JUAN M. GARCIA PASSALACQUA
Instituto Alejandro Tapia y Rivera
San Juan de Puerto Rico
2024
Sepermite su republicaciónno comercialreconociendoal autory sin alterarsu contenido.
JUAN MANUEL GARCÍA PASSALACQUA
Instituto Alejandro Tapia y Rivera
San Juan de Puerto Rico
2024
Sepermite su republicaciónno comercialreconociendoal autory sin alterarsu contenido.
JUAN MANUEL GARCÍA PASSALACQUA
Con la incondicional autorización de la doctora Ivonne Acosta y de sus hijos, emprendemos la publicación de este importantísimo y vital ensayo, que es complemento y resumen de uno de los mayores entusiasmos de uno de los más importantes historiadores puerto-rriqueños del siglo XX: el licenciado Juan Manuel García Passalacqua.
En este importante trabajo, titulado EL GOBIERNO PERMANENTE: LOS SECRETOS DE WASHINGTON SOBRE LA RELACIÓN CON PUERTO RICO, García Passalacqua resume las etapas y procesos que se llevaron a cabo en el seno del Ejército de los Estados Unidos y la discusión de sus diferentes actantes en torno a la posible descolonización e independencia de Puerto Rico.
Este trabajo fue escrito por García Passalacqua en 1998 para que constituyera parte fundamental de la memoria que el Ateneo Puertorriqueño publicaría en ese año, en conmemoración del centenario de la histórica invasión del Ejército de los Estados Unidos al suelo puertorriqueño. Sin embargo, por razones de desidia y desinterés, la Presidencia del Ateneo de entonces desistió de la publicación de este y otros importantísimos ensayos que quedaron en el desconocimiento y la deriva, como una clara e inexcusable forma de rechazo.
Ante tal desidia sobre textos tan importantes desarrollados en esa coyuntura, el Instituto Alejandro Tapia y Rivera retoma, 26 años después y con sus limitaciones presupuestarias, la decisión de su publicación digital para darlos a conocer a las nuevas generaciones.
Nuestra relación con Juan Manuel García Passalacqua fue una de admiración y sincera amistad, en la que hubo incluso un poco de discipulado. Realizamos varios proyectos editoriales y participamos en foros donde se discutió ampliamente la obra política y cultural de Luis Muñoz Marín. Nuestra participación en la edición de El vate: de la cuna a la cripta (Editorial del Ateneo: 1998), y su consecuente presentación a mi cargo, abrió espacios de comunicación sin precedentes entre este distinguido historiador y quien suscribe, en la discusión del rol del intelectual puertorriqueño en la década de los
90, discusióndelaque resumió algunos de mis argumentos en varios desusartículos.
Poco tiempo después, me pidió que presentara su novela La séptima vida, (Editorial de la Universidad dePuerto Rico: 2004), lo que hice con gran agrado, pues resultó ser un narrador intenso, coherente y meticuloso, que supo esconder estratégicamente todas sus visiones políticas de entonces en una trama contemporánea de intrigas. Una de sus últimas actividades, si no la última, fue su participación en las primeras Jornadas sobre Alejandro Tapia y Rivera, que tuve a bien presidir en el Ateneo Puertorriqueño en 2009. En ellas, este distinguido historiador ofreció una hermosa y sentida semblanza sobre la obra de su padre en torno a la figura del padre de nuestras letras y de nuestro teatro, que ciertamente fue muy conmovedora e iluminada.
García Passalacqua no fue un hombre de masas; no puede serlo quien está condenado por su propia inteligencia a ser un eterno disidente. Eraun intelectual cultísimo, un historiador sagaz, severo, militante y agresivo defensor de sus ideas. No temía ante la oposición. Pero, sobre todo, fue una puerta abierta a las nuevas generacionesde intelectuales,comoloeralamíaeneseentonces,paracomprender los verdaderos laberintos e intrigas políticas que aún mantienen a nuestra patria en un vaivén de incertidumbres con respecto a su soberanía.
El Instituto Alejandro Tapia y Rivera, que me honro en presidir, agradece profundamente a la familia de García Passalacqua por la autorización para publicar este vital ensayo, que esperamos sirva de punto de partida para las nuevas discusiones sobre nuestro estatus político que se generarán a partir de las decisiones electorales de este año 2024.
Por lo tanto, la obra del maestro García Passalacqua será imperecedera.
Roberto Ramos-Perea Presidente
Instituto Alejandro Tapia y Rivera
Durante todo el siglo XX, los Estados Unidos de América han mantenido con Puerto Rico una relación colonial, secreta e inédita.
El estudio del Ateneo Puertorriqueño sobre los efectos de las relaciones entre Puerto Rico y los Estados Unidos, a partir de la fecha de la invasión en 1898 –dirigido a determinar la influencia de los Estados Unidos en nuestras actividades como pueblo y evaluar el factor, positivo o negativo, de nuestras relaciones con Estados Unidos– nos invita a examinar el aspecto del pensamiento político desde una nueva visión.
Una de las ideas más difundidas sobre el juego de sombras que ha sido esa relación es que los Estados Unidos han sufrido de “desatención” hacia Puerto Rico. Por el contrario, más allá de los eventos públicos de estructuras jurídicas, acuerdos políticos y votaciones, ha existido en los pasillos del poder en Washington un gobierno permanente que ha ejercido control sobre Puerto Rico.
En las veraces palabras de un miembro del Congreso de los Estados Unidos: “Mi mundo se divide entre el lado oscuro de la inteligencia y el lado regular en que vivimos todos”. Vamos a desentrañar ese lado oscuro de la historia de este siglo XX.
El propósito fundamental de este ensayo es demostrar cómo, contrario a la manida tesis de la desatención metropolitana –a los niveles más altos de su esquema de poder, particularmente en los últimos años a nivel de
su National Security Council– nuestra isla, su política y su relación con los Estados Unidos han recibido, especialmente como respuesta al surgimiento y persistencia del nacionalismo boricua, una acendrada atención.
Esa atención ha tenido grandes efectos sobre nosotros.
Es apenas a finales de siglo cuando hemos logrado desentrañar algunos de esos secretos a través de sus propios documentos.
Hemos ordenado cronológicamente un centenar de ellos y, en este ensayo, proveeremos una interpretación de los mismos y de sus efectos. Hemos periodizado, a base de los documentos ya en nuestro poder, tres etapas en esa acendrada política secreta de los Estados Unidos sobre Puerto Rico a partir del surgimiento y persistencia del nacionalismo militante, que contradicen todas las periodizaciones anteriores de nuestra historia en este siglo:
Primera Etapa (1898 - 1932): la política de la no política.
Segunda Etapa (1932 - 1975): activación política del nacionalismo y reacciones con una oferta de independencia punitiva, militarización estratégica y anti-independentismo, asunto crítico de seguridad nacional, presión internacional y oferta de independencia, anticomunismo y remilitarización.
Tercera Etapa (1975 - 1998): insatisfacción con el estatus colonial; y finalmente, reevaluación total, diseño e implementación de una política de “futuros alternos”.
Visto como un continuum, el desarrollo de la política norteamericana a esos niveles parece revelar una indecisión pendular entre retener a la isla como colonia o “disponer” del territorio e independizarlo, indecisión metropolitana que apenas termina en este fin de siglo.
Al mismo tiempo, sin embargo, revela el ascenso, cenit y descenso de una mentalidad imperial de los Estados Unidos sobre el destino final de Puerto Rico.
Veamos cada una de esas etapas secretas en detalle.
La política de “no política pública” (1898 - 1932).
Coincidiendo con el inicio de la revisión total de nuestra relación a nivel de Washington (que comienza con el estudio de Arthur Borg que reseñaremos adelante en este ensayo), el Director del Departamento de Historia de Pepperdine University, Dr. Truman R. Clark, contribuyó en 1975 a iniciar un nuevo entendimiento de la relación de Puerto Rico con los Estados Unidos.1
Luego de estudiar los archivos norteamericanos para los años entre 1898 y 1933 (tarea que no se había impuesto ningún historiador boricua2 ) , concluyó que los Estados Unidos habían tenido durante esos años “la política de una ausencia de política pública”.3 Sin embargo, de su propio estudio se deriva un muy importante antecedente para la tesis de este ensayo.
Es al WarDepartmentque el Presidente William McKinley le encomienda el primer estudio sobre Puerto Rico en 1899, realizado por el General Robert P. Kennedy, un mayor, y un juez federal. Aunque el Informe Caroll, el informe civil, ha recibido atención de nuestra historiografía, el informe militar y secreto ha sido olvidado.4 Fue precisamente el informe militar el que prevaleció en la Casa Blanca, y fue el Secretario del War Department Elihu Root, según denunciado entonces por el Congresista Sereno Payne, el autor de lo que nosotros conocemos como la Ley Foraker.5
Esa política fue explicada por uno de los autores del informe secreto: “Time alone can demonstrate whether we shall ever want to make them
1Truman R. Clark, Puerto Rico and the United States, 1917-1933, University of Pittsburg Press, London, 1975.
2 Id. págs. XIII-XIV. Truman Clark ofrece como causa la naturaleza colonial de la relación y por esa razón, la “timidez” de los historiadores en Puerto Rico ante el poder metropolitano, haciendo énfasis en que “la historia de Puerto Rico en este siglo resuelve alrededor deWashington y no de San Juan”.
Hemos coincidido con esa posición. “Una exepción, irreprimible en su campaña frente al insularismo de nuestros intelectuales, ha sido, desde hace varios años, Juan Manuel García Passalacqua” dice la historiadora Silvia Alvarez Curbelo, “En el nombre del padre”, Claridad, 21 al 27 de abril de 1995, pág. 19.
3 Clark, op. cit., págs. 161-175.
4 Id. pág. 180, nota 8.
5 Id. pág. 6; pág. 180, nota 8.
States. If we are not certain as to this, we should not make them Territories; for statehood follows Territorial conditions”.6 Esa fue la base de la indecisión.
Nuestra élite política se rebeló muy pronto contra esa indecisión. Cuando en 1909 nuestra Asamblea Legislativa condenó el colonialismo y se negó a aprobar el presupuesto (nuestro primer acto de rebeldía política en este siglo), el Congreso pidió al Presidente poner a Puerto Rico bajo un departamento ejecutivo. El Presidente procedió a hacer público lo que hasta entonces había sido secreto, designando oficialmente al WarDepartment, el cual ejerció sobre nuestra isla “más poder que ninguna otra agencia de los Estados Unidos”7 durante todos los años desde 1909 hasta 1932.
En 1917 fue el War Department, contradiciendo la política anterior de Elihu Root, que recomendó la concesión de la ciudadanía norteamericana a Puerto Rico ante la inminencia de la Primera Guerra Mundial y el peligro de un ataque de Alemania.8 Se hizo, según revelado por el Congresista William Green, con el propósito de evitar que Puerto Rico: “held by any other nation it becomes a point of attack in war and danger in peace”.9
Cuando un tribunal federal local interpretó que la concesión de la ciudadanía había “incorporado” a Puerto Rico a los Estados Unidos en camino de la anexión, fue el WarDepartment el que se opuso tenazmente a esa interpretación, y prevaleció.10
El dato cardinal es que a pesar de diversos estatutos congresionales (las muy estudiadas Ley Foraker y Ley Jones), varios gobernadores, y elecciones sucesivas en Puerto Rico, el General Frank D. McIntyre permaneció al mando del Bureau of Insular Affairs of the War Department desde 1909 hasta 1931.
