CANCIONES REVOLUCIONARIAS
CANCIONES REVOLUCIONARIAS
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Canciones Revolucionarias Yellow with dot 3A
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Índice
Dedicatoria Introducción Prólogo Álvaro Obregón Caballos De Pancho Villa Carabina 30-30 Corrido De La Leva El Adiós Del Soldado Emiliano Zapata La Adelita La Chamuscada Mi General Zapata Valentín De La Sierra
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Dedicatoria Esta antología está dirigida a los soldados y mujeres que murieron en la Revolución Mexicana, dando su vida por la patria. También a las siguientes generaciones que estén interesadas en algunos de los corridos que se realizaron en honor a esta justa histórica.
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Introducción Esta antología de corridos fue recopilada con el fin de que los lectores reconozcan el valor que tuvo este proceso en la historia. Hablan sobre diversos temas como el papel que tuvo la mujer en la Revolución, conflictos armados, vivencias de personajes destacados, entre otros. Seleccionamos algunas de las letras más representativas de este género, para transmitir las ideas por medio de estas canciones a los lectores.
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Prólogo Los corridos son parte de la historia, una forma de expresión utilizada por diferentes autores para exponer sus ideas acerca de la Revolución Mexicana para que la sociedad no olvide como fue nuestro pasado, recordando todas las vidas que se perdieron y los acontecimientos o personajes que cambiaron la historia. La siguiente antología reúne corridos que fueron escritos durante el proceso de la Revolución. Seleccionamos este periodo por que fue crucial para la historia de México, episodios que hasta nuestros días siguen siendo importantes. Fue elaborada para que las personas interesadas puedan saber más sobre los corridos Revolucionarios. ¡Esperamos los disfruten!
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Álvaro Obregón En 1880 nació un hombre de valor que acabo con la violencia que había en la revolución su nombre fuerte lo digo general Álvaro obregón. Su valor era bien visto en el campo de batalla estratega destacado, don de mando que no calla. Ocupo la presidencia del país con gran honor, político inteligente, con energía gobernó. Hijo de un agricultor en las faenas ayudo pero por su gran alma el agricultor cambio, el arado por armas y por la justicia lucho. Te recuerdo y doy las gracias por tu gran valor y ahínco después de luchar diez años para hacer tu país digno. General abregon tu recuerdo está en la historia, todos a dios le pedimos que te tenga en su gloria estos versos los dedico, todos ellos a tu memoria.
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Caballos de Pacho Villa Fueron varios los caballos Los que monto pancho villa Se llamaba siete leguas La yegua que él prefería. Era un caballo rosillo De alzada y muy buena rienda Lo montaba pancho villa Cuando le hirieron la pierna. Se hablo mucho de un caballo Con cuatro pesuñas de oro Dicen que fue tan famoso Como el grano y el as de oros. Caballos de pancho villa Que siempre fueron famosos Mas famoso el general En sus años tan gloriosos. Siempre fue un hombre sagas Valiente y muy decidido Veces planearon matarlo Nunca lo hallaron dormido. Por fin se y llego su hora Y ese destino sin falla Que los hombres cuando nacen Ya traen marcada la raya.
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Carabina 30-30 Carabina 30-30 que los rebeldes portaban y decían los maderistas que con ellas no mataban. (2) Con mi 30-30 me voy a marchar a engrosar las filas de la rebelión, si mi sangre piden mi sangre les doy por los habitantes de nuestra nación. Ya nos vamos pa' Chihuahua ya se va tu negro santo si me quiebra alguna bala ve a llorarme al camposanto. (2) Con mi 30-30... Gritaba Francisco Villa ¿dónde te hayas Argumedo? ven párate aquí en el frente tú que nunca tienes miedo. Gritaba Francisco Villa ¿dónde te hayas Argumedo? ven párate aquí adelante tú que nunca tienes miedo. Con mi 30-30...
