal vez mata!
ESCENA IV
(Dirigiéndose a Juan que habrá mostrado gran interés en todo lo que acaba de decir Juana)
Y todo por culpa tuya ... que me dijiste ... canalla
JUAN Y EL CONDE
CONDE
(en actitud de irse)
mas si aun es tiempo ... ¡hay de ti! voyme corriendo a su casa y al Cura le avisaré (vase corriendo por el fondo.)
(Entrando)
¡Juan! ¡amigo! JUAN
Señor Conde con impaciencia os aguardo
y afán
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FRANCISCO GREGORlO BILLINI
210
CONDE
Y ell:i, ¿dónde en dónde la tienes, Juan?
(Inquieto)
JUAN
(Mostrando a E/vira) ¡Vedla aquí!
CONDE
(Hacia ella) ¿No ha despertado?
JUAN
¡Despertar! Como un lirón ...
CONDE
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
JUAN
CONDE JUAN CONDE
(Viéndola)
Gracias, Juan, desesperado estaba mi corazón ... ¡Oh! ¡dicha! yo me temía resultara algún fracaso. JUAN
¡Por un por poco a fe mía! ...
CONDE
Mas salisle bien del paso.
JUAN
He salido, mientras tanto, gracias a mi astucia ...
CONDE
JUAN CONDE
¡Sí! tú vales ... ¡yo no sé cuánto! ¡vales, Juan, un Potosí!
JUAN CONDE
CONDE
Mucho, Juan.
Es un hecho .. Siendo así, decirns quiero ... ¿Qué? ...
Que os deis prisa, señor, si está la presa en el lazo no está escape el ca7.ador.
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De seguro, sí por cierto No comprendo, si has dejado la creencia que es Roberto quien a Elvira se ha robado ni el tiempo moral ha habido bien sabes como es Don Diego; cuando el caso haya sabido de cólera y rabia ciego en su casa el estará ... y su vergüen7.a ocultando la noche la pasuní muerta o vcngnn1.n jurando ... ya mañana es otra cosa ... P~1cs no estáis
inocentón ...
(1111¡11ieto) No te entiendo.
¡Peligrosa es, señor, la situación!
CONDE
¿Te estás burlando?
JUAN
Hace poco que Juana salió de aquí. ..
CONDE
¿Juana dices? ¿cstlis loco? ¿la criadn de Elvira? ...
JUAN
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¿Hay temor de algún fracaso?
JUAN
Me alegro estéis satisfecho.
'.JUAN Ahora yo espero que cumpliréis ... CONDE
JUAN
211
Sí, aquí vino.
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212
f-RANCISCO GREGORIO Bll.LINl
OBRA LITERARIA 2:· MISCELÁNEA
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CONDE
quién la trajo, y de qué modo? .IUAN Sic.uió del coche el camino \' 1:, ha descubierto lodo ~no demonio de \'ecina que pica como un ají y .,marga mas que la quina.
CONDE JUAN
CONDE
C\fas, ¿cu:indo S•' fue e.leaquí Jmrna? Cuando enlrastcis vos ac,1baba de sali1: .. Acaburás, ¡vive Dios! ...
JUAN
Ella dijo que iba n ir ahora mismo donde el Cura y salió como un cohete.
CONDE
¿Y eso tanto a ti te apura? Sobra tiempo. Mira vete, ahora mismo, vete al trntc, v dímele al Capitán que contigo mande el bote.
JUAN CONDE
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(Sorpresa) ¿Y cómo vino,
¿Nada más? Sí. vete Juan, hay tiempo si te .ipn:surns. Corre, Juan. (Jua11se \'Clpor la izc¡11ierJa.)
