10 tips
Ilha do S達o Vicente, Cabo Verde
Ilha do São Vicente Si viajas a Cabo Verde, no te conformes con visitar únicamente Ilha do Sal, donde casi con total seguridad aterrizará tu vuelo.
de su capital, Mindelo, la segunda ciudad más poblada del archipiélago, se llega, a escasos minutos en coche, a playas casi vírgenes.
De entre las diez islas que forman el archipiélago, la de São Vicente te acercará como ninguna otra a la esencia caboverdiana. Y además, desde allí, podrás coger un barco y descubrir la cercana Santo Antão, La Palma de Cabo Verde, donde puedes pasar el día e incluso hacer noche.
La isla de la morna, donde nació Cesarea Évora (su casa sigue en pie en la Avenida Fernando Ferreira Fortes, Mindelo), celebra el carnaval por todo lo alto y también un festival de música de fama internacional.
São Vicente es alegre y hospitalaria; también muy segura. Del bullicio
Ábrete y no dejes de hablar con su gente en cualquier café, en cualquier calle o en cualquier esquina; merece la pena.
direcciones: Hotel Oasis Porto Grande. Praça Amílcar Cabral. Mindelo O Cocktail. Avenida 5 de Julho. Mindelo Café Lisboa. Rua de Lisboa. Mindelo Terraza Praça Nova. Praça Amílcar Cabral. Mindelo Torre de Belém. Mindelo Centro Cultural do Mindelo. Avenida 5 de Julho. Mindelo Palacio do Povo. Rua Franz Fanon. Mindelo Mercado Municipal. Rua de Lisboa. Mindelo Mercado de Peixe. Mindelo Cap Vert Design Artesanato. Rua da Luz, 10-12. Mindelo Harmonia. Avenida Baltazar Lopes da Silva, 29. Mindelo Casa da Morna. Rua de Praia. Mindelo Igreja Nossa Senhora da Luz. Rua da Luz. Mindelo
uno.
Mindelo, la capital de la isla, es puro buen humor, suena a morna y sus calles (Rua de Lisboa, Avenida 5 de Julho, Avenida Amílcar Cabral) están llenas de casas coloniales de colores.
dos.
El Café Lisboa (Rua de Lisboa. Mindelo) es Alberto, su dueño y su alma. Un ex jugador del Benfica apasionado del fútbol, el buen café y la música caboverdiada, con el que es un gusto hablar durante horas; de lo que sea.
tres.
El Mercado Municial de Mindelo, a escasos pasos del Café Lisboa, es tan pequeño como acogedor. Pura explosión de colores.
cuatro.
La pequeña réplica de la Torre de Belém se levanta junto al puertito, justo delante de la lonja, a la que hay que ir por la mañana; cuanto antes, mejor.
cinco.
Siempre hay gente en la Plaça Amílcar Cabral; no importa la hora del día que sea. También conocida como Plaça Nova, tiene una pequeña terraza en la que sentarse a observar el panorama mientras tomas un licor de tamarindo, preferiblemente cuando cae la noche.
seis.
El Centro Cultural do Mindelo (Avenida 5 de Julho. Mindelo) es un espacio polivalente en el que lo mismo puedes ver una exposición temporal que comer el plato del día de su pequeña cafetería por tan solo 3,5 escudos caboverdianos.
siete.
Come cachupa. El plato más tradicional de las islas (hecho a base de alubias, maíz, carne y col), aunque pone como una moto, es delicioso.
ocho.
No importa que no se celebre su afamado festival de música; acercarse a Baía das Gatas siempre merece la pena, aunque solo sea para darse un baño en las espectaculares piscinas naturales que se forman en el océano Atlántico.
nueve. Dos playas compiten por ser la mejor:
São Pedro y Salamansa. Inmensas y en las que podrás tener unos cuantos km2 solo para ti, incluso en temporada alta porque aquí, por suerte, no lo es tanto.
diez.
El punto más alto de São Vicente, el Monte Verde, no es tan verde como lo pintan, aunque los habitantes de la isla cuentan orgullosos lo verde que luce en septiembre y octubre. No obstante, merece la pena alcanzar su cima (con permiso de la destartalada carretera local) y disfrutar de las vistas.
mini guĂa de viaje by Me gusta la sopa. Agosto 2014