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Para ir más allá: lo esencial de la lucha contra la trata de personas

Los proyectos en Honduras y Costa Rica han impulsado cambios en la prevención y lucha contra la trata de personas a nivel institucional y comunitario en dos países gravemente afectados por este delito y sus consecuencias. A la vista de la experiencia de la Oficina

Internacional de los Derechos del Niño durante sus siete años de presencia en Centroamérica, varios puntos parecen ser esenciales para combatir eficazmente la trata de personas.

Por su naturaleza compleja, la lucha contra la trata de personas involucra a muchas organizaciones públicas y privadas, comunitarias e institucionales, locales y nacionales. Documentar y comprender los desafíos inherentes a la prevención, el enjuiciamiento de los delitos relacionados con la trata de personas y la rehabilitación de las víctimas es fundamental para identificar a las y los actores con un papel que desempeñar en cada una de estas etapas.

Por lo tanto, es importante basar siempre las iniciativas de lucha contra la trata en un análisis detallado que tenga en cuenta las diversas modalidades de delincuencia. Esto permite identificar y dirigirse a todas y todos los actores, especialmente los menos convencionales, que pueden actuar para crear un sistema de protección eficaz y sólido contra la trata. Las y los mencionados actores “convencionales” se refieren a organizaciones y profesiones que, en virtud de su mandato, desempeñan un papel reconocido y cuyas acciones tienen efectos significativos en la lucha contra la trata de personas. Reúnen a las fuerzas policiales, al personal judicial, a los servicios sociales, a los órganos de coordinación, o en menor medida, a la sociedad civil. Otros actores, menos visibles a primera vista, pueden, sin embargo, resultar esenciales para detener ciertas formas de trata; por lo tanto, es esencial identificarlos y fortalecer su papel, a fin de crear un verdadero escudo de protección contra todas las formas de trata de personas.

El carácter transnacional y multifacético de la trata de personas exige una intervención a su imagen. Por lo tanto, es esencial involucrar a los organismos coordinadores, como CICESCT, CONATT o CORETT, en cualquier proyecto relacionado con la trata, ya sea dirigido a actores estatales, actores comunitarios o individuos, y organizaciones en situación de vulnerabilidad.

También es importante ser conscientes del contexto particular en el que operan estos organismos, que de - penden de opciones políticas para su propia existencia, que reúnen diferentes actores con prácticas e intereses divergentes y que no pueden confiar en una institución de formación centralizada. Por lo tanto, las asociaciones y la sostenibilidad de las acciones llevadas a cabo contra ellas requieren flexibilidad e innovación.

// Mantener el equilibrio entre los enfoques utilizados //

Varios enfoques coexisten en la lucha contra la trata de seres humanos. A menudo se eligen de acuerdo con las prioridades o mandatos de las y los actores involucrados o donantes. El enfoque represivo, la atención a las víctimas y el empoderamiento de las y los actores no convencionales son tres ejemplos. Sin embargo, para garantizar una respuesta adecuada a la trata, todos estos enfoques deben coexistir. Por ejemplo, los procedimientos acordados con las y los socios de los proyectos en Honduras y Costa Rica, que tenían como objetivo fortalecer la capacidad para el enjuiciamiento de los crímenes, también se centraron en la experiencia de la víctima.

La combinación de varios enfoques en las acciones de refuerzo permite implementar intervenciones más apropiadas y enfrentar diferentes desafíos. El uso de estos tres enfoques en cualquier iniciativa promueve así el fortalecimiento general del sistema de protección contra la trata: herramientas represivas, apoyo y rehabilitación de las víctimas, así como una prevención más eficaz que permita a las víctimas y personas en riesgo de convertirse en actores plenos de sus derechos.

Informar y sensibilizar puede ser útil, pero no es realmente suficiente para proporcionar incentivos para la acción de combatir la trata de personas. Permitir que las y los actores destinatarios desarrollen competencias integrales y estén equipados en esta área, ya sea que representen a la sociedad civil o al Estado, garantiza que sepan cómo lidiar con la trata. Por lo tanto, las actividades de formación deben ir más allá de la sensibilización o las iniciativas ad hoc. Además de transmitir herramientas y desarrollar competencias, las acciones de refuerzo deben pensarse como un proceso que favorece el anclaje de las competencias, y repetirse para multiplicar su impacto. La capacitación virtual, por ejemplo, demostró ser una herra- mienta interesante en esta dirección en ambos proyectos. Reducen el costo de los cursos, son más accesibles para las personas alejadas de los centros urbanos y promueven la creación de espacios de intercambio de mayor alcance. Este formato también puede ser de gran interés para la formación continua, en el caso de una asociación con un ministerio o un organismo de coordinación.