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ESCENA V
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F.L CONDF., VO!,VIF:NDO A/, PIWSCF:N/0
llay tiempo, ~í. La "Plazuela de los Curas" no está tan cerca de aquí. ¡Ah! si no consigo al fin rogándole al Capití1n que zarpara el bergantín esta noche; ¡cuánlo afán! ¡y cuánto apuro tendría! ... los pasajes al contado le pegué con demasía ¡hice bien e.lehaber pagado!. .. (\lol\•it!ndose /rada Efrira .1• mirámlola) Ella duerme, en su sueño no prcsienh.'. de su vida el destino que la espera. ¡Tal vez su cora1.ón así lo siente! o acaso una esperanza lisonjern le dibuja el poder de ese belc,'\o. Así siempre al dormirnos no sabemos si .igitado o tranquilo será el suc1'\o. Ni dónde a despertar después ircmo!, ... ¡oh! ¡mujer infeli1.! cuando yo :1rdicntc un porvenir de amores te brindaba hermoso como el sol que se elevaba la primera mañana en el Oriente. ¿Por qué no lo aceptaste, y la esperanz:1 e.leese sueño tan bello deshiciste, despreciándome a mi? ¡Ah! ¡la \'cn1.rnnz:1 de un Conde de Olivares no temist!'! y quién te hubiera dicho cuando ahiv:1 y orgullosa a mis ruegos respondías, que cual um1 ave entre la red cauti\•a un momento después ¡ay! ¡Le verías! esta noche los mares ya cruzando a la luz de esa luna tan brillante
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214
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
en mis brazos Elvira despertando veré leñir de gra11a lu semblante y trémula ... y más bella en tus temblores! ... ¿Qué le dirás entonces a Olivares? ... ¡mas, nada! ... con el tiempo ... mis amores de t~ alma calmarán tantos pesares. Y ese amor de Roberto ya extinguido dejará su recuerdo en tu memoria, como deja la sombra que se ha ido un celaje en la lápida mortuoria. Y este mío que hoy desprecias y no quieres será, Elvira, lU dicha y tu contento; que es la ausencia el remedio en las mujeres para hacerlas cambia1· de pensamiento ... en su pecho el amor es movedizo, cual pluma que a los vientos no resiste, y fnigil como el vidrio quebradizo será el tuyo: --¡mujer al fin naciste!-• (Drtspués de 11napequeña p"usa se oye can/ar detrás de bastidores, del lado izquierdo, por donde se supone que corre el río, los versos que siguen y del modo que se va indicando.) ROBERTO (Fuera, canta.) En las ondas los reflejos de la luna mira en pos, suspirando desde lejos este amante cazador. (Repite un coro de tres, cuatro o mds voces los dos últimos versos. El Conde, que habrá escuchado muy sorprendido, dice con agitación) CONDE
¡Cielos! ¿qué esduchó? Esa voz ...
ROBERTO (Fuera, canta.) Del Ozama aquí en la orilla la confianza puesta en Dios, él espera la barquilla que Je brinda un pescador
OBRA LITER,\RIA 2.- MISCELÁNEA
215
(Los e/os ríltimos ,•ersus se repiten e11 coro del mi.mw 11wcloque en la primera eslro{a. El Cmult', c¡m· mm agitado lwlmí estado viendo por /a ¡merltl tld ¡i,,11/11 del ilulo i:.c¡11ierclo, c/h-1!)
CONDE
¡Cazadores! ¡Suerte .ilroi'.! (Sie111¡11"e 111irm11/o) ¡Y Roberto! ¡Aquí n:ndrá! ( \/o/i•fr1rc/1JCI/a ('SCl!1111)
¡de seg.uro! ¡Estoy perdido! JUAN
CONDE JUAN
CONDE JUAN
pur /11 i:.,¡11iercla) ¡Sclilll' Cundo:!
(/;/Jtrc,
¡_Eres tú, Ju.in? Dime, d botit ¿lo has tr.iido? No, sc1ior.
(Desespercu/o) ¡Ah! ¡,·oto a Cristo! (Ccmf11so)
¿Qué os sucede? Por qué así os encuentro? ¿Qué habéis visto? CONDE
ROBERTO
Mira, Juan, queda tú aquí. (En este mismo instante se detiene el C'mule, c¡uedando él y Juan en posición de sorpresa al oír la voz de Roberto que ccmla.) (Canta) Quién sabe si ya rendida de faliga en su aflicción, está la virgen dormida que adora mi corazón. (Repiten todas las voces los dos últimos versos ele igual manera que en las veces antericires.)
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216
FRANCISCO GREGORIO BILLINI
JUAN
ROBERTO
JUAN CONDE JUAN
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
De esa voz la entonación!. .. (El Conde le impone silencio aplicándose el dedo al labio lleno de miedo al oír que cantan.)
(Canta) Un tirano sus amores marchita sin compasión: vamos presto, cazadores, a buscar su salvación. (Se repiten por el coro de ig11al modo los dos ú/Jimos vusos.) (Agitado) ¡Es Roberto! ...