Son múltiples las instancias del ejercicio craso del poder por el War Department en ese período. Entre ellas: su exitosa objeción a la incorporación de Puerto Rico, su intervención en el despliegue de nuestra bandera mono estrellada, sus órdenes de nombramientos específicos a los gobernadores, su plantaje de espías en la isla, su objeción a Santiago Iglesias como un
6 Id. pág. 8, nota 13.
7Id. pág. 12.
8Arturo Morales Carrión, Puerto Rico: A Political and Cultural History, W.W. Norton, New York, 1983, págs. 193-199.
9Clark, op. cit., pág. 24; pág. 183, nota 62.
10Id. pág. 26; pág. 183, notas 71, 72.
comunista que no seguía órdenes, su promoción de arreglos partidarios locales, su intervención en la carrera militar de Pedro Albizu Campos junto a su espionaje de sus viajes a Santo Domingo y Haití en 1927, su insistencia en el requisito de literacia para poder votar por un gobernador local, la preparación de los discursos inaugurales de los gobernadores, la recomendación de nombramientos, las determinaciones sobre extranjeros residentes en la isla, la exclusión de otras agencias y fondos federales para Puerto Rico, la recolección de estadísticas y “otra” información, y las expresiones de alarma por el crecimiento del independentismo, y lo que es más importante, acompañadas de la objeción persistente y efectiva a cualquier discusión sobre el status político futuro de Puerto Rico. 11
En síntesis, aunque podemos validar la tesis de Truman Clark de que en las primeras tres décadas del siglo los Estados Unidos tuvieron “la política de ausencia de política pública” sobre el futuro de Puerto Rico en sus organismos políticos y públicos, él mismo acepta que era el BureauofInsularAffairs oftheWarDepartmentel que dictaba en secreto “las acciones y actitudes de presidentes, congresistas y gobernadores”12 . El General Frank McIntyre lo resumiría así: “una Isla o un pequeño grupo de Islas adquiridas principalmente para fines navales no difería grandemente de un barco de guerra”.13 Ese antecedente regirá los destinos de la política en Puerto Rico durante todo el siglo XX.
Pero, la historia cambiaría a partir del año de 1932.
Los Efectos del Nacionalismo Militante (1932 - 1937).
El surgimiento del nacionalismo militante en Puerto Rico siguiendo el ejemplo de Irlanda14 , a partir de la ascensión de Pedro Albizu Campos a la presidencia del Partido Nacionalista, la invasión del Capitolio el 16 de abril
11 Truman R. Clark especifica cada una de estas instancias en op. cti., en el orden que las hemos resumido, en las págs. 19, 25-26, 48-50, 58, 65, 82, 85-86, 90, 123, 135, 149, 169-171, 157.
12 Id. pág. 168.
13 Frank McIntyre, “American Territorial Administration”, Foreign Affairs, vol. 10, January, 1932, pág. 300.
14Juan Angel Silén, Nosotros Solos. Sinn Féin. We Ourselves: Pedro Albizu Campos y el Nacionalismo Irlandés, Editorial Librería, San Juan, 1996.
y la concentración masiva para escucharlo el 9 de julio de 1932, ha recibido ya merecida atención15 . No así la respuesta de la metrópoli colonial.
La metrópoli había tenido, en las primeras tres décadas del siglo, una tenencia relativamente cómoda de la colonia. Baste el ejemplo de la creación de la inexplicable Alianza entre Antonio R. Barceló y José Tous Soto en 1924, impuesta por el Secretario del WarDepartment para detener el avance del Partido Socialista presidido por un anarquista español, Santiago Iglesias Pantín.16
Sin embargo, el surgimiento de un nacionalismo militante representó “dinamita en el umbral” 17 , y a su salida de la gobernación de Puerto Rico, Theodore Roosevelt Jr. postuló en 1932 el fracaso del intento de “americanización” de los boricuas, y planteó por vez primera la necesidad de una “política pública” de Estados Unidos sobre la futura condición política de Puerto Rico, favoreciendo el status de “dominio” al estilo inglés18 .
Como reacción a la inscripción del Partido Nacionalista en 1932, esa primera política pública se establece, a nivel de la presidencia de Estados Unidos, por Franklin Delano Roosevelt en 1934. En su formulación, la confrontación entre civiles y militares en Washington fue cruenta, y dada la formación naval del Presidente, siempre perdieron los civiles19 . El Presidente decidió invertir la experiencia anterior entre militares y civiles: para “mejorar la coordinación y vigilar más de cerca”20 a la Isla, se traspasó a Puerto Rico del
15Entre otros, ver Marisa Rosado, Pedro Albizu Campos: Las llamas de la aurora, un acercamiento a su biografía, San Juan, 1991; Manuel Maldonado Denis, Pedro Albizu Campos: La Conciencia Nacional Puertorriqueña, Ed. Compromiso, San Juan, 1984; y el contestario de Luis Angel Ferrao, Pedro Albizu Campos y el Nacionalismo Puertorriqueño, Cultural, Río Piedras, 1990.
16Nilsa Rivera, “1924: Crónica de la Formación de la Alianza”, Cupey, vol. V, núms. 1 y 2, Enero-Diciembre 1988, págs. 106-128. Véase en especial la caricatura del “¨Herodes de la Guerra” en la página 116 y “un comisionado federal bolchevique” en la 119. Y también Nilsa Rivera Colón, “La Alianza de 1924: ¿impuesta por los norteamericanos?, en Ivonne Acosta (ed.), Controversias Históricas, Cuadernos del Ateneo, vol. III Serie de Historia, núm. 2, 1995, páginas 76-90.
17 Wenzell Brown, Dynamite on Our Doorstep, Greenberg, New York, 1938.
18 Truman R. Clark, Puerto Rico and the United States, 1917-1933, University of Pittsburg Press, London, 1975, pág. 148, n. 63.
19Ronald Fernández, La Isla Desencantada: Puerto Rico y los Estados Unidos en el Siglo Veinte, Cultural, San Juan, 1996, págs. 185, 197-199.
20Executive Order No. 6726 of March 8, 1934.
WarDepartment al Departamento de lo Interior, creándose la División de Territorios y Posesiones Insulares (hecho al que los historiadores han adscrito una enorme importancia por ser un organismo civil), con el académico civil Ernest Gruening como su jefe. Pero, se nombró Gobernador a un militar de mano dura, el General Blanton Winship.
Y el 17 de marzo de 1936, en una conferencia de prensa del Presidente Franklin D. Roosevelt, con ecos de la recomendación de Theodore Roosevelt Jr., ocurrió el siguiente intercambio:
Q: Recently there has been considerable dissatisfaction with the Government in Puerto Rico. Is there any disposition on your part or the part of the Administration to give them a more autonomous form of government, or to establish a commonwealth such as there has been established in the Phillipines?
The President: I do not think so. What do you mean by a more autonomous form of government?
Q: Their own government.
The President: I have not heard of anything.21
El asunto era tan secreto, que o el Presidente de los Estados Unidos no lo conocía, o mentía. Sin embargo, su Gabinete se reunió al día siguiente para hacer precisamente lo negado. Unos días después, el Senador Millard Tydings radicó en el Congreso su proyecto de independencia para Puerto Rico, que tan graves efectos tuvo en nuestra política isleña22 , y que ha sido estudiado hasta la saciedad. Ha faltado, sin embargo, un aspecto.
Reacción y oferta de Independencia Punitiva (1936 - 1943).
El Secretario de Interior Harold Ickes reveló en su diario secreto, años después, lo ocurrido:
Another matter that we considered which was of special interest was wether a bill should be introduced in Congress providing for a plebiscite in Puerto Rico on the question of independence. Since Puerto Rico is in this
21Roosevelt Presidential Press Conferences, vol. 7: 190-191.
22Surendra Bhana, The United States and the Development of the Puerto Rican Status Question, University Press of Kansas, Lawrence, 1975. Nótese que la fecha de publicación coincide con la del libro de Truman R. Clark, op. cit. y con la reevaluación para Henry Kissinger de su principal ayudante Arthur Borg.
Department, the President first asked me for my opinion. I expressed myself as being strongly in favor of such a bill. I pointed out that if Puerto Rico wanted independence, it ought to be granted, but if it should vote against independence, then such agitation as has been going on in Puerto Rico recently would be put to an end to for probably twenty years.
Thereisa badsituationinPuertoRico.Thechiefofpolicewas assasinated recently and two or three local officials were also killed. There is reason to believe that there is a general plot to assassinate other island officials, including the Governor. The other members of the Cabinet, at least those whose opinion the President particularly sought, were also in favor of the legislation. Then the question arose whether such a bill should be introduced at this session or should wait until the next Congress. I strongly urged its immediate introduction, although it might not pass at this session of the Congress, because of the quieting effect that I anticipated it might have on Puerto Rican public opinion. I told the President that we had drafted such a bill in my Department and he authorized me to send it to Senator Tydings, with the suggestion that he introduce it, althoughnot as anAdministrationbill. 23
Acompañando el proyecto de independencia, la Administración radicó otro extendiendo la franquicia electoral a los analfabetos, con el propósito de incorporar a la votación las masas paupérrimas que se decía, temían a la independencia.
En la práctica secreta, nada había cambiado. El Presidente le pidió al War Department un estudio sobre la situación, que fue emitido el 11 de marzo de 1937. En el mismo, se descartaban tanto la independencia como la estadidad, y se recomendaba la condición política de “dominio” que había sugerido Theodore Roosevelt Jr., mediante la concesión de poderes autonómicos, gradualmente.24
A pesar de la existencia de otros tres informes civiles, prevaleció la posición del WarDepartment25 : Puerto Rico sería convertido, no en una forma de “dominio”, sino mediante el nombramiento del Almirante William D.
23 Harold Ickes, “Trouble in Puerto Rico”, in The Secret Diary of Harold Ickes, March 21, 1936, págs. 547-548. Enfasis nuestro.
24 War Departmen. Report on Political and Economic Conditions in Puerto Rico with Special Reference to the Independence Question, March 11, 1937.
25 Bhana, op. cit., págs. 37-38.
Leahy como Gobernador del territorio, en una base militar.26 Los informes secretos de los Almirantes A. J. Hepburn y John W. Greenslade, convertían a la Isla en la base para “el control total del área del Caribe”.27
Estos hechos demuestran que, desde el momento de su nacimiento, la “política pública” de Estados Unidos sobre Puerto Rico, se inició bajo el signo terrible de la duplicidad.
Militarización Estratégica y Anti - independentismo (1943 - 1946).
Los históricos eventos políticos en Puerto Rico entre 1938 y 1944, incluyendo el ascenso del Partido Popular Democrático, no afectaron en un ápice la política de los Estados Unidos.
El próximo evento secreto sobre la relación ocurrió cuando volvió a revivirse el proyecto de independencia del Senador Millard Tydings en 1943, esta vez, a petición de Luis Muñoz Marín, con mejores condiciones económicas para Puerto Rico.
El Secretario Adjunto del WarDepartment, John J. McCloy, prometió al Comité del Senador Myllard Tydings un estudio “showing the general reservations we asked be included in any grant of independence to Puerto Rico in order to insure our military security”, pero nunca lo entregó.
Tydings volvió a presentar su proyecto el 10 de enero de 1945. No fue hasta un memorando secreto del 9 de marzo de 1945, que el Departamento de la Guerra se enfrentó a la situación.28
El Departamento desempolvó un análisis interno del JointPostWarCommittee que había determinado que “Puerto Rico is a base of vital strategic importance for military, naval, and air operations in the defense of the eastern, central and southern portions of this Hemisphere”. La conclusión era terminante:
The privileges that must be retained by the United States in Puerto Rico in order to insure the freedom of military, naval, and air offensive or
26Fernández, op. cit., pág. 219.
27Fernández, op. cit., págs. 221-222.
