SPAN PTS Loyalty

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Lealtad vs. Infidelidad

Es la unión de individuos en un compromiso a largo plazo de mutuo sacrificio, apoyo y defensa.

Definición La palabra lealtad no se encuentra en las Escrituras. La palabra fidelidad parecería ser su sinónimo, a primera vista; sin embargo, la fidelidad y la confiabilidad se relacionan con el trabajo o servicio que una persona realiza; mientras que la lealtad implica una relación mutua más profunda de largo plazo. Los conceptos bíblicos que más se relacionan con la lealtad son los pactos de sangre, relaciones entre siervo y señor, y el pacto matrimonial.

¿Por qué es importante la lealtad? Toda relación de importancia en la vida debe edificarse sobre la lealtad. Los matrimonios deben basarse en esta cualidad, o no perdurarán. Los líderes buscan esta cualidad como un requisito principal cuando buscan empleados para servirles. Sobre todo, Dios requiere lealtad en sus discípulos, especialmente en las vidas de aquellos que él usa poderosamente.

Lealtad en pactos La palabra hebrea para pacto es berít. Comunica la idea de hacer un pacto y confirmarlo al pasar entre la carne partida de animales. Dios ilustra esta palabra en el pacto que hizo con Abraham. Este y otros pactos son

ricos en simbolismo que describe el significado y la profundidad de la lealtad. 1. Un pacto se hace entre aquellos que tienen un mismo espíritu. Dios dijo a Abraham, “. . . Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1). Nota: La Escritura llama a Abraham amigo de Dios y el padre de la fe. (Véanse Santiago 2:23 y Gálatas 3:6–9.)

2. Un pacto requiere un iniciador, quien asume la responsabilidad de mantener el pacto. “Y pondré mi pacto entre mí y ti” (Génesis 17:2). Nota: En el matrimonio, el varón inicia el pacto y por tanto tiene la mayor responsabilidad de mantenerlo. 3. Un pacto en ocasiones requiere un cambio de nombre. “Y no se llamará más tu nombre Abram . . .” (Génesis 17:5). Nota: Un cambio de nombre ocurre también en el matrimonio, cuando la mujer toma el nombre de su esposo y en la salvación, cuando tomamos el nombre de Jesucristo.

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ealtad es intercambiar con otros el derecho al acceso libre a tiempo, energía y bienes. “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. —II Corintios 8:9

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no de los beneficios de ser falsamente acusados es descubrir el nivel de lealtad de aquellos que nos rodean.

El ganso canadiense protege su nido contra intrusos y aun da su vida en defensa de su compañero.

4. El propósito de un pacto es multiplicar beneficios y frutos. “Y te multiplicaré en gran manera . . .” (Génesis 17:6). Nota: Este propósito se cumple con los hijos en un matrimonio y con los hijos espirituales de la fe. 5. Un pacto involucra relaciones que duran más que las vidas de los que hacen el pacto. “. . . En cuanto a ti, guardarás mi pacto, Lealtad

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a máxima expresión de lealtad no es la lealtad mostrada hacia personas o asociaciones, sino hacia la verdad. “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de —Juan 6:66–68 vida eterna”.

tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones” (Génesis 17:9). Aunque el matrimonio no continúa después de la muerte, las relaciones entre los hijos y los parientes sí continúa. Los pactos de bienes raíces también continúan aun bajo nuevos propietarios. El pacto de la salvación continúa aun después de la vida. David honró el pacto con Jonatán después que Jonatán muriera. 6. Un pacto de sangre requiere derramamiento de sangre. Cada niño “debe ser circuncidado. . . y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo” (Génesis 17:13). Cuando Dios hizo el pacto con Abraham, Dios mandó a Abraham que tomara cinco diferentes clases de animales y “. . . los partió por la mitad. . .” (Véase Génesis 15.)

Un pacto de amigos

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esarrollar lealtad en otros se logra cuando demostramos nuestra lealtad a ellos.

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. —I Juan 4:19

“Nunca he hecho un sacrificio. No deberíamos hablar de nuestros sacrificios cuando recordamos el gran sacrificio de aquel que dejó el trono de su Padre en las alturas para darse por nosotros”. —David 128 Lealtad

Un ejemplo poderoso de lealtad en las Escrituras lo encontramos en la amistad de Jonatán y de David, y en el pacto que ellos hicieron. El simbolismo de este pacto es rico en significado. 1. Tenían un mismo espíritu— “. . . el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo” (I Samuel 18:1). 2. Intercambiaron sus vestidos— “Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David. . .” (I Samuel 18:4). Nota: En la salvación, Cristo nos da vestiduras de justicia a cambio de nuestros trapos de inmundicia. 3. Intercambiaron sus armas— cuando hay peligro, los forjadores del pacto se protegerán el uno al otro hasta la muerte. Jonatán se desarmó a sí mismo y dio su espada y su

arco con su talabarte a David. (Véase I Samuel 18:4.)