¡Maldición!. .. ¡Es él...
CONDE
Es él, sí, mas, Juan, guarda a Elvira, yo corriendo vovme donde el Capitán, y ~on el bote volviendo ...
JUAN
Más, señor, la cosa está de arreglar presto mi cuenta.
ESCENA VI JUAN, Y ELVIRA DESPERTANDO DESPUÉS.
JUAN
(Trcis el Conde)
¡Mi dinero es imposible! ( \lol,•ienclo a la escena)
Pues le dejo su señora. ¡Vaya un asunto terrible! ... ¿y dice que se la cuide? ... ¡Que se la cuide el demonio! o que invente un nuevo ardide ¡mentecato!. .. y mentecato yo tnmbién que rui a meterme en servirle a un pl!!aguto. (.vliramfo por la ¡11w,·r11) Se viene ... ¿dónde csconc.lcrme? ... (F.11 /a eSl't!ll(I) "¡Primero que te hagan trizas!" dijo el tuno ... ¡ya lo creo! ... como cárcel ni póli7.as va a aguanta,: .. (Mirmulo por la ve11/a11a olra \'l!Z y a11111e11/1111do .rn i11q11ietwl se~11n 1•a lwhlcwdo)
CONDE
JUAN
CONDE
Tu cuenta se atTeglará ... cuida a Elvira, si él intenta ... primero que te hagan trizas. por ningún caso la dés ... Sí, señor, me haré cenizas, mas antes vos ... (lnclicándole con los dedos c¡uele pagm.) (Con mal modo) Ya lo ves, imposible es eso ahora. (Se va por la izquierda.)
217
Pero ... ¿qué veo? El Conde está descubierto ... y esos olros ya lo han visto .. lo mira también Roberto ... esa ltina ... ¡\·oto a Cristo! aquí vienen, ¿qué he de hacer? ¡Un ave van persiguiendo ... de noche no puede ser! ... sí... allí está ... yo la estoy viendo, Roberto apunta ... Voló ... se le íue ... me alegro ... sí. otra ve1. ya se asentó en un árbol que eslá allí ... (Pansa)
FRANCISCO GREGORIO BILLINl
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A aquí, se dirigen ya ... sin remedio, ¡estoy perdido! ¡y él apunta para acá! ... (Suena un tiro.)
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
ELVIRA
¿Qué oigo? ¡cielos! ¡madre mía! ¡tanta infamia! (llora11do)
JUAN
(Siempre viendo por la ventana) (1\p.) ¡Cora1.6n!
¡demonio, si me habrá herido! (fo(:d111/ose d cuerpo y la cahc:.a) (1 11a11,¡11ede1 es111pe{acto 1111 i11s/llnle y /11eg11 sigue im¡iriero 111irm1dupar la ve111ww. E/vira, al smwr "¡ 1iro se Jurhr,í des¡,crtado Cl/11.rnrpre.wzlt1117.a11dc, 1111 griw.)
ELVIRA
JUAN
No me faltes ...
ELVIRA ¿Y mi padre? . ¿dónde cst::ib::i que no vio? il't'>11io s1>la llH' :1hamlo11a! ¡y sol.\ en t.lnla :d'li<.:ción! (Viendo por la puara)
¡Es un tiro!. .. ¡Yo he dormido!. •• (Pas,imlose la mano por la fi·,mre y levanltínclose) mas, ;_qué esto? ¿Dónde estoy? ¡en d bosque! ¡~ es de noche! ¿Qué sucede? ¡Santo Dios! ¿Quién aquí me habrá traído?
¡Ah! ¡éste es el río! ¡No habrá boll•! ¡Corre, Juan, o COITO vo! (Sale l'(}rriellllo ¡1c,r IceÍmerta ill' /11i:.t¡11iarl11.)
(Ap.) Necesito ahora valor.
ESCENA VII
(A E/vira)
¡Señorita, calle usted! ELVIRA JUAN ELVIRA
JUAN
ELVIRA JUAN
¡Oh! Juan. tú aquí...
JUAN Y ROBERTO
JUAN
Si. con vos. Mas no entiendo este misterio. Yo estaba en mi habitación ..• y despierto en este sitio ... ¿Qué sucéde? ¿Aquí los dos? Si, señora, yo he venido siguiendo a vuP.stro raptor. ¿Cómo dices? Que ese Conde, dé vuestra casa os robó ...