28SECRET. OPD 336 Puerto Rico (6 Mar 45), Study Showing the General Reservations to be Included in Any Grant of Independence to Puerto Rico in Order to Insure Our Military Security.
defensive operations necessary are such as to constitute a denial of sovereignty forPuerto Rico . 29
Y la recomendación: “that no further efforts be made in furtherance thereof”. Así se reiteró la posición de 1943, y se solicitó el retiro del proyecto “in order that no change in sovereignty may take place”. El Senador Tydings asintió.
El Jefe del Ejército, por su parte, propuso una política norteamericana alternativa30 . Se adhirió a la oposición del Departamento de la Guerra al S. 227 de Tydings y Muñoz para “el retiro de la soberanía norteamericana” de Puerto Rico.
De no suspenderse la acción en el Senado, recomendó:
a. That for the duration of the war against the European and Japanese Axis and their affiliated satellites, and for a period thereafter, whose termination shall be decided by the President of the United States after...the United States shall retain sovereignty over the Island of Puerto Rico.
b. That during the entireperiodprior to a change insovereignty, or for the period described in a. above: (1) The U.S. Government shall retain exclusive military jurisdiction over the Island of Puerto Rico and of water areas, air space, and communications routes thereto. Regardless of the form of provisional or commonwealthgovernment set up for transitional purposes prior to withdrawl of U.S. sovereignty, the U.S. shall, during this period, retain all powers necessary for military purposes ...
(k) The United States may, by Presidential Proclamation, exercise the right to intervene in any manner necessary for the preservation of the Commonwealth of Puerto Rico ... and in accordance with the provisions of the constitution of the CommonwealthofPuerto Rico.31
Queda así demostrado, que la creación del commonwealthde Puerto Rico nació, no en mentes puertorriqueñas, sino en el Departamento de Guerra de los Estados Unidos en 1945. Un año después, forzado por la metrópoli32 ,
29 Id. pág. 2. Énfasis nuestros.
30SECRET. Independence of Puerto Rico. Memorandum by the Chief of Staff, U.S. Army, March 6, 1945.
31 Id. págs. 2, 4 (énfasis nuestros).
32 Fernández, op. cit., págs. 250-253.
Luis Muñoz Marín optaría por “nuevos caminos hacia viejos objetivos”, en su búsqueda de la soberanía.33
Nacionalismo: Asunto Crítico de Seguridad Nacional (1946 - 1953).
El abandono por Luis Muñoz Marín de la independencia como la forma de soberanía a la que aspiraba, y el inicio del proceso de creación del Estado Libre Asociado (commonwealth, en inglés), desató la reacción violenta nacionalista, a partir de la huelga universitaria de 1948 y culminó con un saldo de 35 muertos en el levantamiento revolucionario de 1950, ampliamente reseñado.34
Un informe de las agencias de inteligencia fue redactado sobre el Nationalist Party, y enviado al Presidente el 8 de noviembre de 1950. Incluyó la historia y el “carácter revolucionario” del partido, y los actos de octubre y noviembre de ese año, calificándolos de meros “incidentes”.35
Otro paso en la formulación de la política pública sobre Puerto Rico fue dado por el Buró Federal de Investigaciones, en un informe de 150 páginas sobre el CommunistParty, U.S.A., que incluyó la existencia del mismo en el territorio de Puerto Rico. Incluyó la localización de sus oficinas, su influencia en Aguas Buenas, Cabo Rojo y Jayuya, y sus líderes como César Andreu Iglesias, Juan Santos Rivera, y Adrián Sotomayor, y se calculó tenía unos 150 miembros.36 Se equiparó al Partido Nacionalista.
Como reacción a la violencia nacionalista, a partir de ese momento, asumió jurisdicción sobre Puerto Rico el National Security Council creado tres años antes 37 ; una jurisdicción, que nunca ha abandonado desde entonces. Y que ejerció en secreto.
33 Juan M. García Passalacqua, Los Secretos del Patriarca: Guerra Civil en la Conciencia de Luis Muñoz Marín, Editorial Cultural, Río Piedras, 1996, págs. 81-89.
34 Miñi Seijo Bruno, La Insurrección Nacionalista en Puerto Rico-1950, Edil, Río Piedras, 1989.
35 Letter from J. Edgar Hoover to Mathew J. Conally, Secretary to the President, November 8, 1950 and Inclosure: Nationalist Party of Puerto Rico.
36 J. Edgar Hoover, Federal Bureau of Investigations, U.S. Department of Justice, Communist Party, U.S.A., Organizational Apparatus, 1948, págs. 111-113.
37 Carnes Lord, The Presidency and the Management of National Security, The Free Press, New York, 1988.
Desde la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional de 1947, el Secretario Ejecutivo del NationalSecurityCouncilse reunía diariamente con el Presidente Harry S. Truman acompañado del Almirante William D. Leahy, que había sido gobernador de Puerto Rico en el año crítico de 1940. La historiadora Ivonne Acosta ha señalado, citando al periódico de Luis Muñoz Marín:
Aunque se ignora generalmente, Leahy mantuvo continua vigilancia sobre los asuntos puertorriqueños, en la medida que se lo permitieron sus grandes responsabilidades en la dirección del esfuerzo de guerra. Frecuentemente se le consultaba sobre cuestiones políticas de mayor importancia relacionadas con Puerto Rico.38
El 6 de noviembre de 1950 el NationalSecurity Council solicitó un informe sobre Puerto Rico. El 18 de enero de 1951 J. Edgar Hoover y Raymond Whearty, presidente del Interdepartamental Committee on Internal Securityenviaron el Informe sobre “the lessons to be learned from the recent outbreak of violence by the Puerto Rican Nationalists insofar as internal security measures are concerned”39 . Las lecciones históricas no se aprendieron.
El Informe se jactó de la eficiencia de “the close, established working relationships among the agencies having intelligence, investigative and operating responsibilities involving internal security matters in Puerto Rico”. Relató la secuencia de los actos recientes de violencia, las responsabilidades de seguridad interna, la ejecución y coordinación de las responsabilidades de seguridad interna en Puerto Rico y en los Estados Unidos continentales.
El Informe llegó a las siguientes conclusiones:
In view of the constant threat from world Communism, as well as from other revolutionary conspiratorial groups such as the Nationalist Party of Puerto Rico, acts of violence affecting the internal security of the United Statesmustalwaysbeanticipated.
IICagenciesrecognize thenecessity andurgency forprovidingadequate intelligence data to theprospective andoperational authorities to serve as a basisforsuchactions as thelatterdeemdesirable.40
38 Ivonne Acosta, La Mordaza, Edil, Río Piedras, 1989, pág. 25.
39 SECRET. Letter from J. Edgar Hoover to J. Patrick Coyne, Janaury 18, 1951.
40SECRET. Joint Report by the Interdepartamental Intelligence Conference and Interdepartamental Committee on Interanl Security to the National Security Council Regarding
Los persistentes hechos de violencia nacionalista obligaron a los Estados Unidos a re-evaluar su política pública sobre Puerto Rico. Unos insistieron en mantener el plan del Departamento de Defensa de 1943 de apoyar la condición política de commonwealth para Puerto Rico. Sin embargo, el Presidente Dwight D. Eisenhower se inclinaba, en contra de ese designio, a reconocer a los puertorriqueños como una nacionalidad separada y conceder la independencia a Puerto Rico.
El debate norteamericano duraría un sexenio, durante el cual, con el obvio guiño secreto de la metrópoli, se inauguraría en Puerto Rico, una primavera de la afirmación nacional.41
Presión Internacional y oferta de Independencia (1953 - 1959).
Defraudado en el Congreso de Estados Unidos en su búsqueda de una condición soberana para Puerto Rico, Luis Muñoz Marín insistió en que el caso fuese sometido a las Naciones Unidas.
El 20 de noviembre de 1953, el Presidente de los Estados Unidos desayunó con Henry Cabot Lodge, Jr., Embajador de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas, sobre el caso de Puerto Rico. Luego ambos asistieron a una reunión del Gabinete. En el desayuno, el Presidente Eisenhower le informó al Embajador Lodge que estaba dispuesto a ofrecer y conceder la independencia.
Esa tarde, el Secretario de Estado John Foster Dulles llamó al Embajador Lodge sobre el asunto, indicándole que un anuncio sobre la independencia no caería bien en el Congreso. El Secretario de Estado estaba preocupado sobre “the effect of the statement upon the loyal elements in Puerto Rico and whether this will undermine their position and seem to build up the disloyal minority”42 . Sin embargo, Lodge procedió a hacer la oferta sugerida
the Recent Outbreak of Violence by Puerto Rican Nationalists, January 17, 1951, pág. 9 (énfasis nuestro).
41Carlos Gil, “Subjetividad nacional y dispositivo cultural del Estado: La legislación cultural puertoriqueña”, en Senado de Puerto Rico, 1917-1992: Ensayos de historia institucional, Senado, San Juan, 1992, págs. 373-404.
42 SECRET-SECURITY INFORMATION. Department of State Outgoing Telegram. To USUN New York. Eyes Only Lodge from Secretary, November 24, 1953.
por Eisenhower ante la ONU, y luego le escribió al Presidente una carta personal sobre el éxito de la misma.43
El sector militar no acogió con beneplácito la decisión de Eisenhower. El Mayor General Luis Raúl (“Steve”) Esteves escribió una carta personal en membrete oficial del Puerto Rican National Guard al Presidente el lro de enero de 1954 pidiéndole que hiciese una oferta igual de estadidad para Puerto Rico.44 Eisenhower contestó en una carta “"confidencial”, sin hacer el compromiso con la estadidad.45 Tres días después, el Embajador Lodge le pidió al Delegado Alterno a la ONU Mason Sears, “to give some thought as to how it might be possible to stimulate the Puerto Rican legislature to adopt a resolve requesting the United States to give full independence to Puerto Rico”.46 El 8 de enero Mason Sears propuso un plan de siete puntos al efecto, que fue aprobado, con la clasificación SECRET, por DE (las iniciales de Dwight Eisenhower), a mediados de enero de 1954.
El 23 de marzo de 1956 Sears volvió a escribir otra propuesta sobre “ultimate Puerto Rican independence”, proponiendo una resolución congresional que ratificase la oferta de Eisenhower en los siguientes términos:
Resolved by the Senate and House of Representatives of the United States of America in Congress assembled, That if the Legislative Assembly of Puerto Rico adopts a resolution in favor of more complete or even absolute independence, and if the President of the United States were to recommend to Congress that such independence be granted, the Congress would desire to cooperate with the Legislative Assembly of Puerto Rico in an effort to reach a new agreement which would result in independence.47
El Embajador en Naciones Unidas respaldó el 27 de marzo de 1956 la propuesta de Mason Sears, concluyendo que: “It is that Congress adopts a resolution offering independence to Puerto Rico on precisely the same terms
43United States Representative to the United Nations. Personal. Henry Cabot Lodge Jr. to The President. November 28, 1953.
44Letter from Luis Raúl Esteves a Dwight Eisenhower, 1st January 1953 (sic).
45The White House. Personal and Confidential. Dwight Eisenhower to Luis Raúl Esteves, January 12, 1954.
46TOP SECRET. Letter from Mason Sears to Henry Cabot Lodge, January 8, 1954.
47Memorandum from Mason Sears to Senator Lodge, March 23, 1956.
as the President offered it. If the offer were accepted, many problems would be solved”.48
En total secreto, se iniciaron conversaciones con el Senador Kenneth Knowland sobre el asunto. El Embajador se reunió con el Senador, pero esta vez estuvo acompañado del General Robert Persons, del Departamento de Defensa. El General Persons recibió una nota de Casa Blanca el 27 de abril de 1956 señalando que “Congress would gladly shed Puerto Rico at any time and to give him a proposed resolution”. El 17 de junio de 1959, Luis Muñoz Marín se reunió con el Presidente.
