Equidad y Género: Tip´s de Autoestima

TIP’S DE AUTOESTIMA

El 85 % de nuestro éxito en la vida está determinado por nuestras aptitudes sociales, capacidad para relacionarnos positiva y eficazmente con otros y lograr la cooperación que nos permita lograr nuestros objetivos.

Ahora, existe una relación directa entre nuestra capacidad de llevarnos bien con los demás y la autoestima. Cuanto más nos consideremos una persona de valía y digna de interés, más pensaremos que los demás lo son también.

Sin embargo, tres de cada diez personas ignoran la falta de autoestima y por ende, desconocen su capacidad de generar relaciones positivas con los otros. Algunas de las siguientes actitudes pueden mostrar problemas en el auto concepto e incapacidad de relacionarse con los demás:

Sentir agravio por el éxito de otros, asumir que se es un fracasado, centrarse en lo negativo de cualquier situación, permitir que las críticas lo desequilibren, hacer cosas solo para gustar o para que le den su aprobado, compararse constantemente con los demás, tomar todo de manera personal o ceder a los deseos de los otros.

También existen problemas de baja autoestima cuando alguien se esfuerza por alcanzar la perfección, se enfurece por no satisfacer expectativas poco realistas, se siente sin control, incluso puede ser presa del pánico, se retira de situaciones sociales o las evita y se vuelve agresivo o excesivamente pasivo.

Ante la baja autoestima es conveniente practicar técnicas que redefinen la información con la que alimentamos nuestro cerebro. Por ejemplo:

• Reconocer las cualidades positivas. Debe hacerse una lista de todas las buenas cualidades y centrarse en ellas, en vez de concentrarse en aquellas que percibimos como indeseables.

La autopercepción positiva es lo que genera un mayor sentido en el trabajo y en la vida.

• Hablar consigo mismo positivamente. En lugar de un lenguaje que minimiza o daña, usar palabras positivas o indulgentes. ¿Qué adjetivos empleas con el ser que amas? Así debes hablarte tú.

• Relacionarnos con personas positivas. Busca a quien encentre un rayito de sol en los días más negros porque aprenderás a encontrar oportunidades donde los demás ven problemas.

• Reconocer nuestros logros. Celébrate a ti mismo cuando logres algún objetivo. Si quieres reconocimientos tú debes dártelos primero.

• Aceptar lo que no podemos cambiar. Reconocer que hay situaciones que no dependen de nosotros, porque es inútil angustiarnos por un indicador macroeconómico negativo, por ejemplo.

• No buscar aprobación constante. La única persona que debe aprobarte eres tú mismo.

• Aprender a reírse de sí mismo. No te tomes tan en serio. Eres un personaje único que puede verse bajo una óptica menos rígida.

• Aceptar los elogios. Limitarse a decir “gracias”.Y si puedes sonreír al agradecer ¡mejor!

• Aprender a decir “no”. Recuerda que tienes un gran compromiso contigo mismo.

Paralelamente, existen algunas tácticas para generar un mejor impacto social y ampliar nuestras redes de contactos, característica esencial si se quiere prosperar en el ámbito social y profesional. Entre las acciones más comunes se encuentran:

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• Sonreír. Es uno de los mejores signos para propiciar la comunicación.

• Hacer que nuestro interlocutor sea el centro de atención. La habilidad para escuchar y para “oír de verdad lo que alguien dice” genera mayor empatía que limitarnos a “recoger información” sobre alguien.

• Tratar de comprender y empatizar. No importa lo que digan ni lo lejos que puedan estar del propio punto de vista. Recordar que no estamos ahí para discutir sino para conquistar.

• Llamar a los demás por su nombre de pila. Nuestro nombre es el sonido más bello que podemos escuchar. Y eso lo pensamos todos.

• Elogiar sinceramente. Es decir, detectar lo que en verdad te gusta del otro. No es un formulismo social. Es un reconocimiento pleno y verdadero.

• Presentarnos bien. Centrarnos en lo positivo. Tú tienes la capacidad de que el otro te mire como un rayo de sol o como un esperpento que tiene una nube negra en la cabeza.

• Ser cálido. Nuestra primera frase puede ser cualquier cosa, siempre que la pronunciemos con calidez y hagamos que nuestro interlocutor se sienta cómodo.

• Estrechar la mano. Un apretón moderado está bien.

• Revelarnos. También debemos ofrecer algo de nosotros mismos, no solo escuchar o preguntar; de lo contrario, los demás pueden sentirse interrogados.

Bienvenido al club más maravilloso del mundo: el de las personas. Somos parte del precioso género humano.

El autoengaño es la dificultad a vencer.