ROBERTO
JUAN ROBERTO
JUAN ROBERTO
Aquí dene ya Roberto. ¡Oh! ¡terrible situación! ¡no hay remedio! ¡aquí un ardid! (Entrmulu e11 trnje ele c.:azatl11r,·,rn 1111t1 ,•sco¡,,·ta e11la 111,11w)¿Cómo? ¿eres tú? (Sur,.r,·111/idl/)
(Do111imím/ose) Si, señor. ¡Me confundo! ¿qué sucede? ¿Y esa mujer que salió? Es Elvira. ¡Elvira! Elvira has dicho, Juan.
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FRANCISCO GREGORIO BILLINI
JUAN ROBERTO
JUAN ROBERTO
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNeA
JUAN
Sí. señor. ¿Pero a qu{ha venido aquí? Dame presto explicación. Y de noche ... no comprendo. El Conde se l.1 robó. (Sor¡m•sa)
¿Tú estás loco? ¡Miserable! ¿Y lo dices sin temor de que le mate? (Lo a11wga.) JUAN ROBERTO JUAN
ROBERTO JUAN
¿Cómo es eso? ¿luego es cierto? Chirlo, sí, cuando él os vio se fue corriendo a busc.ir al Derganlín español un bote para embarcarla. ¿Embarcarla?
¡Esto es atroz!
Sí, Señor, a Puerto Rico.
ROBERTO
¿Conque es esa· su intención? Y ella has dicho ... (Amenazándolo) Mira Juan, si me engañas ... ¡vive Dios!
JUAN
(Tímido) De ella no he dicho nada el Conde se la robó ...
ROBERTO
¡Ah! nadie a nadie se roba ••• ¡quién creyera ·tal traición! (Queda desesperado ahogando su dolor.)
(A¡,.) ¡Vayan un enredo del diablo! Y ya el Conde se fugó. ¡El dinero no me ha ciado mi avaricia! la ambición ¡oh! ¡qué mala es la avaricia! mas, en tanto, ¿qué haré yo? (Mirando 1wr la pt1crt,i) ¡ah una buena idea! con él. me iré en el buque español... (Juan se va por la iz.q11il!rtlcl cu11¡m•ca 11cidn.)
ESCENA Vlll
(A.rnstwlo) La culpa no la he tenido, ¡perdón!
ROBERTO Y LUEGO ELVIRA
ROBERTO
221
(Cn11111 salic11tlo de s11meditt1l'idn) Mas ¿qué digo? ;No lo creo! ... ¡ella envilecerse!. .. No ... quien dos años ha pasado guardando puro :;u honor; quien a pesar de la ofensa de mi torpe seducción, y a pesar de mi silencio la fe jurada guardó, y no hizo más que llorar escondida en un rincón mientras ausente yo estuve; quien con tanto afán habló cuando yo le di mis celos; quien con tanta agitación otra vez juró su fe; quien aquel fuego expresó, fuego en el alma encerrado salido del cornzón-: ¡no es posible! ¡no es posible!... , ¡no ... no Juan! (Volviendo y d,induse con E/vira que acaba de entrar.)
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FRANCISCO GREGORIO BJLLINI
ROBERTO ELVIRA
ROBERTO
¡Santo Dios! ¡esto más! ¡estoy perdida! ...
(Con aflicción)
(Ciego de i11dig11w:ió11)
ESCENA IX ELVIRA Y El CURA QUE ENTRARÁ Ol'ENDO El. ÚLTIM(l VERSO DE ELVJRA.
(Yendo lwcfo él)
No te ofendas qlie los dos ... no podemos ...
CURA ROBERTO
ROBERTO
ELVIRA
(Abrazándolo) ¡Oh padre! ¡siempre sois vos el ángel que mandu Dios!
¡Roberto! por compasión.
CURA
No soy yo.,. que bien lo sé ... siempre le ruego calma el lloro. ¡La oración es de la fe el más precioso tesoro, y es tu fe quien le ha salvado!
(Rcípido) ¡Maldito el hombre que fía
en la mujer y en su amor! (Se \'a desesperado.)
ELVJRA
ELVIRA
¡Así me insultas Roberto! Y te \"as, oye.
CURA ROBERTO
ELVIRA
No, no.