La discusión se centró entre la oferta de independencia y qué hacer con el commonwealth . Luis Muñoz Marín escribió:
It has come to my attention that within the Executive Department, there are persons who do not fully understand the position of Puerto Rico, and do not fully realize its importance. I believe it to be of great importance for the United States in its relationship with the Latin American contries and the rest of the world that the United States should not seem to be abandoning its position regarding the existence of a compact between it and the people of Puerto Rico: and that by the terms of this compact, the people of Puerto Rico have complete powers of local self-government and are associated with the United States on mutually agreed terms which are part of the compact.49
Eisenhower emitió una nota el 17 de junio que lee así:
This is the memorandum handed to me by Governor Muñóz Marín when you accompanied him to my office. When you have examined into the “commonwealth” question that’s seemed to bother him so much, please give me a report.50
Eventos históricos interrumpieron esta etapa en la relación.
48 Letter from the Representative of the United States of America to the United Nations to Sherman Adams, the White House, March 27, 1956.
49Commonwealth of Puerto Rico, Office of the Governor, Memorandum for the President of the United States from the Governor of the Commonwealth of Puerto Rico, June 17, 1959.
50The White House. Memorandum for Jerry Morgan from D.D.E., June 17, 1959 (entrecomillado en el texto original).
Anticomunismo y Re - militarización en el Caribe (1959 - 1964).
Fidel Castro entró en La Habana el lro de enero de 1959. A partir de entonces, cambió la historia del Caribe.
A fines de 1959 los Estados Unidos iniciaron maniobras militares en el Caribe relacionadas con los eventos en Cuba. OperationBiq Slam sería un ejercicio aéreo que se practicaría en Puerto Rico. En un informe secreto el Presidente pidió al Departamento de Defensa que se notificase a Luis Muñoz Marín.51
El 22 de febrero de 1960 Eisenhower visitó a Puerto Rico.
Muñoz se opuso al ejercicio aéreo, aduciendo que se interpretaría como uno de apoyo a la dictadura de Rafael Trujillo en Santo Domingo. Eisenhower decidió realizar la operación en otro sitio. El lro de marzo de 1960 el Subsecretario Douglas Dillon se reunió con Muñoz para informarle.
En ese preciso momento se discutía en el Congreso y en las agencias del Ejecutivo el H.R. 9234, sobre el futuro político de Puerto Rico. Los documentos evidencian un intento de conseguir un quid pro quo de Muñoz al militarismo a cambio de mejoras de status. La Marina se insertó en el debate aduciendo que Fidel Castro y Jimmy Hoffa tenían designios contra Muñoz.52 A la vez, otros funcionarios federales informaban a Casa Blanca que Muñoz era un “dictador”, se recomendaba un cambio de política:
The continuance of Puerto Rico as an outpost of national defense requires consideration of the political future of the island. WiththeexampleofCuba, andtheimminent threatto thenavalbaseatCamaguay,beforeus, it can no longer beseriouslyargued that an independent Puerto Rico will afford the United States thedegree ofprotection necessary for our future.Every encouragement shouldbegivento PuertoRicoto seekStatehood,andto abandonthoughtsofIndependence.
El ayudante presidencial lo calificó de “extraordinary report”53 . Así terminó el esfuerzo de Eisenhower por independizar la Isla.
51 SECRET. Follow-Up Actions-The President, undated, 1959.
52Naval Mesage. Naval Department. 10 NAVDIST. 13 Aug 60.
53Housing and Home Finance Agency. Letter from Norman P. Mason to Robert E. Merriam, Deputy Assistant to the President, October 26, 1960 (énfasis nuestro).
En reacción a la revolución en Cuba, el Buró Federal de Investigaciones acrecentó sus operaciones en Puerto Rico.54
El nuevo Presidente John F. Kennedy decidió visitar a Puerto Rico. El Departamento de la Marina envió un memorando TOP SECRET al Presidente sobre la visita. En el mismo se discutía la exigencia de la transferencia a la Marina de varias propiedades en las islas de Vieques y Culebra y la reubicación de sus habitantes y hasta de sus muertos, como medida para protegerse de la revolución en Cuba. Roberto Sánchez Vilella había rechazado de plano las propuestas de la Marina. Se proponía que el Secretario de Defensa Robert McNamara apelara a Muñoz Marín.55
El 27 de junio de 1961 se reunieron Kennedy y Muñoz. En otro memorando TOP SECRET se analizó el status de Puerto Rico. En el contexto de la situación con Cuba, la Marina exigió en el mismo “the remainder of Vieques Island, including the necessity to relocate all 7500 residents to provide a secure location for overt and covert training and/or staging of U.S. and foreign forces”.56 También se exigió el resto de la isla de Culebra57 . Se reiteró la oposición de Sánchez, a pesar de la insistencia de McNamara. Sánchez se convirtió en riesgo de seguridad nacional.
En 1964 Muñoz se retiró y nominó a ese mismo Roberto Sánchez Vilella, que resultó electo con un apoyo electoral abrumador.
El 23 de julio de 1965 Muñoz fue citado a testificar en sesión secreta del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, sobre la crisis dominicana. La primera pregunta, fundada en la acusación de varios ayudantes de Sánchez lo eran, fue “cuántos comunistas” había en Puerto Rico.58
Mientras todo esto ocurría en secreto, entre 1965-1966, en público, luego de fracasar nuevamente los esfuerzos soberanistas de Muñoz en el Congreso, los Estados Unidos aceptaron envolverse en un “estudio” a realizarse por una
54 Marie Merrill Ramírez, The Other Side of Colonialism: COINTELPRO Activities in Puerto Rico in the 1960’s, UMI Dissertation Services, Ann Arbor, xerographed, 1994.
55TOP SECRET. Departament of the Navy. Memorandum for the Naval Aide to the President. Puerto Rico Real Estate Negotiations. Kenneth E. Belieu. 14 Dec 1961.
56TOP SECRET. Status of Commonwealth of Puerto Rico-Department of Defense Discussions Relative to Military Installations in Puerto Rico, undated, 1961.
57 Fernández, op. cit., págs. 304-307.
58 Executive Sessions of the Senate Foreign Relations Committee, vol. XVII, EightyNinth Congress, First Session, 1965.
Comisión de Status de “todos los factores que puedan incidir en la presente y futura relación entre los Estados Unidos y Puerto Rico”59 .
Uno de los estudios acordados incluía lo siguiente:
A study and analysis of possible areas of mutual interest of Puerto Rico and the United States as these have emerged over the years. This study may serve as a framework for the Commission, to be taken into account in reaching any conclusions or in making any recommendations on the status question. The following interests are proposed for study and analysis, keeping in mind that each status alternative may select and combine them differently: continued growth and development of Puerto Rico, self-government, selfdetermination, politicalsecurity,defenseandmilitarybases,stability,mutuality of contribution to each others interest, maintenance of common bonds, Latin American relations, Caribbean relations, International relations, world opinion.60
Ese estudio aún no se ha hecho público. Sin el estudio de los factores decisivos en la relación y su publicación, había retornado, aparentemente, la indecisión metropolitana sobre el futuro status político de Puerto Rico. Otra era la verdad secreta.
Si es que el estudio aún existe, ello demostraría que la política pública sobre Puerto Rico estuvo por una década en niveles ultra-secretos, a los que no hemos accesado aún.61 Sin embargo, hay un atisbo en un Informe sometido al Presidente Jimmy Carter sobre el “hanky-panky” de las agencias de inteligencia norteamericanas sobre la Isla, en esos años, y que merece mayor estudio.62 El hecho es que fueron años terribles en la Isla.
59 Status of Puerto Rico. Selected Background Studies prepared for the United States-Puerto Rico Commission on the Status of Puerto Rico, U.S. Government Printing Office, 1966.
60 Status of Puerto Rico. Report of the United States-Puerto Rico Commission on the Status of Puerto Rico, U.S. Government Printing Office, August, 1966, págs. 222-223 (énfasis nuestro).
61 No existe documentación disponible, aún, de los más altos niveles entre 19651975, las presidencias de Lyndon B. Johnson y Richard M. Nixon. Estamos realizando las gestiones pertinentes.
62 Fernández, op. cit., págs. 321-324; y Alfonso Giménez Lucchetti, “Bob Woodward y Puerto Rico”, Claridad, 17 al 23 de febrero de 1995, pág. 33. Véase además el informe rendido al Presidente Jimmy Carter sobre ese tema, citado e incluído como uno de los apéndices en el Informe de la Investigación sobre el Cerro Maravilla, Estado Libre Asociado, Capitolio, San Juan, 31 de diciembre de 1992.
El 28 de julio de 1966 el Presidente de la Comisión de Status escribió al Presidente Lyndon B. Johnson recordándole que les había pedido “recomendar si Puerto Rico debería continuar como un Estado Libre Asociado, convertirse en un Estado de la Unión o llegar a ser una nación independiente”, pero señalando que “[e]l informe es, creo, seguro. No recomienda al Presidente o al Congreso que él o ellos hagan algo”, sino que recomendaba solo que “una expresión de la voluntad del pueblo sería útil”.63
Insatisfacción con el Status Quo Colonial (1975 - 1976).
En Puerto Rico se celebró el plebiscito sugerido en 1967, en medio de la intervención flagrante de las agencias de inteligencia a favor del status quo y en contra de soberanistas e independentistas 64 . Un Informe rendido con posterioridad a Casa Blanca, a solicitud del autor de este ensayo, concluyó:
Los Estados Unidos han declarado reiteradamente y con orgullo que su política sobre el status político es la de la autodeterminación. Sinembargo,aquíhayun historialdeuna década demanipuleosdudosos[“hankypanky”en eloriginal]. Lo que no es aceptable es una campaña de desestabilización de lo que funcionaba como un partido constituido legalmente, una campaña que se extendió hasta el partido por la independencia inclinado hacia la no violencia.65
Inconsciente de la campaña secreta, el pueblo expresó insatisfacción con el status quo y votó por una definición para “perfeccionar” el commonwealth, mediante el nombramiento de Comité Ad Hoc, conjuntos con Estados Unidos. Luego de intensa litigación, el Comité Ad Hoc se constituyó en 1973, deliberó durante varios años y recomendó un propuesto “Pacto de Unión Permamente” entre Puerto Rico y los Estados Unidos.
63 Fernández, op. cit., págs. 332-333.
64 Fernández, op. cit., págs. 334-340.
65Biblioteca Presidente Carter, Atlanta, Georgia, Carpetas Personales del Presidente, caja 80, memorandum, 9 de mayo de 1978, según traducido y citado en Fernández, op. cit., págs. 338-339 (énfasis nuestro.)
El 2 de mayo de 1975 la Casa Blanca comenzó el estudio de cómo responder al Informe del Comité Ad Hoc sobre Status. El informe al Ayudante Presidencial Jim Cannon fue en el sentido de que el Informe “will be embarrassing to the President, the Congress and the American people”.66
En ese momento, el Secretario de Estado Henry Kissinger encomendó a su principal ayudante, Arthur Borg, un “case study” sobre Puerto Rico67 . En el mismo, Borg indicó:
There is a certain policy focus at the level of the National Security Council, but it appears to be of an ad hoc nature on specific issues not resolved elsewhere.68
.... Washington sources with whom the writer has discussed the proposed Compact are virtually unanimous in the view that the Ad Hoc Group effort is doomed to failure.69
....
