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De SeXO Sí Se hAbLA
from lider ]uvenil 13
by ibis
dirección@grupointegra.org
AbUSO SeXUAL: eNferMeDAD DeL SILeNCIO
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“el perdón es entre dios y ellos, yo solo les faCilito la entrevista”. denzel Washington (el fuego de la venganza)
por alexandra lópeZ rivera
Cuando decimos que de sexo sí se habla en la iglesia y en el ministerio juvenil, casi siempre, por no decir siempre, de lo que se habla es de cuán pecaminoso es el sexo fuera del matrimonio, de cómo luchar contra los deseos para evitar que esto ocurra y de las consecuencias de hacerlo. Esto lo vemos en los excelentes esfuerzos de programas que se realizan como la campaña El Verdadero Amor Espera.
Sin embargo, tristemente, la tasa de adolescentes activos sexualmente, de paternidad prematura y de enfermedades de transmisión sexual va en aumento. Y, aunque de sexo sí se habla, me pregunto: ¿por qué aumentan estas tres problemáticas entre la juventud? Porque de algo NO se habla: de una de las principales causas por las cuales los jóvenes tienen ideas distorsionadas acerca del sexo y da lugar a comportamientos sexuales de alto riesgo. Me refiero al abuso sexual infantil, el cual incluye al adolescente.
El Abuso Sexual Infantil (ASI) es cualquier tipo de conducta sexual que un adulto realice con un menor de dieciocho años. Como pastores y líderes juveniles debemos, además de dominar el arte de la Biblia y la espiritualidad, tener un amplio conocimiento en temas relacionados con los adolescentes, tales como el ASI. Esto nos permitirá tener una visión completa de la realidad y de los desafíos que experimenta el adolescente, más allá de considerarlos demonios que tenemos que reprender.
Existen dos tipos de ASI: con o sin contacto físico. Con contacto físico puede ser: besos sexuales, tocamiento corporal con o sin ropa, penetraciones manuales, penetración genital y contacto de la boca con los genitales. Sin contacto físico puede ser: ser obligado a mirar o mostrar partes íntimas, o el uso y producción de pornografía. Dado que las últimas estadísticas de UNICEF (diciembre 2009) sobre el ASI revelan que uno de cada seis adolescentes es víctima, existe casi un 100% de probabilidades de que algunos de nuestros jóvenes se enfrenten a comportamientos sexuales activos y distorsionados a causa de haber sido víctimas de ASI o de la negligencia de sus padres o tutores, por la falta de supervisión y establecimiento de límites.
¿Qué quiere decir esto? Es evidente que nuestro grupo juvenil va estar compuesto, en parte, por jóvenes cuyo comportamiento estará marcado por los síntomas del ASI: un fuerte interés o curiosidad acerca de la sexualidad, conocimientos demasiado avanzados, temas de conversación o comportamientos sexualizados en los juegos o trabajos de arte, comportamientos sexualizados o seductivos con niños, otros adolescentes o adultos, (masturbación, exhibicionismo, provocaciones o incluso el acto coital), pesadillas, recuerdos angustiosos recurrentes que detonan inexplicables sentimientos y reacciones de enojo, miedo y rabia cuando se exponen temas de sexualidad, pronunciados y perturbadores estados de ánimo, tales como depresión, irritabilidad, ansiedad y temor, comportamientos de apariencia regresiva a comportamientos infantiles, tales como hablar y desafiar.
Nos equivocaríamos si adjudicáramos los síntomas arriba mencionados a la crisis de la adolescencia o a la falta de madurez y límites, y no a la enfermedad silenciosa que padece la juventud de hoy. El ASI es una enfermedad silenciosa por varios factores: ignorancia, miedo y vergüenza acerca del tema, tanto de las mismas víctimas como de los padres y las personas que trabajan con jóvenes como nosotros, los líderes juveniles que no hablamos.
Estos datos nos dicen otra realidad relacionada con la pregunta que se plantea Líder Juvenil en esta edición: ¿Quién cambiará la iglesia? Es indiscutible que quienes cambiarán la iglesia son aquellos que hayan comprendido que nuestra función como líderes juveniles dentro del Reino es ser facilitadores de entrevistas, para usar la frase de Denzel Washington, ya que el perdón es entre Dios y los chicos. ¿Cómo haremos para que las generaciones jóvenes sanen y vivan agradando a Dios? Facilitando encuentros dirigidos a nuestros chicos y chicas sobre el perdón de Dios, identificando correctamente lo que les ocurre y sus causas, junto con el tratamiento de su enfermedad, haciendo las preguntas que Dios realmente haría acerca de la sexualidad en la adolescencia: ¿cómo prevenir, detectar, accionar y tratar la enfermedad juvenil del silencio, más allá de enseñar la abstinencia como forma de no pecar y de evitar consecuencias? Esto nos compromete a no hablar de sexo sólo para poder decir que ya se pronuncia la palabra sexo desde un altar y no nos escandalizamos, sino a hablar de sexo facilitando entrevistas para el perdón de Dios a nuestra sexualidad distorsionada. Así cambiaremos, no a la iglesia, sino la forma de hacer iglesia.
Lic. Alexandra López Rivera es consejera clínica profesional desde hace 11 años con maestría en consejería especializada en terapia de matrimonio, familia, niños y adolescentes. Es directora de RESTART Centro de Psicoterapia y Educación Infanto-Juvenil. A su vez es docente del IEJ Argentina y colaboradora de Integrakids una división de Fundación Integra.