La crisis de 1640

Page 1

La crisis de 1640 En 1621, cuando Felipe IV fue proclamado rey, el conde ­ duque de Olivares se convirtió en el nuevo valido. Este hombre, al contrario que Lerma, quería el poder para gobernar, no para enriquecerse. Pronto, para lograr que España siguiera siendo la primera potencia universal, presentó una serie de proyectos de reforma al rey que se consideran el origen remoto de la crisis de 1640. En 1624 presentó un memorial al rey en el que proponía una serie de medidas para reformar España: • Reforma de la administración: cese y condena de todos los gobernantes corruptos del reinado anterior; creación de 16 juntas de reforma ­ serían como los ministerios actuales ­ la más famosa de todas la de Reformación de Costumbres que trató de poner coto a los gasto suntuarios ( por ejemplo se prohibió usar gola rizada o de tamaño exagerado ). Pero las juntas fracasaron porque los estamentos privilegiados se opusieron y además los gastos de la administración se duplicaron por no suprimirse los antiguos organismos. • Proteccionismo comercial: se intenta seguir las doctrinas mercantilistas prohibiéndose el comercio con Holanda, Inglaterra, Francia y numerosos estados alemanes. Pero como en España los ciudadanos no decidieron invertir para crear y/o desarrollar una artesanía próspera, la medida solamente sirvió para incrementar el contrabando, con el consiguiente hundimiento del comercio exterior. • Homogeneización de los reinos: Olivares no entendía que los reinos de la Corona se rigieran por leyes diferentes, especialmente las de carácter fiscal, y pretendía que se produjera una normalización en el sentido de que todos se rigieran por las mismas que Castilla o por lo menos, lo más parecido posible. El cómo conseguirlo se podía hacer de tres maneras: intercambio de autoridades entre los diversos reinos, es decir, un castellano en Cataluña o un aragonés en Portugal, presionar para que cada reino, voluntariamente, cambiara sus normas legales, y por último si los reinos por las buenas no quieren cambiar sus leyes, pues se provoca una sublevación de modo que tengan que intervenir los Tercios y, una vez apaciguadas las gentes, se cambian las leyes por real decreto • Creación de la Unión de Armas: este proyecto es lo más parecido en el siglo XVII a la mili. La idea era crear un ejército común para toda la Monarquía de modo que cada reino aportara un número de soldados previamente establecido. El total, para defender España, era de 140.000 soldados repartidos así: Castilla e Indias: aportarían 44.000; Nápoles, Sicilia y Milán: 30.000; Cataluña: 16.000; Portugal: 16.000; Flandes: 12.000; Aragón: 10.000; Valencia: 6.000; Baleares y Canarias: 6.000. En principio la nobleza no se opuso, pero resultó un fracaso porque las clases populares 1


sí protestaron, y porque no se tenía en cuenta la realidad demográfica de España. Además algunos territorios, como las Provincias Vascongadas, según sus fueros no tenían obligación de aportar soldados por lo que entendían que con este proyecto ­ que no pasó de eso ­ se iba en contra de sus leyes particulares. Lo que ocurrió con estas propuestas, especialmente las dos últimas es evidente, no salieron. Además crearon un sentimiento anticastellano, hoy diríamos anticentralista, muy fuerte. Para colmo muchas personas empezaron a cuestionarse qué beneficios reportaban formar parte de una Monarquía que no traía más que disgustos, por lo que lo mejor sería separarse. Hacia 1630 comenzaron las protestas; primero en Vizcaya, años después en Portugal, y por fin estalló el desastre de 1640. La sublevación de Cataluña Desde los comienzos del reinado de Felipe IV, estaban descontentos con el rey porque se les quiso exigir un impuesto extraordinario que no habían votado las Cortes. El rey empezó mal. Las cosas se complicaron cuando en plena guerra de los 30 años ­ véase política exterior ­ el Conde Duque pensó que los franceses no serían capaces de mantener dos frentes de combate abiertos ­ Flandes, donde ya se combatía, y el Rosellón ­ por ello el Conde Duque envió un ejército a luchar a este territorio tan ligado a Cataluña; además así se obligaba a los catalanes a ser solidarios con la Corona pues, según las tradiciones de la época, debían hacerse cargo de la manutención y hospedaje de las tropas; los catalanes fueron generosos y contribuyeron .El encontronazo se produjo cuando al no ser suficientes las tropas, que vamos a llamar españolas, el Conde Duque envió tropas italianas que se dedicaron a cobrar en especie lo que no se les pagó. ­ 1638 ­ Y ahí empezó todo. Las protestas de ese año fueron en aumento, los actos de pillaje continuaron y nació, como respuesta a unos actos que los catalanes entendieron como un desprecio a su modo de ser y de sentir, una “guerrilla” compuesta por campesinos fundamentalmente ­ segadors ­ aunque parece que también había bandoleros. Estos campesinos, el día del Corpus de 1640 ­ 12 de junio ­ asaltaron la ciudad de Barcelona en protesta por todos los abusos del ejército real. Asesinaron al virrey, conde de Santa Coloma, cuando huía y de hicieron con el control de la ciudad. Esta revuelta fue el famosos “Corpus de sangre”. En Madrid, los partidarios de dar un escarmiento a los revoltosos, se impusieron a los partidarios del diálogo y apaciguar los ánimos. En Barcelona la amenaza del castigo fue aprovechada por los partidarios de la secesión, dirigidos por Pau Claris, para proclamar la República bajo la protección de Luis XIII de Francia. El problema catalán se consideró tan importante que desplazó a la secesión de Portugal o la guerra contra Francia. Olivares organizó un ejército en el que se integró además del pueblo llano, a la nobleza de grado o por la fuerza ­ simplemente se les “recordó” que sus privilegios existían porque su misión era la de defender el reino ­. Todo se hizo con tanta prisa y descoordinación que en 1642 fracasaron en su intento de tomar Lérida. Esto envalentonó a los catalanes. Al año siguiente, 1643, cayó Olivares y le sustituyó Luis de Haro que, bastante más sensato, pensó que lo mejor era acabar la guerra en los Países Bajos y Francia y después 2


dedicarse a Cataluña; lógicamente si los catalanes dejaban de tener el apoyo del rey de Francia, la sublevación, más bien la independencia, se acababa por sí sola. Eso es lo que pasó. La independencia de Portugal También se inició en 1640 cuando el duque de Braganza fue proclamado rey como Juan IV. Las causas del levantamiento, además de que los portugueses no querían tener un rey castellano, fue sencillamente la recluta forzosa de soldados para la sublevación de Cataluña. Inglaterra, Francia y los Países Bajos reconocieron a Juan IV. Guerra entre España y Portugal para intentar recobrar este territorio no hubo hasta 1660 ­ primero acabamos con las guerras en Europa ­; conclusión, también perdimos Portugal. =============

3


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.