Art & Deco

El arte representado y convertido en mensaje por causas justas y legítimas es una parte esencial para el artista como tal. Pues es la forma de reprender al ser humano esencial.

En esta ocasión dos sonorenses nos presentan su arte y nos cautivan con mensajes simples y directos como los que podremos ver en este par de imágines que, Julio Gallegos y José Lemas presentaron en el marco de El arte de la Paz.

EXPOSICIÓN COLECTIVA “El arte de la Paz” en Musas ( Museo de Arte de Sonora) Asociación Rotaract

Julio Gallegos : ACÉRRIMA MOFA

José Lemas: ¿QUÉ HAY AL FINAL DEL CAMINO? Ven y juega conmigo, hoy te haré mi amiga, a partir de ahora iremos juntos por ahí, te presento y te represento. Con tu cara de juego, tu tono sarcástico y tu picares, enciérrame en tus muros y tómame en tus brazos, serás parte de mí, porque eso está bien, ¿no? Prometo que no te dejare sola, si no estoy yo siempre habrá quien esté, dispuesto y ansioso de acogerte y exponerte. Esconderás mis defectos, saciaras mi falso ego, alimentaras mi caos, y yo me seré omiso a tus actos, porque hoy reímos, porque hoy nos mofamos, porque hoy es inofensivo, porque hoy jugamos, porque hoy eso es parte de “la vida”, porque hoy eso es normal, porque hoy eso está bien, ¿no?.

La infancia yace a nuestras espaldas mientras nosotros miramos a lo incierto, y es que sin importar quien seas, en algún momento todos enfrentamos el miedo a lo desconocido en nuestro futuro. Así es como llegué a la conclusión de esta metáfora; la vida puede asemejarse a una calle obscura, podemos ver lo siguiente que nos acontece, pero el final está escondido en las penumbras, en lo desconocido. Yo estoy seguro que en más de un momento de nuestras vidas nos sentiremos como se siente esta niña; sola, perdida en esta calle, con miedo, y sin saber qué rumbo tomar. A veces lo único que nos queda es seguir adelante, enfrentar nuestros miedos y descubrir que hay al final, los caminos de la vida son tan inciertos como maravillosos, si bien podemos equivocarnos o triunfar, es mejor avanzar que quedarse estancado por muy perdidos que estemos vamos descubriendo el camino al andar.