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Corrido de La Leva Puestos de acuerdo los ricos, --la codicia los reunió -la leva arrojó a Zapata al noveno batallón. Dolor, dolor de la leva, en marcha la rebelión cada fusil en la leva es en pie una maldición. -- No llore usted comadrita. No llore usted por favor, que han de retornar sus hijos a mitigar su dolor. -- Hermana, mi hermana dulce, a tu hermano lo llevó el polvo del remolino que la leva levantó. El viento mueve la caña y la leva nos movió del campo de verde claro donde el ensueño creció. -- Anciano de blanco si no, ¿en dónde tu hijo quedó?...
-- Se fue por esos caminos, la -- Amigo, mi amigo franco, que a su amigo abandonó. La leva se lo ha llevado, no puedo quedarme yo. Jacal que arruina su paja su puerta se desgajó... Labriego que va sin surco, la leva los separó. Se llevaron a Zapata. La leva se lo llevó. No pierdan la fe, muchachos, ¡Viva la Revolución! Anenecuilco no cede. -- Nunca este pueblo cedió. Cada hueco que dejaron con otro hombre se llenó. Los hacendados dijeron: -- Zapata es agitador, y por eso lo mandamos al noveno batallón. leva se lo llevó.
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El Adiós Del Soldado Adiós, adiós, lucero de mis noches Dijo un soldado, al pie de una ventana Me voy, me voy No llores ángel mío, que volveré mañana Ya se asoma la estrella de la aurora Ya se divisa en el Oriente el alba Y en el cuartel, tambores y cornetas Están tocando diana Horas después, cuando la negra noche Cubrió de luto el campo de batalla Y a la luz del libar pálido y triste Un joven expiraba Se ve vagar la misteriosa sombra Que se detiene al pie de una ventana Y murmurar, no llores ángel mío Que volveré mañana.
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Emiliano Zapata Un día Zapata los llama a conferenciar al frente. Todos juntos, en Iguala, deben hacerse presentes. Y cuando hablen han de ser razonables y prudentes. Como un río caudaloso que acelera su corriente la tropa marcha de prisa, ya desciende la pendiente; la va guiando la alborada que asoma por el oriente. Toda Iguala está de fiesta, canta alegre el campanario; mientras en los tamarindos suspenso está el sol de mayo, con voz serena a Zapata esto le dice Salgado: -- Señor general Zapata: esta tropa que aquí mira, nunca al peligro le teme, el nombre de usted la anima; y en los combates, cada hombre, por cuatro se multiplica. La tropa y mis generales su nombre y valor admiran, y por seguir su palabra de sus hogares se olvidan; hoy vienen a saludarlo, por conocerlo deliran. (Habla el general Pantalones) Aunque soy chaparrito, me llamo Ciriaco Gómez, pero el pueblo me ha cambiado el nombre de mis mayores, y hoy todo mundo me llama el general Pantalones. Traigo en mi apodo la fama como el Tejón Solitario, no le temo a la Huesuda
aunque me enseñe el rosario, ni a las velas encendidas ni al rezo del novenario. (Habla el general Emiliano Zapata) -- Ya conocen mi bandera muy sencillo es mi programa; el campesino reclama; desde un principio esta ha sido, compañeros, mi proclama. Ayudamos a Madero a derrocar al tirano, ya estando en el candelero no quiso darnos la mano, hasta que El Chacal su cuero puso en venta muy ufano. Y después del Cuartelazo llega a la silla Carranza, le tiende el pueblo su brazo, en él pone su confianza; aunque sea muy poco al paso la Revolución avanza. Más que Zapata, señores, será la Revolución la que premie sus valores y les dé su galardón, por ella pido que un brindis hagamos esta ocasión. Que estos tamarindos guarden en su follaje mi voz, que sean fieles testigos, lo mismo que el padre sol, de todo lo que se ha dicho bajo su dulce frescor. ¡Viva Iguala, compañeros, cuna de nuestra Bandera; si los viejos insurgentes murieron ayer por ella, nosotros daremos hoy nuestra vida por la tierra! pág. 18
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La Adelita En lo alto de una abrupta serranía acampado se encontraba un regimiento y una moza que valiente lo seguía locamente enamorada del sargento. Popular entre la tropa era Adelita, la mujer que el sargento idolatraba que además de ser valiente era bonita que hasta el mismo coronel la respetaba. Y se oía que decía aquel que tanto la quería… Si Adelita se fuera con otro la seguiría por tierra y por mar, sí por mar en un buque de guerra sí por tierra en un tren militar. Si Adelita quisiera ser mi esposa, y si Adelita ya fuera mi mujer, le compraría un vestido de seda para llevarla a bailar al cuartel. Y después que terminó la cruel batalla y la tropa regresó a su campamento por la vez de una mujer que sollozaba la plegaria se oyó en el campamento. Y al oírla el sargento temeroso de perder para siempre su adorada escondiendo su dolor bajo el reboso a su amada le cantó de esta manera… Y se oía que decía aquel que tanto se moría… Y si acaso yo muero en la guerra, y mi cadáver lo van a sepultar, Adelita, por Dios te lo ruego, que por mí no vayas a llorar.
