Benignidad
La Bondad de David con la Familia de Jonatán
INTRODUCCIÓN Tus palabras tienen un gran poder. Las palabras que elijas y el tono que utilices pueden
BENIGNIDAD Mostrar interés y cuidado personal para satisfacer las necesidades de otros
traer sanidad o dolor. Por ejemplo, cuando admites que te has equivocado y pides perdón, has dado un paso importante para reconstruir una relación. Una cálida bienvenida o un sincero ¡Gracias! es una forma de demostrar que te importa. Las palabras cuidadosamente elegidas y pronunciadas en un tono suave pueden evitar el enfado. Las palabras agradables promueven la sanidad. Sé sensible y considera tus palabras antes de hablar, porque las personas pueden sentirse heridas cuando escuchan burlas, bromas o críticas. "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto" (Proverbios 18:21). La próxima vez que te sientas tentado a levantar la voz, exigir lo que quieres, o decir palabras duras o críticas, recuerda que el deseo de Dios es que tu lengua hable bendición y vida para a los demás.
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