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Si algo caracteriza a nuestra amada República Dominicana es su gente. Somos un pueblo alegre, abierto, sincero y solidario, honesto, trabajador y servicial, que aún en los momentos difíciles, esboza una sonrisa de esperanza y extiende su mano amiga a aquel que luce frágil o con necesidad. Somos un pueblo intrépido y fuerte, que ha sabido luchar por su porvenir, por sus ideales, por su libertad, por la democracia, por el bienestar y por el progreso. No ha habido ocasión, tropiezo, tragedia o crisis de la que la República Dominicana no se haya levantado y resurgido, teniendo como estandarte sus valores, sus costumbres, sus sentimientos y su espíritu de superación. República Dominicana es una tierra bendita, poseedora de una riqueza natural y cultural extraordinaria, que se entrelazan y se combinan para crear un ambiente alegre y prodigioso de playas, montañas, azúcar y merengue, lo que nos brinda un escenario propicio para el desarrollo de una vida digna, próspera y pacífica. Pero la alegría, la dignidad, la prosperidad y la paz muchas veces se ven empañadas por una serie de conductas antisociales y antivalores que se están produciendo, lamentablemente cada vez con más regularidad, en nuestro país. Parecería que los valores, que en esencia caracterizan a nuestro pueblo, están siendo vencidos por el desorden, la violencia, la impunidad, el afán desmedido de lucro, el crimen organizado y otras patologías sociales que encuentran asilo en la pobreza, la inequidad y sobre todo, en los falsos modelos de éxito. Esto no debe seguir así. Esto tiene necesariamente que cambiar. No podemos permitir que se continúe llamando bien a lo que sabemos que está mal. No podemos permitir que se arranque de raíz la nobleza de espíritu, las buenas costumbres y los ideales de esta gran nación.
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No podemos permitir que unos pocos destruyan el futuro de nuestros hijos y acaben con el país que queremos legarles a las próximas generaciones. Tenemos el deber de revertir la situación que se vive hoy día, y con tus valores debemos promover el cambio hacia una sociedad en valores. Dominicanos y Dominicanas: República Dominicana debe seguir siendo una nación donde se manifieste el amor al prójimo y la tolerancia, donde sabemos compartir con otros lo mucho o lo poco que tenemos con humildad y dignidad, donde la responsabilidad y la honestidad son la principal meta, donde la verdadera felicidad es la que brota del servicio desinteresado por los demás, por tu país, pues como dijo nuestro siempre recordado profesor y referente moral, Juan Bosch: “el que no vive para servir, no sirve para vivir”. República Dominicana tiene que seguir siendo un país de paz. De esa paz verdadera que brota en el interior de cada individuo y emana hacia la sociedad. Estar en paz con uno mismo es actuar con honestidad, con integridad y con justicia social, siendo coherente con lo que personal y socialmente se cree que es bueno y aceptable. República Dominicana tiene que seguir siendo el país donde se respeten los valores y se valoren la responsabilidad y la buena conducta. República Dominicana tiene que seguir siendo la patria de la solidaridad, donde cada quien deja de lado sus propias carencias, para brindar apoyo a su vecino. Un país donde siempre habrá muchas Sonias Marmolejos, dispuestas a auxiliar en momentos de necesidad, sin detenerse a mirar la raza, color, ni clase social de quien recibe su ayuda. República Dominicana tiene que seguir siendo la patria del respeto, que se transmite de genera-
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ción en generación, y que nos lleva a honrar a nuestros padres, valorar sus consejos y solicitar su bendición. República Dominicana tiene que seguir siendo la patria por la que se trabaja y a la que se le rinde homenaje exaltando sus símbolos. La patria donde se respeta la naturaleza y por sobre todo, donde se respeta la dignidad humana. República Dominicana tiene que continuar siendo tierra de la Esperanza. La esperanza de un mejor mañana que florece en el corazón de un pueblo que comprende que con esfuerzo, estudio, trabajo y dedicación se alcanza el éxito y se promueve el progreso familiar y nacional. Por eso hoy les he invitado para que se unan conmigo en este compromiso que demanda la niñez y juventud dominicana. Les pido su apoyo para poner en marcha una verdadera movilización nacional por una Sociedad en Valores, como buenos dominicanos y dominicanas de este país que amamos y donde queremos que nuestros hijos e hijas puedan seguir viviendo en paz y con seguridad. Esta Estrategia Nacional para la construcción de una Sociedad en Valores, titulada “BIEN POR TI! TUS VALORES HACEN UN MEJOR PAÍS”, consiste en trabajar un VALOR cada mes, a través de los medios de comunicación, el arte, la cultura, el deporte, la lectura, la formación humana, actividades recreativas, competencias y concursos desde cada una de nuestras instituciones, desde las escuelas y desde nuestros hogares. Hoy, con este lanzamiento, hacemos un llamado a la toma de conciencia, al retorno a nuestros valores, a la búsqueda de nuestra identidad. “BIEN POR TI” TUS VALORES HACEN UN MEJOR PAÍS, es una campaña de motivación, es un llamado al cambio individual y al conocimiento colectivo, que busca rescatar y potenciar los valores morales, éticos y ciudadanos en la República Dominicana, porque sólo con nuestros valores formaremos una sociedad en valores.
