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GINA MEJÍA: LA NOSTALGIA DESDE UN RAYO DE LUZ
LA NOSTALGIA
DESDE UN RAYO DE LUZ
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Letras por Beatriz Elena Ortiz Díaz Fotografía estenopéica por Regina Mejía
LA NOSTALGIA
DESDE UN RAYO DE LUZ
Letras por Beatriz Elena Ortiz Díaz Fotografía estenopéica por Regina Mejía
ENTRE TODA LA PRONTITUD DE LA TECNOLOGÍA, HAY IMÁGENES QUE NOS REGALAN PAZ Y NOS TRANSPORTAN A UN LUGAR DE QUIETUD Y NOSTALGIA.
La fotografía análoga sorprende, sobre todo hoy día ante lo digital, lo inmediato; las imágenes las podemos capturar todos desde el teléfono móvil. Lo análogo implica un proceso planeado y más pausado en cuanto al tema técnico se refiere, nos regala esa contemplación inherente a su propio proceso. La fotografía estenopéica usa el principio básico de la fotografía: la cámara oscura, la cuál se puede fabricar con cualquier caja o espacio, es incríble cómo con algo tan al alcance de la mano, se puede generar una imagen de calidad; muchos pensarían que
se trata tan solo de un juego, pero está lleno de posibilidades para experimentar, y cuando se ven los resultados, es sorprendente; con el tiempo conoces tu equipo, calculas tus encuadres y con el tiempo también aprendes a conocer las variables como la luz natural tan cambiante.
Gina Mejía se sintió atraída por la fotografía desde adolescente. Sus primeros aprendizajes en el ramo iniciaron en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, en un taller de cuarto oscuro con Jorge Acevedo. Su proceso se comienza a enfocar en esta etapa, lo cual por seguro ha marcado una pauta en su estilo de fotografía, en contraste con su entonces trabajo de reportera de cultura, en el cuál realizaba fotografías digitales para las notas, en este caso trabajando y actuando sobre la inmediatez que le requería el trabajo.
Siempre ha puesto total atención a los procesos de producción, analizando cómo es que las imágenes se materializan desde el punto de partida, las preparaciones, hasta los temás más técnicos que envuelven el proceso mismo.
En el 2015 retoma su aprendizaje en fotografía análoga, decantándose por la fotografía en 35 mms. En ese momento también María Luisa Santos Cuéllar, fundadora del movimiento Oaxaca Estenopeica, le enseña esta técnica, y siempre se encuentra en la disposición de compartir aprendizaje, cámaras y experiencias. Dentro de este grupo se ha creado una comunidad muy interesante en donde los integrantes han tenido oportunidad de aprender unos de otros, exponer sus trabajos y aprender cada vez más acerca de la estenopeica.
Posteriormente, Gina toma el diplomado de Formación de impresores de fotografía tradicional blanco y negro con
reveladores ecológicos con Lorena Alcaraz, en el Centro de las Artes de San Agustín, un diplomado muy completo en donde desarrolla su primer proyecto formal; siempre había existido un tema recurrente en su fotografía, y era el de estas ferias clásicas callejeras repletas de luces neón, entre un sinnúmerode sonidos, aromas y sabores, lugares en los cuales se han quedado congelados muchos de los recuerdos de nuestra niñez. A la par también se hallaba documentando las misceláneas de pueblos, por las cuáles parece que el tiempo se ha quedado pasmado, esas poquitas que han sobrevivido a la gentrificación y donde siempre se encontrará ese personaje que resguarda su espacio como un tesoro.