Ove, ove ... ¡no tan cruel. me hi~ras el corazón! (tras él) ¡ingrato! ya se fue, ¡ingrato! (Vuelve al proscenio y en aclillld de ruego _\"con los ojos alzados al cielo.) ¡Oh! ¡madre del Salvador! ¡tú, que amparas la inocencia, tú, que ves la pena atroz que desgarra el alma mía! en tan triste sil\ ..ación
(Solemnidad)
¡Sí lo tiene el que a Dios llama!
Cielos ¡qué oigo! (A ella con desprecio e imlignacidn) ¡Oh! ¡mujer! ¡me das horror! tanta infamia no pensé ... (En t1tlemtí11de irse, E/vira lo deEie11e.)
ELVIRA
223
abandonada y perdida. ¿No tendré consuelo yo?
(A 1m Tiempo) ¡Ah!...
¡Conque estás perdida! ... ¡Dios mío!. .. ELVIRA
:
OBRA LITERARIA 2.· MISCELÁNEA
¿Y cómo lo habéis sabido? ¡AhL.. Todo me lo ha contado Juana ... Mas ¿dónde ha huido ese Juan, ese traidor? (A los age11Eesde pulida
que se lwbrcin qttedfülo
en el fondo del escenario.) ¿Vosotros aquí al entrar no lo vi_steis?...
POLICÍA CURA
F í~-
ELVIRA
No, señor. ¡Y habrá podido escapar! ¿Juan decís? Yo no os entiendo.
j
.
,
.. FRANCISCO GREGORIO BILLINI
224
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
CURA
Él ha sido Elvirn, quien ...
EL\IIRA
¡Ah! por eso ... ya comprendo.
POLICÍA
Mas, al cepo irá también no os apuréis, mi sei'íorn.
ELVIRA
¿Y a ese Conde lo han cogido?
CURA
CURA
Debe estar pn:so a esla horn.
ELVIRA
ELVIRA
Tras él Roberto ha seguido. ELVIRA CURA
¿Qué oigo? ¡Robe!"lo! Sí, E]\'ira. Cli.mdo a entrnr aqui \'eniu lo encontré lleno de ir..i...
EL\IIRA
¡Ese ingrato se crl'i,l! ...
CURA
Y le hablé ... y avergonzado
EL\'IRA
ClJRA ELVIRA
de su torpe pt·esunción, por ,1hi va descsp1:rado del Conde en persecución.
CURA
¡Y si mala, virgen mía! ese Yilhrno a mi aí11antc. de qué sirve a mi agonía el consuelo de un instante.
ELVIRA
CURA
No temas Elvira, no, no es el Conde tan temido.
POLI CÍA
Dos policías 'le di yo ... v aunque solo hubiera ido, ~s a Roberto un pichón ese Conde, una friolera ...
¡Oh! ¡qué horrenda situación!. .. ¡quién a mí me lo dijera cuántas cosas en el día en que adiós dijiste, madre! Mas ... no viene todavía? No veo .... ¿A quién?
¡A mi padre! ¿dónde está? ¿Qué le ha privado? Nada, Elvira.
¿Cómo nada? ¡Algo gr.mdc le h:i pasado el dejarme abandonac.la! ¡No!. .. aunque su genio-es así, diera su sangre, su \'ida, lodo ... por s.ilvarmc a mí ... ¡Oh! calma, calma, quedda, cll·ntro <le poco n-rn.lrá
con Juana que fue a avisarle.
¿Y no sabe? ...
CURA
Ahora sabní. Ese Juan que fue a cngariarlc diciéndole que Roberto había sido lu rap101: .. mas ya todo dcscuhicrto ...
ELVIRA
Eso más ... Pero, señor. ¿Es posible tanto enredo? ¿Tantos males conjurados contra mi? ... ¡Oh! ¡tengo miedo! Tengo miedo, que los hados de mi vida, otro suplicio
225
..
.. FRANCISCO GREGOR.JO BILLINI
226
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OBRA LITERARIA 2.• MISCELÁNEA
• • I
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me preparen y no acabe este inmenso sacrificio ... CURA
No, hija, no, sólo Dios sabe lo que a nosotros con\'ienc, y hay veces-que nuestros males aparentes, El nos tiene all.í escrito en sus anales: qlw de eso:,; males ... el bkn es que sL1rgc y que depende, ¿quién puede negarlo, quién? Sin dolor no se comprende nada bueno aquí en la tii!rra. ¡En.el mundo es el dolor, d dolor qui.! el mundo cncicrrn, como un .íngcl sal\'atlor que guía la humanid.id! ¡Vi\'a i1m1gcn de la luz, de esa luz de In \'ertlad qu1.:rdlcja en la crnz!