Permitir el desarrollo de competencias también requiere innovación cuando se trabaja con la sociedad civil y el sector informal, que no tienen ni los recursos ni las estructuras para replicar fácilmente un formato. En este sentido, las iniciativas financiadas por el proyecto en

Honduras han tenido un impacto a nivel comunitario, permitiendo que se lleven a cabo una variedad de acciones y que un gran número de personas se conecten dentro de las comunidades.46 Este apoyo financiero y técnico es un ejemplo de un proceso innovador para fortalecer las competencias de la sociedad civil, un área de acción que vale la pena explorar y que es objeto de varias iniciativas piloto para un enfoque eficaz e integral de la lucha contra la trata de personas.

// Trabajando para reconstruir la confianza //

Dado que la trata de personas se basa en gran medida en el abuso de poder y el engaño, la construcción de un vínculo de confianza entre las comunidades y el Estado, además de entre las propias comunidades, parece ser un paso esencial para combatir eficazmente contra este crimen. El fortalecimiento de la confianza entre las comunidades y los agentes del Estado aumenta el número de denuncias de irregularidades y facilita el enjuiciamiento y la sanción de los casos de trata de personas. Recrear o consolidar el vínculo necesario entre las poblaciones también ayuda a prevenir situaciones propicias para la trata y promueve la reintegración de las víctimas en la sociedad.

Por lo tanto, crear espacios para el intercambio, equipar a los oficios y comunidades relevantes para que puedan actuar con respeto por los derechos humanos, ya sea la no discriminación, la dignidad en la intervención o la participación y fortalecimiento de su la capacidad. El hecho de que las personas vulnerables sean las y los actores principales de sus derechos y protección contribuye a crear lazos de confianza que obstaculizan los mecanismos de la trata. Mediante la adopción de un enfoque diversificado y equilibrado basado en la confianza y un entorno protector, se fomenta el fortalecimiento de todas y todos los agentes directa o indirectamente, involucrados en la trata de personas, así como la creación de vínculos entre ellas y ellos. Al hacerlo, se estrechan las mallas del sistema de protección contra la trata de personas, y todas las personas involucradas contribuyen a ello y actúan juntos para proteger mejor a las poblaciones contra la trata de personas.

46. Las herramientas sobre la trata de personas concebidas como parte del proyecto en Honduras así fueron transmitidos por una organización de la sociedad civil asociada a un sistema educativo, que movilizó a 45 Centros educativos y permitió alcanzar 12 000 estudiantes y 250 maestras, maestros y profesores.

Acerca De La Oficina

Internacional De Los Derechos Del Ni O

La Oficina Internacional de los Derechos del Niño (IBCR) es una organización no gubernamental internacional con sede en Canadá que ha trabajado durante casi 30 años para promover y proteger los derechos de la niñez en aproximadamente 50 países de África, Asia, América y Oriente Medio.

Con un enfoque participativo y sostenible, trabajamos con nuestras socias y socios en el terreno para promover y proteger los derechos de las niñas y niños, ya sea que estén en contacto con el sistema de justicia o enfrenten una emergencia. También nos aseguramos de que tanto niños como niñas estén protegidos de todas las formas de explotación, violencia y abuso.

Escuchar, participar y proteger a la niñez están en el centro de todas nuestras acciones.

// NUESTRA VISIÓN // Un mundo donde todos los niños y niñas disfruten de sus derechos por igual y en todas las circunstancias.

// NUESTRAS

ACCIONES //

Proyectos en todo el mundo: acciones a corto, mediano o largo plazo para mejorar de manera sostenible e integral la protección de la niñez y el respeto de sus derechos.

Campañas de incidencia para el cambio, para difundir nuestros mensajes y defender nuestra visión ante instituciones y gobiernos.

Voluntariado internacional, para fortalecer la capacidad de nuestros socios en 11 países y contribuir a mejorar la protección y el respeto de los derechos de los niños y niñas en estos países.

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