Revista Mensual del Instituto de Excelencia Zona Esmeralda. A単o 1 M e s 1 / M a y o 2 0 1 6 .
¡Gracias mamá! Tus brazos siempre se abren cuando necesitamos un consuelo, tu corazón nos comprende cuando necesitamos una amiga, tus tiernos ojos se endurecen cuando nos hace falta una lección. ¡Tu fuerza y tu amor son la guía que nos dan alas para poder volar!
En el Reino Unido un equipo de investigadores analizó las reacciones de 112 estudiantes después de que se les mostraran unos videos, para lo cual dividieron en tres grupos a los participantes y presentaron un video con diferente contenido a cada grupo. Un grupo vio un video que contenía un sketch cómico, otro grupo vio un video sobre golf y el último uno sobre paisajes naturales. Los participantes, después de ver los videos, escribieron un texto describiéndose ellos mismos, dirigido a otra persona. El grupo que rió más con la proyección, compartió más información personal en su texto que los que simplemente vieron el video pero no se rieron. La risa libera endorfinas. Sustancia que, al decir de los investigadores, aumenta las posibilidades de que una persona externe mayor cantidad de información personal.
Cuando ríes segregas más adrenalina, potenciando tu creatividad e imaginación. Cuando ries entra el doble de aire en los pulmones, y tu piel se oxigena más.
En
un hospital en Estados Unidos realizaron un estudio durante dos semanas, en el que se pidió la participación a 12 personas para que leyeran un libro electrónico en un iPad o un libro impreso antes de dormir durante cinco noches seguidas; luego debían cambiar de formato y leer por cinco noches más. Cuando las personas leían el libro en el iPad, tardaban más tiempo en conciliar el sueño y pasaban menos tiempo soñando que con los libros impresos. Los investigadores concluyen que el uso de dispositivos que emiten luz azul —incluidos celulares y laptops— antes de dormir, puede tener efectos nocivos en la salud a la larga. Fuente: Reader ‘s Digest
n el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no se cansaba de presumir que ella era la más veloz y se burlaba ante la lentitud de la tortuga. — “Eh…. Tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar a tu meta.” Dijo la liebre riéndose de la tortuga. Un día, a la tortuga se le ocurre hacerle una inusual apuesta a la liebre. — “Estoy segura de poder ganarte una carrera. — ” “¿A mi ?” preguntó asombrada la liebre. — “Si, a ti” dijo la tortuga. La liebre muy engreída aceptó y apostó a que ella ganaría la carrera por mucho. Todos los animales del bosque se reunieron el día de la carrera para presenciar el extraño evento. El señor búho fue el encargado de marcar los puntos de partida y llegada y sin más dio inicio a la carrera, en medio de la incredulidad y expectación de los asistentes. Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre dejó que la tortuga tomara ventaja y se quedó haciendo burla de ella. Luego, empezó a correr velozmente y sobrepasó a la tortuga que avanzaba caminando lentamente pero sin parar. Solo se detuvo a medio camino ante un prado verde y frondoso donde se dispuso a descansar antes de concluir la carrera y ahí se quedó dormida. Mientras la tortuga siguió caminando, paso a paso, lentamente, pero sin detenerse. Cuando la liebre despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una muy corta distancia de la meta. De un salto se levantó y salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde, la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera. Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza es un obstáculo para alcanzar nuestras metas y que nadie, absolutamente nadie es mejor que nadie.
Llega un niño a su casa y le dice a su mamá: — ¡Mamá, mamá… tengo una noticia buena y otra mala! — Dime primero la buena, le contesta la mamá. — He sacado 10 en matemáticas! —le dice el niño— — ¿Y cuál es la mala? —pregunta la mamá—. — ¡Que es mentira! Un niño va en su bicicleta y le grita a su mamá: — ¡Mamá, mamá!… ¡mira, sin manos! ¡Mamá, mamá… sin piernas! De repente , se cae de cara, se levanta y dice: – ¡Mamá……. Sin dientes!”
P R Ó X I M A M E N T E U N A N U E VA S E C C I Ó N ¡Espérala!