ELVlRA
¡Gracias, padre! la bonanza.
CURA
Vien•.! Ira,; de la tormenta.
~LVI~A
Ésa, es, pudre, mi esperanza.
CURA Vamos, pues, Elvira, cuenta, que tus espinas en flores el cielo las tocará. (A los policías) Vamos, vosotros seño1·es, id por un bote, que ya Don Diego ... POLICÍA
(desde la puerta) Vedlo aquí.
ESCENA X [)/CI/OS, DIHiO
D. DIEGO ELVIRA
(/.:111rn11do) ¿Dónde cstún~ (Corriendo hacia ¡Pndrc mío!
L;¡ crm
D. DIEGO
(Rcdw:.dndo/a) ¡No ... .1parta, mujer. de mi! ¡que no soy p,1drc yo!
ELVIRA
¡Ciclos! ¿Qué e:,; esto?
CURA D. DIEGO
ELVIRA CURA D. DIEGO CURA
ELVIRA D. DIEGO
los lm1:.11saliiatr,s)
¡Don Diego! ¡Vos tambi¿n! ... ¿y la vergüen7.a no os sonroja? (Aso111brd1u/ose) ¡Oh! ...
¿Estáis ciego? ¡Hipócrita! ¡infame! Densa cubre una venda, señor, vuestros ojos. ¡Padre mío! ¡Quila!
CURA
Oiga usted.',
D. DIEGO
¡Oh! ¡furor!
~'¡ ¡
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FRANCISCO GREGORIO BILLINI
228
CURA D. DIEGO
OBRA LITERARIA 2.- MISCELÁNEA
CURA
¡Fue el Conde! ...
(Con fiwgo) ¡Jesús! ¡rasga su venda! (Ca;·,mdo de rodillas) •
¡Dios! ¡aplaca tus enojos!
(!11terrumpié11dole) ¡Clérigo impío! de esto el cómplice sois vos.
(Tenlos ,¡11ed,111 de rodillas (or111a11dow1 cuadro
en q11eaparec:erlÍ Elvirn al nwtlio, Doi1 Diego " la i;:.q11ierchty el Cura a fo derecha. Los mismos
POLICÍA
¿Estáis loco? ...
D. DIEGO
(Colérico) Y si no fuera
actores deben haber prep<1mdo la na111ralídatl del caso, e11con1rdndolos la t1n:ió1, 1!11 s11s¡mestos correspo11die11tes.Todos Jendrdn los ojos alzados cd delo.)
por respeto, ¡vive Dios! a ese traje, que oi, vistiera en mal hora Satanás, tantos golpes os dada ... (Cogiéndole por un braza.)
ELVIRA
¡Horror! (Dando un gl'ito.)
POLICÍA
(Conteniéndolo)
D. DIEGO
No más debo ... (siempre teniéndole asido del brat.0.)
POLICÍA
(Apartándolo)
ELVIRA CURA
¡D. Diego!. ..
DICHOS, JUANA, ROBERTO, EL CONDE, JUAN Y DOS POLICÍAS QUE TRAEN CAPTURADOS .\L CONDE Y A JUAN.
JUANA
(E11tra11do)¡Dejadme, dejndme entrnr!
ELVIRA
¡Juana!
CURA
¡Juana!
l¡
.
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¡Venid!
(Con suma aflicción)
¡Madre mía! (C,1si a un mismo tiempo)
(Con humildad)
¡Don Diego, vuestros furores calmad, por Dios! D. DIEGO
ESCENA XI
(Desesperado) ¡Otra vez! (Corriendo a la izquierda)
D. DIEGO
¡Juana! (Todos se habnin levantado al oír la vm: de Juana.)
JUANA
¡Infierno! ¡No más rigores!. ..
Nadn. Corriendo destinada a vos no puede nlcanzar.
(Cayendo de rodillas)
¡Oh! ¡tierra ... ábrete a mis pies!