We need to have a better idea of where we think we are going in Puerto Rico and, as suggested at the outset, we need a more effective focal point in Washington for consideration of the problem ... One possibility which appears to have merit would be the designation of a full-time assistant to the President, with a small staff, who would serve in effect as Presidential Assistant for Puerto Rican Affairs...He would be expected to taketheinitiative in searching forways in which the U.S. can help to “steer” the Puerto Rican politicalstatusquestion, rather than continuing to drift along in the illusory expectation that Puerto Rican “self-determination” will answer the question before we are confronted with real trouble on the island ... A prior conception of that limit would help us to decide whether we are really prepared to support commonwealth status in perpetuity, or whether we must prepare now for an eventual move to either statehood or independence.70
66The White House, Memoradum for Jim Cannon from Norm Ross, re Ad Hoc Advisory Group on Puerto Rico, May 2, 1995.
67 C. Arthur Borg, The Problem of Puerto Rico’s Political Status, Revista del Colegio de Abogados de Puerto Rico, vol. 37, núm. 3, Agosto, 1976, págs. 481-502.
68Id. pág. 483.
69Id. pág. 497.
70 Id. pág. 502 (énfasis nuestro).
El 17 de julio de 1975 el asunto fue referido al NationalSecurityCouncil bajo la Presidencia de Gerald Ford. Se propuso celebrar una reunión conjunta del Consejo Doméstico y del NationalSecurityCouncilpara considerarlo. El OfficeofManagementandBudgetprotestó que no se le había consultado, como se había hecho en el caso de Guam, y advirtió que la propuesta crearía precedentes, proponiendo un estudio comparativo con esa isla y con las Marianas. Las cuestiones fundamentales eran la constitucionalidad y “quién ejercería la soberanía”.71
El asunto, como en todas las ocasiones anteriores, fue elevado al National SecurityCouncil el 19 de febrero de 1976.
Los problemas eran el “linkage” con la importante base militar de Guam y la insistencia de Cuba sobre la descolonización de Puerto Rico en Naciones Unidas. Las directivas presidenciales habían sido “la retención de la soberanía sobre Guam” y su integración con las Marianas del Norte en el status de commonwealth.La recomendación al jefe del NationalSecurityCouncil fue no establecer el “linkage” entre los dos asuntos.72
La Casa Blanca contrató a un ex-agente de inteligencia, Sam Halper, para hacer una investigación en Puerto Rico y rendir un informe. En el mismo, Halper comentó: “Para que ocurra un cambio, los isleños tendrían que hacerse cargo de sus propios asuntos, pero eso significaría un repunte de nacionalismo, y el peligro de que el aumento del nacionalismo pudiera convertirse en independentismo”
73 . El Consejo Doméstico recomendó “concluir diplomáticamente las actividades del Comité Ad Hoc con un informe que sea 'aceptable'”.
El NationalSecurityCouncil difirió, y prevaleció otra vez.
Dick Cheney y Brent Scowcroft, funcionarios del National Security Council (que luego sirvieron en esa misma capacidad en la administración de George Bush), plantearon que: “Para aquellos de nosotros que hemos estado trabajando con esto, parece evidente que las alternativas realistas para
71Executive Office of the President, Office of Management and Budget, Memorandum to James Cannon, Secretary to the Cabinet, from Donald G. Ogilvie, of OMB, re Recommendations re Ad Hoc Advisory Group Report on Puerto Rico, November 5, 1975.
72National Security Council, Memorandum for Brent Scowcroft from Mary Brownell and Thomas Barnes, re Meeting with Jim Cannon on Puerto Rico and Guam, February 19, 1976.
73Informe de Halper al Presidente, según citado en Fernández, op. cit., pág. 351.
Puerto Rico son la estadidad o la independencia”. 74 Como Presidente saliente, Gerald Ford, en un acto públicamente inexplicado, recomendó al Congreso la estadidad para Puerto Rico, dándose como razón secreta, que era la mejor advertencia a la agitación de Cuba por la independencia. Esa política pública encontró la oposición del Presidente electo Jimmy Carter que personalmente favorecía la independencia.
Reevaluación Total y Política de “Futuros Alternoso” (1977 - 1980).
Al inicio de su gestión presidencial, el Consejo Doméstico le recordó al Presidente que él “se había opuesto directamente a la iniciativa del Presidente Ford”75 y se pidió la opinión del NationalSecurityCouncilsobre la situación de Puerto Rico.
Zbigniew Brzezinski, jefe de ese organismo, envió a la Oficina del Presidente su opinión de que “el estado libre asociado de Puerto Rico puede ser en efecto una contradicción en términos: en el mejor de los casos, la relación es incómoda y ambigua”. Era, dijo, “una variante de neo-colonialismo”, sugirió “unnuevo plebiscitoen Puerto Rico sobresu status futurosería deseableen elfuturocercano”y propuso un “policy review”.76
El Departamento de Estado y el NationalSecurity Council coordinaron la relación con el Gobernador Carlos Romero Barceló. Estado coordinó el “policy review”, y se comenzó a preparar una Proclama Presidencial para el 25 de julio de 1978.77
La Proclama Presidencial que se emitió ese día abandonó el status quo e incluyó la independencia como opción, y señaló el compromiso de Jimmy Carter “to support, and urge the Congress to support, whatever decision the people of Puerto Rico reach”, iniciándose así la política de “futuros alternos”. Sin embargo, los eventos en el Cerro Maravilla y en el templete en Bayamón, ese mismo día, forzaron a una re- evaluación.
74 Biblioteca Ford. Documentos de Jim Cannon. Caja 8. Según traducido y citado en Fernández, op. cit., pág. 356.
75The White House, Memorandum for the President from Stu Eizenstat, re Puerto Rico and Statehood, February 17, 1977.
76The White House, Memorandum from Zbigniew Brzezinski to Rick Hutchison, re Joe Aragon’s Memorandum, February 17, 1977 (énfasis nuestro).
77 Yale University, Confidential Letter from José Cabranes to the Honorable Cyrus Vance re Question of P.R. at the U.N., August 16, 1978.
El 19 de agosto de 1978 el NationalSecurity Council recibió un memorando preparatorio del Departamento de Estado sobre la cuestión de Puerto Rico (del cual las tres páginas referentes a los hechos de Maravilla y su relación con el gobierno federal y estatal continúan clasificadas), analizando la cuestión del status final de Puerto Rico78 , sin recomendaciones.
El 13 de septiembre de 1978 todos los sectores políticos de Puerto Rico acudieron ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas a denunciar el colonialismo en Puerto Rico.
El Comité adoptó la única resolución unánime en su historia sobre Puerto Rico, sin ningún voto en contra, que reconocía el derecho del pueblo a “modificar” su status, haciendo énfasis en que “los principales partidos en Puerto Rico favorecen un cambio en el presente status” y citando la Proclama Presidencial del 25 de julio de 1978. La resolución pidió el traspaso de poderes soberanos al pueblo de Puerto Rico, atacó la persecución de los independentistas, demandó que cualquier forma de libre asociación reconciese la soberanía del pueblo de Puerto Rico, y urgió la liberación de los presos políticos en cárceles de Estados Unidos.
El 15 de septiembre el Secretario de Estado recibió una evaluación de los eventos en Naciones Unidas en que se describió la propuesta de Rafael Hernández Colón de una fórmula de libre asociación como “de facto independence”, y se explicó así el apoyo de Cuba “supporting commonwealth status”, aduciendo que “should not be seen as surprising”79 .
El 13 de octubre de 1978 el Departamento de Estado envió a ocho organismos, entre ellos el NationalSecurityCouncil, un memorando confidencial citando al Asesor del Secretario de Estado, el autor de este ensayo80 , y coincidiendo con él en que:
. . . la situación en Puerto Rico está obviamente supercargada. Los asesinatos políticos recientes atestiguan ese hecho.81
78 CONFIDENTIAL. Department of State. Memorandum for Dr. Zbigniew Brzezinski from Peter Tarnoff, Executive Secretary, August 19, 1978.
79CONFIDENTIAL. Department of State Briefing Memorandum to the Secretary from International Organizations, September 15, 1978.
80Letter from Secretary of State Cyrus Vance to Juan M. García Passalacqua, April 11, 1980. Letter from Secretary of State Edmund Muskie to Juan M. García Passalacqua, September 19, 1980.
81 Department of State, Confidential Memorandum for the Files, Subject Puerto Rico, Charles William Maynes, Bureau of International Organization Affairs, October 13, 1978.
El memorando motivó a su vez la citación a una reunión en el “Situation Room” del NationalSecurity Council en Casa Blanca sobre la situación de Puerto Rico, presidida por David Aaron, Depty Assistant to the President forNationalSecurityAffairs.82
El propósito de la reunión fue “examinar posibles políticas públicas para Estados Unidos”. Los documentos preparatorios del Departamento de Estado están aún clasificados e inaccesibles 83 , pero la selección de asuntos a discutirse está disponible.
La agenda a discutirse en la mañana del 6 de diciembre de 1978 incluyó los siguientes temas:
* la situación política actual en Puerto Rico;
* el debate en el Comité de Descolonización en 1978;
* la condición política futura de Puerto Rico;
* la estrategia a seguir sobre la cuestión del status;
* el estudio del Departamento de Comercio sobre la economía;
* los issues relacionados con la autonomía política;
* la participación en organismos internacionales;
* el bombardeo de Vieques por la Marina de Guerra;
* los procedimientos bilingües en el Tribunal Federal;
* el control de la immigración;
* la jurisdicción marítima de Puerto Rico;
* los presos políticos puertorriqueños;
* coordinación sobre Puerto Rico en la Rama Ejecutiva.
Como puede verse, la agenda del National Security Council concebía como suyos todos los asuntos de mayor importancia en la relación de Puerto Rico con Estados Unidos durante el siglo XX.84
82The White House, Memorandum for Special Assistant to the President, Domestic Policy Staff, Department of State, Departmen of Commerce, National Security Council, from David Aaron, Deputy Assistant to the President for National Security Affairs, re Puerto Rico Meeting December 13, 1978, Situation Room, White House, November 30, 1978.
83State Department Background Memo: Response to NSC #6440.
84CONFIDENTIAL/GDS. Tab A. Puerto Rico. December 6, 1978, 10:30-12:00, Agenda. The Carter Library.
El Imperio diseña una Política para Puerto Rico (1978 - 1979).
Dos documentos dominaron la discusión. Primero, la resolución del Comité de Descolonización de Naciones Unidas de 1978, que por vez primera había reconocido la posibilidad de “formas de libre asociación entre Puerto Rico y los Estados Unidos”85 . Segundo, un resumen adelantado del estudio que el Departamento de Comercio realizaba sobre la economía de Puerto Rico, que habla señalado como los issues principales:
1. Sustaining a satisfactory level of growth.
2. Reducing the high unemployment (and related population growth).
3. Limitingdependence on the Mainland as a source offinancing and as an export market.86
La condición política y la dependencia se vieron como sinónimos.
Con la participación de 13 funcionarios federales del Departamento de Estado, el Departamento de Comercio, el National Security Council y la oficina del Presidente, la reunión produjo la evaluación de varios aspectos de la relación, sometiendo seis recomendaciones específicas en un documento de resumen y conclusiones87 . Los puntos principales, enviados al National SecurityCouncilmediante el sumario, fueron los siguientes:
1. Los desarrollos políticos más importantes han sido la agresividad e importancia del Partido Demócrata, compuesto mayormente por estadistas, y el llamado de Carlos Romero Barceló a celebrar un plebiscito sobre status en 1981.
2. La recomendación principal fue que la política de Estados Unidos debía permanecer igual a la indicada en la Proclama Presidencial del 25 de julio de 1978 de “neutralidad” entre las alternativas de status político, sujeto a la voluntad del pueblo.