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Amigos y amigas Tenemos el derecho de vivir en una sociedad más humana, más justa y más pacífica. Tu, yo, nosotros, somos los artífices del cambio. Un país se cambia, cuando cambia su gente, cuando cada ciudadano y ciudadana asume el compromiso de transformar su vida y su entorno. Por eso hoy apelo a cada uno de ustedes, hombres y mujeres que tienen el poder de influir en esta sociedad. En sus manos y en sus corazones se encuentra el curso de este país. Ahora bien, nosotros y nosotras hemos llegado hasta aquí. Hemos concebido y pensado estos materiales y estas iniciativas. Pero si queremos que sea un proyecto colectivo, nacional, que cohesione a todo el país como una verdadera sociedad en valores, reconocida nacional e internacionalmente, no es posible hacerlo sola. He dado el primer paso, pero no puedo seguir sin ustedes. Y no podremos ir tan lejos como deberíamos y llegar a cada rincón del país de este a oeste y de norte a sur y a cada comunidad, a cada familia, sin su ayuda, sin su compromiso y sin su voluntad. Hoy no les pedimos simplemente ayuda ni apoyo, les pedimos que se involucren, que hagan suya esta iniciativa, que la hagan realmente profunda para que llegue a cada corazón dominicano. La nación son sus personas. Y no hay proyectos personales ni económicos, ni profesionales de éxito si la nación, si el país no progresa en valores. Los valores son los verdaderos pilares de toda nación que se respeta y progresa, sobre los que podremos construir el futuro. Un futuro que es compartido y, más que nunca, dependemos todos… de todos.
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Tenemos el deber y la necesidad de dirigir nuestras miradas, enfocar nuestras mentes y abrir nuestros corazones hacia los valores profundamente enraizados en nuestra esencia, en nuestras costumbres y en nuestras tradiciones. República Dominicana necesita de ti, de cada uno de nosotros. Porque como dicen nuestros amigos: “Nuestra sociedad TIENE EL VALOR QUE NUESTROS ciudadanos LE DAN, EL DE SUS PRINCIPIOS”. “DENTRO DE TI HAY VALORES, DEJALOS SALIR” “DEMOS VUELTA A LA PAGINA: “POR UNA MEJOR NACION” que cree en su gente. Amigos y amigas Tenemos que volver a valorarnos por lo que somos y por lo que somos capaces de hacer y no por lo que tenemos. Y lo más importante, eso es lo que tenemos que enseñar y transmitir a nuestros hijos. Ellos son como un molde vacío, que se llena con las actitudes, acciones y ejemplos de sus padres. Les pido, que trabajemos todos para todos, por esta Patria de Duarte, sin bandera política, profesional, ni clase, ni color, ni apellidos, para que unidos en una sola voz brindemos a nuestros jóvenes y niños la oportunidad de que exploren el potencial que llevan dentro, que descubran la verdadera esencia del ser humano, y le demos así a la República Dominicana los ciudadanos y ciudadanas que merece. El éxito de esta estrategia, de tu familia y de este país depende de ti, de cada uno y de todos nosotros. Y ten por seguro, que el mayor orgullo y felicidad que podremos sentir en esta tierra es que nuestros hijos nos digan cada día, Bien por ti, tus valores hacen un mejor país. Muchas gracias y que Dios les bendiga.
Dra. Margarita Cedeño de Fernández, Primera Dama de la República Dominicana
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