4. Intercambiaron sus cintos—El cinto (traducido como talabarte en I Samuel 18:4) simboliza la fuerza de una persona. Los que entraban en un pacto daban en prenda su fuerza el uno al otro. En nuestra salvación, el poder de Dios queda a nuestra disposición y nosotros le entregamos nuestras debilidades a Él.

Un pacto de siervos La Escritura nos ilustra la relación de lealtad a largo plazo con las disposiciones dadas para el siervo que optara por seguir sirviendo a su amo por amor durante el resto de su vida. (Véanse Éxodo 21:1–6 y Deuteronomio 15:16–17).

1. El pacto del siervo era voluntario, basado en amor. Si el siervo escogía este pacto entonces debía decir claramente “Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre” (Éxodo 21:5). 2. Este pacto se confirmaba con una transacción legal delante de los jueces de la ciudad. “Entonces su amo lo llevará ante los jueces . . .” (Éxodo 21:6). 3. Este pacto se hacía público mediante un símbolo. “. . . Y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre” (Éxodo 21:6).

Un pacto familiar La lealtad de Ruth a Noemí es una de las historias más inspiradoras de las Escrituras. Después de la muerte del esposo de Rut, Noemí le aconsejó que regresara a su tierra y a su gente, ya que no habría más que pudiera hacer Noemí por ella. Pero Rut respondió con estas conocidas palabras: “. . . Porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que


vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos” (Rut 1:16–17).

Un pacto matrimonial El matrimonio es un pacto de sangre y no solamente un contrato legal. Todos los ricos simbolismos del pacto bíblico de sangre están contenidos en el matrimonio. Comenzando con el novio como el iniciador del pacto (y por tanto el que tiene la mayor responsabilidad de mantener y proteger el matrimonio), la seriedad del pacto del matrimonio se recalca en la Escritura, como podemos ver en la siguiente advertencia: “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas” (Eclesiastés 5:4–5).

Un pacto de creyentes Cuando el Señor Jesús estableció la cena conmemorativa con sus discípulos, la presentó como un pacto de sangre. Esto es claro por las mismas palabras que usa para describirla: “. . . Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:26–28). “La copa de bendición que bendecimos, ¿No es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿No es la comunión del cuerpo de Cristo?” (I Corintios 10:16). La palabra comunión es la traducción de la palabra griega

koinonia, que comunica la idea de un vínculo profundo de comunión entre unos y otros. Esto concuerda con el mandamiento tan repetido en las Escrituras de amarnos unos a otros, porque todos los creyentes somos miembros del cuerpo de Jesucristo. Cuando mostramos deslealtad para con otros creyentes, violamos el pacto de sangre que celebramos en la comunión de la Cena del Señor y nos exponemos a la condenación que acompaña a tal violación. “Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen [muerte prematura]” (I Corintios 11:29–30).

Evaluación personal

¿Qué tan leal eres?

• ¿Dudas de la soberanía de Dios en tiempos de adversidad o te acercas más a él?

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ealtad es demostrar nuestro compromiso con Dios permaneciendo con aquellos a quienes nos ha llamado a servir.

“La lealtad es la cualidad imprescindible en el líder”.

—A. P. Gouthey

• ¿Hablas bien de tus autoridades aun en tiempos de desacuerdo o te quejas de sus exigencias? • ¿Proteges a tu familia, aun cuando las circunstancias lo hacen difícil? • ¿Tratas a otros creyentes como te gustaría que ellos te trataran a ti? • ¿Te has comprometido a lograr el éxito de aquellos a quienes Dios te ha llamado a servir? • ¿Estás dispuesto a poner tu vida por tu familia o por tus amigos? • ¿Estás dispuesto a guardar tus votos de matrimonio, sin importar cuál sea el costo?

Pactos vs. Contratos • Un pacto se basa en la confianza; un contrato está basado en la desconfianza. • Un pacto no limita la obligación; un contrato se basa en obligaciones limitadas. • Un pacto es un acuerdo sellado; un contrato queda abierto a discusión y cambios. • Un pacto no se puede romper; un contrato se puede desechar.

Lealtad

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