PTS Security

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Seguridad vs. Ansiedad

Seguridad es saber que Dios nunca nos dejará ni nos abandonará y que cualquier cosa que le demos a él será un tesoro eterno.

Definición La palabra griega para seguro es amérimnos. Significa: “Libre de ansiedad y preocupación”. Esto es lo que Pablo deseaba para la iglesia de Corinto: “Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja . . .” (I Corintios 7:32). Otra palabra para seguridad es confianza. “En quietud y en confianza será vuestra fortaleza” (Isaías 30:15). La palabra hebrea para confianza se deriva de batakj, que significa: “Correr al refugio, confiar, estar seguro, tranquilo”.

El valor de la seguridad Hay un profundo deseo de seguridad en el corazón del ser humano. Tristemente, tendemos a buscar la seguridad en cosas temporales que perecen, tales como dinero, posesiones, o aun personas y no en las realidades eternas que no se pueden quitar. Es una ironía que las mismas cosas que usamos para nuestra seguridad son las que nos producen inseguridad y ansiedad. “Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia” (Eclesiastés 5:12). También es irónico que en el intento desesperado de buscar seguridad, una mujer podrá sacrificar su pureza por las falsas promesas de un hombre vano y

un hombre puede arriesgar todas sus riquezas en un plan de negocios en un intento de conseguir su seguridad futura. Sin embargo “La mujer agraciada tendrá honra, y los fuertes tendrán riquezas” (Proverbios 11:16).

El peligro de la falsa seguridad La necesidad de seguridad es tan grande que muchos se aferran a cualquier cosa que promete darla. Esto sólo les produce una falsa seguridad, la cual no es fácilmente identificada hasta que llega la prueba y nuestro sentido de seguridad se derrumba. Por ejemplo, la consecuencia de poner nuestra confianza en las riquezas se expone en Proverbios 11:28: “El que confía [batakj] en sus riquezas caerá”. Una falsa seguridad produce un espíritu de descuido. La gente descuidada aparenta estar segura pero en realidad está en camino a la destrucción. “Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente [betakj—derivada de batakj], tú que dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más . . . Porque te confiaste [batakj] en tu maldad . . . Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás . . .” (Isaías 47:8, 10–11). El hombre tiene una tendencia a atribuir poderes divinos a

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a prueba de la seguridad es el grado de paz que tenemos cuando nuestras propiedades son destruidas o quitadas. Jesús es todo lo que necesitamos, pero no lo sabremos hasta que sea todo lo que tengamos. Cuando nuestra seguridad está en el Señor, nuestro deseo será la extensión de Su reino y la salvación de los demás.

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eguridad es estar libres de los afanes de este mundo al considerar la promesa del cuidado continuo de Dios para con nosotros.

“Mientras vea algo necesario por hacer para el Señor vale la pena vivir; pero, ¡oh! qué vano es vivir para cualquier fin —David Brainerd más bajo”. Seguridad 163


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ios nos creó con inseguridades y se deleita en suplirlas a través de una relación de amor cada vez más fuerte. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. —Filipenses 4:6–7

Los canguros dan a luz después de un mes de gestación. El cangurito joven e indefenso es sólo del tamaño de una haba. Éste encuentra seguridad en la bolsa de su madre, donde recibe protección, alimento y calor hasta por un año.

objetos inanimados hechos por los hombres. Luego los honra como fuentes de seguridad. “Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían [batakj]” (Salmos 135:15–18). Hay severas consecuencias cuando una persona se aleja del Señor y pone su confianza en personas. “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía [batakj] en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada” (Jeremías 17:5–6).

Las recompensas de hacer del Señor nuestra seguridad 1. Fuerzas y ayuda “. . .en quietud y en confianza será vuestra fortaleza . . .” (Isaías 30:15). “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió [batakj] mi corazón, y fui ayudado. . .” (Salmos 28:7). 2. Libertad del temor “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón;

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aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado [batakj]” (Salmos 27:1–3).

3. Paz y gozo internos “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado [batakj]” (Isaías 26:3). “. . . Y el que confía [batakj] en Jehová es bienaventurado” (Proverbios 16:20).