85 United Nations General Assembly. A/AC. 109/574. 13 September 1978 (subrayado en la copia original).
86 Tab 3. Summary of Findings on Department of Commerce Study on the Puerto Rican Economy, pág. 3 (énfasis nuestro).
87CONFIDENTIAL. Mini Policy Review Committee Meeting. December 13, 1978. Summary of Conclusions. Declassified 7/7/89 by NSC.
3. La inclinación del grupo sobre la fecha de un plebiscito fue “let it recede” y se decidió que el gobierno de los Estados Unidos “should not quide the process, or let itself be placed in a position where we could be criticized for being partial”.
4. No debe disuadirse a los grupos puertorriqueños de acudir a Naciones Unidas, pero Estados Unidos debe comunicarse con los miembros del Comité de Descolonización para expresar su “concern”.
5. Hay que enfrentarse a “outstanding U.S.-Puerto Rican issues which are raised each year in the C-24 and elsewhere”. Esos issues, según seleccionados por el grupo interagencial son:
* Perdónpara los Prisioneros Políticos - Se dice tiene “virtual unanimous support among the Puerto Rican groups”;
* IdentidadCultural- Requiere un mayor y mejor uso del idioma español y de la cultura hispánica en el ámbito federal;
* Participación Internacional - Si existe consenso en Puerto Rico, se prepará una lista de organizaciones que deban incluir la participación de Puerto Rico;
* Control deImmigración - Se prepará un estudio sobre si Puerto Rico debe tener mayor control sobre immigración, en vista de posibles precedentes:
* JurisdiccióndeFronteras- Puerto Rico debe llevar la demanda de extensión de su frontera marítima a los tribunales;
* BombardeodeVieques- El NationalSecurityCouncilconsultará con el Departamento de Defensa si hay otros lugares posibles que sean menos controversiales para las prácticas de tiro. El grupo se inclina a mudar el bombardeo a otro lugar. Sin embargo, el grupo se sostiene en la importancia estratégica de Roosevelt Roads.
El sumario de conclusiones termina sugiriendo una mayor capacidad para que el gobierno de Estados Unidos siga los eventos de Puerto Rico mediante visitas personales de funcionarios, y estableciendo una forma de “coordinación en Casa Blanca”88 .
El 18 de diciembre de 1978 el Departamento de Estado endosó ante el NationalSecurityCouncil un artículo publicado por el puertorriqueño José Cabranes en la prestigiosa revista ForeignPolicy.89 En el mismo, Cabranes
88 Id. pág. 3.
89 José Cabranes, “Puerto Rico: Out of the Colonial Closet”, Foreign Policy, no. 33, Winter 1978-79, págs. 66-91.
atacaba el manejo del asunto por la Misión de Estados Unidos en Naciones Unidas y había concluido:
In 1978 the statehood forces and those seeking a modification of the commonwealth arrangement came out of the colonial closet.90
....
At the very least, a new central coordinating office in Washington, responsible for Puerto Rico could serve as a point of contact and a source of up-todate information for the federal bureaucracy.91
....
The days when Washington could treat Puerto Rico with benign neglect are over. U.S. policy makers must now give serious thought to the future of an 80-year-old relationship. If and when they organize to deal with political change on the island, they can expect to receive the blessings of the president, who expressed his sympathy with Puerto Rico’s political isolation and powerlessness by telling Puerto Rican friends in 1976 that he understood their concerns because “I am from the deep South, and you are from the deep, deep South.”92
Estado indicó que, contrario a lo indicado por Cabranes, el Embajador en la ONY Andy Young había intentado celebrar una reunión con todas las partes, pero el Gobernador Carlos Romero Barceló se había negado a buscar un proceso de consenso93 .
El Gobernador insistió en pedir una entrevista con el Presidente para solicitarle un estudio sobre las consecuencias económicas de la estadidad. El Consejo Doméstico se opuso el 28 de febrero de 1979 y propuso en vez un “esfuerzo financiado por una fundación. Mejor dinero privado y manejo privado”, para no caer “en medio de una pelea que no es nuestra”.94
El NationalSecurityCouncil decidió adelantar uno de los asuntos y Zbigniew Brzezinski recomendó al Presidente:
90 Id. pág. 69.
91 Id. pág. 91.
92 Id. pág. 91.
93 Department of State. Memorandum from International Organizations - Charles William Mayne to National Security Council David Aaron and others, December 18, 1978.
94 The White House. Memorandum from Al Stern to Stu Eizenstat, February 28, 1979.
. . . hay razones humanitarias, de política exterior y políticas apremiantes para liberar de la prisión a los nacionalistas puertorriqueños. Lolita Lebrón y otros tres nacionalistas puertorriqueños han estado en prisión federal durante 24 años. Ninguna otra mujer en el Hemisferio ha estado en prisión por tales cargos durante un período tan largo; un hecho que a los críticos comunistas de su política de derechos humanos les agrada señalar.95
El Presidente Carter concedió la libertad a los presos políticos.
El 16 de febrero el NationalSecurityCouncil, demostrando quién verdaderamente manda sobre Puerto Rico, en su orden NSC0938, impartió sus directrices sobre los otros asuntos a los Secretarios de Estado, Defensa, Comercio, y a los Ayudantes96 :
1. Se citó a nueva reunión del NationalSecurity Council el 15 de marzo de 1979, para considerar varios “position papers”;
2. Estado coordinaría con el National Security Council la búsqueda de consenso en Puerto Rico para participación en organizaciones internacionales;
3. Estado proveería una lista de los países en el Comité de Descolonización para expresarles el “concern over their vote”;
4. Estado prepararía un memorando sobre cómo bregar con el asunto de Puerto Rico en la Cumbre del Movimiento No-Alineado;
5. Defensa prepararía un memorando sobre si el bombardeo de Vieques se podría mover a otro sitio en Puerto Rico o el Caribe;
6. Estado y el Consejo Doméstico explorarían si Puerto Rico debía tener mayor control sobre immigración y si ello constituiría un precedente;
7. El Consejo Doméstico con el Departamento de Justicia y el Departamento de Salud, Educación y Bienestar prepararían un memorando sobre cómo hacer mayor y mejor uso del idioma español y de la cultura hispánica en los programas federales;
95Biblioteca Carter. Carpetas de la Oficina del Asesor Legal. Caja 43, según traducido y citado en Fernández, op. cit., pág. 372.
96 The White House. Memorandum for the Secretary of State, the Secretary of Defense, the Secretary of Commerce, the Assistant to the President for Domestic Affairs, Assistant to the President Tim Kraft from David Aaron, Deputy Assistant to the President for National Security Affairs, February 16, 1979.
8. El Consejo Doméstico se aseguraría de que los oficiales en Puerto Rico conocieran que se prefería que la demanda de jurisdicción de fronteras se hiciese en los tribunales;
9. The Domestic Policy Council should prepare a memorandum on whether there has beenany progress byprivategroups like foundations to study theimplications of different choicesby the Puerto Rican people on politicalstatus.97
10. El Departamento de Comercio debería preparar un resumen describiendo la situación de su estudio sobre Puerto Rico, y haría al grupo las recomendaciones que estimase apropiadas.
Los documentos y deliberación de esa reunión permanecen aún clasificados, y no han estado disponibles a esta investigación, pero se creó un “Task Force” secreto sobre el Caribe.98
Sin embargo, un oficial del Departamento de Estado adelantó la recomendación de ese Departamento en un documento publicado en la revista interna del mismo, titulado “Puerto Rico Libre”99 :
The current quasi-colonial relationship between the United States and Puerto Rico is growing untenable.
....
Congress may be reluctant to admit Puerto Rico as the 51st state. Under current apportionment guidelines the populous island, which has more people than the majority of American states, would be entitled to seven House seats. Ethnic considerations might also play a role. The case for Puerto Rico is unlike that of Alaska and Hawaii, underpopulated states in which the native peoples constituted a minority at the time of statehood.100
Puerto Rico is a unique cultural and geographical entity which has never been, and probably never can be, assimilated into the U.S. mainstream...
97 Id. pág. 2, item 8 (énfasis nuestro). El estudio fue realizado eventualmente por el World Peace Foundation y publicado como Richard J. Bloomfield, Puerto Rico: The Search for a National Policy, Westview Special Studies on Latin America and the Caribbean, Westview Press, Boulder and London, 1985.
98The White House. Memorandum for Zbigniew Brzezinski and Robert Pastor from Stu Eizenstat and Jeffrey Farrow on Foreign and domestic policy interests in the Caribbean, December 31, 1979.
99 Eric Svendsen, “Puerto Rico Libre”, en Open Forum, Spring, 1979.
100 Id. pág. 23.
Serious consideration should begiven within the U.S. Government to preparing Puerto Rico forindependence.
....
To prepare for the eventuality of independence...the executive branch should begin consultations with Congress and Puerto Rico political leaders ... and to remove the stigma that the advocacy of independence is somehow traitorous.
....
We can insure that an independent Puerto Rico will be friendly only if we act now to prepare Puerto Ricans for this eventuality.101
El Departamento de Estado fue más lejos. El funcionario del Consejo Doméstico Jeffrey Farrow protestó la inclusión por Estado en una declaración de la Misión en la ONU, del texto siguiente: “The United States does not excluse the possiblity of any status alternative for its territories, including independence”. Aunque admitió que esa opción se estaba discutiendo “within the task force”, se opuso a su difusión basado en que el Departamento de Defensa la objetaba, particularmente en relación a Guam.102
En agosto, Farrow volvió a relacionar a Guam y Puerto Rico. En un memorando comentó la resolución presentada en el Congreso por el Senador Daniel Patrick Moynihan, promovida “ardientemente” por el Departamento de Estado (y supuestamente presentada por el Comisionado Residente Baltasar Corrada del Río). La resolución pretendía comprometer al Congreso, por encima de las objeciones del Senador Bennet Johnston, a apoyar la libre determinación del pueblo de Puerto Rico, como un mensaje a Naciones Unidas.
Farrow anunció en el mismo que: “Our territorial policy task force on my recommendation, however, has developed status options within the United States framework that should be amenable to the vast majority of Guamanians as well as Defense”. Sobre Puerto Rico, recomendó: “There is also a practical political imperative for a reassessment of the Puerto Rico situation”.103
101Id. pág. 27 (énfasis nuestro).
102The White House. Memorandum from Jeffrey Farrow to Stu Eizenstat re State Department use of task force paper. July 17, 1979.
103 The White House. Memorandum from Jeffrey Farrow to Stu Eizenstat re The Puerto Rico self-determination resolution and Guam’s reactions. August 2, 1979.
Unos meses después, en secreto, se designó a ese funcionario del Domestic Council Jeffrey Farrow y al funcionario del NationalSecurity Council Robert Pastor, para escribir el “basic policy memo”, en la expectativa de que los anexionistas triunfasen en 1980, “to expand our self-determination policy”.104
Farrow admitió que él y Pastor “disagree on the advice to be given”, ya que el funcionario del NationalSecurityCouncil favorecía usar un grupo de distinguidos diplomáticos inmediatamente, poniéndolos en contacto con todas las partes relevantes, para definir las opciones de status. Farrow, con el endoso del Gobernador Carlos Romero Barceló ante el mismísimo Presidente, prefería deliberar “in house” hasta después de las elecciones de 1980.105
El memorando final del NationalSecurity Council al Presidente es aún secreto y no está disponible. Sin embargo, hemos podido examinar varios borradores del mismo, que nos permiten vislumbrar la decisión secreta en la Casa Blanca.
El Proyecto de la Casa Blanca sobre Puerto Rico (1980).
