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• Los “esclavos de Salomón”, vv. 55-57, remiten a las poblaciones cananeas sometidas por este rey a trabajos forzados (1 Re 9
El notable teólogo alemán Gerhard von Rad se preguntó sobre el sentido religioso y cultual de este nuevo templo:
Ahora bien ¿qué significado tenía el templo de Zorobabel? La Judea no era ya un estado, ni siquiera era una provincia autónoma, pues estaba sometida al gobernador de Samaria; es pues natural que éste se interesara por todo cuanto ocurría en Jerusalén. Es más, los profetas Hageo y Zacarías habían designado de hecho a Zorobabel como “el ungido de Yahvéh” (Hg 2.20s; Zac 4.14); esto significa que ellos pensaban realmente en una restauración del reino de David. Su grito se apagó por lo visto sin consecuencias políticas, pero quedaba sin respuesta el problema relativo a la función del nuevo templo en el cuadro de la constitución.39
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Porque la realidad de un nuevo templo planteaba una serie de dudas en el futuro inmediato: si no existía una nación formalmente reconocida, la sumisión a Persia implicaba que cualquier cosa que hicieran los judíos estaría supervisada por ese imperio, incluso el culto regular ya restablecido. Las condiciones políticas, radicalmente distintas al periodo monárquico, ponían en entredicho la legitimidad de todos los actores del momento, desde el emperador persa, hasta los sacerdotes, pasando por los intermediarios ante el mismo imperio y dirigentes del proceso de reconstrucción. Como parte de la ceremonia de dedicación del templo, se organizaron “a los sacerdotes y a sus ayudantes según las instrucciones que Moisés había dado para la adoración a Dios en Jerusalén” (v. 18).
La celebración solemne de la Pascua (vv. 19-22, sección escrita en hebreo) muestra la intención de que el culto volviese a la normalidad en medio de la problemática presente. “El aspecto expiatorio de esta Pascua está en consonancia con la liturgia de la época; de igual modo, los sacrificios por el pecado de Israel (v. 17; Lv 4-5). Esta Pascua muestra también los signos de una cierta evolución con respecto a 2.36-40: sitúa en la escena codo con codo a sacerdotes y levitas (v. 20), y abre los caminos de una purificación comunitaria ya que, en ella, participan todos los que, regresando del exilio, rompieron con la impureza de las naciones (v. 21)”.40 El templo, como espacio efectivo de la presencia de Dios, planteaba un inmenso dilema teológico:
La reivindicación a favor de Yahvé como presencia real en el templo fue infinitamente problemática para Israel. Por un lado, Yahvé puede ejercer su libertad y estar ausente del templo. Esta crisis se pone de manifiesto en los salmos de lamento, donde Israel experimenta la ausencia y el silencio de Yahvé. Por otro lado, la libertad soberana de Yahvé puede ser presa de la rutina del templo, de manera que se olvida el verdadero carácter de Yahvé en una serie de prácticas sacramentales que se dan por descontado. Se trata de un serio problema para Israel, pues éste no quería negar que el templo fuese el lugar de la intensa presencia de Yahvé, de la cual Israel podía justamente esperar socorro. Al mismo tiempo, no obstante, la explotación y la domesticación de Yahvé provocaba en Israel protestas y reformas que pretendían reordenar el culto de una manera que fuera coherente con la intención de Yahvé, tal como se ofrece en el testimonio de Israel.41
39 G. von Rad, op. cit., p. 125. 40 P. Abadie y P. de M. de Viviès, op. cit., p. 15. 41 W. Brueggemann, Teología del Antiguo Testamento..., p. 709.
Marzo
9. EL IMPACTO DE LA PALABRA: LA COLABORACIÓN MATERIAL (Esdras 7.1-17)
3 de marzo
Esdras era un sacerdote y un maestro que conocía muy bien la ley que Dios había dado por medio de Moisés; la estudiaba constantemente, la obedecía y la enseñaba a los judíos.