ROBERTO
(Entrando)
Aquí están los criminales. ELVIRA
(Con swna aflicción) ¡Cielos! ¡ábranse a mis ojos! (Cavendo de rodillas)
JUANA
(Con alegría.)
¡Apresaditos los dos!
¡M~dre! ¡mira aquí tu ofrenda!
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Pontfflds Unfvemldad CatÓ?!C3 Meare
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230
FRANCISCOGREGORIO BILLINI
D. DIEGO CURA ELVIRA ROBERTO
D. DIEGO CONDE CURA
ROBERTO
(Al verlos) ¿Cómo? ... (Con solemnidad.)
OBRA LITERARIA2.- MISCELÁNEA
Elvira, de mi extravío pe1·dóname el grande erro1. (111cli1umdo fo Ji·ellle.)
¡Justicia de Dios!
¡Cesarán al fin mis males!
ELVIRA
(Coge al Conde por un brazo y se lo presenta a Don Diego. El Conde avergonzado trata de huir y de ocultarse el rostro.} Aquí lo tenéis, D. Diego. (F11era ele sí.) ¡Quila ese hombre! ... ¡Oh! ¡vergüenza!
(Rabioso) ¡Oh! ¡sonrojo!
Ya comienza la expiación. (los policías se llevan al Conde ,va Juan.)
Qué, mi bien ...
ELVIRA
Qu,~ el abandono e.le esos celos ...
ROBERTO
No prosigas, ya más nunca los tendré.
ELVIRA
Ya mi cora1.ón respira.
D. DIEGO
CURA
¡Estaba ciego! ... (Yendo precipitado hacia el C11ra y arrodillándose ante él.) Señor Cura! (Levantándolo
rápidamente.)
ELVIRA CURA
D. DIEGO ELVIRA
(Se abrazan.)
ROBERTO
(Con efusión.)
¡Qué hombre-tan
(Tcndiéiu/ofo los braws.)
bueno, Dios mío!
(Abrazcimlolo.)
¡Padre de mi cora?.ón!
¡Alzad la frente
que es tal la satisfacción que dais a mi corazón, que un abrazo solamente puede expresarla, i:eñor!
ELVIRA
D. Diego, de \'uestra Elvira la virtud es digm1, a fe, de recompensa.
¡Hija del alma!
DICHOS, MENOS EL CONDE Y JUAN.
D. DIEGO
Sí; mas quiero que me digas, si otr.i \'eZ yo te perdono ...
ROBERTO
CURA
ESCENA XII
(Yendo hm·iti E/vira.}
(A E/vira) ¡Con cuánta satisfacción has alcanzado la palma! Tus \'Írtudes han triunfado. ( Vvlvié11dolc a al1ra1.ar.) ¡Conque es cierlo, padre mio! (Hacia Don Diego)
Don Diego, ya mi ex11·avio merece ser perdonado.
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FRANCISCO GREGCRI0 BILLINI
ODRA l.lTERARIA 2.• MISCELÁNEA
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l• CURA
No haya más vacilación. Si, Don Diego, ellos se adoran, v dos almas cuando lloran del amor en la expiación, son del ciclo perdonadas v a Dios le son mas queridas, pues dos almas así unidas quedan mas purificadas.
D. DIEGO
¡Que Dios bendiga su unión! ¡y a mi perdone él desvío!
ELVIRA
(E11temcótla.) ¡Sois tan bueno, ¡Jadrc míu!
ROBERTO
ELVIRA
Don Diego, mi corazón yo no sé lo que desea para.vos ...
(Se,ia/anc/o al cura.) Y para él... que nuestro padre Miguel...
D. DIEGO
¡Bendito mil veces sea! quien con tal virtud alcanza darle luz al obcecado.
ELVIRA
Darle dicha al desgraciado ...
ROBERTO
Corazón sin esperanza ...
D. DIEGO
Quien con esa tan inmensa ...
~LVIRA D. DIEGO
Humilde resignación. Que humilde sufrió la ofensa.
ELVIRA Y humilde nos dio el perdón. D. DIEGO
Con ese bien que concilia ...
ELVIRA
Del ciclo bendito don.
ROBERTO
Aquí unidos en familia
D. DIEGO
¡Él nos dé ),11 hc11dicii"111!
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¡;,nnmulo 1111<'1tadm se i11di11a11r ,.¡ C11m por ,ldm1te tic t•ll11slo.~ bc11t!in·.)
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