Es notable de salida en el texto, la atención primordial del NationalSecurityCouncil a la ola de violencia clandestina que habían desatado en Estados Unidos, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y en Puerto Rico, el Ejército Popular Boricua (Macheteros).106 Otra vez, la violencia dictaba pautas.
El primer borrador del “policy memorandum” al Presidente, fue escrito para Zbigniew Brzezinski por Robert Pastor del National Security Council. Una segunda versión contiene las correcciones sugeridas por Farrow-Eizenstat del Consejo Doméstico. Citemos de los dos borradores del memorando [con las corecciones sugeridas en corchetes], para evaluar el pensamiento:
The political status of Puerto Rico will be one of the most difficult and important issues that the American people will face in the 1980's. Oneonly
104 CONFIDENTIAL. The White House. Memorandum from Jeffrey Farrow to Stu Eizenstat on Puerto Rico political status paper. July 22, 1980.
105CONFIDENTIAL. The White House. Memorandum for Stu Eizenstat from Jeffrey Farrow re Puerto Rico political status paper. July 22, 1980.
106 Para estos hechos, ver Ronald Fernández, Los Macheteros, Prentice Hall, New Jersey, 1987 y del mismo autor Prisoners of Colonialism, Common Courage Press, Maine, 1994.
has to think of Northern Ireland or Quebec to appreciate the potentially explosiveimplications. Already there may be as many as a dozen [several] terrorists groups seeking independence for Puerto Rico, and as the decision on status comes closer, the Independentistas will become more desperate. In the absence of a compeling mandate from the Puerto Rican people, and perhaps even if there is such a mandate , there will be many in Puerto Rico who consider the status issue unresolved until their preference prevails. [Thus, it may not be an exaggeration to compare this issue to the problem of Northern Ireland].
Governor Carlos Romero Barceló, a statehood advocate who is favored for re-election has already announced that if succesful in November, Puerto Rico will have a status plebiscite in 1981 or 1982. The announcement of a plebiscite will raise two key issues immediately for the United States:
TheQuestion.How should the question of status be posed precisely? How should the middle position (the territorial status commonly called commonwealth) between statehood and independence be defined? Should the plebiscite be a single vote, or should it be phased so as to ensure that the final “question” is accepted by all groups as a fair one, and so as to ensure that the Puerto Rican people (and the US) understand fully the implications of that decision? [For example, the Puerto Rican people could be asked first if they want to make a decision to change their status. Then, after the middle position is better defined, the status question could be addressed in terms of appointing delegates to negotiate a new relationship with the US. This is similar to the question in the Quebec plebiscite. After negotiations, the result could be put to a vote. Obviously, there are many variations.]
A Mandate. What constitutes a mandate for status change. You have pledged to support and urge the Congress to support the freely chosen political status aspirations of the people of the island. [How can we ensure that one of the options obtains a clear majority of the Puerto Rican electorate? Is that 60 percent? 70 percent? 80 percent? How should the plebiscite be organized and what should the timing be to increase the like1ihood of such an outcome?]107
107 CONFIDENTIAL. The White House. Memorandum to the President from Zbigniew Brzezinski on The Future of Puerto Rico, no date. Declassified 7/7/89 NSC. Eizenstat incluye su nombre luego de hacer las enmiendas señaladas, e insiste en una nota: “timing, lack of control, political interference, procedures”.
El Consejo Doméstico propuso eliminar todo el resto del memorando. Planteaba, entre otras cosas, las decisiones que el pueblo norteamericano tendría que hacer sobre los requisitos del inglés, el pago de la deuda pública, los impuestos federales y la ayuda de bienestar, posponiéndolas. Otro aspecto que propusieron eliminar Farrow-Eizenstat fue la sugerencia referente a los diplomáticos que conversarían con líderes de la isla y recomendaba algunos embajadores específicos que rendirían un informe al Presidente en octubre de 1980. También propusieron que se podía enviar el borrador meramente como información, en vez de requerir acción, pero pidiendo aprobación o desaprobación.
El borrador final incluyó todo lo excluído por Eizenstat, y subrayó que la razón para enfrentarse al asunto era “to help us deal with the possiblity that Romero is elected and calls for a plebiscite on November 4”. Se eliminó la concurrencia del Secretario de Estado, del Secretario de la Presidencia Jack Watson, y de Stu Eizenstat. Triunfó el NationalSecurity Council. Estaba en pie, por fin, iniciar acción sobre “futuros alternos”.
La política de futuros alternos sobrevivió el advenimiento al poder de Ronald Reagan y el tranque electoral de 1980 en Puerto Rico, pues fue adoptada por su NationalSecurityCouncil.
Prueba fehaciente de la existencia del gobierno permanente es que el estudio sugerido por el NationalSecurityCouncil del Presidente Jimmy Carter fue realizado por el World Peace Foundation, durante el primer cuatrenio de Ronald Reagan, bajo la dirección del ex-Embajador en Portugal, Richard J. Bloomfield.
Una conferencia con la participación de todos los sectores políticos de Puerto Rico, y todas las agencias federales concernidas, se celebró en Meridian House International el 8 de septiembre de 1983. Se centró en la necesidad urgente de actuar, la responsabilidad evadida por el Congreso, el fracaso de la política económica hasta ese momento, los costos sociales de la dependencia en la dádiva federal, las maneras de enfrentarse a la comunidad internacional, y cómo facilitar cambio y transición.
Su organizador la justificó de la siguiente manera:
The conference grew out of the conviction held by several of the participants that the perennial debate about Puerto Rico's “status”. ..has reached a dead end and that a fresh approach was needed ...
... Simply put, the institutions that have the power to do something about Puerto Rico’s status have, by and large, not been caught up in the debate. In the final analysis, it is primarily the U.S. Congress that has the power (and the responsibility) to deal with the constitutional, political and economic issues that make up the status question.
... In the case of Puerto Rico, however, many now believe for reasons explained in this book, that the costs of further inaction ... are too high. All theingredientsfora nationalpoliticalcrisisarepresent inPuertoRico.That iswhytheconferenceat MeridianHousefocusedon theneedto findapolicy at thenationallevel.108
En su introducción, el Embajador Richard Bloomfield explicó que existía en Estados Unidos una mentalidad de “crisis” sobre Puerto Rico, motivada por la “anomalía” y “desigualdad” del arreglo político existente.
Pero la verdadera razón, expresada veladamente, eran “los elementos destructivos” que podían causar que “terminase la inmunidad norteamericana al terrorismo en los estados continentales” (una obvia referencia a las actividades de Los Macheteros y la FALN). “Puerto Rico --dijo-- could be the issue that makes those predictions come true”.109 A esos efectos, propuso que antes de que se crease una crisis mayor, se produjese acción “to manage the process of change”110 .
La conclusión del Embajador Bloomfield fue la siguiente:
Change will come about only when the political institutions of the United States face up to the issues in the normal course of governance. In that spirit, the final section concentrates on what must be done to set in motion a politicalprocess thateventually willpermit the Puerto Ricanpeople to decide theirown status ... The inertia that has characterized policy on Puerto Rico since the 1950s obeys that immutable law of Washington that only the squeaky wheel gets the grease, and the Puerto Rico issue has not “squeaked enough” to cause high-level concern.111
....
108Richard J. Bloomfield, op. cit., “Preface”, págs. ix-x (énfasis nuestro).
109 Id. pág. 2.
110 Id. pág. 3.
111 Id. pág. 5 (énfasis nuestro).
One essential element of a new encounter between mainland and island will have to be a definition of whatprecisely each status option means in termssufficientlyspecificto permit both sides to make rational choices.112
The process of working out the conditions of a change in status and putting new vitality into the Puerto Rican economy could take years, even decades. It is urgent that we begin now. The United States does not have a good record of anticipating crises and taking action to head them off. In the case of Puerto Rico there is still time, but not much.113
El NationalSecurityCouncilya tenía la recomendación esperada.
Análisis: nuestra historia del Siglo Americano (1997 - 1998).
Examínense los eventos desde 1980, a partir de este historial, y se concluirá que, en efecto, ha existido un gobierno permanente y secreto que gobierna a Puerto Rico. Los eventos públicos desde entonces114 en nuestra política, y en el Congreso de Estados Unidos115 , han seguido el libreto.
¿Qué significan estos hechos para evaluar el siglo?
En este findesiécletermina a su vez el AmericanCentury.
Las tres etapas que hemos esbozado en este ensayo sobre nuestra relación política con Estados Unidos coinciden con el ascenso, cenit y descenso de la mentalidad del AmericanCentury.
Luego de medio siglo de colonialismo craso y de otro medio siglo de una dudosa relación colonial, llegó la hora de decidir. La asimetría entre la concepción norteamericana de una “posesión” de un lado, y la concepción
112 Id. pág. 6 (énfasis nuestro).
113 Id. pág. 7.
114 Véase para ello Juan M. García Passalacqua & Carlos Rivera Lugo, Puerto Rico y los Estado Unidos: El Proceso de Consulta y Negociación de 1989 y 1990, tomos I y II, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1991, 1992.
115 Robert Friedman, “The Young Bill: A Special Report”, The San Juan Star, April 13, 1997. Special Supplement.
nuestra de un “pueblo” por el otro, terminará ahora con la sinergia de nuestra descolonización116 .
El American Century comenzó con la invasión a nosotros, y terminará con la devolución de la Isla a nosotros.117 La razón es que en la reestructuración del orden mundial la cuestión central es el rol protagónico de las nacionalidades.118 En Puerto Rico, esa nacionalidad ha sido, como hemos demostrado en este ensayo, el hueso duro de roer por el NationalSecurityCouncil. Apenas a fin de siglo, comienzan los más altos niveles a comprenderlo.
Hay una coyuntura clara entre 1898 y 1998. Visto desde un longdureé, el siglo entero es una unidad de incomprensión. En España, se ha celebrado un seminario que analiza las experiencias de Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico, disputa la ruptura y hace énfasis en la continuidad del rasgo hispánico como frontera cultural y de resistencia al colonialismo norteamericano. Aclara también la confrontación de esa realidad con un discurso imperial norteamericano basado en un sentido de superioridad en que juega papel prioritario el militarismo en esa visión, que comenzó a morir con su derrota por un pueblo nacionalista en Vietnam.119
El malentendido norteamericano de esa realidad se originó en los problemas de negociación y traducción del Tratado de París. Los negociadores españoles insistieron en que se aclarase la “condición” de los habitantes de los territorios cedidos, mientras el traductor propuso a Estados Unidos el término “status” para esa determinación. En sus orígenes en latín, “condición”
116Stephen S. Rosenfeld, “Forgotten Isles of Empire”, The Washington Post, columna editorial, January 24, 1997.
“Young bill nixes status quo. Free association would replace commonwealth as plebiscite option”, San Juan Star, titular de portada, February 2, 1996.
117Sobre la conexión de nuestra experiencia con el trayecto histórico norteamericano, véase Lester D. Langley, The United States and the Caribbean in the Twentieth Century, rev. ed., Univ. of Georgia Press, Athens, 1985.
Sobre la evolución general de Estados Unidos durante el siglo, véase Donald W. White, The American Century: The Rise and Decline of the United States as a World Power, Yale University Press, New Haven, 1997.
118 William H. McNeill, reseña de Samuel P. Huntington, The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order, en The New York Review of Books, January 9, 1997. Immanuel Wallerstein, Geopolitics and Geoculture: Essays on the changing world system, Cambridge U. Press, New York, 1991.