ESDRAS 7.6, TLA
Por fin, en el cap. 7 de su libro, aparece Esdras, el escriba, el sacerdote. Su historia abarca hasta el cap. 10. “Los capítulos 7 y 8 describen la llegada del reformador a Jerusalén, al frente de una nueva caravana de exiliados judíos. En los siguientes dos capítulos se describen la condición religiosa de la comunidad y los programas de restauración que Esdras impulsó. En la elaboración de esta narración el autor-cronista utilizó una fuente literaria conocida como ‘las Memorias de Esdras’” . 42 “Esdras es la forma griega de Ezrah, que es a su vez la forma arameizante del hebreo Azarías (‘Yahvé ha socorrido’). […] Según los datos genealógicos de Esd 7,1b-5, se trataría de un sacerdote descendente de Aarón. […] Es un escriba (sopher, palabra hebrea derivada del acadio sapiru, ‘escriba de la ley del dios del cielo’: 7.12, 21)”.43 La expresión “pasadas estas cosas” del v. 1 hace referencia a los aproximadamente 57 años de diferencia entre los caps. 6 y 7. El relato se ubica, en términos históricos, durante el reinado de Artajerjes I Longímano, sucesor de Jerjes, que gobernó entre 465 y 424 a.C. La genealogía (vv. 1b6, cf. I Cr. 6.3-15.6) tiene como objetivo indicar que Esdras era descendiente directo de Aarón y de Sadoc y, por ello, tenía el derecho a ser sacerdote y, de manera muy relevante, “a introducir reformas en la comunidad judía” . Su presencia, pues, “era una prolongación auténtica del liderato sacerdotal preexílico” (S. Pagán). El retrato de Esdras (7.6, 10) es verdaderamente espléndido, pues, por un lado, era “un judío, miembro de la Golah (diáspora) babilonia, convertido en alto funcionario de la corte de Persia, una especie de comisario para los asuntos judíos, que no ejerció sin embargo (a diferencia de Sesbasar, de Zorobabel y de Nehemías) las funciones de gobernador provincial” . 44 Por el otro lado: “La llegada de Esdras a Jerusalén se interpreta como el cumplimiento del designio divino: ‘la mano benévola de su Dios estaba sobre él’ (cf. 7.9, 28; 8.22, 31; Neh 2.8, 18). Y en 7.10 se describe perfectamente su papel: ‘No en vano Esdras había aplicado (kun) su corazón a buscar (darash) la Ley de YHWH, a practicarla (asah) y a enseñar (lamad) en Israel el estatuto (joq) y el derecho (mishpat)”.45 Este personaje encaja completamente en cada aspecto de la labor de un escriba, figura religiosa que se depuró en el exilio y que es celebrada en Eclesiástico 39.1-11 (Dios Habla Hoy) mediante sus tres características: estudio, observación e instrucción. Esd 7.6-8 atestigua por otra parte un movimiento de retorno descrito según el modelo arquetípico de Esd 2. (“Esdras llegó a Jerusalén en agosto de ese año. Había hecho arreglos para partir de Babilonia el 8 de abril, el primer día del nuevo año, y llegó a Jerusalén el 4 de agosto, pues la bondadosa mano de su Dios estaba sobre él” . Esd 7.8-9, Nueva Traducción Viviente.) “Al obrar así, el redactor inscribe el paralelismo de los dos periodos (Zorobabel-Josué / Esdras-Nehemías) en la tensión dramática de su relato” . 46 Con Nehemías, quien aparecerá en la sección del libro que lleva su nombre, se completará el cuadro de líderes y personajes clave en el proyecto y la obra de reconstrucción integral del culto, el
42 S. Pagán, op. cit., p. 89. 43 P. Abadie, op. cit., p. 36. 44 Ídem. 45 Ibíd., p. 37. 46 Ibíd., p. 36.