4. Estabilidad y frutos “Los que confían [batakj] en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre” (Salmos 125:1) . “Bendito el varón que confía [batakj] en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17:7–8).

Los fundamentos de la seguridad Todo creyente tiene la seguridad del Señor en estas maneras específicas:

1. Seguridad en su amor. “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38–39). “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3).


2. Seguridad en su comunión. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19–20). “. . . Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5). “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor” (I Corintios 1:9). “. . . Y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (I Juan 1:3).

3. Seguridad en su Espíritu. “El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (II Corintios 1:22). “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15). “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13).

4. Seguridad en sus manos. “Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:29). “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). “Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te

guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones” (Isaías 42:6).

5. Seguridad en su protección. “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (II Timoteo 1:12). “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré [batakj]. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya” (Salmos 91:1–6). “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal” (II Tesalonicenses 3:3).

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nseguridad es el resultado de esperar de la gente o de las cosas lo que sólo Dios puede darnos. “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”. —Salmos 20:7

6. Seguridad en su cuerpo. “Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Romanos 12:5). “Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (Efesios 4:4–7).

7. Seguridad en su familia “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la dis-

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l remedio para la inseguridad es entender que Cristo es la vid y nosotros somos los pámpanos que sostienen el fruto que él produce.

“La ansiedad no elimina el pesar del mañana, sino las fuerzas de hoy”. —C. H. Seguridad

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eguridad es saber que Dios nunca nos dejará ni nos desamparará. “Aunque olvide ella, yo nunca me

olvidaré de ti. He aquí que en las palmas

de las manos te tengo esculpida”. —Isaías 49:15–16

Es un acto del amor de Dios el quitarnos las cosas o las personas que son objetos de falsa seguridad. “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra”. —Salmos 73:25 “Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo”. —Salmos 61:3

“Cuando todo lo que se pueda sacudir en nuestra vida y en nuestra experiencia haya sido sacudido y sólo quede lo que no puede sacudirse, nos lleva a entender que sólo Dios es nuestra roca y nuestro fundamento, y aprendemos a esperar en él solamente”. 166 Seguridad

ciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (Hebreos 12:6–7). “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen” (Salmos 103:13). “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Romanos 8:16–17).

La clave de la seguridad La seguridad viene al edificar nuestras vidas alrededor de aquello que jamás podrá ser destruido o ser quitado. Sobre esta base, sólo Dios, Su Palabra y las cosas eternas califican como fundamentos para la seguridad. Cuando creemos en el Señor Jesucristo, tenemos Su presencia dentro de nosotros por medio del Espíritu Santo quien testifica a nuestros espíritus que somos hijos de Dios. (Véase Romanos 8:16.) Luego, como bebés espirituales, debemos desear la Palabra de Dios para que podamos crecer para madurez. Para la mayoría de la gente construir seguridad significa acumular posesiones y dinero; para el creyente es todo lo contrario. La seguridad viene cuando damos para las necesidades de los pobres. “El hombre de bien tiene misericordia, y presta; gobierna sus asuntos con juicio, por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado [batakj] en Jehová” (Salmos 112:5–7).

Esta generosidad está basada en el sano temor del Señor. Aquellos que temen al Señor no temerán al hombre. “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Proverbios 22:4).

Evaluación personal ¿Qué tan seguro eres?

• ¿Te dedicas a ganar a otros para Cristo o estás concentrado en aumentar tu cuenta en el banco? • ¿Compartes para las necesidades de los pobres para no temer las malas nuevas? • ¿Rechazas la falsa idea de que las cosas buenas proceden de objetos hechos por el hombre? • ¿Pones tu confianza en el amor de tu Padre celestial? • ¿Te enfocas en las cosas del Señor durante el día? • ¿Tienes comunión con el Espíritu Santo y dejas que guíe tu vida? • ¿Cumples tu función eficazmente en el cuerpo de Cristo? • Cuando oras ¿buscas más comunión con el Señor o buscas las cosas temporales? • ¿Buscas aumentar tu fuerza espiritual más que desarrollar fuerza física? • Si perdieras todas tus posesiones ¿seguirías sintiendo una plenitud en Cristo?


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