119 Consuel Naranjo, Miguel A. Puig Samper y Luis Miguel García Mora (eds.), La Nación Soñada: Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante el 98, Doce Calles, Madrid, 1996.
se refiere a lo que se es, mientras “status” se refiere a dónde se está. La versión norteamericana, por ende, negó la existencia de una nacionalidad desde los comienzos.120
Los norteamericanos intentaron “americanizar” a los puertorriqueños durante los años de “la política de la no política”, antes de tener que tomar una decisión sobre su futura relación política. En Puerto Rico, sin embargo, “americanización” se entendió como sinónimo de modernización, y no como sinónimo de asimilación, mientras élite y masas resistían el colonialismo con una serie de maniobras políticas en defensa de la nacionalidad entre 19091915, y luego con la violencia nacionalista (que ya había sido aplastada en Filipinas) a partir de 1932.121
Para los norteamericanos, los naturales de Guam y Puerto Rico fueron desde el principio “habitantes” del “territorio”, pero para los Guamenses eran Chamorros, y nosotros éramos, para nosotros mismos, puertorriqueños. El argumento es sencillo.
En Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam habitaban pueblos, nacionalidades, cuya condición fue ignorada por la nueva metrópoli. El intento de americanizarnos fracasó122 .
En síntesis, la relación de un siglo entre Puerto Rico y los Estados Unidos ha estado basada en un malentendido de la metrópoli sobre la naturaleza de su colonia. Es hora de, en más de un sentido, deconstruirla. Los estudios de los últimos cinco años sobre “teoría post-colonial” son útiles a esos efectos, pues señalan una dialéctica entre la práctica colonial y la resistencia anticolonial. La identidad nacional es el eje principal de esa teoría cultural que hace énfasis en las voces emergentes de los “pueblos subalternos” que enfatizan su “cultura de resistencia”.123 No se podía, sin embargo, iniciar esa deconstrucción, sin conocer la sede verdadera del poder colonial.
120 Antonio García Martínez (ed.), Libro Rojo: Tratado de París, Documentos Presentados a las Cortes en la Legislatura de 1898 por el Ministro de Estado-Conferencia de París y Tratado de Paz de 10 de diciembre de 1898, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1988 (re-edición de 1899), núm. 18, pág. 24.
121Rafael Bernabe, Respuestas al Colonialismo en la Política Puertorriqueña, 18991929, Huracán, Río Piedras, 1996.
122Aida Negrón de Montilla, Americanization in Puerto Rico and the Public School System, 1900-1930, Edil, Río Piedras, 1970.
123 Ver Patrick Williams & Laura Chrisman, Colonial Discourse and Post-Colonial Theory, Columbia, New York, 1994; Bill Ashcroft, Gareth Griffiths, Helen Tiffin, The postcolonial studies reader, Ruotledge, London, 1995; Juan M. García Passalacqua, “La
El costo se une a la cultura como el factor decisivo a fin de siglo. El Informe solicitado por el Presidente Jimmy Carter sobre la economía de Puerto Rico señaló el problema con proficiencia en el año crítico de 1978. Criticó que la relación legal de Puerto Rico con Estados Unidos no estaba claramente definida ni tampoco sus efectos sobre el tipo y cantidad de ayuda financiera de los Estados Unidos a la Isla, aduciendo que no sabia exactamente “qué es” la relación de commonwealth, y que esa “ausencia de certeza” ha afectado y continuará afectando hasta que cambie, la relación del pueblo y las instituciones de Puerto Rico con las de los Estados Unidos.124
En aquel momento señaló que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos no había enfrentado directamente la condición política de Puerto Rico y que los tribunales inferiores habían sido “ambiguos y no uniformes”. Añadió que la presente relación legal ha sido afectada por numerosas decisiones tomadas por el gobierno de Estados Unidos hacia Puerto Rico, y que la naturaleza general de la relación presente “es una de gran influencia federal en el commonwealth , “una que no ha seguido siempre los principios de igualdad estricta ni ha sido ejecutada de acuerdo a la intención de la relación legal que se ha establecido entre los pueblos de los Estados Unidos y Puerto Rico”.125
Sobre la tesis de este ensayo, debe decirse aquí que a honor de Jimmy Carter, a admisión de parte, relevo de prueba.
Efrén Rivera Ramos ha señalado brillantemente que ese contexto ha constituido “violencia simbólica” con Puerto Rico.126 Esa violencia simbólica ha tenido como eje el trato al territorio en vez de a una nacionalidad. A esa violencia simbólica es que ha respondido la violencia nacionalista que a su vez ha promovido la acendrada atención de los organismos de seguridad nacional de los Estados Unidos. La ideología detrás de ese ejercicio craso por el gobierno permanente del poder total sobre el territorio ha estado basada en puertorriqueñidad en 1998”, Claridad, 3-9 de marzo de 1995; y la docena de ensayos en Juan M. García Passalacqua (ed.), Vate de la Cuna a la Cripta: El Nacionalismo Cultural de Luis Muñoz Marín, Editorial Ateneo, San Juan, 1998.
124United States Department of Commerce, Economic Study of Puerto Rico, volumen I, Washington, December 1979, págs. 3-10.
125 Id. pág. 158.
126 Efrén Rivera Ramos, “The Legal Construction of American Colonialism: the Insular Cases (1901-1922), Revista Jurídica de la Universidad de Puerto Rico, vol. 65, núm. 2, 1996.
el racismo, el Destino Manifiesto, el darwinismo social y la construcción de un “Otro”, que hemos sido nosotros.127
Esa posición puede colegirse de la declaración hecha por el Juez William H. Webster, entonces Director del Federal Bureau ofInvestigations unos meses antes de ser designado Director de la CentralIntelligenceAgency sobre el tema que nos ha ocupado. El 4 de marzo de 1987 dijo Webster:
In a country this size, and given the problems that we have in Puerto Rico that have not been fully addressed, I think we came off pretty well...So I have to say that Puerto Rico continues to bother me. It generates terrorist activity in the United States through the FALN.
I don't know how we're going to how the problem is going to be solved. It’s partly a political problem ... So, I don't know what the future is, but I do believe that it's and I apologize for encroaching on your time but I do believe that it is a problem that needs focus. Because it's too close to Cuba, it's too close to a number of other places where it could become our Achilles heel.128
Ese testimonio confirma nuestra conclusión.
Detrás de la consideración geopolítica ha estado una filosofía geocultural. El malentendido de todo un siglo ha estado basado en dos, muy distintas y divergentes, visiones de mundo.
Hemos vivido un siglo de violencia simbólica que a su vez generó el desarrollo de una cultura de resistencia, que luego de luchas mayormente también simbólicas, y no de poder, triunfó129 .
¿A qué se debió el triunfo de la nacionalidad?
A que fue la afirmación de la nacionalidad la que motivó la reevaluación de nuestro rol en relación con Estados Unidos. 130
127Id. Págs. 284-291.
128Federal New Service, Webster Testimony - 03/04/87. House Judiciary Committee, en Documentos Secretos, multigrafiado, op. cit. Una copia en la biblioteca del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en San Juan.
129 Véase la prueba en Nancy Morris, Puerto Rico: Culture, Politics and Identity, Praeger, Westport/London, 1995.
130 Una teoría tentativa de la incapacidad de absorción de los puertorriqueños fue articulada en Patrick Daniel Moynihan, beyond the melting pot: the negroes, puerto ricans, jews, italians and irish in New York City, The MIT Press, Cambridge, 1963, págs. 88,
Hemos demostrado en este ensayo que la violencia fue el elemento crucial en la relación que llamóla atención de los organismos de poder de seguridad nacional de los Estados Unidos. Concluímos que la violencia fue la protagonista del siglo XX.
La política pública desarrollada por esos organismos fue la de no política en su étapa de ascenso, independentismo o anti - independentismo en su etapa de cenit, y futuros alternos en su etapa de descenso. Al final, prevaleció la existencia de la nacionalidad como criterio decisivo.
Esa es nuestra victoria.
o100-136, 315; que luego revisaría, forzado por la persistencia de la nacionalidad, en Pandaemonium: Ethnicity in Internacional Politics, Oxford Press, New York, 1993, págs. 63-106, 143-147.
(Hato Rey, PR. 22 de febrero de 1937 – Ohio. EU. 2 de julio de 2010) fue un abogado, historiador, escritor y analista político de Puerto Rico. Obtuvo sus títulos de las universidades de Tufts, Tulane y la Facultad de Derecho de Harvard. Su padre, el académico Manuel García Díaz, fue profesor de literatura en la Universidad de Puerto Rico.
Tras obtener su título de abogado, trabajó como asistente y asesor de los gobernadores Luis Muñoz Marín y Roberto Sánchez Vilella, ambos del Partido Popular Democrático. Fue miembro de un grupo reformista conocido en Puerto Rico como “Los 22”.
Como productor de televisión fue responsable del programa de discusión política y noticiosa CaraaCaraAnteelPaís . En 1982, fue invitado a ser miembro del CouncilonForeignRelationsy también formó parte del Círculo de Embajadores del Centro Carter en Atlanta. Como parte de sus deberes en el Centro Carter, sirvió como observador imparcial de elecciones en más de una docena de países alrededor del mundo.
Enseñó como profesor visitante en Yale University y en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en San Juan. Durante muchos años, fue asesor jurídico de la Fundación Ana G. Méndez. En su rol como analista político en Puerto Rico, García Passalacqua era conocido por expresar sus opiniones o críticas sobre los partidos políticos sin alinearse específicamente a favor o en contra de ninguno de los tres principales partidos. A lo largo de los años, propuso consistentemente una relación política de república asociada entre Puerto Rico y los Estados Unidos, sobre la cual escribió su tesis de maestría en 1957 para el profesor Carl Friedrich en Harvard University.
Publicó columnas en periódicos como ElNuevoDía , ElVoceroy The SanJuanStar . En 2006, regresó a la estación de noticias más respetada de Puerto Rico, WKAQ, como comentarista político en el aire.
Fue perseguido por sus denuncias contra gobernadores y legisladores, lo que le llevó a ser despedido de varios canales y estaciones de radio que mantenían relaciones y recibían dinero del Gobierno.
A principios de 2009, García Passalacqua redujo sus actividades por razones de salud y comenzó a recibir testimonios públicos de reconocimiento. En particular, el gobernador Luis Fortuño emitió una proclamación declarando el 22 de febrero de 2009 como el Día de Juan Manuel García Passalacqua, en honor a sus logros en el servicio público, la academia, el periodismo y el análisis político.
Sus última aparición fue en las JornadassobreAlejandroTapiayRivera de2009, donde leyó una semblanza de su padre, quien fue el primer biógrafo de Tapia. Durante los últimos meses de su vida, residió en la casa de su hija Ivonne Marie García Acosta, profesora universitaria, donde falleció rodeado de su familia y de su viuda, la destacada profesora e historiadora Ivonne Acosta.
A lo largo de su vida, García Passalacqua publicó una veintena de libros, la mayoría sobre la situación política de Puerto Rico, su estatus y su relación con Estados Unidos. Sus títulos más destacados incluyen: Puerto RicoylosEstadosUnidos:elprocesodeconsultaynegociaciónde1989y 1990, Lossecretosdelpatriarca:guerracivilenlaconcienciadeLuis MuñozMarín , Invadiendoalinvasor:PuertoRicoyEstadosUnidosenel sigloXXI , Afirmaciónnacional:verdaderahistoriadelos puertorriqueños, ConversacionesenElConvento:lavisióndeLuisMuñoz MarínamediadosdelsigloXX , Laséptimavida , y Túnosabesnadadela vida:cartasparaunamemoria .
Sus textos también han sido incluidos en obras como Eljuiciodela historia:contrainsurgenciayasesinatopolíticoenPuertoRico . Además, fue autor de varias novelas de ficción y dos obras de teatro histórico que están pendientes de publicación.