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La Chamuscada Me dicen donde quiera porque en mis manos la pólvora quemo... Entre las balas pase la pelotera la Revolución sus huellas me dejo... No hubo ni un hombre jamás al que quisiera entre la tropa ninguno me cuadro... Solo a mi padre le fui fiel sudadera y al pobrecito una bala lo quebró... Y cuando escucho cantar esta tonada como que siento hartas ganas de llorar... Pero me aguanto pues soy la chamuscada que por valiente llegue a ser general Yo vi a mi padre
morir entre mis brazos y vi también al traidor que lo mato... Al muy canalla le di cuatro balazos como cedazo deje su corazón Desde aquel día ya no fui soldadera con mi canana repleta y mi fusil... En las batallas fui siempre la primera las balaceras nomás me hacían reír Y cuando escucho cantar esta tonada como que siento hartas ganas de llorar... Pero me aguanto pues soy la chamuscada que por valiente llegue a ser general.
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Mi General Zapata Al pie de tu sepulcro, mi General Zapata, en nombre de la patria yo te ofrendo una flor. Valiente guerrillero, bendito hijo del pueblo mi México te admira y alaba tu valor. También brindo mi canto para tus generales aquellos hombres leales, valientes como tú. Para ellos una rosa, a ti verdes laureles, para seguirte fieles mi gran jefe del Sur. ¡Ay, ay, ay! descansa en paz bajo el cielo que amaste, donde vive tu frase de ¡Tierra y Libertad!
Allá por Chinameca, donde te traicionaron, tu sangre está brillando como un rayo de sol. Y tu nombre en la historia, cubierto está de gloria, con lágrimas de un pueblo que te tributa honor. Adiós celosa madre, adiós Cuautla, Morelos, la que guarda en sus senos al hijo que la amó. Adiós don Emiliano, mi General Zapata, en nombre de la Patria recibe blanca flor. Ay, ay, ay, descansa en paz, bajo el cielo que amaste, donde vive tu frase de Tierra y Libertad.
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Valentín de la Sierra
Voy a cantar el corrido de un amigo de mi tierra llamabas Valentín que fue fusilado y colgado en la sierra
Valentín como era hombre de nada les dio razón yo soy de los meros hombres de los que inventaron la Revolución
No me quisiera acordar era una tarde de invierno cuando por su mala suerte cayo Valentín en manos del gobierno
El general le decía yo te concedo el indulto pero me vas a decir cual es en jurado la causa que juzgo
El capitán le decía cuál es la gente que mandas son ochocientos soldados que tienen sitiada la hacienda de Holanda
Antes de llegar al cerro Valentín quiso llorar madre mía de Guadalupe por tu religión me van a matar
El coronel le pregunta cuál es la gente que guías son ochocientos soldados que trae por la sierra mariano mejía
Vuela, vuela, palomita párate en ese fortín estas son las mañanitas de un hombre valiente que fue Valentín
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